Hooola a todo el mundo :3 ! Supongo que diréis: Omg, esta plasta sigue viva ! He vuelto después de que mi ordenador se rompiese por largo y tendido :3

Vengo con esta nueva historia pero con la mala noticia de que mis otros dos fics tardaré en continuarlos puesto que se me borraron todos los borradores al chafarse mi compu D: T_T

Disclaimer: Pokemon Special no me pertenece y bla bla bla. En serio, ¿de qué sirve esto si lo sabéis de sobra? xD

Rogamos a los amables y preciosos lectores que si les ha gustado este humilde prólogo dejen un review tan estupendo como ellos (?)


Prólogo.

Devoraba uno de sus preciados cigarrillos en la azotea del colegio, la habían vuelto a echar de clase por contestar de mala manera a un profesor. Eso le servía de excusa para subir a lo más alto del colegio y comenzar a meterse alquitrán para el cuerpo, con gran destreza cambió de posición el cigarrillo y sacudió la ceniza levemente dándole toquecitos con un dedo blanquecino, observando cómo los restos del papel y tabaco calcinados caían hasta el suelo del patio del instituto, un leve hilo de humo se alzaba juguetón sobre su cabeza el cual ella aspiraba todo lo que podía para disfrutar lo máximo de su mayor e insano vicio. Miró al cielo, joder, ¿desde cuándo ella era así? solía ser una buena chica, algo alocada y rebelde, pero no era de coger vicios perjudiciales, salir de fiesta y volver a las tantas sin avisar, no había sido mala estudiante y jamás se le habría pasado por la cabeza saltarse las clases o hacer que la echasen de ellas. Se echó con las manos su melena castaña hacia detrás y comenzó a juguetear con su flequillo con la mano izquierda mientras que la derecha metía de nuevo aquel trozo de papel en la boca.

El timbre sonó indicando la salida, era hora de volver a su casa, fue al aula que momentos antes había abandonado y cogió la cartera. Ni se molestó en preguntar los deberes, sabía de sobra que no los haría. Unos alumnos situados a pocos metros de ella la miraron de arriba abajo lascivamente, pasó por su lado y les dedicó la mirada mas burlona que tenía, haciendo que ellos se sonrojasen violentamente al haber sido descubiertos en su "análisis del género femenino" como solían decir muchas veces.

Caminó hasta su casa como el alma que lleva el diablo, no llevaba prisas pero tenía la costumbre de andar muy deprisa por las calles, nunca podía mantener paso lento, le causaba agobio. Abrió y tiró las llaves al mueble de la entrada mientras que con un pie cerraba la puerta, no saludó a sus padres, fue directa hacia su habitación. Abrió el armario y se quitó el uniforme, no tardó en ponerse unos vaqueros ajustados junto con una camisa blanca a botones, se remangó las mangas y comenzó a maquillarse. En realidad no había quedado con nadie, pero necesitaba tener alguna excusa para poder salir de casa diciendo que se había citado con Yellow y poder entrar con un carnet falso, puesto que aún no había cumplido los dieciocho, en alguna discoteca que habrían a partir de las cinco de la tarde.

- Blue, ¿has quedado con Yellow?.- Le preguntó su madre entrando por la puerta y viendo como su hija se difuminaba una sombra de ojos, la muchacha asintió con la cabeza y la adulta salió por la puerta suspirando, no había nada que hacer, Blue se les había hecho incontrolable.


- Bien, y con esto terminamos la clase de hoy. Recordad que debéis leer de la página sesenta y tres hasta la setenta y cinco.- Dijo un anciano de voz ronca y con poco cuero cabelludo ya. Cogió un maletín de cuero y salió por la puerta del aula encorvado, el peso de los años se iba notando ya. Un chico de ojos verdes y pelo castaño recogía sus apuntes y los guardaba en su cartera sin ninguna prisa, su madre estaba de viaje de negocios de nuevo y no volvería hasta dentro de dos semanas, por lo que tenía total libertad para volver a casa cuando quisiese. Salió del instituto tranquilo, muchas alumnas agrupadas en pequeños grupos le miraban y soltaban estúpidas risitas o algunos suspiros de desesperanzas. Era muy popular entre las chicas, pero en toda su vida su única relación estrecha con una chica había sido con su hermana Dalia.

Caminó hasta llegar a una casa unifamiliar color caoba la cual se parecía muy acogedora, fue entrar al recibidor y sonó el teléfono.- Residencia de los Oak, habla Green.- Contestó con desgana, no le gustaba recibir llamadas cuando llegaba a casa, le hacían sentir agobiado. Una histérica voz femenina le contestó al otro lado.- ¡Green! ¿Dónde estabas? He llamado con esta tres veces y pensaba que te había pasado algo.- Su madre como no, siempre tan protectora.- Mamá... estaba saliendo del instituto, me retrasé levemente porque el profesor Ounko se quedó más tiempo de lo normal explicando.- Mintió, sabía que su madre se tragaría así, y lo hizo por el suspiro que dió y que el oyó perfectamente.- Green, ten cuidado, no me gusta que te quedes tanto tiempo solo... pero caray, tienes diecisiete años, es hora de que aprendas a cuidarte. Bueno cariño, voy a entrar en la reunión. ¡Te quiero baby!.- Le dieron ganas de tirarse al suelo cuando escuchó el "baby", de repente a su madre le había dado por ponerle motes a todo el mundo, incluido el.