Encuentros.

Ella era inteligente y muy bella, bastante joven para la avanzada edad que poseía, pero ella a diferencia de las otras mujeres tenía un laboratorio, donde paso varias semanas intentando encontrar una fórmula para la juventud y al final su búsqueda tuvo resultado, al entrar a una maquina podía regular su edad, ahora gracias a esto ella salía con sus amigas y algunos cuantos amigos, pero aun así, ella extrañaba a ese saiyajin, ese mismo lleno de expectativas y que era una maquina imparable.

Los recuerdos con el tiempo se fueron borrando, solo recuerda que le pidió una nave para irse, ella creyó que tal vez el volvería, puesto que siempre lo hacia, pero el se fue cuando su hija Bra se desarrollaba en su vientre, ahora ella tenía 3 años, siempre lo espero, llena de esperanza, pero con el tiempo se dio cuenta que estaba vinculada con un saiyajin al que nunca le importo ni su familia ni su mujer, decidió dar por terminada la relación.

Se roció un poco de su perfume favorito, ese que tanto le molestaba al saiyajin, no pudo evitar sonreír y recordar su cara de molestia al olfatear su cuello.

Termino de acomodarse sus mechones de cabello y tomar un bolso que saliera con su vestido, hacía 6 meses que salía con Komuro, él era un hombre amable e igual de inteligente que ella, ese día celebraban unos perfectos meses de relación, tal vez algún día ella formaría una nueva familia con el, pero aun se preocupaba por sus hijos, Trunks era bastante maduro para enfrentar la situación, que un padre desaparezca cuando tienes 14 y que de la nada tu madre comience a formar una vida con un completo extraño no es nada fácil, pero él supo afrontarlo y no darle importancia, su madre era feliz y él también debía hacerlo.

Se sentó en el sofá y chequeo su celular, un mensaje de Komuro había entrado, él ya estaba en camino, se relajo y espero, hasta que por fin el hombre de cabellos negros y ojos verdes ingreso por la entrada principal, era muy apuesto y poseía una condición física casi similar a la de su ex pareja.

-Querido- Ella se levanto y lo abrazo, aspiro su olor, traía una colonia que podría hacerla desmayar en cualquier momento.

-Hola- le sonrío y le entro un ramo de rosas que traía escondidas detrás de su espalda.

El hombre era casi que perfecto, amable, inteligente y bastante romántico, ella sentía amor y afecto por el, se sentía amada.

-Bien, será mejor que nos vayamos o perderemos nuestra reservación- El la tomo de la cintura y la empujo hacia la puerta, no sin antes sacar unos billetes y dejarlos en la mesa- ¡Oye Trunks, te dejaré unos billetes para que no te aburras!- El hombre era demasiado, ¿De donde había aparecido? Bulma no recordaba donde lo había conocido, pero ha de ser la suerte que la había premiado con un hombre hecho.

Al salir de la mansión se encontraron con una gran limosina negra, Bulma salto de emoción, ella podría andar en cualquier limosina debido a su trabajo, pero este hombre se tomo la molestia de escoltarla hacía una cena que bien pudo haber sido en un taxi.

-Ven- El la cargo, ella se colgó de sus hombros y luego el galán la deposito en el interior del auto

"Esto es perfecto" Pensó complacida, la mujer amaba el romanticismo y tener a un apuesto hombre con cualidades de película era invaluable, estaba completamente segura de que este hombre se traía algo entre manos.

Durante el recorrido el hombre se veía nervioso, algunas veces Bulma lo cachaba practicando algunas líneas, el hombre planeaba algo, ¿Acaso era un secuestrador y solo fingió estos meses?, aunque eso sería imposible, que clase de hombre actuaría seis meses. Al llegar al lujoso restaurante en el centro de la ciudad 3 hombres los escoltaron hacia sus mesas, les trajeron vino y algunos aperitivos, era un servicio 5 estrellas.

-¿Te gusta este lugar?- Pregunto el hombre con nerviosismo.

-Me parece este lugar perfecto- Respondió con una sonrisa.

-Oye Bulma, estos últimos días he estado pensando en… Nosotros, pensando en un futuro….- El la miraba a los ojos, diablos, esos ojos eran hermosos, azul de ella y el verde de él harían una buena combinación en sus hijos, si es que habrían.

-Dime que piensas de nosotros- Ella tomo su mano y esperó a escuchar su plan de vida.

-Bulma, ¿Piensas formar una familia conmigo?-Sus manos estaban sudorosas

Ella se quedo pensando un poco, ella tenía sus hijos y tal vez comenzar una vida nueva los afectaría, como crecería la pequeña Bra siendo semi saiyajin, ¿Qué tal si tiene hijos y su pequeña hija se sintiera agobiada al no ser tan normal?, este tema había que pensarlo demasiado, con su mano izquierda acaricio su cara, lo observaba con amor.

-Dime Bulma- Estaba tembloroso.

-Cielo, sabes que debo pensarlo, mis hijos… ellos también deben participar en esta decisión.

-Respeto eso, pero dime, Tu bulma Briefs- Se levanto de su silla y se arrodillo ante ella- Tu Bulma…- La mujer estaba en shock al igual que el, ¿Le pediría matrimonio?

-Oh cielo, ¿Qué haces?- Ella aún estaba observándolo allí temblando.

-Bulma tu… ¿Quieres ser mi esposa?- Tomo aire, al fin había hecho la pregunta, pero todo fue para nada, su futura "esposa" estaba corriendo hacía una mujer- Diablos- Sintió vergüenza al ver que todas las personas del restaurante lo observaban con pesar.

Mientras tanto la peli azul estaba corriendo hacía una vieja amiga, hacía muchos años que no hablaba con ella, ya que esta decidió recorrer el mundo en un loco intento de encontrar al amor ideal.

-Natzuki- Bulma trató de alcanzarla antes de que ingresara al baño, para su suerte la mujer la observo.

-Oh por dios, Bulma Briefs- La mujer corrió hacía su amiga como colegialas que se ven después de un verano.

-Vaya estas hermosa, ¿Cómo has estado?

-Pues, nada bien, no pude encontrar al hombre indicado- Contempló el piso

-Ah no te deprimas, en esta ciudad hay tantas cosas- Le guiño el ojo

-Ni que lo digas, tuve que poner en alquiler un cuarto y no te puedes imaginar a mi huésped, es tan atractivo y apuesto- Dio un pequeño salto de alegría.

-Debería ir a visitarte algún día, por ahora estoy celebrando con mi novio

-Vaya, que alegría, entonces te dejo, yo estoy cenando con unos socios de mi empresa

-Esta bien, nos hablaremos luego- Ella se despidió y volvió a la mesa donde había un hombre rojo de la vergüenza

Ella se sentó y bebió un poco de vino, luego observo a su novio, él estaba callado y con la mirada perdida.

-Cielo, ¿Estás bien?- Pregunto ella preocupada

-Bulma….- El no sonaba nada bien- Necesito… Hospital…- El hombre comenzaba a ponerse inquieto, bulma de inmediato tomo su mano y corrió al automóvil con prisa, mientras tanto la gente observaba con atención.

El hombre estaba entrenando, sus brazos se estiraban rítmicamente y sus piernas hacían lo mismo, aún estaba molesto y pensativo, no podía parar de pensar en lo que había ocurrido la semana pasada cuando se vio obligado a volver a la tierra, ya que a su nave le faltaba combustible.

*Flash Back*

La nave choco fuertemente contra unas rocas, pero el príncipe saiyajin no tuvo ninguna complicación, estaba furioso, el juro nunca volver a la tierra, este planeta le molestaba y además aun estaba Bulma, la mujer que cambio su vida "Para mal".

Se sacudió su traje de entrenamiento y reviso en las ruinas de la nave, estaba en busca de algo que le sirviera, tenía hambre, pero no encontraba ni una migaja de comida entre los restos del pequeño transporte, se vio obligado a volver a ese lugar…

Lo pensó muchas veces, no quería regresar y luego escuchar los sermones y humillaciones de esa mujer, además que después la humillación se vería mayor cuando el estuviese compartiendo la cama con esa mujer y a lo mejor "saludándose" después de un largo viaje, esta vez no sería así, él le pediría una nueva nave y se largaría, para siempre.

Pero las cosas no fueron como pensaba, al legar a C.C, se dio cuenta de que el Ki de la mujer estaba muy elevado, además de que sentía otro Ki junto con ella, de inmediato opto por volar a una ventana cercana a ella, al averiguar que pasaba quedó helado, su mujer estaba compartiendo un momento de intimidad con otro, su sangre hirvió y decidió que lo mejor era irse de ese lugar y olvidarse de esa mujer.

*Fin del Flash Back*

Trataba de olvidar esas imágenes tan perturbadoras, SU mujer, SU esposa, estaba con otro hombre, el imbécil que unos años atrás la llamaba todos los días por "Negocios", pero el siendo tan astuto, tomaba el otro teléfono y escuchaba como él la invitaba al Cine, conciertos e incluso unas vacaciones en Hawái; Pero también en su subconsciente sabía que al irse, lógicamente terminaba su relación con ella.

Opto mejor por abandonar el tema, pensar en esos dos miserables le hervía la sangre y le hacía pensar en mil maneras de asesinarlos y también interrumpía en su entrenamiento.

Se sentó frente a un rio y vio como una mujer de cabello castaño se le acercaba, la mujer se veía agitada y el de inmediato se levanto para saber que sucedía.

-Vegeta- La mujer corría desesperada a sus brazos.

-¿Qué quieres ahora?- A el no le gustaba la presencia de nadie, además que le aclaró a esa mujer que no volviera a buscarlo.

-Es Sam, está muy mal, necesito que me ayudes a llevarlo por favor- Ella se arrodillo ante el, cosa muy humillante para cualquiera

-¿Por qué no se lo pides a otro?- Pregunto tratando de salirse

-Nadie quiere ayudarme, eres el único que puede, ya que eres el único cerca de aquí.

-Está bien, pero después me dejaras en paz- Se abrió paso entre unos cuantos arboles para llegar hasta una choza hecha de madera.

Vegeta había ayudado a esa mujer hacía unos dos días, ella tenía a su hijo en brazos, el pequeño se había accidentado en una bicicleta y estaba sangrando, el saiyajin después de varias súplicas, acompaño a la mujer hasta el hospital, ahora la misma mujer molesta regresaba a pedirle ayuda.

Entró a la casa y tomo al pequeño, al parecer estaba inconsciente y luego corrieron hasta un hospital cerca del centro.

Bulma estaba en una habitación, su esposo estaba mal, al parecer la comida de aquel restaurante tan refinado, estaba envenenada, tal vez ella se salvo al no consumir nada, solamente vino.

-¿Mi vida como estás?- Ella tomo su mano, estaba fría.

-Estoy bien, tú me das tranquilidad- Trato de sonreír

-Tal vez te den de alta en 3 días, quizá podamos viajar a un lugar bonito- Ella se acercó a su mejilla y la beso

-Sería muy bueno- Volvió a sonreír con cuidado, sentía un gran dolor en el cuerpo

-Oye cielo, ¿Qué ibas a preguntarme en el restaurante?

-Nada, es que algo se me callo, no es nada- Mintió, no sería bueno pedir matrimonio en una habitación de hospital.

Los dos se quedaron estáticos, observándose a los ojos, de pronto pasaron tres enfermeras corriendo con una camilla, había un niño allí, tal vez hasta inconsciente, bulma no pudo evitar salir a averiguar que ocurría.

Una madre desesperada tuvo que quedarse afuera de una habitación, se quedó sentada allí, llevada por su mala suerte, tapo su cara con sus manos, tal vez fingiendo que todo era un sueño.

Bulma al ver esto no pudo evitar sentarse allí, ella también era madre y sabía que dolía cuando un hijo se lastimaba o en los casos mas extremos, en la situación de ella, la mujer la observaba, pero no le hacía caso, estaba oculta en sus pensamientos.

-Mucho gusto soy Bulma Briefs- Ella estiro su mano a la mujer pálida- Sé que no es fácil que un hijo esté en esta situación, soy madre de dos y mi hijo siempre se lastima- Trató de encontrar una conversación para calmarla.

-Soy Alison- Ella descubrió sus ojos hinchados de llorar- Mi hijo Sam… Es lo único que tengo, mi esposo despareció y no volvió- Bulma se sintió identificada.

-Sé lo que se siente…- Ella se quedó ahora pensando, observando el piso, como si este tuviera una respuesta para todo.

De inmediato, un hombre apuesto, pero no muy alto, regresó de la cafetería con dos tazas de café, Bulma al verlo supo que sería su perdición, de nuevo.

-Tu…- Bulma se levanto y lo miro furiosa, pero a la vez, un poco alegre en su interior de verlo de nuevo.

-Tu- El la observo de arriba para abajo, con rencor.

Continuará.

Notas de autora.

Bueno, mucho gusto, soy Cataki09, esta es mi primer historia y espero que les halla gustado.