Quinn Fabray es aparentemente una chica normal, pero es de todo menos normal. Físicamente la chica es rubia, de altura media, guapa y deportista, siempre lo ha sido. Su personalidad es algo complicada, toda su vida ha sido una persona muy responsable, detallista y sobretodo controladora, nunca dejaba nada a la improvisación todo lo que hacia estaba planeado y estudiado para que saliera como debía.

Su etapa en el instituto había sido bastante buena, sin duda era el típico tópico de la secundaria americana, una chica guapa que era la capitana de las animadoras, y pasaba el tiempo con el quaterback del equipo de fútbol y mantenía una media de sobresaliente en sus notas.

Era hija única y sus padres la consideraban la hija perfecta, nunca les había dado un solo motivo en su vida para decepcionarles.

No fue de extrañar que se graduara con una de las mejores notas del instituto y tuviese a la mayoría de las universidades ofreciéndole una plaza para estudiar en ellas. La decisión de Quinn, tras meditarlo mucho, fue elegir estudiar periodismo en Nueva York.

Mudarse de Chicago a Nueva York fue un gran cambio en su vida, por suerte para ella no lo hizo sola, una de sus mejores amigas, Santana Lopez, decidió probar suerte junto a ella en la gran ciudad para encontrar su sueño.

La vida en la universidad era mejor de lo esperado, periodismo no era una carrera tremendamente difícil, o al menos eso le parecía a ella para la que los estudios nunca eran un problema, tenía que hacer trabajos casi semanalmente y exámenes de varias de sus asignaturas parciales ademas del resto pero eso no le impedía salir de fiesta con sus amigos o conocidos como ella les llamaba.

Según sus propias palabras ella solo tenía una autentica amiga y esa era Santana, con la que compartía habitación en la residencia de estudiantes, el resto iban y venían dependiendo de como soplara el viento. No es que no quisiera tener amigos, es que en su opinión no los necesitaba, llevaba una buena vida, le gustaba su carrera de periodismo y para salir y entrar no necesitaba mejores amigos.

Exactamente cuatro años después de comenzar en la universidad, acabó la carrera, no fue extraño para nadie que fuera una de las mejores notas de su clase en la graduación, a la que asistieron sus padres tremendamente orgullosos de ella.

Era una chica muy determinada a conseguir lo que quería y a ser alguien importante en la vida por lo que apenas dos días después de haberse graduado, emprendió la búsqueda de trabajo por toda la ciudad. Fue a todos los periódicos, revistas y estudios de televisión que pudo donde dejó su curriculum durante varios días.

Era una chica que no se daba nunca por vencida por lo que al final obtuvo su recompensa recibiendo un pequeño trabajo como becaria en un programa de noticias, su trabajo era ayudar a recopilar y redactar las noticias que más tarde los presentadores leerían delante de las cámaras. Tenía que reconocer que no terminaba de gustarle ese trabajo, además de estar mal pagado para la cantidad de horas que invertía en la cadena trabajando pero sabía que debía seguir allí para aumentar su curriculum y encontrar un trabajo mejor.

Casi medio año después, gracias a alguien que había conocido en ese trabajo, la contrataron en un pequeño periódico donde redactaba noticias y le publicaban algunos de sus artículos.

Poco a poco iba mejorando su vida, ganaba algo más de dinero lo que le permitió mudarse a un pequeño piso más céntrico con Santana, a la que nunca abandonaba. Tuvo diversos trabajos más de diferente tipo hasta que consiguió uno que realmente le gustaba y le satisfacía, era reportera para una revista bastante importante en la ciudad, era cierto que no le publicaban tanto como deseaba pero le dejaban hacer reportajes de investigación y elegir temas que le gustaban aunque otros se los imponían para que cumpliera las horas necesarias de trabajo.

En lo que respecta al amor Quinn Fabray era la chica que todos querían tener pero a la que nadie tenía. Su físico junto a su carácter fuerte y dominador llamaba la atención de los chicos que no tardaban en acercarse a ella durante las noches que salía con algunas amigas y otras noches salía con Santana a bares gays ya que su amiga era lesbiana, y finalmente su curiosidad de experimentar le había llevado a mas de una noche con una mujer. Su aspecto controlador y su carácter había provocado que se volviera muy fría en el tema del amor, por eso no le importaba que fuera un chico o una chica porque había llegado hasta el punto de crearse sus propias reglas, la principal: nunca pasar más de dos noches con la misma persona, así se evitaba crear vínculos emocionales.

Se había convertido en una persona fría, Santana se lo repetía a todas horas, pero no le importaba, a sus 24 años tenía un trabajo que le gustaba, vivía en Nueva York junto a su mejor amiga y no le faltaba de nada en su vida, o eso pensaba ella.

Quinn se despertó un lunes temprano para ir al trabajo, lo que no esperaba era lo que su jefa Sue Sylvester iba a encargarle cuando llegara a la oficina. Realizó su rutina matutina, se levantó nada más sonar el despertador y se puso la ropa de deporte para ir a correr durante casi una hora, a la vuelta se dio una ducha rápida y se dirigió al trabajo caminando, la oficina no quedaba lejos del apartamento y le gustaba comprar su café favorito de camino allí. Entró de un gran humor al edificio, saludando a la recepcionista y algunos compañeros a los que se cruzó, iba a entrar en su oficina cuando Noah Pukerman, su compañero le comunicó que la jefa la esperaba en su despacho. Suspiró cansada porque significaba que iban a encargarle otro trabajo, dejó su bolso y el café en su mesa antes de dirigirse al despacho de Sue que la invitó a entrar nada más escuchar golpear la puerta.

-¿Me buscabas?- preguntó la rubia al entrar en la habitación

-Si, pasa Quinn- le indicó Sue que hizo un gesto para que Quinn se acercará y esperó a que la chica se sentara delante de ella- tengo un nuevo reportaje para ti.

-¿De qué se trata?- indagó curiosa Quinn, que deseaba que fuera parecido al último trabajo que tuvo que trataba sobre la cantidad de cachorros abandonados en la ciudad y con el que ayudó a que se adoptaran varios cachorros, se sentía orgullosa de ello.

-En tres semanas se estrena el musical The Reason, una nueva obra protagonizada por Rachel Berry, la estrella del momento, todo el mundo en la ciudad esta expectante por saber que se cuece y como va a salir esta nueva idea- explicaba tranquilamente Sue mientras Quinn la miraba con recelo- y nosotros hemos conseguido la exclusiva.

-¿En serio? eso es genial- dijo tranquilamente la rubia- pero… ¿que tengo que hacer?

-Verás Quinn, tenemos la exclusiva y vamos a hacer un gran reportaje sobre la obra y sobre Rachel Berry- la rubia cambio rápidamente la expresión de su cara- tu trabajo consiste en pasar estas tres semanas restantes al estreno yendo a los ensayos, atenta a todo lo que ocurre, al elenco, a la obra y sobre todo a Rachel, queremos una entrevista en exclusiva con ella, nunca ha dicho nada a los medios y todo el mundo quiere conocerla mejor, saber como es, todo Quinn, ganaríamos mucho dinero si desveláramos quien es de verdad Rachel Berry.

-Espera, espera, ¿voy a tener que pasarme tres semanas encerrada en un teatro aguantando a una estrella con un ego enorme cantando todo el día e ignorandome sin hablarme? - dijo atónita Quinn.

-No seas exagerada Quinn, es una gran oportunidad y te la estoy dando- decía pacientemente su jefa.

-¿Qué no exagere? Parece que no hayas leído todo lo que dice la prensa de esa chica, odia a los periodistas, es borde, fría y sobre todo tiene un ego infumable Sue…- sabía que tendría que realizar el trabajo igualmente.

-Se parece a ti entonces así que la entenderás bien- el comentario dolió a Quinn, que la miró con mala cara- ahora vete de mi oficina, coge tus cosas, ponte al día y ve al teatro.

Quinn salió malhumorada de su despacho y del edificio, no le gustaba el trabajo que le habían encargado, no quería tener que soportar a ninguna diva de Broadway y sobre todo no le apetecía estar tres semanas escuchando un musical una y otra vez.

Lo que la rubia no sabía era que los prejuicios nunca son buenos y que a veces, una persona puede cambiar toda tu forma de ver las cosas.


Hola! Comienza aquí mi nueva historia! Espero actualiza diariamente o al menos prometo intentarlo! Estoy muy contenta por la idea de esta historia, espero que les guste tanto como a mi, un saludo! Dejen sus reviews =)