Disclaimer: Si me ven parecida a Stephanie Meyer díganmelo, así me hago pasar por ella. Pero no, efectivamente no soy Meyer así que nada me pertenece salvo la loca idea de jugar con sus personajes.

Hola!!

Acá les dejo otra nueva idea que fluye de mi cabeza. Esto es sólo una introducción así que no se asusten. Espero que disfruten leyendo como yo escribiendo.

¡Besos, nos vemos abajo!


Ella caminaba por una calle repleta de gente, era una de las calles más concurridas del Estado. Llevaba puesto una camisa blanca con un saco de cuero negro arriba, una falda negra medias finas, unos zapatos de tacón de unos 7 centímetros, y unos lentes de sol negros. Muy formal.

Después de pasar la terrible calle céntrica, entró en un (también concurrido) edificio imponente a la vista. Al pasar todos la saludaban con una sonrisa y ella las respondía con un intento de sonrisa, que siempre terminaba siendo una mueca triste.

Durante el trayecto del ascensor hasta el piso 18 se maquilló. Los labios de un rojo sangre, los ojos delineados de negro y un poco de rubor. Todo eso le daba un aire de altiveza de superioridad, aunque ella no lo quisiera, no había podido evitar convertirse en la persona que ahora era. Fría, superficial, egocéntrica.

Entró su oficina, revisó su maletín que contenía papeles. Los sacó de allí y prendió su notebook, dejándola cargando se fue con los papeles en sus manos a la oficina de su socio. La de él era del mismo tamaño de la de ella, en el medio de la habitación había un gran escritorio con muchos documentos, carpetas y en ese momento un capuchino.

–Buenos días –dijo entrando en la oficina. No tenía la necesidad de tocar ya que entre ellos tenían confianza, mucha…–.

–Buenos días, princesa que llega cuando quiere –dijo Mike regalándole una sonrisa inigualable–. ¿Qué ha sucedido ésta vez?

Mike estaba sentado detrás del escritorio, con traje y una corbata azul que combinaba excelentemente con sus ojos, que eran de un azul zafiro. Sus cabellos dorados estaban desordenados, lo cual le daba un aire informal.

–Por si no te has dado cuenta el viernes lleve a mi auto para que lo arreglen –dijo la muchacha sentándose en frente de Mike–. Por eso tú me tuviste que llevar a casa, ¿o no te acuerdas?

–Mmm… Bella que preguntas haces –dijo significativamente el interrogado–. Claro que me acuerdo…

Bella lo miró a los ojos que estaban llenos de lujuria y deseo. Se quedaron mirándose hasta que Danielle (la secretaria de los dos) entró a la habitación, para preguntarle qué quería para tomar Bella, aunque ya lo sabía… café fuerte sin azúcar. Siempre pedía lo mismo.

–Eh… ¿en qué estábamos? –preguntó Mike haciendo reaccionar a Bella.

–Ah, sí. Yo te venía a entregar estos documentos y un fax –dijo con voz monótona Bella.

Se los dio y Mike empezó a leer.

–Así que nuestros ingresos están aumentando… –dijo feliz Mike–. Escucha: La editorial Twilight está entre los 10 mejores lugares en ventas de libros. Ésta misma el año pasado estaba en el lugar 28, este año hizo un cambio radical quedándose así con el 2do lugar en la lista.

Mike estaba que saltaba de alegría, con sus mejillas rosadas y excitado por la noticia.

–Wuaw, creo que los cambios en el personal han surtido efecto, ¿no crees, Bella? –la miró y ella asintió con energía–. Algún día tendrás que decirme porqué elegiste ese nombre para la empresa –como vio que la chica no respondía, le dijo–. ¿Me lees el fax?

–Sí –Bella lo atrajo hacia sí, y comenzó–:

Estimados señores Newton y Swan:

Luego de los impresionantes avances de su empresa, decidimos invitarlos a una hermosa velada en unos de los mejores restaurantes de Forks, Washington. Queriendo así agradecerles por lo generosos que han sido con nuestra industria.

Como dueños y presidentes de la empresa deben tener mucho trabajo en sus espaldas, pero si pueden tomarse un respiro para visitarnos les estaríamos muy agradecidos.

Desde ya muchas gracias,

Atentamente.

Señor y señora Thunder.

Los ojos de Mike estaban muy abiertos, y sí, recién a las 9:30 de la mañana se enteraba de dos cosas realmente (para él) excelentes… era mucho.

–¿Visitaremos a los Thunder, Mike? –dijo Bella. Ella sabía que aunque los dos no quieran la empresa se desprestigiaría si no iban. La industria de los Thunder también era una con muy alto nivel, sólo que ellos vendían autos, de muy buena calidad obviamente.

–Claro, Bella –dijo Mike, confirmando lo temores de Bella–. Lo que se me hace raro es que unas personas como ellos nos inviten a nosotros a comer a un restaurante de Forks, pudiendo invitarnos a unos de los mejores hoteles de New York o París.

Sí, Bella tampoco entendía eso. Sabía que la hija de los empresarios estaba en Forks, pero se rumoreaba que no la visitaban mucho. Le era realmente extraño, pero también era sólo una cena…

–No lo sé, Mike –dijo, después de haberlo pensado–. A mí también se me hace raro.

–Ah… ya nos veo ahí, rodeados de camarógrafos y periodistas –dijo egocéntricamente Mike–. Mmm… hay que tener un buen discurso preparado. Hay que impresionar a la prensa.

–Pero, ¿por qué? –preguntó incrédula Bella, tras lo que dijo Mike–. Puede ser que ni siquiera vayan.

–Bella… ¿qué todavía no lo entiendes? Somos la pareja más reconocida del país… y puede ser que de los alrededores también, ¿crees que no van a ir cuando nos vamos a encontrar con los Thunder? Nos filman hasta cuando salimos de la editorial. No entiendo cómo hiciste para llegar caminando hasta acá hoy sin que te matara la prensa.

Era verdad ellos eran la pareja se puede decir más "famosa" del país a éstas alturas. Los perseguían al lugar que iban y no los dejaban en paz. Suspiró derrotada.

–Me puse lentes de sol para venir –dijo sin ninguna expresión en la voz–. Por suerte hace calor aquí, pero en Forks si uso lentes me van a creer loca.

La risa estridente de Mike rellenó la sala, estaba tan feliz que hasta lo que dijo Bella le resultaba gracioso. El joven se levantó de su asiento y fue hasta donde Bella estaba. Puso una mano debajo de su mentón y levantó su cara. Atrajo su cuerpo al de él con la otra mano libre, quedando a milímetros de su boca.

–Sea lo que sea, eres mí loca. Viviendo en Jacksonville o en Forks, siempre lo serás –dijo y sellaron la conversación con un apasionado beso.


Hola!!

Bueno, espero que les haya gustado esta loca idea. Si les gustó, ¿me lo hacen saber por un review? Te incentivan a seguir escribiendo!!

Diganme las cosas que pasan por su cabecitas en estos momentos, y si les gustaría que lo siga o es una pérdida de tiempo :(

Besos, cuídense mucho

Noelia