Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979
Advertencia: Este es un Albert fic.
William Albert Andrew de 40 años de edad estaba casado con Marlid Robertson de 35 una mujer muy elegante y distinguida tenían 5 años de matrimonio, ella era hermana de Arthur Robertson un joven hábil en los negocios.
-Marlid, ¡déjalo ya!, tú no tienes que correr la misma suerte que ese fracasado.
-Por favor hermano ¿Qué dirán de mí nuestras amistades?
-Dirán que eres inteligente y que huiste a tiempo, mejor que digan aquí corrió que aquí quedó, además fue un matrimonio concertado entre nuestros padres y la señora Elroy Andrew, tú ni lo amabas cuando te casaste con él.
-En eso tienes razón no lo amaba y ahora tampoco el nunca me puso atención, creo que al único que ama es a su empleado George Thompson, al principio de nuestro noviazgo no cesaba de mencionar a su pupila pero después que ella dio su mal paso la llegó aborrecer tanto como la amaba que nunca más a quiso mencionar su nombre hasta le quitó el apellido Andrew.
-Eso de aborrecerla lo dudo, aún siguió subsidiando el orfanato donde vive con su hijo y la clínica de ese doctor que cuida de ella.
- ¿Por qué no quieres tenderle la mano a William? Estoy segura que con tu ayuda puede salvar el corporativo Andrew.
-¡Yo le advertí a tiempo!, tu estuviste presente en esa ocasión que converse con él ¿Y qué me contestó? que me faltaba experiencia y otra serie de idioteces que sólo de recordarlo me siguen dando coraje, lo que puedo hacer por él, es comprarle a buen precio Lakewood o su mansión de aquí de Chicago, desde que visité esas propiedades quedé impresionado, me gustaría ser el dueño de ambas.
-No seas tan duro Arthur y apóyalo, la verdad no quisiera divorciarme.
-¿Te pidió que intercedieras a su favor? ¿Por qué mejor no le pide ayuda a los Legan? el les ayudó a que construyeran ese complejo hotelero en florida.
-Ya acudió a ellos pero no quisieron ayudarlo.
-Nadie tiraría dinero bueno al malo, mira yo te ayudaré si te divorcias de él, todavía eres hermosa te llevaré a mis reuniones con mis socios, estoy seguro que uno de ellos se fijará en ti y podrás rehacer tu vida.
-Déjame pensarlo
-Tómate tu tiempo.
Marlid se fue a la mansión Andrew, cuando llegó vio que sacaban algunos muebles de la propiedad y algunas obras de arte de pintores famosos.
-¿Qué pasa aquí? ¿A Dónde se llevan esas cosas?
George que tenía un inventario contestó:
-Son órdenes de William, señora Marlid, le vendimos las cosas a un judío para reunir capital a fin de liquidar a los empleados con más de 20 años de antigüedad, para que no se queden en la calle.
-¡Y la que no tendrá donde sentarse seré yo! ¡Esto ya fue la gota que derramó el vaso! William me va a escuchar -reclamó Marlid entrando furiosa a la mansión.
-¡William!
- Hola mi amor ¿lograste algo con tu hermano?
-No te prestará nada! Lo que me dijo es que si pones en venta está mansión o la de Lakewood esta dispuesto a comprarla al precio que le señales.
-¡Oh que lástima!, tenía las esperanzas puestas en él.
-William ¿Por qué estás sacando nuestras cosas?
-Marlid, tengo el deber de liquidar a mis empleados de edad avanzada ya que no podrán conseguir empleo, conocí a un judío que está amueblando su casa y le vendí los muebles y las obras de arte, el eligió las cosas por eso las trasladaremos a su propiedad.
-William, perdóname pero ya no puedo seguir con esto.
-¿A qué te refieres?
-Quiero que me des el divorcio
-Marlid, ten paciencia te prometo que saldremos de esto, venderé esta mansión y la de Lakewood, pagaré algunas deudas, compraremos una residencia más chica que esta y lo que nos quede de capital lo invertiré, estoy seguro que en tres años habremos olvidado esta etapa de nuestras vidas.
-Lo siento William, yo no nací para estar pasando adversidades, mi hermano me ha dicho que se ocupará de mí solamente, hoy mismo me iré con él.
-¡Tú no te puedes ir! Recuerda lo que juraste en el altar, en la salud o en la enfermedad en la riqueza o en la pobreza.
-Y tu juraste amarme y cuidarme, las arras que me diste representaba que me ibas a dar todo y no lo cumpliste, tú fuiste el primero que rompiste el pacto.
Albert se entristeció y dijo: Está bien no te detengo.
Al día siguiente Marlid envió los papeles de divorcio y como se habían casado por bienes comunes se quedó con la mansión de Lakewood.
Pasaron seis meses y en la clínica Feliz, cerca del hogar de Pony, estaban el Doctor Martin, Candy y su hijo.
-A ver pequeño saca la lengua- indicaba el doctor Martin.
El niño de Candy abría la boca y sacaba la lengua.
-Ahora cierra la boca
El pequeño William Alistair la cerraba mordiéndose la lengua
-¡Ay Mami!-decía quejándose
-ja,ja,ja,ja este niño siempre cae
-¡Doctor Martin! Deje de hacerle bromas a mi hijo-reclamaba Candy
-Es que es tan inocente que me apetece hacerle bromas. Candy, ¿supiste lo de William?
-Supe que se divorció y que la mansión de Lakewood le quedó a su esposa.
-¿Y qué piensas de eso muchacha?
-Los Andrew tendrán que adaptarse a su nueva vida pero confío en que Albert se recuperará, Annie me escribió diciendo que Archie y ella pusieron un pequeño negocio de souvenirs en florida y que les está yendo bien, los Britter viven con ellos.
-Candy, ¿Después de tantos años sigues disgustada con Albert? él muchacho necesita alguien que lo apoye en esta época difícil, le llaman la gran Depresión, ¿Será que le llaman así porque todos se sienten deprimidos después de quedar en la ruina?
-Ay no sé Doctor Martin, Albert tiene a la Tía abuela y a George que nunca los ha abandonado.
-La señora Elroy enfermó, Albert me contó que se quedaron con una pequeña casa en el centro de Chicago, pero que él todavía no ha podio emprender algo porque no hay quien cuide a la señora Elroy, ya sabes que es muy quisquillosa, Albert se está haciendo cargo tanto de la Señora Elroy como de George.
-Pobre tía abuela a esta edad quedarse en la ruina, ha de ser terrible para ella, nosotros pues ya estamos acostumbrados a vivir en humildad y subsistimos de lo que nos traen los pacientes, aves de corral, cerditos, leche, etc. Hasta el momento no nos ha faltado nada, gracias a Dios que sólo tenemos dos niños en el orfanato y a mi hijo.
Mientras en una cantina de Chicago…
-¡George! ¡Otra vez ebrio!-reprendía Albert.
-¡Perdóneme Señor William! pero quiero morirme para no ser una carga para usted.
-Deja de decir tonterías, ven te ayudo, vamos a la casa.
-¡Señor William antes de morirme quiero que usted haga las paces con la señorita Candy!
-Estás ebrio George, no sabes lo que dices, Candy y yo nunca nos volveremos a ver.
Hola Chicas empecé este nuevo Fic, no es histórico pero ubico la mini novela en 1930, como saben es fantasía todo lo que escribo.
Es una continuación de la historia original en mi versión.
Soy 100% Albert Fan así que saben de antemano con quien se queda Candy.
Me da sentimiento que piensen que Olvidé como amar ya va a terminar, la única que dije que terminará es tu completas mi vida.
