¡Buenas a todo el mundo!, antes de que se pongan a leer presten atención a lo que tengo que decir:

Este fic es un AU, en el que Rukia ocupa el lugar de Ichigo en la familia Kurosaki e Ichigo el lugar de Rukia en la familia Kuchiki xD, la verdad la idea viene de que me pregunté cómo sería la vida de Rukia si tuviera a Isshin como padre (por lo que le dio a mi papá… se puso a preguntar por nietos a principios del 2011 y le duró todo el semestre -.-). Sin más, ¡disfruten de su lectura!

Bleach no es de mi propiedad, sus personajes y demás le pertenecen a Tite Kubo, pero conste que sólo cojo a algunos de sus personajes para divertirme y divertirles, no lucro ni nada por el estilo.


Capítulo 1: Primer día de escuela

Se hacía tarde y ella ya estaba tomando su desayuno, su padre hacía pucheros a una de sus hermanas, específicamente a la que más se parecía a ella. Su hermana menor se encontraba sirviendo panqueques con la mayor presteza que algún integrante de esa familia pudiera tener.

Rukia realmente no tenía la capacidad de dirigir la casa y el orden como su hermana menor, sin embargo solían compartir tareas. Además podía hacer otras cosas, tales como ser una de las mejores estudiantes de su escuela y no causar problemas. Su padre era un caso extraordinario de idiotez y su otra hermana era un caso de seriedad y fortaleza, que había aprendido de Rukia.

Rukia, hija de Isshin y Masaki, quien por accidentes de la vida ya no se encontraba entre ellos, vivía cómoda y felizmente entre sus hermanas menores, Karin y Yuzu, quienes a pesar de ser tan diferentes tanto física como emocional y mentalmente eran mellizas, y con su padre.

-Ya me voy, muchas gracias Yuzu. –dijo educadamente, al instante su padre dejó de llorarle a Karin por la mermelada que no le quería pasar y se arrojó a los pies de Rukia.

-¡Rukia!, ¿no te vas a despedir de papi con un besito? –preguntó lastimero.

-Aish, papá… ya compórtate como un hombre maduro.

-Yo quiero un beso de despedida… -hacía pucheros y no se animaba a soltar la pierna de su hija.

-Suéltame de una vez, o no respondo. –Rukia se estaba enojando, se podía notar en la fuerza que aplicaba en uno de los tirantes de su mochila. Su padre en vez de obedecer se aferró más fuerte y restregó su rostro en la pierna. Rukia ya fastidiada y asqueada lo pateó con su pierna libre, mandándolo a volar a la pared contraria. –Te dije que me soltaras… chao niñas, cuídense mucho y no vayan a llegar tarde. –dijo despidiéndose de sus hermanas con una sonrisa.

-Mo… ahora no se despidió bien de nosotras por tu culpa –le dijo Yuzu, inflando sus cachetes, a su padre que estaba en una complicada posición en el suelo.

-Mi querida y hermosa primera hija no se despidió de mí –Isshin decía mientras lloraba mares y hablaba lastimeramente sin moverse de la dolorosa posición.

-Deja de hacer pucheros, agradece que no te golpeó antes. –le dijo Karin cruzada de brazos sobre el respaldo de la silla. En respuesta Isshin se apegó a una pared donde había un poster de la que antes fuera la persona encargada de las labores del hogar.

-¡Masaki!, ¡nuestras hermosas hijas no me quieren!, ¡ni siquiera se despiden de su papá! –tenía los brazos extendidos en el enorme póster tratando de abrazarlo mientras seguía llorando. Yuzu estaba lavando los platos que Karin había recogido hacia un rato.

-Eso es parte de lo que tienes que madurar viejo, si Rukia te viera ahora lo más probable es que te daría otro sermón… creí que te dijo que botaras esos pósters. –Isshin la miró con pucheros en los ojos y al comprobar la seriedad de sus palabras se volteó al póster y se puso a llorar desconsolado.

-Karin-chan… ¿qué le dijiste?, está llorando muy fuerte…

-Sólo lo cierto, vamos ya, Kia-nee-san dijo que no llegáramos tarde. –cogió su mochila y la de su hermana mientras la jalaba fuera y cerraba la puerta de la casa.

-¡Adiós papá! –gritó Yuzu hacia el interior mientras era empujada hacia la vereda, traspasando la verja de la casa. -¿Crees que esté bien?

-Sí, después de todo no tenemos tanta suerte como para deshacernos de él por unos reclamos. –sin darle mayor importancia apresuró su paso, siendo seguida de cerca por su melliza.

*** Tururururu ***

Era endemoniadamente temprano, la verdad es que había sido despertado hace casi dos horas por su hermano mayor, pero sólo eso, despertado… porque luego se había vuelto a dormir. Ichigo Kuchiki, hermano de Byakuya Kuchiki, no podía soportar a su hermano mayor, cada que podía ponía en jaque su autoridad y le demostraba que seguía sus propias reglas. Contrario a él, en su paso por la escuela en vez de esforzarse en destacar con todo su conocimiento y educación, buscaba pasar desapercibido, aunque siempre obtenía los primeros lugares… muy pocos podían asociarlo a su familia al verlo en la escuela, se la pasaba abstraído mirando por la ventana cualquiera fuera la clase y la escuela, llegando incluso a parecer un vándalo producto de su actitud y su cabello.

-…

-Buenos días –dijo Ichigo sentándose a desayunar. Byakuya lo ignoró olímpicamente mientras proseguía con su desayuno. -¿Qué?, ¿vas a ignorarme porque no me levanté temprano? –nuevamente no obtuvo respuesta –Disculpa que no realice todas las ceremonias y tradiciones estúpidas por las que te levantas antes de las cinco de la mañana. -comentó con sarcasmo y burla en la voz.

-Cuida tu lenguaje Ichigo. Ten más respeto por lo que te legan tus antepasados. –dijo solemnemente mientras acababa su desayuno.

Ichigo bufó mientras comía su desayuno. No hacía las cosas como todos en su familia querían, hacía lo que consideraba importante simplemente. Era su forma de sobrellevar la pérdida temprana de sus padres y el hecho de que su hermano mayor fuera ya la cabeza de la familia.

Más de una vez habían intentado teñirle el cabello, después de todo el negro era el color normal de esa familia… salvo por su madre, una corriente que tenía cabellos rubios. Cuando pequeño su madre solía alabarle por el color y la calidez que el chico desprendía. Su hermano era su ejemplo a seguir y su ídolo luego de su padre, pero así como las cosas eran, no vuelven a serlo.

Observó como Byakuya se levantaba e iba a terminar de preparase, estaba en último año de instituto. Ichigo lo miró calzarse los zapatos, recibir su maletín de manos de una de las sirvientas y como salía por la puerta que el mayordomo le mantenía abierta para luego subir al coche que conducía el chofer familiar.

No se iría, simplemente lo esperaría sentado con todo el porte Kuchiki. Ichigo miró su taza de té y apoyó su cabeza sobre su brazo mientras la removía lentamente. Se bebió lo que restaba de un sorbo y se levantó para seguir a su hermano y dirigirse a la escuela. Era su primer día de instituto.

*** Tururururu ***

-¡Ah!, ¡Orihime! –gritó Rukia agitando su mano a la chica que caminaba completamente distraída.

-¡Rukia-chan! –la chica corrió a su encuentro y se encaminó con su amiga de menor estatura al ingreso del recinto educacional. -¿Crees que estaremos en el mismo curso?

-Eso espero… eres la única a la que conozco –dijo sonriendo Rukia.

Ambas chicas habían sido compañeras durante toda la secundaria y habían acordado ingresar al mismo instituto, después de todo era el mejor, pero más costoso. Rukia había sido becada y necesitaba mantenerse dentro de los tres primeros lugares de su curso para continuar en él, mientras que Orihime había ingresado gracias a que su tía poseía una muy buena situación económica.

Caminando juntas se dirigieron a los paneles para observar sus salas. Sonrieron felices al saber que habían logrado estar en la misma clase, clase 3 del primer grado.

-Rukia-chan… ¿no dice ahí Kuchiki? –preguntó dubitativa Orihime mientras leía parte del listado de alumnos que serían sus compañeros.

-¿Eh? –Rukia volteó, luego de leer su curso había perdido el total interés en el panel. -¿Dónde? –siguió con la vista el lugar que su amiga le apuntaba y al comprobarlo abrió los ojos asombrada.

-¡Que bien!, tal vez sea hermana de Kuchiki-san–Orihime hablaba animada. Uno de los motivos principales por los que Rukia se había esforzado tanto para ingresar a ese instituto venía siendo Byakuya Kuchiki, pero ello lo explicaremos más adelante.

-S-si… -ninguna de las dos pensó que Ichigo sería nombre de chico, después de todo significaba "fresa". Rukia levemente sonrojada sonrió muy feliz de ese primer día.

Se formaron en filas en el gimnasio y recibieron su primer discurso de recepción a la escuela. Mucho hablaban del prestigio y de lo importante que eran los estudios y la buena formación para el futuro. Rukia miraba disimuladamente hacia los alumnos de tercer año, sabía que entre ellos estaría Byakuya Kuchiki, pero lamentablemente no podía verlo desde su posición, era una de las que se encontraban más adelante.

-Y ahora, procedamos a iniciar el período… -y bla bla blá, para Rukia no era la gran cosa, aunque ciertamente se sentía orgullosa de poder estar ahí. Se dio el lujo de recorrer con la vista la fila de hombres de su curso, deteniéndose al instante en que llegó a uno de peculiares cabellos naranja claro, como el de Orihime mezclado con rubio.

-"No sabía que permitían a vagos delincuentes aquí… quizá sea hijo de alguna familia yakuza que intente limpiar su nombre" –se remeció inquieta en su puesto luego de pensar aquello, pero inmediatamente lo rechazó, imposible que un yakuza estudiara en su instituto. Pensó que tal vez era un chico rebelde que no quería saber nada de su familia y quería actuar como delincuente, después de todo de lejos quedaba la posibilidad de que su cabello fuera teñido.

Las filas no se rompieron y ordenadamente los cursos superiores partieron rumbo a sus aulas. Todos los alumnos de primer año se quedaron aguardando un momento, hasta que se les asignaron los debidos profesores jefes y enviaron a las aulas.

-Bueno, me presento. Mi nombre es Joushiro Ukitake, de ahora en adelante su profesor de historia y geografía, junto con su profesor jefe. –el hombre de blancos cabellos y sonrisa alegre y acogedora se terminó de presentar educadamente a sus alumnos. –Por ahora tienen unos minutos de recreo, conózcanse un poco y a la vuelta haremos las presentaciones. –Dio por terminadas sus palabras justo en el momento en que tocaban el primer timbre, las primeras horas de escuela se habían gastado en la formación e inserción del alumnado.

Muchos de los alumnos salieron de la sala y, para tranquilidad de Rukia, no se veía cerca al chico "vándalo". Orihime se levantó para dirigirse a un grupo de chicas que se había reunido para hablar y conocerse, jalando de un brazo a Rukia.

-Hola, soy Orihime Inoue y ella es mi amiga, Rukia Kurosaki, un placer –dijo Orihime por las dos una vez llegó junto a las chicas y soltó el brazo de Rukia.

-Vaya, que guapas –dijo una de las chicas algo asombrada. –Soy Riruka Fujiwara, es un gusto. –le extendió la mano a ambas chicas y las saludó así. –Ellas son Nelliel Tu Odelschwanck, Tatsuki Arisawa, ella… -se quedó mirando un momento a la otra chica, quien simplemente se presentó por sí misma.

-Me llamo Hiyori Sarugaki, y esta de aquí es Momo Hinamori –Rukia consideró que sus maneras eran algo bruscas, pero le sonrió igualmente. Hiyori se volteó a mirar a Riruka y le dirigió una mala mirada. –No creo que te cueste tanto recordar nuestros nombres, Fujiwara –Riruka frunció el ceño por la manera despectiva de hablar de la chica, Hinamori por su parte trató de calmar un poco los ánimos y Hiyori se retiró de la sala, había entablado conversación con ellas solo porque se le acercaron y Momo le había pedido que tratara de ser sociable ese primer día.

- Bueno, puedes ver qué clase de personas hay en este curso solo con decirles hola –comentó Riruka, Nelliel estaba jugando con un elástico y no prestaba mayor atención, solo al principio cuando saludó. Tatsuki por su parte se encontraba apoyada en una mesa mirando en dirección a la puerta de la sala.

Momo se disculpó y salió tras Hiyori al poco rato, Rukia por su parte quería ver la escuela aunque fuera un momento antes de iniciar las clases.

-Orihime, voy y vuelvo… -le dijo dejándola en manos de las otras chicas, con suerte quedaban tres minutos antes de que volviera a sonar el timbre.

-Pero Ru… -no alcanzó a nada, ya se había ido.

-¿Y dónde vives, Inoue? –preguntó Tatsuki, quien enseguida sintió algo de curiosidad por la chica.

*** Tururururu ***

Rukia había recorrido gran parte de la institución, pero al momento de virar distraídamente una esquina se chocó contra alguien y cayó al suelo.

-Ay… -se quejó en tono bajo.

-¿Estás ciega?, fíjate por donde caminas –le dijo el chico contra el que había chocado, al tiempo que le ofrecía una mano. Rukia lo miró desafiante, y notó de inmediato que era aquel chico de cabellos naranja algo pálidos. Rechazó su mano y se levantó por sí misma.

-Eres tú el que debería tener más cuidado. –al instante se marchó a paso veloz al aula mientras tocaban el timbre. Ichigo solo refunfuñó mientras volvía a meter su mano al bolsillo del pantalón.


Espero que pese a que me costó no hayan quedado tan alejados de sus personalidades originales… lo que más me costó fue la relación Ichigo-Byakuya, y la de Rukia-Isshin, este fic… va a ser muy gracioso xD (espero). No pude cortarlo donde quería porque no me dio tiempo, antes de que se me olvide la idea trataré de subir su conti… pero no prometo nada.

Bueno, este era uno de los trabajitos que tenía guardado a medias desde el año pasado… aún no comienzo a hacer el capi que sigue xD, pero trataré de actualizar pronto… perdonen que no actualice las otras historias, voy a escribir de ahora en adelante solo cuando tenga inspiración, porque si no sale muy forzado Dx

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Mi bebida favorita es la fanta, cuando está abierta y ha reposado un poco perdiendo el gas… igualmente me gusta la crush bien agitada, sin gota de gas