Kurami sabia que no debía hacerlo, no tenia por que. Además se vería muy extraño y no tendría excusa alguna si le descubrían. Sabia que estaba prohibido lo que estaba haciendo pero tenia la mínima esperanza de que su amiga de la infancia lo aceptase y luchara con ella. Se tambaleo de sorpresa al escuchar el maullido de su bolsa y empezó a ver hacia todos lados esperando no haber alertado a nadie.

Des pues de comprobar el pasillo suspiro aliviada al ver que se encontraba —Casi— totalmente sola, y se agacho para abrir su bolsa en el suelo intentando ocultar el contenido a ojos inexistentes.

—Vamos Gatito, no hagas ruido—Murmuro para el pequeño felino. Un ronroneo le contesto mientras le acariciaba tras la oreja—solo un poco más.

Kurami siguió su camino volviendo a ocultar al pequeño animal, había estado llendo por caminos poco transitados y no se había encontrado a nadie en todo el camino. Pero definitivamente no había por que arriesgarse. Estaba totalmente preocupada por sus acciones. Traer un animal Imanity a los pasillos del hogar Nilvalen en pleno Elvengarden era totalmente ridículo, si se enterasen el pequeño seria deportado a Elkia o más rápido. A la federación del este.

Escucho pasos y murmullos cerca por su costado y se quedo quieta ocultándose tras una columna, a pesar de saber que si quisieran los Elf la detectarían sin problemas no quería llamar su atención con el sonido de sus pasos cuando ellos de por si parecían muy entretenidos. Ante este pensamiento y en vista de que las chicas Elf se retiraban en otra dirección corrió lo más suavemente posible para no ser detectada.

Las dudas empezaron a carcomerle ¿Y si no le gustaba? No había querido pensar ni en la más mínima posibilidad de que su ama le diera una negativa. ¡¿Pero que hará si le dice que no?! Kurami estaba cada vez más nerviosa y sus manos empezaban a sudar un poco mientras su corazón se aceleraba sintiendo una leve subida de adrenalina.

Era mucho más difícil de lo que parecía ¿Y si se mal interpretaba? ¡O peor aun! ¿Que tal si descubría sus verdaderas intenciones? La chica empezaba a entrar en pánico, y su usual mirada seria desaparecía por una de niña pequeña apunto de ser regañada. Pero intento reponerse al entrar a los aposentos de su maestra.

Feel se encontraba sentada a la orilla de su cama, leía unos documentos con el sello de la Federación del este.—Algo relacionado con los negocios de exportación tal vez— pero Kurami solo le veía a ella aun nerviosa, pensando en si tenia oportunidad de arrepentirse.

Pero... de la nada la rubia subió la mirada con curiosidad encontrándose con la joven fuera de su comportamiento usual, dando incluso un pequeño brinco de sorpresa. Sentimiento que fue remplazado en la joven por un sonrojo al escuchar las suaves carcajadas de su ama.

—¿Pasa algo Kurami?—Feel preguntaba sonriente mientras dejaba los documentos a un lado—¿O solo querías verme?

La insinuación puso a la nerviosa joven a empezar un balbuceo incomprensible mientras se acercaba lentamente a su ama tratando de parecer normal y segura en lo que fuera que trataba de decir mientras intentando ordenar sus ideas para confesar.

Feel la veía expectante. Pero Kurami ya no tenia que explicar nada pues derrepente un maullido interrumpió la interacción dejando a la menor completamente ruborizada mientras la otra le miraba totalmente confundida y con una ceja alzada con algo de diversión.

—P-puedo explicarlo Fi, de verdad.—la mayor endureció un poco el semblante, mientras lentamente se acercaba a su protegida.—Yo, este. Quería decírtelo antes, pero no sabia como hacerlo. Y yo.— sus palabras fueron interrumpidas al sentir como una mano acariciaba la de ella con la que intentaba

disimular el extraño y bastante notorio movimiento en el interior de su bolsa.

—pequeña Kurami—Feel la miro seria ocasionando que la menor perdiera el poco valor que había acumulado con las frases que tenia preparadas en su mente.—¿Sabes que puedes confiar en mi, no es verdad?

—S-si.

—Entonces...—el bolso termino en brazos de Feel y a Kurami se le humedecieron los ojos—¿Por que no me dijiste que querías un gatito?—dijo en tono de niña perdiendo todo rastro de seriedad y sonriendo infantilmente mientras sacaba al gatito para cargarlo directamente.—por mi puedes tener las mascotas que quieras, Kurami.

—¿Eh?

La Elf parecía realmente feliz con el tema mientras empezaba a darle diversos nombres al animal, lo acariciaba y jugaba con el en su cama. Mientras la joven imanity sonreía relajada y feliz. No podía creer lo tonta que había sido, ni que hubiera sido todo tan sencillo. Definitivamente su ama era todo un amor.

N/A: sepan que es la primera vez que escribo algo expresamente para publicarlo en fanfiction y las ansias por poder unirme a los autores de la pagina dando un aporte ademas a este pequeño fandom dieron este one-shot como resultado. No muy bueno por cierto pero espero que almenos sirva para entretener a quien lo lea. :)