Capítulo 1
Era un día despejado en Saltadilla, los niños caminando a la escuela, personas haciendo ejercicio en el parque, una mañana tranquila para todos excepto para una chica de cabellos rubios que se dirigía nuevamente tarde a la Preparatoria, todo porque sus hermanas no tuvieron la decencia de apiadarse de ella y despertarla para irse juntas como frecuentaban hacerlo, pero por supuesto les pareció divertido gastarle una pequeña broma para que así aprendiera a no quedarse hasta más de media noche viendo esos desfiles de moda que tanto le gustaban, pero le era imposible no quedarse ya que solo quería ver esas hermosas prendas hechas por los mismísimos dioses o al menos eso pensaba ella.
–¿Cómo pudieron haber sido así de crueles conmigo?– gruñía por lo bajo Bubbles mientras volaba lo más rápido que podía para tomar su primera clase– yo siempre soy amable con ellas y trato de que lleguen temprano a clases– seguía murmurando la rubia cuando pudo divisar no muy lejos la escuela.
Al llegar a esta corrió rápidamente al edificio en el que sería su clase, en la cual ya se encontraban sus hermanas.
– ¿Puedo pasar?– preguntaba avergonzada y dando tres pequeños golpeteos a la puerta.
–Pase, pero que sea la última vez que llega tarde señorita Utonium– la reprendió la profesora, la rubia comenzaba a caminar hasta su lugar mientras divisaba a sus hermanas y las fulminaba con la mirada, se dirigió a su asiento que era en medio de ellas, a la izquierda Buttercup y a la derecha Blossom.
–Hermanita, creo que te has quedado dormida más de la cuenta– susurraba en tono burlón Buttercup.
–Si ustedes me hubieran despertado en lugar de jugarme una broma habría llegado temprano– contesto con un tono enfadado la menor.
–Dejen de pelear, se meterán en problemas– hablo Blossom para que así sus hermanas prestaran atención.
Después de aquel percance continuaron las clases normalmente, hasta que llegó la hora libre en la que podían ir a comer y desestresarse de clases.
– ¿Qué ocurre Rubia?– pregunto Buttercup a la menor.
–No he tenido el mejor día– dijo desanimada –posiblemente si no me hubieran dejado me hubiera ido mejor– se notaba el enfado en su voz, la menor no tenía el mejor humor aquel día, le faltaba horas de sueño y el chiste de sus hermanas no había sido divertido para ella.
–Tranquila Bubbles, trataremos de no volver a hacerlo pero deberías aprender a no quedarte despierta tan tarde, sabemos que te gustan los desfiles de modas pero necesitas tus horas de sueño– hablo con sabiduría Blossom, ella siempre lograba que sus hermanas tomaran mejores decisiones después de todo por esa razón era su líder.
–Lo considerare, gracias Bloss– termino derrotada– y ahora ¿Vamos a comer a la cafetería?– cambio de tema la pequeña Bubbles ya que no quería seguir discutiendo con sus hermanas.
–Me han comentado varios del equipo de fútbol que incluyeron un capuchino excelente en el menú y que entraron unos chicos interesantes a trabajar– Buttercup les guiño el ojo y las hizo caminar en dirección al lugar.
Al llegar a la cafetería varias chicas se encontraban amontonadas en la barra, al parecer había un chico rubio bastante guapo atendiendo, fueron por su bandeja para que les sirvieran la comida, pasando por varias secciones hasta llegar a la de postres en la que se encontraron con la gran multitud de chicas que vieron al entrar en la que observaron de cerca al chico que causaba tanta conmoción pero decidieron pasar de largo para no quedar perdidas entre la multitud.
Pasaron directamente donde se encontraba un chico nuevo que escaneaba las tarjetas donde cobraban su comida – ¿Me permiten sus tarjetas bellas damas?– preguntaba con un pequeño tono de coquetería.
–Por supuesto niño bonito– le daba las tarjetas Buttercup mientras lo veía con desagrado.
– Me parece que una chica tan guapa como tú no ha tenido un buen día– le guiño el ojo con picardía, en ese instante Butter pudo sentir como su sangre hervía ya que para ella era normal que los chicos le temieran en lugar de coquetearle por ser una de las más fuertes de sus hermanas y la escuela.
El chico le devolvió las tarjetas a Blossom ya que la mediana de las hermanas se había ido echando humos mientras se alejaba a una mesa en la cafetería. La mayor simplemente le sonrió con amabilidad mientras se retiraba para alcanzar a Buttercup asimismo la menor se iba detrás de ellas.
Cuando Blossom llego a la mesa junto a sus hermanas se dio cuenta que ahí se encontraban Mitch y Robin con su bandeja llena de comida, sonrió al verlos y les saludo con la mano.
-¿Pueden crees que ese idiota se haya comportado así conmigo?, he interactuado una sola vez con él y ya lo desteto- hablaba Buttercup entre dientes.
-¿De qué hablas Butter?- cuestionaba Robin con total tranquilidad ya que estaba acostumbrada a que en ocasiones su amiga hablara entre dientes.
-El chico que se encarga de escanear las tarjetas le coqueteo, ¿puedes creerlo? ese chico no tiene miedo a morir- se adelantó a contestar Bubbles mientras la recorría un escalofrió por pensar en lo que su hermana podría hacerle a aquel muchacho.
Robin y Mitch simplemente se miraron incrédulos para después explotar en carcajadas que podían escucharse por toda la cafetería, lo que hizo que algunos curiosos voltearan para saber lo que provoco la risa de los chicos.
-¿Qué les parece tan gracioso a ustedes?- dijo fieramente la mediana de las hermanas.
-A mi nada- contestaba inocentemente su amiga mientras subía los hombros, mientras Mitch ignoraba olímpicamente a su amiga para continuar hablando sobre la situación.
-¿Me estas contando que este pequeño demonio esta así por un tarado que no le tiene miedo a la muerte?- interrogaba incrédulo al saber la situación por la que su amiga se encontraba tan enojada.
-Sí, solo por eso- decía con simpleza Bubbles.
-Simplemente increíble- contestaba de vuelta su amigo quedando pensativo.
-Bueno, pero cambiando de tema, ¿le has contestado a Cody rubia?- mencionaba una intrigada Robin.
-No he podido hacerlo, simplemente no me veo saliendo con él- decía sin más la menor.
–Blossom ¿tú qué opinas?– la miraba expectante su mejor amiga, esta solo logro verla con una interrogante en el rostro ya que no había prestado atención a la conversación y mucho menos se había dado cuenta en el momento que cambiaron de tema.
– ¿Crees que deba ir a la cita con Cody?– la miraba con duda su hermana.
–Claro y porque no ir, sería bueno que te des la oportunidad con Cody después de todo tantos años juntos puede surgir algo- contesto con simpleza
–Lo ves Bubbles no hay nada de qué preocuparse después de todo no hay razón para no darte una oportunidad de convivir de forma distinta con él-se integraba a la conversación Buttercup ya que se encontraba de mejor humor y estaba escuchando lo que se comentaba.
Mientras las chicas y sus amigos seguían conversando a la distancia los observaban dos chicos con una evidente curiosidad.
– ¿Ya has notado quienes se encuentran ahí?– le cuestiono el pelinegro al rubio una vez que se disiparon los estudiantes del lugar de la cocina.
– ¿Son ellas?- se giró a ver a su hermano con sorpresa ya que ni siquiera había podido verlas por estar ocupado en la barra con las chicas, pero ahora las veía eran ellas eran las PPG–debemos de comenzar el plan lo antes posible, no podemos perder el tiempo– le dijo un tanto intimidante para después alejarse del ojiverde para tener una mejor visualización de ellas – por fin serán nuestras PPG – pensó el menor de aquellos tres hermanos.
