Soñar a tu lado
Disclaimer: El universo de Harry Potter, sus personajes y todo lo reconocible son propiedad de JK Rowling, yo solo juego un poco con sus creaciones y todo es sin fines de lucro.
Aviso: Esta historia participa en el minirreto de febrero para La Copa de la Casa 18/19 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
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Si Ron era completamente honesto consigo mismo, no podía creer lo afortunado que era.
Los Granger fueron muy amables para invitarlo a pasar una semana en ese campamento al que es tradición ir, pero tuvieron un gran exceso de confianza al permitirle compartir una carpa con Hermione. Bueno, no es como si él fuera a defraudarlos.
La situación se arruinaba un poco al pensar en lo terribles que son las carpas muggles, pero en ese momento ni siquiera pensó en eso. Su mente se puso en blanco al ser consciente de lo afortunado que era.
Fue un día agotador. Estuvieron toda la tarde nadando, jugando y compartiendo con los primos de Hermione, que eran muy amables. Eran las dos de la mañana cuando entraron a la carpa y los mayores seguían afuera bebiendo. Él no solo estaba rojo de tanto quemarse, también estaba terriblemente cansado. Tanto que tardó un poco en caer en cuenta de que era la primera vez que dormirá con Hermione sin haber tenido sexo antes.
Si cualquiera de sus hermanos oyera sus pensamientos, estaría muerto. Para cualquier otro hombre eso tal vez no sea la gran cosa, pero para él sí. Y es que ni siquiera encontraba la manera de explicarlo, pero la intimidad que eso implicaba era tanta que se sentía muy afortunado de compartir ese momento con Hermione.
La temperatura se encontraba muy alta y estaban más sudados que un par de cerdos, pero aun así Hermione no parecía tener intenciones de separarse de él. El abrazo en el que se encontraban desprendía aún más calor, pero al demonio. Sabía que Hermione pensaba lo mismo que él, por la mirada que le dirigió antes de besar tímidamente sus labios y darle las buenas noches.
Ahora ya estaba completamente dormida, usando su camiseta de los Chudley Cannons, que se le pegaba a la espalda por el sudor. Y, de alguna manera, todo eso le añadía más intimidad al asunto. Su cabeza y todos sus rizos descansaban sobre su pecho, y en ese momento Ron lo supo.
Quería hacer eso por el resto de su vida. Dormir con ella sobre su pecho, sintiendo su calor, su aroma y sus rizos causándole cosquillas. Luego de ese momento no podrá volver a dormir sin ella.
Tal vez la idea de vivir juntos no suene tan descabellada.