El mundo y los personajes de Digimon no me pertenecen.

Esta historia es para LeCielVAN.


La esencia del comienzo

Prólogo

Hikari se iba de campamento. No era primero de agosto y Takeru supuso que no tenía razón para sentirse inquieto por ello, era el sexto día del mes no el primero, pero la idea se le antojaba como curiosa al menos. Cruzaba en sus pensamientos el recuerdo de un verano inolvidable, niños cayendo al vacío interminable y mundos chocando entre sí.

—¿Por qué un campamento en medio de una semana de clases y no antes? —preguntó, cruzando los brazos detrás de su nuca.

Ella lo miró con diversión brillando en los ojos. Takeru quería sonreír por ver ese destello. —Sabes que es por ti, por nuestra historia. Porque mis niños quieren pasar su campamento en el Mundo Digital el primero de agosto así que se ilusionan tanto que tenemos que llevarlos a nuestro campamento del Mundo Real obligados.

Takeru realmente sonrió un poco en eso.

—¿Hablaste con tu madre por si puede cuidar a Koichi y Tsubasa mañana? No te olvides que tendrás que ir a buscar las cosas que pedí.

Él se congeló.

Hikari cerró el bolso que había preparado para el fin de semana y luego levantó la mirada. El silencio de Takeru podía ser tanto un sí como un no. A veces era difícil saber el significado que encerraba la ausencia de una palabra suya.

Hikari suspiró cuando leyó la respuesta en su cara. Ella siempre había sabido entender cuando había algo que escondía.

—Takeru...

—Hable con ella pero tenía que salir de la ciudad —ofreció como disculpa, torciendo los labios un poco en la admisión y en la ligera exasperación que había teñido la voz de Hikari cuando dijo su nombre—... Pero encontraré a alguien que se quede con los niños. Solo estaré fuera un par de horas. Tres, como mucho. No será gran cosa.

Hikari lo miró. No creía una palabra.

—La última vez dejaste a Angemon cuidándolos. Fue un desastre.

Takeru se sacudió en el recuerdo, indignado por el recordatorio de un error que percibía lejano, inocente. Hikari no se lo dejaba pasar. —¡Fue hace tres años!

Ella cruzó los brazos. —No quiero que los dejes solos en casa con los digimon.

—No pensaba hacer eso —se defendió. Hikari entornó los ojos un poco, como si hubiese visto algo en él, en el fondo de su mirada.

—Sora está cuidando a Taiyo este fin de semana, ¿recuerdas? Se quedó con ella porque mis padres no están y Yamato le pidió ayuda a Taichi con una de sus misiones.

Takeru se golpeó mentalmente por eso. Por un momento lo había olvidado. Su hermano trataba de no involucrar a Taichi en sus misiones, principalmente por la asociación directa que tenía su cuñado con los asuntos digimon. Una de las razones por la que lo llamaba era Omegamon. Cuando había llamado a Sora, su querida cuñada... hermana, había sonado tranquila, pero él le había dicho que todo saldría bien de todas formas.

—No dejaré a los niños solos en casa, te lo prometo.

Hikari sabía que tramaba algo.


N/A: ¡Ciel! Imagino que ya sabes de que se trata todo esto, cuál de las ideas de Takeru para cuidar a sus niños es. No será una gran historia pero sí está escrita con mucho cariño.


¡Gracias por leer!