Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto

Y su fantástico manga Naruto

La historia es mía y espero que sea de su agrado.

La aldea escondida de la Hoja podía respirar un aire de paz que hace mucho tiempo que no se vivía. Las guerras habían quedado atrás y todas las aldeas convivían tranquilamente, aun así había pequeños grupos de ninjas que preferían usar sus habilidades para dañar en vez de ayudar pero igual todo se mantenía en paz. Por ahora no había ningún loco que quisiese acabar con el mundo shinobi y eso ya era mucho por el momento.

A pesar de todo esto, Konoha podía vivir sin preocupaciones, todos sus habitantes podían vivir tranquilamente y relajados, todos excepto uno. Ese uno era el queridísimo Hokage y antes sensei. Ahora entendía el porqué de Lady Tsunade para siempre querer su adorado sake. Lo que daría el peliblanco por poder estar sobre una rama de algún árbol leyendo su adorado libro Icha Icha Paradise, pero no podía. Se encontraba en las oficinas del Hokage, con demasiado papeleo y sobretodo con una Sanni bastante molesta.

- Lady Tsunade.. No puedo.. – Trato de hablar el peliblanco pero la Sanni no parecía escuchar razones.

- Da igual Kakashi! – Grito la rubia mientras estrellaba sus manos en el escritorio del Hokage – El hospital necesita de esas reformas!

- Pero no contamos con los fondos para lo que me pide.. – Dijo el pobre Hokage.

El ex sensei podía ver como el tic nervioso en el ojo de la Sanni hacia aparición y temió no solo por su vida sino también por toda la oficina que necesitaría una remodelación en el caso de soltar toda su ira contra él. Por más que fuera el Hokage, la rubia seguía siendo temeraria para cualquiera.

- Entonces.. – Dijo la rubia cerrando los puños con fuerza, Kakashi ya se temía lo peor pero una sonrisa en el rostro de la mujer lo hizo temer más – Dame un maldito permiso para yo conseguir los fondos a mi modo! – Lo desafío.

- Lady Tsunade sabe que no tiene permitido entrar en ninguna apuesta.. – Le recordó el Hokage.

- ¿Quien dijo apuesta? – Pregunto la rubia con una sonrisa ladina y diabólica – Dame el maldito permiso y punto..

El Hokage ya no supo que más hacer y suspirando con pesadez le entrego un permiso firmado a la rubia para que hiciese lo que quiera para recaudar fondos para el hospital. La rubia cuando tuvo el papel en sus manos, sonrió mostrando todos sus dientes y salió de la oficina con una alegría inimaginable, a la vez que ya tenía seguro que era lo que iba a hacer para que el hospital estuviera en condiciones. Kakashi vio aquella sonrisa y por un momento un escalofrió le recorrió todo el cuerpo y no supo si era buena idea lo que acababa de hacer pero por lo menos la oficina había quedado intacta como tenía que ser.

- Yo solo quería leer mi libro favorito.. – Dijo con un aura de tristeza el peliblanco al no saber qué pasaría y por todos los papeles que se le iban acumulando.

A pesar de lo vivido en la oficina del Hokage, lo demás se encontraba en completa calma. Eso sí muchas cosas habían cambiado dentro de la aldea. Uno de los cambios más significativos era que el último de los Uchiha había vuelto a la aldea luego de que la guerra terminara. Ya no tenía su sed de venganza y había decidido defender la aldea que con tanto esmero se dedicó su hermano a defenderla. Claro que la gente de la aldea no estaba del todo de acuerdo por sus antecedentes pero aun así él los defendería, desde las sombras no le importaba. Tampoco le importaba los comentarios que habían a sus espaldas, él había crecido con esos comentarios toda la vida.

Otro de los cambios que se habían dado es que una pelirosa por fin había cambiado sus sentimientos hacia sus compañeros de equipo. Con la vuelta del pelinegro, sentía que por fin podía cerrar un capítulo de su vida y dejar ir ese primer amor que tuvo. Con los años que pasaron, sus sentimientos empezaron a ser más fuerte por el rubio hiperactivo de todo Konoha, el cual aún seguía enamorado de ella.

Tristemente para una peliazul, esos sentimientos fueron correspondidos y ella quedo como la buena amiga que incluso apoyo a que esa relación se formalizara. Ella siempre supo los sentimientos del rubio y no podía culparlo, el corazón no escucha de razones, y aun así se enamoró de alguien que estaba enamorado de alguien más. A pesar de confesar sus sentimientos, no llegaron a nada pero en parte estaba feliz de haber juntado el valor necesario para haberlo hecho. Ahora podía dejar a tras ese amor aunque costara. Sin importarle como se sintiera, se animó a ayudar a esos dos que por lo visto no querían ser sinceros con ellos mismos.

Por suerte, luego de lo que parecía ser una misión imposible, el rubio sorprendió a todos con su noviazgo. Claro que al principio dolió pero les regalo una sonrisa sincera a los dos y espero que de ahora en adelante, llegara alguien a su vida que la hiciera sentir feliz.

En fin, varios cambios se habían dado en la aldea pero los más notorios eran en cuestiones amorosas. El amor parecía flotar por los aires y más en esta época que a pesar de ser invierno, el amor estaba presente. El mes de febrero había empezado y más de una se encontraba ansiosa por saber que harían sus parejas para el tan esperado día de san Valentín. Todas se encontraban en parejas y solo podían esperar el tan ansiado día, o bueno la mayoría estaba de novia o eso creía.

- Hina – La llamo una rubia de cabellos largo – Creo que esos chicos de allá están mirándote..

Hinata se encontraba con su amiga Ino en una tienda de dulces, pero estaba tan distraía debatiéndose si comprar dangos o rollos de canela que no prestaba atención a lo que su amiga decía.

- Cierto! – Dijo la peliazul golpeando la palma de su mano con la otra cerrada en un puño.

La rubia se sorprendió pensando que por fin la peliazul empezaba a salir de la etapa de soltera para pensar en algún chico que no fuera el rubio que ahora estaba de novio.

- Ayer comí rollos de canela así que hoy me llevare dangos.. – Dijo la peliazul con una sonrisa pero su amiga la miraba con cara extraña como si hubiese dicho algo que no debía – ¿Sucede algo Ino-san? Mmmm.. ¿Quizás debería llevar los rollos de canela? – Pregunto a su amiga.

- Hinata! No estaba hablando de eso! – Grito la rubia algo exasperada.

- Per.. Perdón Ino-san.. No.. No la estaba escuchando.. – Se disculpó Hinata bajando la mirada.

Ino vio la ternura que provocaba Hinata, no solo a ella sino a todo hombre que estaba en el lugar que no pudieron evitar mirarla con corazones en los ojos. Rápidamente toda exasperación se esfumo y corrió a abrazarla con fuerza mientras juntaba su mejilla con la de ella.

- Dios! Es imposible molestarse contigo – Dijo Ino mientras la abrazaba con más fuerza, Hinata estaba rojísima ante el repentino movimiento y no sabía que hacer o que decir pero su amiga siguió hablando – Da igual si no me escuchas.. Igual hare lo posible por encontrarte una pareja para este san Valentín..

- ¿Eh? – Hinata la miro confundida.

- Lo que oíste.. No dejare que pases sola este san Valentín.. Seguro habrá muchos interesados.. Solo déjamelo a mí – Dijo con una sonrisa mientras le guiñaba un ojo.

- Ino-san no.. No creo que sea buena idea.. Además.. – Trato de hablar la peliazul pero la rubia no le dejo.

- Nada de eso Hinata! Tu solo déjamelo a mí.. – Y sin esperar respuesta a cambio, salió de la tienda emocionada por lo que trabajaría en los siguientes días para así conseguirle una pareja a su amiga.

Hinata la vio alejarse de la tienda y soltó un sonoro suspiro que llamo la atención de los presentes en la tienda. Rápidamente al sentirse tan observada, tomo los dangos que quería y luego de pagarlos salió del local velozmente. Las calles estaban llenas de nieve y respirar se hacía un poco difícil por todo el abrigo que uno llevaba encima. A pesar del clima, la gente paseaba alegremente por todas las calles de la aldea, pero ella estaba pensando únicamente en lo que Ino había dicho, aún no había encontrado el momento de comentarle a sus amigas que ella no necesitaba una pareja o que la emparejaran con alguien cuando ya tenía con quien compartir su tiempo. Siguió caminando por las calles de la aldea y cuando vio que nadie más le prestaba atención o dirigía su vista hacia ella, tomo un camino que para nada conducía a su casa.

Camino unos minutos más hasta que vio el gran arco que indicaba que estaba en los dominios Uchiha. Camino hasta la única casa que estaba habitada por ahora y toco la puerta. Nadie contesto así que supuso que quizás el dueño de la casa se encontraba entrenando en alguna parte a pesar del clima que hacía. Algo deprimida por no encontrarlo, dirigió sus pasos hasta su casa. Desde que la guerra había terminado, la peliazul había dejado los dominios Hyugas para vivir sola en un departamento, como la mayoría de los shinobis de su edad. Claro que a la cabeza del clan no le gusto para nada la idea pero a lo largo lo logro convencer, irónicamente, su relación comenzó a funcionar mejor cuando ya no vivían bajo el mismo techo. Ya no tartamudeaba en su presencia y a decir verdad solo tartamudeaba cuando se encontraba verdaderamente nerviosa por algo.

Tranquilamente siguió caminando hasta su hogar, pero tan metida estaba en sus pensamientos que no presto atención por donde iba hasta que chocó de frente con alguien.

- Lo siento mucho! – Dijo Hinata con una reverencia sin siquiera ver contra quien choco.

- Deberías prestar más atención al camino Hyuga.. – Recibió como respuesta.

Automáticamente, Hinata levanto la vista y vio contra quien había chocado. Sus ojos negros como la noche la miraban fijamente, haciendo que no pudiese mover ni un musculo ni articular palabra.

- ¿Te quedaste muda Hyuga? – Pregunto pícaramente el moreno mientras se encorvaba apenas para estar a su altura, podía ver como el sonrojo era cada vez más notorio en la peliazul y sin más le dio un beso en los labios.

- U.. Uchiha-san.. – Dijo Hinata apartándose de él – Alguien podría vernos..

- Tks.. No hay nadie.. – Dijo el pelinegro parándose recto de nuevo – ¿A dónde ibas?

- Iba para mi casa.. – Dijo nerviosa Hinata y sumamente ruborizada – Yo.. Yo pase por su casa pero como no estaba me iba a la mía..

- Ah.. Si Kakashi me llamo y tuve que ir a ver que quería.. – Dijo el pelinegro mientras empezaba a caminar para su casa, pero cuando vio que la peliazul no se movía de su lugar se giró para hablarle – Vamos..

- Claro.. – Dijo Hinata mientras seguía al pelinegro – ¿Te llamo por una misión?

- Algo así.. Salgo mañana por la mañana.. – Dijo el pelinegro sin darle mucha importancia.

- Oh.. – Se lamentó Hinata – ¿Por muchos días?

- Depende de que tan idiota sea el Dobe.. – Respondió el pelinegro.

- ¿Ira con Naruto-kun? – Pregunto sorprendida.

- Tks.. ¿Porque lo sigues llamando de esa forma? – Pregunto molesto el pelinegro, Hinata se sorprendió y quería responderle pero él no le dejo – Da igual.. Si iremos los dos a Suna por unos problemas que están teniendo ahí.. Supongo que la misión en si no demorara mucho pero seguro que el idiota querrá quedarse unos días con el Sabaku No..

Hinata rio ante el ultimo comentario del pelinegro, era cierto que si Naruto iba para ahí, se quedaría unos días con el Kasekage ya que eran muy buenos amigos. Sasuke vio como ella reía pero decidió dejar ahí el tema. Caminaron un poco más hasta que llegar a la casa del moreno. Cuando llegaron Sasuke entro primero a la casa y espero que ella pasara para recién cerrar la puerta, recién ahí vio que la joven tenía un paquete como si hubiese comprado algo.

- ¿Que traes ahí? – Pregunto el moreno mientras dejaba sus abrigos en los percheros de la entrada y le ayudaba a Hinata con sus abrigos.

- Pues.. Estaba en la tienda con Ino-san y compre unos dangos.. – Dijo con una sonrisa mientras levantaba la caja – Pero sé que a ti no te gusta los dulce.. Yo pensé.. Que quizás.. Quizás podíamos tomar algo mientras yo..

- Preparare café.. – Dijo Sasuke entendiendo lo que la peliazul quería decir.

Hinata sonrió ante los dichos y fue hasta la sala de la casa donde prendió la calefacción y tomo asiento en los grandes sillones, dejo la caja con los dangos y saco uno para ir comiendo. Al rato llego Sasuke con dos tazas de café y una manta. Vio que Hinata estaba ya sentada así que tomo lugar detrás de ella y le paso las dos tazas de café para que él pudiera poner la manta sobre los dos y así disfrutar de una tarde tranquilos bien acomodados los dos a la vez que disfrutaban de la calefacción.

Ambos estaban en completo silencio disfrutando de la tranquilidad sin pensar en nada mas, Sasuke disfrutaba de su café mientras que Hinata comía los dangos que había comprado. En ese ambiente estuvieron unos minutos hasta que la peliazul le hablo.

- Ten mucho cuidado cuando estés en tu misión ¿si? – Pidió Hinata mientras se acomodaba en el pecho del joven.

- Como si algo pudiera pasarme.. – Dijo con soberbia el pelinegro – ¿Y tú que harás mientras?

- Por ahora Hokage-sama no nos llamó para ninguna misión.. Quizás aproveche para cuidar a la hija de Kurenai-sensei.. – Dijo la peliazul.

- Bien.. Solo ten cuidado cuando no esté aquí.. – Dijo el moreno mientras la abrazaba con algo más de fuerza.

Luego de la pequeña charla se quedaron tranquilos en sus lugares, solamente haciéndose compañía el uno con el otro. Cuando llego la hora de la cena Hinata preparo todo pero no tanto como para que ella se quedara a comer.

- ¿Tanta comida y no te quedaras? – Pregunto el moreno cuando la vio recoger sus cosas para salir.

- Es para que lleves mañana a tu misión.. También hice de más para que le convides a Naruto-kun.. – Respondió Hinata pero cuando vio el ceño fruncido en su novio sonrió tímidamente para tranquilizarlo – El tuyo es especial.. Tiene muchos tomates como a ti te gusta..

- No me sobornaras con tomates Hyuga.. – Dijo el moreno mientras se cruzaba de brazos y la miraba algo molesto.

- Yo creo que sí.. – Respondió la peliazul mientras se acercaba a él y hacia puntita de pie para darle un beso en los labios – Ve con cuidado.. Nos vemos cuando vuelvas..

- ¿Y si no dejo que te vayas? – Pregunto el Sasuke mientras la tomaba de la cintura para que no se alejara de él.

- Mañana tienes misión Sasuke-kun.. Deberías descansar.. – Dijo Hinata no poniendo mucho empeño en separarse del moreno.

- Solo quédate.. – Ordeno y pidió el moreno.

Hinata lo miro a los ojos y no pudo negarse ante su pedido. Simplemente acepto y se quedó a comer con el moreno a la vez que compartieron la noche juntos. Nada paso entre ellos, solo decidieron compartir su tiempo con la tranquilidad que le daba el otro.

A la mañana siguiente Sasuke se despertó temprano ya que tenía que encontrarse con Naruto en la entrada de la aldea para así partir para Suna. Al levantase, vio a Hinata dormir plácidamente en su cama, se veía hermosa ahí recostada, le encantaba despertarse con ella a lado. Las noches que compartían juntos eran las únicas que podía dormir sin pesadillas de por medio, desde que estaba a su lado, se había vuelto la luz en toda esa oscuridad que tuvo.

Aun recordaba la primera vez que la vio. Fue luego de la guerra que ella junto con otros médicos ninjas, se dispusieron a curar a todos los heridos. Él sabía que lo estaban dejando para el último a propósito, ni siquiera Sakura podía atenderlo ya que estaba ocupada coordinando a todos para que atendieran a los más heridos.

Llego a no importarle si moría o no así que simplemente cerro los ojos para que el destino hiciese lo que quisiese. De pronto sintió como el chacra de alguien lo curaba de a poco, era cálido y se podía sentir como una especie de chacra bondadoso. Abrió los ojos para ver quién era y fue ahí donde la vio. Su cabello largo y azulado y sus ojos tan blancos como la luna que lo miraban entre preocupada y nerviosa.

- To.. Todo saldrá bien Uchiha-san.. – Dijo Hinata.

- Deberías ayudar a los demás.. Quieren que muera aquí.. – Dijo Sasuke mientras volvía a mirar al cielo para no verla.

- Los.. Los ayudare cuando termine.. Con usted.. – Dijo Hinata nerviosa mientras terminaba su trabajo – Creo.. Creo que eso sería todo.. ¿Puede levantarse?

- Claro.. No necesito tu ayuda.. – Respondió Sasuke mientras intentaba pararse pero no podía.

- Despacio Uchiha-san.. – Dijo Hinata mientras lo sujetaba para ayudarlo – Lo llevare al campamento donde podrá descansar..

Al verla tan cerca de él y con cuanto ímpetu lo ayudaba, se sorprendió. Nadie había mostrado ese tipo de interés tan desinteresado para con él. Cuando llegaron al campamento, vio como lo ayudo a recostarse y luego de revisarlo de nuevo para ver que estuviera bien, le regalo una sonrisa tranquilizadora y luego salió para lo que él creía era, ver si había más heridos que ayudar.

Luego de eso, la vio un par de veces en la aldea cuando volvió y no podía evitar pensar en ella. Aun le sorprendía que lo tratara tan bien cuando había sido un traidor tanto tiempo, era como si no lo juzgara por lo que hizo.

Llego a pensar que la conocía con solo verla, su forma de moverse, su forma de hablar, de sonreír, todo eso parecía ya identificarlo, es por eso que un día que le vio sonreír a Naruto, supo que era falso ese sentimiento. Como pudo descubrió que ella estaba enamorada de él desde siempre pero no era correspondido. Llego a sentir algo que nunca pensó que experimentaría, se sentía inferior que Naruto en algo y todo por culpa de ella. Toda la atención de la peliazul iba para el rubio y él no podía hacer nada. Hasta que el noviazgo de sus compañeros de equipo se hizo público. Ahí pudo ver como los felicitaba con una sonrisa que por más que era sincera, también mostraba mucho dolor. Entre los festejos por la nueva pareja, nadie había notado que ella había salido del lugar. Él, al haberlo visto todo, salió tras ella para ver que hacía o hacia donde iba. Fue ahí que la encontró sobre un lago escondido en el bosque, estaba sobre el agua y mirando al cielo oscuro mientras lagrimas caían por sus perlados ojos. Se quedó un momento admirándola hasta que con su pie golpeo el agua, haciéndola salpicar y con chacra en las manos, comenzó a pegarle a cada una de las gotas antes de que cayeran al lago de nuevo. Parecía que estuviese entrenando para sacar todo el dolor que tenía dentro o eso fue lo que pensó. Saliendo de donde estaba, decidió hablarle, cosa que no había hecho en todos esos meses que se había dedicado a observarla.

- ¿Entrenando tan tarde Hyuga? – Pregunto Sasuke.

Hinata se sorprendió de que alguien más estuviese en ese momento y lugar así que volteo para ver quién es que le había hablado pero de la sorpresa, perdió la concentración del chacra que tenía en sus pies y estaba a punto de hundirse en el agua del lago. Por suerte no llego a mojarse más que sus zapatos ya que Sasuke, de un salto, la saco del agua para que no se mojara. Ahora, Hinata se encontraba al otro lado del lago, sujetando a Sasuke y con los pies mojados.

- Yo.. Solo estaba.. – Trato de hablar Hinata pero Sasuke la interrumpió.

- Entrenando.. No tienes que decirme porque lo hacías.. – Dijo el pelinegro mientras la soltaba – Te vendría bien entrenar con alguien..

- No quiero molestar a nadie.. – Dijo Hinata mientras se sacaba sus zapatos para que se secaran, podía sentir el pasto entre sus dedos y la sensación no le desagradaba a pesar de que era de noche y estaba a un lado de un lago con Sasuke Uchiha.

- ¿Quieres entrenar? – Pregunto Sasuke sin darle importancia al asunto.

-¿No debería estar en el festejo Uchiha-san? – Pregunto apenada Hinata.

- Las fiestas no son lo mío.. Son una pérdida de tiempo.. – Dijo Sasuke – Prefiero entrenar.. Vamos Hyuga.. Ataca con todo lo que tengas – Dijo mientras se colocaba en posición de combate.

- No creo.. Que sea buena idea.. – Dijo Hinata nerviosa.

Sasuke la vio, se notaba que estaba nerviosa pero también pudo ver claramente como tenía los ojos rojos e hinchados por estar llorando. Algo en su pecho le dolió el verla de ese modo, así que sonriendo con orgullo, pensó que lo mejor sería distraerla para que no estuviese que pensar en el idiota de su amigo.

- Si tú no atacas lo hare yo.. – Dijo Sasuke y corrió hasta ella para pegarle pero Hinata lo esquivo perfectamente – Bien.. Pero solo fue un aviso..

Y sin decir más, ambos se pusieron a pelear al costado del lago, parecía un combate de entrenamiento cualquiera, aunque ninguno de los dos pegaba con tanta fuerza como para herir al otro, ni siquiera habían activado sus doujutsus en el combate, solo era una pelea cuerpo a cuerpo para cansar la mente y el cuerpo. Luego de un buen rato Hinata cayo de rodillas cansada por todo el ejercicio, en cambio Sasuke solo estaba apenas cansado.

- Tienes que trabajar en tu resistencia.. – Dijo Sasuke mientras la miraba de arriba.

- Lo sé.. Nii-san dice lo mismo.. – Dijo Hinata normalizando su respiración.

- Anda.. Ya es tarde.. Será mejor volver.. – Ordeno Sasuke mientras se volteaba para caminar pero la voz de la peliazul lo detuvo.

- Yo.. Yo no tengo fuerzas.. – Dijo con pena Hinata mientras hacia el intento de ponerse de pie pero caía de rodillas al suelo.

Sasuke la vio ahí haciendo el intento de ponerse de pie pero solo parecía un ciervo recién nacido por cómo le temblaban las piernas. Chasqueando la lengua en modo de frustración, se acercó a ella y dándole la espalda espero que ella entendiera el mensaje sin tener que decirle nada. Hinata lo vio pero, aunque entendía lo que pretendía hacer, se sentía sumamente avergonzada por aceptar ese tipo de ayuda. El pelinegro se empezaba a exasperar por la demora de la peliazul así que con enojo le hablo.

- No tengo toda la noche Hyuga.. – Dijo con molestia el pelinegro.

Sin decir una palabra y con los nervios a flor de piel Hinata acepto su ayuda y se dejó cargar en la espalda del pelinegro. Se agarró de sus hombros para no caerse, mientras que él sujetaba sus piernas para que no cayera. Caminaron tranquilamente por el lugar, bajo la intensa noche y la luz de una brillante luna. Sin darse cuenta Hinata cayo dormida pero balbuceo algo que a Sasuke lo dejo desconcertado y a la vez que hacía que su pecho latiera con fuerza sin poder controlarlo.

- Gracias por todo Uchiha-san.. – Dijo dormida Hinata con una sonrisa.

Esa noche Sasuke la quería dejar en su casa, tranquila pero no sabía dónde tendría la llave y no le parecía correcto revisarle los bolcillos, tentador era pero no podía hacerlo. Sin otra opción, la llevo a su casa y la dejo dormir en su cama mientras que él se quedó en el sillón. Tenía habitación de huésped pero si dormía en el mismo piso que ella no estaba seguro de lo que haría. Negar que también le atraía su cuerpo, sería la mentira más grande del mundo así que prefirió quedarse alejado.

A la mañana siguiente, el delicioso olor que provenía de la cocina lo hizo despertar de inmediato. Dentro de la cocina estaba Hinata terminando lo que parecía ser el desayuno.

-Yo lamento todo esto.. – Dijo Hinata con una reverencia – Me tome la molestia de usar sus cosas pero deje todo limpio..

- ¿Tu hiciste todo esto? – Pregunto el moreno viendo la mesa servida.

- Es a modo de agradecimiento.. – Dijo Hinata mientras se acomodaba para salir de la casa.

- ¿A dónde vas? – Pregunto Sasuke.

- No.. No quiero seguir molestando Uchiha-san.. – Dijo Hinata con una sonrisa.

- Primero desayuna.. – Ordeno Sasuke, vio que la peliazul abría la boca para decir algo pero él se lo impidió – Desayuna ahora..

Hinata se sorprendió ante la orden pero aun así acepto, no quería molestarlo más de lo que ya lo había hecho. Ambos desayunaron en silencio, pero en un silencio para nada incomodo, era como si no necesitaran hablar para estar tranquilos. Cuando el desayuno termino y acomodaron los platos, cubiertos y vasos usados, el pelinegro volvió a hablarle.

- ¿Entrenas sola? – Pregunto.

- A veces me ayuda Nii-san.. – Respondió Hinata – ¿Porque?

- ¿Quieres entrenar? – Pregunto el moreno sin siquiera mirarla pero podía sentir la mirada de ella con sorpresa.

- No quisiera.. – Quiso decir Hinata pero él la corto.

- Deja de decir que eres una molestia.. – Dijo molesto el pelinegro mientras la veía – Si te lo digo es por algo.. Solo di si quieres o no..

Hinata no podía creer lo que Sasuke le decía, por más que sonaba molesto y enojado, no lo había dicho de mala forma y hasta parecía que la quería ayudar. Ella sabía que él sabía el motivo por el cual estaba en el lago esa noche pero aun así se ofrecía a ayudarla. No pudo evitar una sonrisa y así fue que le dio su respuesta.

- Me encantaría Uchiha-san.. – Dijo Hinata con una sonrisa.

A Sasuke esa sonrisa lo descoloco, se lo había dicho molesto pero ella estaba ahí diciéndole que sí y con una sonrisa. Rápidamente volteo para no seguir viéndola y se disponía a salir de la cocina.

- Nos veremos en la tarde en el mismo lugar que anoche.. – Dijo Sasuke mientras salía de la cocina.

Hinata lo acompaño pero para así salir de la casa del pelinegro.

- Claro.. Lo veo ahí Uchiha-san.. – Dijo Hinata mientras abría la puerta para irse – Hasta luego..

Sasuke hizo un ruido como despedida y fue así que Hinata salió de su casa. Los siguientes días se veían más seguidos con la excusa de los entrenamientos. Todo iba bien entre ellos y los sentimientos empezaban a ser más obvio pero ninguno se animaba a decir nada al otro.

Fue hasta una misión en la cual casualmente coincidieron los dos, donde no pudieron negar más lo que sentían. La misión había sido simple o por lo menos eso pensaban. Hinata tenía que rastrear a un shinobi y Sasuke era el encargado de acabar con él. Claro que nunca le habían dicho o quizás no se sabía, que no era un shinobi sino dos, pero dos gemelos que hacía imposible diferenciarlos.

Cuando lo encontraron y Sasuke se dispuso a acabar con él, el gemelo apareció y trato de atacarlo por la espalda, pero Hinata lo evito, golpeando sus puntos de chacra. Pero el shinobi igual fue rápido y logro herirla gravemente en el abdomen. Sasuke cuando vio aquello, la ira le recorrió todo el cuerpo y sin importarle nada más, acabo con los dos sujetos. Ni siquiera sabía si estaban vivos o no pero lo único que le importaba era parar el sangrado de Hinata, se encontraban lejos de cualquier aldea grande para llevarla con un médico. Si quería que sobreviviera tenía que detener primero el sangrado sino estaba seguro de que no lo lograría.

Como pudo lo detuvo y rápidamente la cargo hasta una aldea pequeña que se encontraba cerca. Podía verla más blanca de lo que ya era y el miedo le recorrió todo el cuerpo por primera vez. Estaba desesperado y no sabía qué hacer. Llegaron hasta un hospedaje y pidió por favor que llamaran a un médico cuanto antes. La dueña de la posada se sorprendió pero cuando vio que eran ninja de la hoja decidió ayudarlos rápidamente, muchos le debían a los ninjas de esa aldea así que los ayudaría. Un médico curo a Hinata y le dijo que solo debía reposar por toda la sangre que perdió. En toda la noche no había dormido por estar atento a cualquier movimiento que hiciera pero parecía no querer despertar. Pensó en llamar a Sakura para que la curara pero no se quería mover de su lado. Camino hasta estar alado de su cama y la vio dormir tranquilamente. Llevo una de sus manos hasta su rostro y la acaricio suavemente.

- Despierta.. Por favor.. – Pidió Sasuke con un susurro.

Hinata comenzó a despertarse y trato de entender donde se encontraba, no recordaba nada, solo que había estado en una pelea y luego todo oscuro. Trato de acostumbrar su mirada a la oscuridad de la habitación y fue ahí donde lo vio. Sasuke estaba a un costado mirándola sorprendido pero sin apartar su mano de su rostro.

- Uchiha-san.. Lamento todas las molestias que le cause.. – Dijo Hinata a duras penas.

- Ya te dije que no eres una molestia.. – Dijo Sasuke mientras sacaba su mano y miraba para otro lado.

- Gracias.. Por cuidarme.. – Dijo Hinata tratando de sentarse en la cama pero no podía.

- No te muevas.. – Le ordeno Sasuke mientras la sujetaba para que se acostara pero estaba algo molesto por que cayera en ese estado – ¿Porque lo hiciste..? – Pregunto.

- Ese sujeto iba a atacarlo por la espalda.. – Dijo Hinata – No podía dejar que lo hirieran..

Hinata vio como el pelinegro apretaba los puños a un costado del cuerpo, sin siquiera mirarla así que tomo su mano para que le prestara atención y se relajara un poco.

- No debí confiarme.. Fue mi culpa.. – Dijo Hinata apenada por su descuido.

- Debieron herirme a mí.. – Respondió Sasuke sin siquiera mirarla pero se dejó tomar de la mano – A nadie le importaría si yo fuera herido..

- A mí sí.. – Dijo Hinata sin más y cuando Sasuke la miro sorprendida se comenzó a ruborizar – Yo.. Yo me sentiría muy.. Mal sí.. Si algo le sucediera Uchiha-san..

- ¿Porque..? – Pregunto Sasuke, Hinata moría de la vergüenza y no quería tener que decirlo, la última vez que lo dijo no había resultado tan bien, pero Sasuke no le dio tiempo a hablar – ¿Porque tuve miedo de perderte..? – Dijo mientras la abrazaba.

Hinata se sorprendió ante sus palabras y el abrazo, así que solo lo abrazo también y comenzó a acariciar sus cabellos.

- Lo siento mucho.. – Dijo Hinata.

- No lo vuelvas a hacer.. – Dijo Sasuke mientras se incorporaba de nuevo pero sin alejarse demasiado de ella, volvió a acariciarle el rostro y sin esperar respuesta o algún movimiento de la peliazul la beso posesivamente – No dejare que nadie más te vuelva a lastimar.. Ni un shinobi ni un idiota como Naruto..

- Uchiha-san.. – Hinata no sabía que decir por sus palabras, tampoco quería interpretar algo que podía no ser ni hacerse ilusiones.

Sasuke vio la duda en la mirada de Hinata y sonriéndole con soberbia le hablo para que quedaran claras las cosas.

- Eres mía de ahora en más Hyuga.. – Dijo sonriéndole para luego volverla a besar y esta vez Hinata respondió ante el beso.

Esa noche había sido la primera de todas las que pasaron juntos. Ya nada los separaba y lo que había comenzado con una simple mirada, se volvió algo que no podían negarlo más. Se habían vuelto novios pero habían decidido dejarlo en secreto por un tiempo. La cosa era bastante difícil teniendo a las más grandes chusmas en la aldea pero aun así preferían mantener su relación a resguardo, no es que se negaran pero había muchas cosas que tener en cuenta o más bien personas que tener en cuenta. Ninguno sabía cómo se lo iban a tomar todos los demás del grupo o la misma aldea así que para evitarse problemas, decidieron mantenerlo en silencio.

Y así había llegado a tenerla a su lado en la cama, luego de compartir su tiempo con ella y que ella lo compartiera con él. Decidió dejarla dormir tranquila y sin hacer ruido salió vestido del cuarto y de la casa, claro que luego de guardar la comida que había preparado, pensó en dejar la de Naruto pero sabía que ella se molestaría así que la tomo y ya vería luego que haría con ella.

Llego sin muchas ganas hasta la entrada y vio que Naruto aún no llegaba. Le molestaba la impuntualidad de su compañero, incluso cuando era una misión que le agradaba. Luego de unos minutos lo vio llegar y dándole la espalda se dispuso a salir de la aldea.

- Ey Teme! Espérame! – Grito Naruto.

- Llegas tarde.. – Y sin decir más comenzó a saltar entre los árboles para llegar más rápido a Suna.

Naruto no dijo nada más y se dispuso a seguir a su compañero que parecía apurado pero no entendía si era por llegar a Suna o volver de allí lo más pronto posible. Aun así fueron en completo silencio para alegría del pelinegro que no tenía muchos ánimos de aguantar las idioteces que solía hablar Naruto, cada vez que salían de misión. Luego de recorrer una buena distancia, Naruto propuso que descansaran un poco. Sasuke estuvo de acuerdo y sentándose en un lugar alejado del camino, saco las cajas de comida que tenía, vio la que Hinata le preparo a Naruto y sin más se lo entrego sin decirle una palabra. Naruto miro extrañado a su amigo por el gesto que estaba teniendo para con él.

- Gracias Teme! – Dijo con una sonrisa zorruna el rubio para empezar a comer, pero al hacerlo lo extraño el sabor a la vez que le encanto – Wow.. Esta riquísimo!

- Solo come en silencio.. – Dijo Sasuke con molestia.

- Ya.. Es solo que me recuerda a la comida de alguien.. Creo que ya probé una comida así antes.. – Dijo Naruto devorando su comida – ¿De donde la sacaste?

- La compre.. – Mintió Sasuke.

- Oh.. – Dijo Naruto mientras miraba su bento casi vacío – Y me compraste uno para mí también.. –Dijo con lágrimas en los ojos – Yo sabía que me considerabas tu mejor amigo!

- ¿Pero.. Que? – Lo miro extrañado Sasuke – ¿Que demonios te sucede Dobe?

- Está decidido.. – Dijo Naruto mientras golpeaba la palma de su mano con la otra mano cerrada en un puño – También te ayudare..

- ¿A si? – Lo miro con una ceja levantada – No necesito tu ayuda para nada..

- Claro que la necesitas.. Te buscare una novia para que así dejes de ser tan amargado.. – Dijo Naruto con una sonrisa – Aunque estas menos gruñón últimamente.. De todas formas te ayudare..

- No te metas en donde no te llaman Naruto.. – Dijo Sasuke molesto mientras acomodaba todo para seguir con el camino.

- Es mi deber como tu mejor amigo.. – Dijo Naruto parándose a su lado para seguir el camino – Sakura-chan me conto que Ino le pidió ayuda para buscarle un novio a Hinata-chan porque son mejores amigas.. Es por eso que yo te ayudare a ti jijiji.. – dijo con una sonrisa pero no vio que Sasuke se había quedado quieto.

- ¿Que dijiste? – Lo miro molesto Sasuke mientras volvía a moverse para alcanzarlo.

- ¿Eh? ¿Que cosa..? ¿Que te conseguiré una novia? – Pregunto Naruto mientras seguía corriendo por los arboles – Pues sí.. Antes eras muy popular y creo que todavía lo eres así que será fácil..

Sasuke no dijo nada más en todo el camino, su misión ni siquiera empezaba y ya estaba demasiado molesto con todos. Tenía que terminar lo antes posible para volver a la aldea y evitar que cualquier inepto se acercara a su novia. Ni ella ni él necesitaban la ayuda de nadie ya que se tenían el uno al otro aunque los demás no lo supiesen. Lamentablemente la misión se alargó más de lo debido gracias a que Naruto no dejaba de meterse en problemas, a la vez que aprovechaba para pasar tiempo con su amigo Kasekage. Había estado una semana entera en Suna y ya por fin volvía a la aldea, tenía la duda de lo que estaba pasando ahí y no podía esperar más por saber que sucedía.

Llegaron a la aldea de tarde, con un Naruto demasiado feliz como siempre y Sasuke molesto con todos. Pasaron la entrada de la aldea y ahora tocaba ir a dejar el informe pero Sasuke no tenía ganas de ir ahí cuando tenía otras cosas que hacer, más importantes en su opinión.

- Dobe.. Tengo cosas que hacer así que ve tu a dejar el informe.. – Dijo Sasuke mientras caminaba para otro lado.

Naruto quiso decir algo pero como se habían demorado por su culpa decidió no molestarlo por hoy y lo dejaría hacer lo que tuviese que hacer. Por su parte, Sasuke fue caminando hasta donde quería estar, pero mientras caminaba no pudo evitar escuchar una conversación que no le gusto para nada.

- Así que no te fue tan bien ¿cierto? Jajaja.. – Rio un shinobi a su amigo.

- No sé de qué te ríes si a ti te paso lo mismo.. – Dijo molesto el otro sujeto y ambos se miraron frustrados.

- Igual podíamos intentarlo sin hablar con la Yamanaka.. Quizás podemos buscar a Hinata y hablar con ella directamente.. – Dijo el primero que hablo.

- Seguro que no se me resiste jajaja.. – Rio el primero y ambos se perdieron por las calles de la aldea.

Sasuke se quedó en el lugar donde estaba y cerró los puños con fuerza para no salir y romperles la cara a esos dos, por lo que escucho era exactamente lo que Naruto le había dicho y tenía que hablar con Hinata de una vez por todas.

Fue hasta su casa y sin importarle si alguien lo veía o no toco la puerta de su casa. Al principio parecía que no había nadie pero los minutos ya estaban abriendo la puerta. Hinata lo vio en la entrada y antes de que pudiera saludarlo, el pelinegro entro a su casa sin decir una sola palabra pero se le notaba que estaba molesto.

- ¿Sasuke-kun? – Dijo la peliazul sorprendida por la actitud del moreno – ¿Que sucede? ¿Acaso la misión no salió del todo bien?

Sasuke no dijo nada ante sus preguntas pero seguía sin saber cómo preguntar lo que quería saber. Cuando sintió que Hinata se acercaba a él y le tomaba del brazo, abrió la boca para hablar por fin antes de que ella dijera algo más.

- Durante esta semana.. ¿Que hiciste? – Pregunto Sasuke mirándola seriamente.

- ¿Eh? – Lo miro extrañada Hinata pero al ver la seriedad con la que la miraba decidió responder a su pregunta – Pues.. Estuve con Kurenai-sensei y su hija.. Ayude en el hospital a Sakura-san y a Tsunade-sama.. Entrene con Hanabi-chan y Nii-san.. Y salí con Ino-san.. ¿Sasuke-kun me quieres decir que sucede?

Sasuke vio que Hinata le decía la verdad así que un poco se relajó, se dejó caer en el sillón de la peliazul y por fin respiro con tranquilidad luego de la semana que tuvo.

- ¿Es cierto que la Yamanaka te quiere buscar un novio? – Pregunto Sasuke.

- Ino-san menciono algo hace unos días pero no creo que haya hablado en serio.. – Dijo Hinata sentándose a su lado – ¿Cómo es que te enteraste de eso?

- Naruto.. – Dijo Sasuke – Parece que Sakura también está metida en todo eso..

- Eso no lo sabía.. – Dijo Hinata – ¿Estabas preocupado por eso?

- Tks.. ¿Preocupado yo?.. – Dijo con soberbia Sasuke para ocultar su preocupación – Como si alguno de esos imbéciles pudiera ser mejor que yo..

-Sasuke-kun.. – lo llamo Hinata con una sonrisa en el rostro ya que sabía que Sasuke solo estaba celoso, el moreno giro el rostro para verla y saber que quería – Bienvenido a casa..

Luego de saludarlo como debía, y luego de aclarar todo, Hinata beso a su novio en los labios y lo abrazo por todos los días que no pudieron verse. Sasuke respondió el abrazo a la vez que le alegraba que ella lo saludara de esa forma cuando volvía de una misión.

En otra parte de la aldea, Sakura se encontraba trabajando en el hospital junto con Tsunade pero tenían la compañía de una rubia que no sabía bien qué hacer con lo que había prometido.

- Dios! – Se quejó por décima vez la rubia – No puede ser tan difícil encontrar a alguien que valga la pena para Hina-chan!

- ¿Quieres cerrar la boca Ino? – Dijo Sakura molesta por lo ruidosa que estaba siendo la rubia.

- No me cayes frente de marquesina! Tú también estas igual de molesta que yo.. – Dijo Ino.

- ¡¿A quién le dijiste frente de marquesina Ino-cerda?! – Respondió Sakura tronándose los dedos.

- ¿Las dos quieren parar? – Pidió algo molesta Tsunade que estaba ahí escuchando a medias todo – ¿Se puede saber qué es lo que sucede?

Ambas amigas se cruzaron de brazos y no se miraron para hablarle a la rubia mayor.

- Vera Tsunade-sama.. Estamos tratando de conseguirle un novio a Hinata.. – Dijo Sakura sin mirar a ninguna de las dos.

- Y aunque muchos hombres se presentaron todos son unos idiotas y no podemos presentarle cualquier chico a Hina-chan.. – Termino de explicar Ino.

- Así que muchos se presentaron por la pequeña Hyuga.. – Dijo la rubia de dos coletas a lo que las otras la miraron sorprendidas por sus palabras pero asintieron – Eso me da una brillante idea.. – Dijo con una sonrisa casi maquiavélica.

Los días siguieron pasando y el amor se podía respirar en las calles, a pesar del frio, todos parecían estar bastante cálidos con sus respectivas parejas. Hinata había tenido un par de días para compartir con Sasuke antes de que la llamaran para una misión sencilla con su equipo. Solo debían encontrar un objeto robado. El ladrón había sido atrapado pero se negaba a decir la ubicación del objeto, es por eso que para evitar problemas o más inconvenientes decidieron llamar a un grupo especialista en rastreo. Al principio, Kiba se había sentido ofendido por tener que buscar un simple objeto cuando ellos estaban a otro nivel pero Hinata lo tranquilizo diciendo que una misión era una misión sin importar lo que fuera. Obviamente el Inuzuka no estaba para nada contento pero como era su amiga decidió no decir nada más.

Cuando la misión termino, exitosamente ya que era fácil encontrar un simple anillo, volvieron a la aldea y ahora quedaban solo cuatro días para que fuera san Valentín. Todas las mujeres estaban más coquetas que antes y los hombres más nerviosos de lo normal.

Los tres caminaron por las calles de la aldea y Hinata pudo notar varias miradas hacia ella y empezó a esconderse entre sus compañeros para que no la miraran tan directamente. Kiba noto eso al igual que su compañero y su gran perro, gruño un poco pero no le dio importancia hasta que empezó a sentir los murmullos.

- ¡¿Quieren seguir haciendo lo suyo y dejarla en paz?! – Grito molesto Kiba a un grupo de hombres que se encontraba cerca. Akamaru acompaño a su dueño, con un gruñido feroz a la vez que se colocaba en posición de ataque.

- Kiba-kun.. – Dijo Hinata nerviosa, ahora la miraban más personas pero lo que le sorprendió fue sentir los insectos de su compañero, los podía sentir que estaban bastante molesto – ¿Shino-kun?

- Vamos.. Te dejaremos en tu casa.. – Dijo Shino mientras miraba con odio a los sujetos a los cuales Kiba ladro.

- Si vamos.. – Dijo Kiba cubriendo un poco a Hinata para que dejaran de molestarla.

Akamaru iba delante de los tres y decir que iba gruñendo a cuanto hombre pasara cerca de ellos era decir poco, los tres estaban molesto por todo lo que estaba sucediendo alrededor de la peliazul y no podían detenerlo debido a las culpables. Sabían que todo esto era culpa de Ino y Sakura pero no podían decir ni hacer nada y lo peor era que su compañera y amiga no parecía estar pendiente de lo que sucedía a su alrededor por culpa de esas kunoichis.

- Bueno Hina-chan nosotros nos vamos.. – Dijo Kiba con una sonrisa.

- Claro chicos.. Gracias por todo.. – Respondió Hinata con una cálida sonrisa a sus dos amigos y al cachorro.

- Ten cuidado al salir.. – Dijo Shino a modo de despedía, a lo que Hinata solo asintió.

Hinata cerró la puerta de su casa y suspiro agotada, no entendía que estaba sucediendo en toda la aldea y eso le preocupaba demasiado. Sentía que algo se estaba tramando a sus espaldas pero no entendía que podía ser. Al principio pensó que podía ser una fiesta sorpresa pero no tenía sentido si su cumpleaños ya había pasado y no había hecho nada extraordinario que necesitara celebrar. Agotada como estaba entro a su cuarto para cambiarse y en la cama vio una nota, con sorpresa la leyó y una sonrisa se formó en su rostro.

Cuando vuelvas de tu misión ven a mi casa.. Sasuke.

Era todo lo que decía la nota pero ella no necesitaba nada más. Rápidamente se bañó y se cambió para salir. Afuera estaba fresco pero no tanto como otras veces, aun así iba abrigada. Camino por las calles, rumbo a lo que sería la casa de su novio pero podía ver que varios hombres la miraban y eso hizo difícil que pudiera escabullirse para tomar el camino que siempre usaba. Incluso llego a pensar que tendría que ir por los techos pero con la nieve que había quedado de los otros días, le daba miedo resbalar y que la vergüenza sea peor.

Decidió hacer algo de tiempo en el mercado, comprando cosas que seguramente Sasuke ya tendría pero igual prefería eso a que todos descubrieran su relación. Aún no habían encontrado el momento para comentarlo y cada vez que tocaba el tema con su primo, él la miraba entre serio y molesto.

El tiempo pasaba y cuando vio que dejaban de prestarle atención, aprovecho para escabullirse por las calles de la aldea. Agotada como estaba, llego a la casa de su novio pero antes de que tocara la puerta esta se abrió dejando ver a un Naruto algo molesto que solo miraba a Sasuke mientras le gritaba.

- Eres desesperante Teme! – Grito Naruto – Yo que quiero ayudarte a conseguir una novia y tú me tratas así!

Sasuke se sorprendió al ver a Hinata del otro lado de la puerta pero antes de que pudiera decir algo, ella salto para desaparecer de la vista de él y su amigo. Naruto al ver la sorpresa en la cara del pelinegro, volteo el rostro para ver que miraba.

- ¿Que sucede? – Pregunto confundido Naruto al no ver a nadie – ¿Que tanto miras?

- Na.. Nada.. – Dijo nervioso Sasuke por primera vez en su vida.

- ¿Eh?.. – Naruto se sorprendió por el nerviosismo de su amigo – ¿Tu nervioso?.. ¿Vamos que viste?.. – Pregunto mientras buscaba con la mirada por los costados – ¿Sera que llego una chica linda y te quedaste perdido en ella?

- Algo así.. – Pensó Sasuke pero no dijo nada solo miro con molestia a su amigo.

- ¿Ahora porque me miras así? – Pregunto el rubio volviéndolo a ver, sin notar como un poco de nieve caía detrás suyo – Vamos Sasuke.. Alguna chica de la aldea te tiene que gustar.. Si no podemos preguntarle a Temari sobre alguna de Suna que quiera conocerte.. Creo que hoy viene para ver a Shikamaru.. Quizás Gaara venga con ella..

- ¿Terminaste? – Pregunto molesto el pelinegro, sabía dónde estaba Hinata y no quería que se enfriara más de la cuenta por las idioteces de Naruto.

- No termine.. – Dijo Naruto cruzándose de brazos – Soy tu amigo y te ayudare como sea.. Te guste o no!

- Dobe.. Vete.. Ahora mismo.. – Dijo ya muy enojado Sasuke, incluso se veía su Sharingan activado.

- Está bien.. Está bien.. – Dijo el rubio rascándose la nuca con nerviosismo – Aun tenemos tiempo para que no pases solo san Valentín..

A Naruto le recorrió un escalofrió en toda la espalda y entendió que si no salía de ahí acabaría malherido por su amigo y no estaba interesado en eso ahora.

- Bien.. Me voy.. – Dijo Naruto mientras se iba de la entrada de la casa de Sasuke.

Sasuke suspiro cansado y salió para ver a Hinata arriba en su techo, tratando de no patinar ni resbalarse pero le era algo difícil porque traía bolsas en la mano. Cuando quiso decirle que no había nadie más que ellos dos, vio que la peliazul resbalaba del techo. Rápidamente la sujeto como si fuera una princesa y le sonrió de lado.

- Bonito aterrizaje.. – Dijo Sasuke con burla pero Hinata no dijo nada y escondió su mirada tras su flequillo – ¿Que sucede? – Pregunto ante el silencio de su novia.

- Naruto-kun.. Él dijo que te está buscando.. Una.. Novia.. – Dijo por lo bajo Hinata mientras hacia un adorable puchero.

- ¿Celosa Hyuga? – Pregunto pícaramente Sasuke.

Hinata se puso nerviosa a la vez que estaba más roja que un tomate. Trato de soltarse de Sasuke para irse a su casa pero el pelinegro la agarro más fuerte y entro a su casa cerrando la puerta a su paso. Le resultaba adorable que Hinata estuviera celosa pero tampoco quería que se vaya de su lado, solo porque él se lo hizo ver. La sentó en el sillón de la sala y vio como aun escondía su mirada así que se colocó detrás de ella y la abrazo.

- Bienvenida.. – Dijo Sasuke mientras comenzaba a besarle el cuello.

La peliazul se estremeció cuando sintió sus labios en su cuello pero trato, con todas sus fuerzas, de seguir molesta.

- ¿Eso.. Eso que dijo Naruto-kun es cierto? – Pregunto nerviosa de la respuesta.

Sasuke suspiro cansado por todo lo que tuvo que aguantar a Naruto y por sobretodo, que con ella estaban haciendo lo mismo pero parecía no notarlo.

- Lo mismo podría decirte a ti.. – Dijo molesto Sasuke pero sin soltar el abrazo.

- A mí nadie me está buscando novio.. – Dijo Hinata sin entender a lo que se refería Sasuke.

- ¿A no?.. – La miro extrañado – Sakura e Ino están empeñadas en buscarte alguien..

- Ellas no me dijeron nada como lo hizo Naruto-kun contigo.. – Respondió Hinata

- Puede ser.. Pero van por toda la aldea entrevistando a cuanto idiota se acerca para ver si califica como tu novio.. – Le dijo Sasuke molesto ahora parándose para mirarla desde su altura – ¿O acaso no notaste que todos esos babosos te miran más..?

- Yo.. Yo pensé que había hecho algo malo y por eso me miraban.. – Dijo Hinata avergonzada.

- Bueno.. No hiciste nada pero quiero que sepas que no dejare que ningún idiota se te acerque.. – Dijo Sasuke mientras se dirigía a la cocina con las bolsas de Hinata – Hinata.. – La llamo para que fuera con él.

Hinata lo siguió sin saber que decir o que hacer.

- Yo pensé en decírselo a todos de una vez por todas.. – Dijo Sasuke sin mirarla – O solo se lo podemos decir a Ino y ella se encargara de decírselo a todos..

La peliazul lo abrazo por la espalda y escondió su rostro, ella también quería decirlo pero no sabía cómo explicar todo.

- ¿De verdad lo quieres contar? – Pregunto Hinata y Sasuke se volteo para abrazarla ahora él también.

- Diría que es más bien una cuestión de seguridad para la aldea.. – Dijo con una sonrisa Sasuke.

- ¿Seguridad? – Pregunto confundida mientras lo veía a los ojos.

- Veras Hyuga.. En estos días que no estuviste escuche.. Y vi a todos los idiotas que están detrás de ti.. – Dijo Sasuke mientras se acercaba para besarla – Si no les rompí la cara es porque no te dije nada antes..

- Sasuke-kun.. – Dijo Hinata dándole un tierno beso en los labios – Yo.. Yo tampoco.. Quiero que.. Alguna otra chica este contigo.. – Dijo con los ojos cerrados y sonrojada – No quiero que.. Naruto-kun te busque una novia.. Cuando ya tienes una..

Sasuke veía como su novia estaba más roja de lo normal, a la vez que le gustaba lo que le decía. Esa chica que parecía tan frágil, no lo era para nada y sabía que era capaz de dar todo de ella.

- No sabía que eras tan posesiva Hyuga.. – Dijo Sasuke mientras la besaba.

- No más que tu Uchiha-san.. – Dijo Hinata para volver a besarlo.

Esa noche la pasaron juntos en la casa del pelinegro y no la dejo volver a su casa por dos días. La quería ahí con él a su lado, durmiendo en su cama, comiendo con él, disfrutando de una tarde en silencio y tranquilidad en el sillón, cerca de la calefacción, fue por eso que cuando estaba por irse de su casa le agarró del brazo para decirle lo que venía queriendo proponerle hace un tiempo, además de otras cosas.

- Hinata.. – Dijo Sasuke cuando la peliazul detuvo sus pasos antes de salir por la puerta – Cuando aclaremos todo esto.. Te vienes a vivir conmigo..

Hinata se sorprendió ante la propuesta del pelinegro, no le había preguntado y por más que sonaba a una orden, sabía que no era de ese modo pero era el único modo que Sasuke conocía para decir las cosas. Sasuke no dijo nada más y simplemente soltó su brazo para que ella se fuera, estaba por darse la vuelta pero fue ahora Hinata la que lo sujeto de la mano, sus manos eran suaves y delicadas.

- Me encantaría Sasuke-kun.. – Luego de esas palabras, Hinata lo beso tiernamente en los labios y salió de la casa, dejando a un Sasuke sonriendo con orgullo en su casa.

Hinata volvió a su casa tranquilamente y se sorprendió al ver a sus amigas parada ahí en la puerta, con una Sakura lista para tirar la puerta abajo.

- ¿Chi.. Chicas? – Pregunto a sus amigas.

- HINATA! – Gritaron todas sus amigas para luego correr a abrazarla.

La peliazul se dejó abrazar por sus amigas pero se sorprendió al verlas a todas ahí. Tenten parecía querer llorar, Ino y Temari estaban preocupadas y Sakura estaba enojada.

- ¿Dónde te metiste estos días? – Pregunto preocupada Ino – Volviste de una misión y no te vimos!

- Nos tenías preocupada! – Dijo enojada Sakura.

- Estuve a punto de pedirle ayuda a Neji.. – Dijo Tenten llorando.

- No fuiste a recibirme como siempre.. – Dijo dolida Temari.

- Yo lo.. Lamento.. No era mi intención preocuparlas.. – Dijo Hinata – ¿Porque no pasan y tomamos algo de té? – Propuso.

Todas examinaron a la peliazul y cuando vieron que no tenía nada raro o alguna herida visible decidieron aceptar su propuesta. Hinata entro primero ya que no había estado en su casa por dos días y tenía que disimular la situación hasta que acordaran con Sasuke cuando dirían lo de su relación. Al entras vio varias cartas en el suelo y supuso que alguna seria de Temari diciéndole que llegaba para que fuera a verla como siempre. Luego de una misión en Suna, se habían vuelto muy buenas amigas. Las invito a que todas se sentaran en el salón y ella preparo los tés para todas.

Cuando estaba todo listo, se acercó con cinco tazas y entregándole una a cada una, se sentó también a conversar con ellas. Las charlas iban de un tema a otro, desde misiones hasta maquillaje, desde entrenamientos hasta chicos y fue con ese tema que todas decidieron quedarse ya que la única que no estaba de pareja era Hinata.

- Mmmm.. Y Hina-chan.. – Empezó a hablar Ino – Dinos.. ¿Cómo te gustan los chicos?

- ¿Eh? – Se sorprendió ante la pregunta de su amiga.

- Si.. Como te gustan.. Que sean altos.. Flacos.. Pelinegros.. Rubios.. Pelirrojos.. – Siguió Sakura igual de intrigada.

- Pues.. – Hinata se comenzó a poner nerviosa y jugo con sus dedos mientras tenía la taza en sus manos.

- Vamos Hina.. Somos todas amigas.. Puedes confiar en nosotras.. – Dijo Tenten con picardía a lo que las demás asintieron.

- Yo.. Yo diría que me gusta alguien tranquilo.. Que disfrute del silencio y que no trate de llenarlo con comentarios absurdos.. –Hinata empezó a pensar en Sasuke y una sonrisa fue visible en su rostro – Que sea más alto que yo.. Con cabello oscuro.. Al igual que sus ojos..

Todas se sorprendieron ante la descripción que daba Hinata, les sonaba a alguien pero no estaban segura de quien podía ser y una parte de ellas quería creer que no hablaba de la misma persona sino sería muy complicado todo.

- Quizás encontremos a alguien así.. – Dijo Ino no muy segura de la descripción.

- ¿Encontrar? – Pregunto Hinata.

- Si Hina-chan.. Nosotras te buscaremos a alguien.. – Dijo Temari mientras Hinata tomaba su bebida para no mostrar su nerviosismo – Quizás tengamos a alguien así en Suna.. Naruto pregunto por alguna chica de Suna que estuviese interesada en el Uchiha.. Quizás podemos ver ahí también para ti..

Ante esas palabras, Hinata se ahogó con su bebida y todas la miraron sorprendida. No sabían si socorrerla o preguntarle que paso. Rápidamente Hinata se disculpó y corrió al baño para tapar su avergonzado rostro.

- Extraño.. – Pensaron todas al mismo tiempo.

Cuando Hinata se recuperó, nadie más dijo nada. No querían tocar el tema cuando era todo muy extraño para ellas, no sabían si Hinata estaba así por la idea de que le buscaron un novio o si era por otra razón, y la otra razón no era para nada posible. Estaban hablando de la buena y dulce Hinata con alguien como el ex vengador. De solo pensarlo se reían ante la idea, era descabellado lo miraran por donde lo miraran.

Sin más, Ino propuso que todas salieran a comer a Barba Q y todas estuvieron de acuerdo. Salieron las cinco, abrigadas por el frio que hacía y caminaron alegremente por las calles de Konoha sin prestar atención a las miradas que despertaban. Claro que nunca notaron a una rubia voluptuosa de dos coletas que miraba todo asombrada.

- Tsunade-sama.. ¿Que mira? – Pregunto una pelinegra de cabello cortos que sujetaba un adorable chanchito.

La rubia sonrió ante lo que veía, sabía que su plan tendría frutos y estaba segura de que conseguiría el dinero para remodelar el hospital.

- Vamos Shizune.. Tenemos trabajo.. – Dijo la rubia mientras se giraba para llevar a cabo los preparativos.

/ - \\\\

Hola a todos! A todos los que me lean porque los que no, no verán esto ii.. ii bueno perdón jeje seré mayor de edad pero mi mentalidad parece que se quedó diez años atrás.. En fin.. Este era un One-shot de san Valentín.. Llego un poquitín tarde.. Ojo que no mucho, solo un mes después.. Es que por tema de estudio ii trabajo no lo pude terminar ii cuando lo hice, me di cuenta se me había ido la mano con el largo de la historia.. Es por eso que lo dividí en tres capítulos.. Espero de todo corazón que les guste. No sé mucho sobre el mundo de Naruto porque ni termine el anime ni leí el manga.. Lo que se lo sé por los fanfic, la wiki ii porque algunas cosas si vi pero no profundice..

Bueno espero que hayan pasado un lindo día de los enamorados.. Yo lo pase con mi amor que es la computadora ii leyendo fanfic de SasuHina.. Pero la pase bien XD como sea.. Espero que les guste esta cortita historia. Pienso subir más SasuHina así que, quizás, pronto sepan más de mí..

Por cierto esta historia la invente pero si es parecida a otra, juro que lo desconozco.

Sin más los veo el martes trece con la segunda parte..

_¡Mumumuak!_