(Martes 16 Julio)
ANTONIO:
Empezó con una estúpida apuesta.
-Tú no podrías entablar conversación con el Gil-
-Por supuesto que no, ese tipo no me cae.-
- Oh! Mon amour, no me digas que el awesome está siendo intimidado por un chico menor.-
-Por supuesto que no!-
-¿De qué hablan chicos?-
Llego con mi deliciosa comida de la cafetería, mis amigos se veían hablando de algo muy interesante y como todo un cotilla me siento a escuchar que sucede.
-Del niño emo de allá-
Señala Gilbert a un chico sentado con audífonos verdes en cada oreja, este tenía la mirada perdida como si estuviera pensando profundamente sobre la vida y se veía extremadamente solitario, solitario como peligroso con una aura de "no te acerques o te corto en rodajas". Su cabello era castaño como el chocolate con un curioso rulo derecho, complexión delgada y tez clara.
-¿Qué tiene ese chico? -
-Gil le tiene miedo-
Ríe Francis.
-¡QUE NO ES ASÍ! ... Además, tu nunca le has hablado tampoco.-
-No es mi tipo, me gustan más los chicos tiernos-
Francis se le queda mirando y arquea una ceja con una sonrisa.
-Aunque debo decir que no esta del todo mal.-
-ugh, que asco... Bueno kesesese, si lo pienso bien ese chico molesto tampoco entablaría conversación con Antonio, estoy más que seguro-
- ¿eh? -
-sí, yo creo que incluso aunque Toño es tan sociable con todos le mandaría a la mierda en un instante kesesese -
-Hon Hon bueno, eso no puedo negarlo -
- Oigan, eso no es verdad, yo creo que al fondo todos tienen bondad y pueden hablar... ¿no?-
-Tienes mucha fe en la humanidad Tony-
-JA! Eres un completo ingenuo-
Sus comentarios me estaban cabreando, yo sabia que existían las personas difíciles en el mundo, sí, pero eso no significa que no puedan ser amigables si les das cierto trato. Eso se los demostraría.
-No soy un ingenuo, te apuesto que incluso si me aplico termina desarrollando sentimientos de amor hacia mi, el chiste esta en como tratas a la persona.-
-¿Enamorarlo eh?...-
- Es un decir, yo creo que podríamos llegar a ser amigos si nos lo proponemos-
-No, no esta bien, está bien, apostemos algo para que me des una lección de mi propio chocolate Antonio... tienes treinta días para que el chico te ame locamente, deberá confesarte su amor, Fra está de testigo, si pierdes besaras mi trasero KESESESE!!-
-... eso no es-
-Si ganas nos demostraras que existe bondad en todas las personas Antonio, que no debemos juzgar a las personas porque bien pueden ser asombrosas, ademas si comienzas a llevarte con el apuesto a que habrán personas que comiences a hablarle también y con el tiempo el no sera tan solitario por que la gente sabrá lo cool que es en su interior-
-pero es que...-
- incluso si quieres admitiré que yo! Gilbert Beilschmidt se equivoco, te estaré dando un pedacito, aunque sea chiquito pequeñito de mi asombroso orgullo y me haré su amigo sin mas, doy mi palabra.-
Gilbert se cruza de brazos muy confiado y arquea una ceja... bien, eso que apostaba no estaba del todo mal, amaba a ese gilipollas pero había veces en que uno debía darle por culo para que se hiciera mas humano y ademas de paso no estaria mal ayudar a que el chico tuviera mas amigos... era tan tentador... taaan tentador que.
-Bien-
Acepte.
-Muy bien -
-Trato hecho-
Estrechamos la mano mientras Fra nos miraba suspirando.
-mon ami... Con el amour no se juega... tengo un mal presentimiento -
Escuche al último decir algo, pero no le alcance a oír por completo.
LOVINO:
-Hola! ¿Este lugar está ocupado? -
Alzo la vista lentamente y un chico ojiverde castaño me sonríe sentandose a mi lado sin dejar le diga que no quiero estar con alguien cerca, ruedo los ojos suspirando, pues ya que, no es que la puta banca tenga mi nombre escrito, me volteo dándole la espalda.
-Mi nombre es Antonio Fernández ¿tu cómo te llamas amigo? -
-Largo... -
Digo de la manera más "amable" que puedo subiéndole el volumen a la música que escucho, estúpido fratello que tomaba demasiado tiempo en venir aqui. Toman mi audífono retirándolo y volteo.
-¿Largo? Quién lo diría... no es un nombre muy común ¿eres extranjero? -
-¡QUE TE VAYAS! Joder que no lees el maldito ambiente-
-¿eh?¿porque? Solo quiero charlar-
Me levanto entonces y camino a los pasillos de donde se supone habría de aparecer Feliciano, demonios que no necesitaba a más gente estúpida riéndose de mí, suficiente ya tenía con los asquerosos brabucones con los que tenia disputas cada vez que iba a casa.
-¡¡Fratello!! -
Mi hermano se lanza encima de mí riendo, por suerte ya venia hacia mi.
-ugh...-
-¿Cómo estás? ¿Ya desayunaste? Perdona por hacerte esperar, la profesora de Física me estaba regañando por dormir en clase-
Abro mi mochila y saco un toper con pasta pasándoselo.
-Gracias fratello por eso te amo taaaanto, me salvaste, que bueno que me dijiste que habias tomado mi desayuno en la mañana, hoy no traje nada de dinero y hubiera habido un bello italiano muerto por ello-
Mi hermano se vuelve a lanzar sobre mi y me besuquea la cara, me remuevo entre su amoroseo, es que este tipo no se da cuenta de que estamos en publico y debe comportarse?
-Ten mas cuidado para la otra torpe y no vuelvas a tardar tanto o para la otra me comere tu comida, por tu culpa tuve que tratar con un idiota-
-¿Idiota? uh... lo siento-
-Feliciano... vamos a la siguiente clase, Kiku dice que habrá un examen sorpresa... Guten Morgen Lovino-
-¡Agh! mmmh... gh... Buongiorno... -
Odiaba a ese chico rubio de ojos azules, el típico estereotipo de pareja ideal, alto, fuerte y alimentado de esteroides, muchas andaban tras ese idiota, incluso no podía creer que mi estúpido hermano estuviera enamorado de esa cosa fea y poco proporcionada, aunque ese macho no sabía nada sobre los sentimientos de mi fratello. Voltee la mirada a Feliciano, estaba nervioso, tenía las mejillas rojas y parecía más torpe, me molestaba que se pusiera así... ¿por una persona? ¿en serio? joder.
-E-entonces vamos Luddy... adiós fratello-
Se despide con un beso en mi mejilla y luego el alemán con una reverencia alejándose. Puto.
(Miercoles 17 de Julio)
De nuevo me encontré con la molestia de ayer.
-¡Hola! ¿Cómo amaneciste hoy? -
"Tal vez se largue si solo lo ignoro" pensé mientras me iba a mi zona de tranquilidad, una sección de la escuela que solo pocos conocían, un bello jardín verde, en el cual un viejo y gran árbol de bellotas destacaba, pareciera cursi, habían flores y maripositas, estar ahí me ponía de ánimo.
- Woaaaah este lugar es asombroso, jamas había venido-
Salto, según yo había desaparecido de la vista de ese inútil pero no, estaba ahí detrás de mi... cabreandome, como siempre.
-... bueno... como te dije, me llamo Antonio, pero me puedes decir Toño, soy un año mayor que tu ¿sabías?, te llamas Lovino ¿cierto? estuve investigando por ahí.-
facepalm.
-Por cierto ¿Puedo llamarte Lovi?-
Adiós a mi lugar secreto de plena tranquilidad.
No se fue y me continuo hablando... estos iban a ser unos días muy largos.
