Arvertensia: Esta historia está escrita por alguien que no ha leído ni una puñetera historia de Latin Hetalia en su perra vida. Bueno si, pero no me la acabe. Así que los personajes están creados a partir de lo que he leído en algunos summarys. Cualquier parecido con Latin Hetalia es pura casualidad. Si no teneis sentido del humor, os recomiendo que dejeís de leer ya.
Dentro vídeo.
Erase una vez, en el continente Americano. DE AMÉRICA. QUE NO ESTADOS UNIDOS. AMÉRICA SOMOS TODOS. WE ARE ONE. MUERTE A LOS GRINGOS. Un pequeño país que ocupaba un tercera parte de America-muERteAUsA-del Norte. Principalmente porque solo había dos jodidos países. Ah, me acaban de comunicar la existencia de otro más. ¿Canadá? Ya estáis inventando. ¿Algo más? ¿Que Gibraltar no es español? Anda ya.
Bueno, la historia se centra en nuestro querido amigo la representación de Mejico, el cual recibía el nombre de Guacamole. Guacamole era un hombre de bien entrado los cuarenta con su bonito bigote típico de anuncio de burritos y que siempre vestía su hermoso traje de ninja mexicano como buen patriota. También podían verlo acompañado de su fiel guitarra española y su gorrito de mariachi porque antes que persona, es mexicano.
Pero por muy buen corazón que tuviera Guacamole, había una cosa insoportable a sus ojos. Lo más horrible creado por el ser humano. Más concretamente por el estúpido gringo wey de USA.
Los estereotipos.
Guacamole lo tenía claro. El motivo de su ser no era representar a su país. ¡No! ¡Tenía el deber de acabar con esas malditas mentiras!
Pero, ¿qué podría hacer para ello? Con esa pregunta en mente, partió hacia la tierra de las oportunidades. Disneyland. Quiero decir, Estados Unidos.
Estereotipo nº 1
Los mexicanos no entienden nada de inglés
Guacamole destacaba por no haber salido jamás de su país. Era un hombre de mundo. Por tanto, al llegar a Nueva York, gracias a la magia de los fanfics, no tenía ni panchita idea de lo que pasaba pues los gringos hablaban en una especie de mexicano al revés. Porque la lengua de Mejico es el mexicano, el español no existe. Pena de muerte a quien nombre España. Mierda.
Mientras la autora era conducida a la silla eléctrica, Guacamole decidió preguntar a uno de los estadounidenses que por allí pasaban.
- Hey, wenas señor gringo. ¿Sabé donde queda la casa blanca, wey? - dijo educadamente a un señor alto, muy moreno de piel para ser gringo y con un turbante en la cabeza. Modas pensó.
El señor gringo le miro de arriba a abajo y le hizo una seña a otro señor gringo también de un aspecto similar al suyo.
- الموت للأرانب!– grito el primer señor gringo al segundo. Guacamole entendió perfectamente la frase. Este estúpido mexicano quiere robarnos las hamburguesas. Se encargaría de matar a Alfred en la próxima reunión.
Cuando fue a continuar su camino, el primer señor gringo se giro para continuar su conversación.
- Pirdone, siñiol...
- Guacamole.
- Guacamole, guacamole. Tinimos qui disirle qui esto is, Niu yorc. Y la casa blancia ista in washintun disi, ¿sabi? Asi qui si a equivocadi.
Lo que suponía.
- Oh, muchas grasias, señor americano – agradecido, Guacamole fue a darle un burrito para dar a conocer la gratitud mexicana pero el señor gringo negó con la cabeza.
- No, no, mi no ser americano. Yo seg arabe, comor Alá – acto seguido se lanzo al suelo y rezó sus oraciones en un extraño idioma al que clasifico como inglés. Tras su ataque epiléptico, volvió a erguirse delante suya-. Esperu habegle podido ashudad.
Guacamole asintió satisfecho. Al ver como su amigo no gringo se marchaba junto a su séquito de clones, porque eran todos iguales, cayo en la cuenta de la cosa más obvia del mundo. Así que le llamo al puro estilo mexicano.
- WEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEY – Con ese saludo tan patriótico, su amigo (y el resto de la gente, para que engañarnos) volteo a verle confundido- ¿Cómo se llama, señor?
El hombre sonrió, esa típica sonrisa de los anuncios de dentrificos capaz de eclipsar la luz del sol. Tras dejar a media plaza ciega, se dispuso a hablar.
- Osama – y le dio la espalda en un acto dramático-. Osama Bin Laden.
Y así, Guacamole hizo su primer amigo internacional. Regreso a su casita de nachos feliz de haber conocido a Osama, al cual jamás volvió a ver. Ese mismo día hubo el mayor atentado terrorista de la historia de Estados Unidos. Cosas de la vida. Esto en México no pasaba fue su último pensamiento porque ya se acaba el capítulo. Y tal.
Continuará..
Notas: esto es una parodia.
echadle humor a la vida, ermozas
xao
p.d: osama grita ''muerte a los conejitos'' para los que lo habeís buscado en el traductor y os ha salido algo completamente diferente
