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Y ahí estabas una vez más, sin ningún tipo de pretexto, pero claro, ¿Que se podía esperar de un acto tan impulsivo como ese?
Tu cuerpo se irguió frente a él. Llamando así su atención.
— ¿Se te perdió algo? - la ácida manera de preguntar te hizo sentir aún más nervioso y al mismo tiempo molesto.
Él te observó con detenimiento para finalmente arrugar su frente. Tú te mantuviste en todo momento callado y mirándole a los ojos, esos negros y profundos orbes que desde siempre observabas y él tenía conocimiento de ello.
Sabías que se aprovechaba y te provocaba. Siempre había sido así y tú no tenías las agallas para reclamar por ello.
Pero hoy.
Hoy sería distinto, al menos eso fue lo que tu determinación sumada a tu impulsiva manera de ser, te habían dictado.
— No molestes y vete de aquí. - manifestó como era su ruda costumbre al hablar con cualquiera, pero estaba muy equivocado, porque tú no eres cualquiera.
Ni un suspiro, ni un mínimo aliento que confirmara que aún tus pulmones funcionaban correctamente. Solo la inconfundible marca de un agujero sobre tu mejilla, el mismo que siempre se formaba cuando solías sonreír. Eso fue tu respuesta.
Él se mantuvo sentado mirando hacia arriba, mirándote frente a él. Tú te agachaste solo un poco, tomaste en un movimiento su nuca y uniste ambos pares de labios. Al principio tus ojos no se cerraron, con la firme intención de mirar su reacción, pero pronto de ello se olvidaron cuando sentiste el placer de tu acción.
Mojaste sus labios, los cuales no se movían, quizá por la sorpresa, talvez por inexperiencia, aunque la segunda más bien la querías creer para tu ego enriquecer. Fuera cualquiera, inclinaste un poco tu cabeza para amoldar tus labios y le besaste con pasión, imprimiste en su boca el sello de la tuya, en sus labios tu sabor y en su mente tu recuerdo.
Te separaste habiendo logrado tu cometido, erguiste una vez más tu cuerpo y sonreíste con enorme placer. Sus ojos te siguieron, ni una palabra de su boca, ni un reclamo, tan solo la imagen de sus labios entreabiertos y su sorpresa impresa notoriamente en su expresión.
— Era todo, una pequeña venganza, nada más... - manifestaste con alegría y autosuficiencia. Tus manos se cruzaron tras tu nuca y le sonreíste por última ocasión, girándote para desaparecer de su vista, importándote poco quienes a su alrededor les hayan visto. – La próxima no será tan leve. – advertiste antes de perderte por completo.
"¿Pensaste que tus burlas se quedarían impunes? Eres un iluso Uchiha Sasuke"
Y mientras el viento revolvía tus rubios cabellos, cerraste tus azules ojos rememorando tu acción. Disfrutándola por segunda vez. Quizás luego decidieras vengarte de manera más privada.
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"…Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado…"
Samuel Beckett
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Pues con dedicatoria general para quienes me apoyan en la otra historia que tengo. Gracias por dejar comentarios y pues, esta pequeña locura salió hace cinco minutos, espero la disfruten y me den su opinión. Soy mala en los drabbles-viñetas, como sea que esto se llame, pero echando a perder se aprende.
C-you!
¡Besos!