Había una vez un niño muy hermoso llamado Edward, a quien todos llamaban Caperucito Edo porque siempre iba vestido con una caperuza roja. Un día decidió ir a Rizembull a llevarle unos repuestos de automail a su abuelita Pinako. Mientras iba en camino, se encontró con el lobito Envy.
-¿Adónde vas, caperucito Edo?- preguntó.
- A la casa de mi abuelita a llevarle unos repuestos de automail.
-¿Quieres te que acompañe?
- No, gracias. Si llego a aparecer con extraños la abuela Pinako me pegará con llaves inglesas.
Lobito Envy se despidió. Caperucito Edo siguió con su viaje.
Sin embargo, Envy no iba a dejar que Edward se le escapara tan fácilmente. Sabía muy bien que Caperucito Edo estaba siendo buscado por los militares, así que tomaría el camino más largo, siguiendo el curso del río. Así que el lobito Envy tomó el tren y llegó a Rizembull antes que Edo. Entonces, se transformó en el niño de la caperuza roja y se dirigió a casa de la abuela Pinako. Al llegar, tocó la puerta, pero nadie atendió. Entró. Había una nota sobre la mesa que decía: "Me fui a Rush Valley a visitar a un viejo amigo. Regreso en unos días. Pinako"
Caperucito Edo llegó finalmente a la casa de su abuelita. Tocó la puerta y escuchó una voz que decía que entrara. Al ingresar, se dirigió al cuarto de Pinako. Allí estaba Envy transformado en ella, acostado en la cama. Edward se acercó y dijo:
- Abuelita¿porqué tienes esa mirada y esa sonrisa de palmera psicópata?
En ese momento, la supuesta Pinako se convirtió repentinamente en el lobito Envy y empezó a acosar a caperucito Edo. Entonces, la puerta se abrió de golpe y Sailor Winry hizo su aparición.
- ¿Quién eres?- preguntó enfadado el lobito-homúnculo.
- Soy Sailor Winry y lucho por los automails y la justicia. Ahora, deja de maltratar el automail de ese niño o te las verás con mi hyper ultra mega super llave inglesa powa!
Envy la ignoró y siguió acosando a Edward.
- ¡Hyper ultra mega super llave inglesa powa!... - exclamó Winry- ¡Golpea!
Una hyper ultra mega super llave inglesa powa atacó al lobito Envy, quien se vio obligado a retirarse.
Y así, Winry y su llave inglesa salvaron el día.
