Forever and Always
En el polo Norte todos los guardianes estaban reunidos, sentados alrededor de una pequeña mesa, algo nerviosos debo decir. No, está vez no se trataba de Pitch u otro loco villano que amenazara a los niños del mundo ni nada por el estilo (lo cual molesto a algunos). Estaban ahí por otro motivo. Norte y Tooth se veían felices, la chica temblaba de emoción sonriendo sin parar como si los dientes más hermosos del mundo estuvieran en sus manos y Norte trataba de suprimir una sonrisa, obviamente sabían algo que los demás no.
-¿ya nos van a decir que sucede?-. Preguntó Conejo algo nervioso rompiendo con el incómodo silencio. Sin embargo no recibió respuesta, solo las miradas burlonas de Hada y Norte que parecía que se carcajearían en cualquier segundo.- ¿Qué es tan gracioso?-. Interrogó notoriamente molesto por la actitud de sus compañeros, pero estos no contestaron.
- Tooth, Norte ¿Qué sucede?... ¿Algo malo?-. Está vez habló el más nuevo guardián con un poco de preocupación, era verdad que cuando los llamaron dijeron que no había problema, pero quería estar seguro. Cuando Tooth lo escuchó empezó a reírse muy fuerte mientras revoloteaba por todo el lugar.- okey… ¿Qué pasa?-. Cruzó los brazos frustrado.
- nada ó Norte con una ligera risita mientras se frotaba la barbilla.- ya, no estén tan nerviosos: esto es para festejar-. Exclamó contento y divertido por la actitud extraña de todos.
- ¿¡festejar?!-. Bunnymund saltó de su asiento preso de la rabia.- ¡Norte! ¿¡Que les eh dicho sobre llamarme cuando no es necesario?!-. Se acercó al viejo de forma amenazadora.- ¡estaba haciendo algo importante! ¿Acaso crees que mis flores se coordinan solas?-. Le recrimino enojado. Bunnymund seguía siendo tan nervioso como siempre, aun cuando faltaban tres o cuatro meses para la pascua.
- El canguro tiene razón-. Jack se paró de su asiento.-uugg que feo sonó eso…-. Dijo asqueado ganándose una mirada mortífera por parte de Bunny.- en fin, yo también estoy ocupado, el solsticio de invierno es en una semana, además tengo pendiente una pelea importante de bolas de nieve -. Cruzó los brazos apoyándose en su cayado; ese día les había prometido a Jamie y a Sophie que jugaría con ellos y no los iba a decepcionar.
Sandman también estaba ocupado pero se mantuvo en su asiento observando todo, tenía mejores modales que los otros dos aun cuando tenía más responsabilidades, obviamente deberían aprender de él.
-calma, calma, no son los únicos ocupados, Navidad es en unos días-. Les recordó ahora irritado por la falta de interés de sus compañeros.- además, esto se trata de Tooth, es algo importante para ella ¿podrían poner un poco de atención?-. Quizá si les decía que esto tenía que ver con el hada (que era muy querida por todos) mostraran un poquito de interés.
- ¿Tooth?...de acuerdo, más vale que valga la pena Norte-. Bunny volvió a su asiento. Sin duda alguna su mejor y más antigua amiga merecía un poco de respeto e interés.
- si es por Hada está bien-. Dijo Jack sentándose sobre su cayado; después de todo Tooth siempre estaba ahí cuando se necesitaba y había accedido a darle el cilindro con sus dientes (con mucho esfuerzo) lo menos que podía hacer era escucharla.
- Gracias. Bien, ya cuéntales Tooth-. Norte le dio un codazo a la guardiana. No hacía falta que se lo dijeran dos veces, ella estaba tan emocionada y llena de alegría que quería gritarle a los cuatro vientos lo que le había pasado.
- ¡lo encontré!-. Gritó cargada de felicidad dando brinquitos, sus pupilas se veían dilatadas, sus alas se movían más rápido de lo normal y su corazón palpitaba tan fuerte que parecía que se le saldría.- ¡ya lo encontré! ¿¡No es increíble?!-. Repitió empezando a volar lentamente de un lado a otro, sintiéndose como una gorda y perezosa nube rosa que en vez de agua soltaba alegría mojada.
Cuando el pequeño y tierno hombrecito dorado lo escucho, no perdió tiempo y voló hasta la chica atrapándola en un gran abrazo de felicitación.
- ¿lo encontraste?-. Le preguntó el australiano con un poco de incredulidad, encontrarlo no era nada sencillo pero ella se veía demasiado contenta y extasiada como para ser mentira.- ¡eso es genial Toothiana! ¡Te felicito! ó contento abrazando a la chica emplumada, seguido por Norte, todos felicitándola.
- Eeeh?-. Jack no atinó a decir nada más al ver la extraña escena de todos los guardianes en el abrazo grupal. Jack no alcanzaba a comprender el porqué de la emoción sobre lo que sea que hubiera encontrado el hada, pero sea lo que fuese era algo muy, muy , muuuuy bueno. Suspiró. A veces creía que los guardianes tenían su propio lenguaje secreto para hablar, que, por supuesto, no le habían enseñado. En cierto modo así era, tenían su propia comunicación no verbal para decirse cosas sin que nadie supiera, algunas ocasiones lo usaban con Jack pero él no comprendía, eso les ayudaba cuando tenían que hablar sobre cosas que pensaban que el nuevo no entendería porque "era muy joven" o "demasiado inocente" Aunque claro que a veces no era intencional, después de todo, si trabajas con alguien durante siglos y siglos terminan conociéndose tan bien que las palabras sobran. Ese era el caso es día y Jack seguía meditando sobre si debería fingir que sabía lo que estaba pasando o, ser sincero y arriesgarse a ser tratado como un idiota por todos.
- ¿y bien, Jack? ¿Tú no vas a felicitarla? -. Le preguntó Norte señalando a Tooth que seguía irradiando felicidad.
- sí ¿no estás feliz por mí?-. Siseó Tooth ladeando la cabeza con un poco de tristeza, no podía creer que a su casi hermano no le agradara la noticia.
- si estoy feliz, pero…-. Paso una mano de la nuca a su frente pensando en que podía decir.- yo…jeje-. Bien, no podía fingir, no sabía ni como felicitarla ni que la tenía tan alegre, había cientos de posibilidades ¿acaso a algún niño fanático de cepillarse los dientes se le habían caído? ¿Tenía más haditas? ¿O por fin había conseguido las pinzas para extraerle los dientes? ¿O quizá había encontrado algún cilindro de otro espíritu? O… ¿el que sabía? Tooth se emocionaba por casi cualquier cosa.
- ¿tu…?-. Toothiana intentaba que él le dijera porque no estaba contento por ella.- ¿no te agrada que lo haya encontrado?-. Arqueó una ceja con melancolía.
- yo me alegraría… si supiera que es lo que encontraste ¿Qué fue?-. Alzó las cejas mientras dibujaba media sonrisa nerviosa, se sentía como un tontito preguntando eso pero ¿Qué podía hacer? Era más tonto fingir que sabía todo y después cagar todo con un mal comentario.
- oohhhh ¡no lo sabes! Jaja-. Tooth se empezó a reír muy fuerte junto con Conejo y Meme. El albino bufó, si, en efecto lo estaban tratando como el suponía: un idiota.- Norte, jajaja, explícaselo-. Señaló al chico que estaba todo atónito.
-Con gusto-. Aceptó de buena gana.- Jack, ven conmigo-. Le señaló comenzando a avanzar por el taller seguido por el chico.
- ¿y bien? ¿Qué encontró Tooth? ¿Y por qué todos se rieron de mí?-. Empezó a preguntar al llegar a la oficina de Santa.
- Calma, todo a su tiempo… ¿pastel de frutas?-. Le ofreció el postre con tu y duende.
- eehh no, gracias-. Había vuelto a rechazar el pastel, siempre se lo ofrecían, parecía que Norte no comprendía que, si ves a un duende lamer la comida una vez, se te va todo el apetito.
- de acuerdo-. Aventó a la pequeña criatura que solo pudo soltar un chillido.- ahora si ¿Qué querías?-. Se sentó en su silla sin apuro.
- Saber qué les pasa a todos-. Respondió con un poco de enojo.- ¿Y qué fue lo que encontró Hada?.
- Alto, primero comenzaremos con el principio-. Respondió de forma enigmática.
- ¿Qué?... comenzar por el princip….
- Bueno, Jack, como todos sabemos, los seres inmortales también tenemos derechos ¿correcto?-. Le preguntó con su marcado acento ruso.
- Ehh… correcto-. Contestó dudoso, había sonado más a pregunta qué a respuesta.
- ¡Exacto!-. Se levantó de su asiento de un salto haciendo a Jack retroceder.- todos merecemos lo mismo que los humanos.
- siii claro… eeeh ¿y eso que, tiene que ver?-. Alzó una ceja, no entendía nada de lo que le quería decir.
- ¡Todo! ó gritando.- escucha muchacho, al ser nosotros personas, de una u otra forma, también tenemos derecho a algunos placeres de la vida y…..
- sí, muy lindo, pero ¿y eso que? ¿Qué tiene que ver con lo que te pregunto?-. Repitió algo frustrado.
- ¡déjame terminar!-. Le exigió adoptando una pose intimidante.
- okey, te dejo-. Alzó las manos en señal de inocencia con miedo de que Norte lo golpeara o algo así.
- bien, como te decía-. Prosiguió.- Por buena voluntad de la Luna, nos dejó experimentar una de las más grandes y fabulosas magias de la vida.
- ¿Qué sería…?-. Arqueó las cejas un poco interesado, pero no demasiado.
- El amor-. Respondió con voz cantarina. Jack sintió como su estómago se revolvía.
- Uuugg-. Se llevó las manos al vientre, asqueado, corría el peligro de vomitar (N.A: que exagerado). Parpadeó varias veces para volver a la realidad.- bueno y, nuevamente ¿eso-que-tiene-que-ver?-. Ladeó la cara con fastidio, si algo odiaba era hablar de sentimientos cursis, como el amor.
- Escucha, lo que Tooth encontró fue a su pareja ideal-. Por fin le respondió.- todos tenemos una, todos ya la habíamos encontrado menos Tooth y entonces….
- ¡wow, wow, wow!-. Interrumpió sorprendido.- ¿cómo que todos tienen pareja?-. Se recargó en su cayado, sentía que las piernas le flaqueaban de la sorpresa.
-sí, todos estamos casados, bueno, Hada aun no pero….
- ¡¿Todos?! Ósea que tu…-. Lo señaló.- ¿¡tienes esposa!?.
- Eeeh si, ¿Cómo es que no lo sabías? ¿Acaso nunca vez películas de navidad?-. se empezó a reír, de los demás se lo pasaba, pero todo el mundo había oído hablar de la señora Claus.
- oh… cierto-. Asintió dándose cuenta de eso.- ¿pero y los demás? ¿Meme y Conejo, también?
- sí, Sadman está casado con Candy Dreams ¿has escuchado de ella?.
- claro que si-. Respondió obvio.- ¿Meme se casó con ella? Valla, tiene suerte el pequeñín-. Negó con la cabeza , divertido, pensando en la pareja de ellos dos.
- lo sé, aun no entiendo cómo pasó-. Norte se frotó la barbilla, pensativo.
- jajaja-. Jack estalló en risas.- ¿y Bunny también está casado? empezó a carcajear.
- sí, su esposa es una liebre muy linda-. Al contestar Jack se rió más fuerte.
- Valla, pobre desgraciada, mi más sentido pésame para ella-. Movió la cabeza al reírse como si sintiera pena.
- escuche eso-. La voz grave de Conejo resonó en la habitación al llegar.
- pero miren nada más, el canguro de pascua casado ¿tu chica es una linda cangurita?-. Jack se burló del australiano.
- no te burles de mi esposa-. Se acercó a él amenazadoramente.
- no, si no me burlo, hasta yo sería incapaz de ser tan cruel con alguien de tan mala suerte como para casarse contigo-. Volvió a reírse.
-¡ahora sí!-. Gritó presó de la furia antes de abalanzarse contra Jack.
- Aaah!-. Soltó un ligero grito antes de esquivar con gran agilidad el ataque del conejo.- oh si, fallaste-. Gritó divertido desde el techo.
-cuando te ponga las manos encima pequeño mocoso… amenaza de muerte fue interrumpida.
- buenoooo-. Se metió Norte.- yua basta, Conejo tranquilo, Jack solo está jugando ¿no?.
-sí, aprende a tolerar una broma sentó en su cayado con una sonrisa burlona. Bunny hubiera intentado matarlo de nuevo si en ese momento Meme no hubiera aparecido para calmarlo, adormilándolo con sus polvos mágicos.
- miren, ay zanahorias por todos ó Conejo en tono incoherente tocando las figuritas doradas sobre su cabeza.- yo quiero una…Zzzzzz Zzzzzz-. Y calló en un profundo sueño. Meme levantó su pulgar sonriendo.
- gracias Sandy, me salvaste el cuello-. Jack suspiró con tranquilidad tocando el hombro del hombrecito que lo miró alzando una ceja.
- Como sea, Jack, deberías respetar a la esposa de Bunny, es muy agresiva-. Le aconsejó Norte.
- Naaah, no me preocupa-. Repuso dándole una palmada al viento, despreocupado.- así que todos tienen familias… ¿por qué no me la habían dicho?
- nunca mostraste interés por conocernos, siempre estás en lo tuyo-. Le explicó Santa. Sandy también le dio la razón dibujando cosas muy rápido sobre su cabeza.- además creímos que tendrías una idea, ¿Qué pensaste que hacíamos con todo nuestro tiempo libre?
- no sé, preocuparse-. Respondió el albino.- nunca me imaginé que… bueno, tuvieran tiempo para mujeres si ni siquiera tenían para niños-. Recordaba claramente las palabras de Norte en la madriguera.- además ¿por qué nunca eh visto a tu esposa? Te ayudo en el taller desde hac años, en fin, desde lo que pasó con Pitch y jamás la vi o me hablaste de ella.
- pues porque ella vive en mi casa personal, en el ala oeste del taller y, bueno, yo pensé que no te interesaría hablar de Ivett-. Se encogió de hombros. Reconocía que era bastante grosero nunca haberle contado sobre su esposa si a él lo consideraba un hijo, pero nunca se le había ocurrido presentársela.
- Ivett… con que así se llama la mujer que nunca me presentaste-. Jack se frotó la barbilla y lo miró acusadoramente.
- sí, perdón por eso-. Se rascó la nuca avergonzado y se rió nervioso.- pero de ahora en adelante sabrás sobre ella.
- Gracias. Bueno ¿y quién es la pareja de Tooth?-. Preguntó el invernal chico muy interesado.
- pues es… ¡rayos! Tooth ya se fue y no pudo presentárselos-. Chasqueó la lengua molesto.- es una lástima, el chico es genial y tiene dientes muy blancos.
- ya me lo imagino-. Jack sonrió imaginándose a Tooth meterlas manos en la boca de su novio.- ¿y que espíritu es? ¿El de la limpieza? ¿El del Hallowen? ¿U otro?-. Preguntó con inocencia.
- ¿Qué? Jajajajaja, Jack, no es un espíritu… todavía-. Le dijo sentándose cómodamente en su silla favorita.
- ¿todavía?... ¿Cómo que no es un espíritu?-. Se sentó en el escritorio prestando mucha atención.
- bueno, Stephen…es humano-. Respondió sonriendo con culpa.
- ¡¿Queé?!-. Jack se paró en el escritorio de un salto.- oh wow jo jo ¿Cómo que es humano? Yo creía que no se podía andar con ellos, y además ya no nos ven los de la edad de Tooth ¿o su novio es un niño?-. Preguntó con un poco de horror.
- No, no, no. Mira, ay personas especiales que siguen creyendo a pesar de su edad, esa gente está hecha para nosotros, solo para nosotros, es su razón de existir, pero encontrarlas no es fácil, claro, a menos que la invoques-. Le explicó de buena gana.
- ¿invocar? ¿Qué es…?-. no pudo continuar.
- Brrrr, ¿de qué me perdí?-. Conejo se levantó del suelo sin recordar nada.- ¿Qué pasó? ¿de qué están hablando?-. Volteaba para todos lados como desorbitado.
- le explicó a Jack sobre las persona ideales para nosotros-. Contestó Norte.
- Aaaah, el cabeza de escarcha aún no sabe, ya caigo-. Se recargó en una pared.
- como te iba a decir ¿Cómo que invocar?-. preguntó otra vez el chica.
- yo contestó-. Conejo alzó la pata.- cuando llevas más de cien años solo, puedes pedir encontrar a tu pareja.
- pero no lo recomendaría-. Intervino Norte.- si la invocas todo será mucho más difícil, y puede que no resulte como quieres-. Talló a un chico y una chica de hielo.
-¿por qué?-. preguntó Jack sin entender la preocupación.- no veo el problema.
- bueno, imagínate: un chico espíritu invoca a su pareja, la Luna se la concede-. Empezó a moverá los monitos creando una obra.- pero supongamos que ella ya tiene novio y no lo quiere-. Alejó de allí la figurilla.- esto provocaría un corazón roto, y, si se le quiebra el corazón a un espíritu y, aún más, a un guardián, también se le rompe el alma-. Quiebra al monito por la mitad.- y un alma rota fortalece a la oscuridad, tanto que podría apoderarse del pobre espíritu-. Ahora lo rompe en pedacitos.- ya ah pasado-. Finalizó en tono lúgubre.
- eso se oye mal-. Comentó el albino.- ¿ustedes no lo hicieron?.
-no, a nosotros nos llegó por sorpresa-. Contestó el pooka.- no necesitamos pedirla, ni usar esa extraña frase para poder encontrar a nuestra pareja.
- ¿y cual frase es?-. volvió a preguntar el más joven, con mucha curiosidad.
- emmm, es esta-. Norte le pasó un libro abierto, y, ahí, escrita en pulcras y doradas letras mayúsculas estaba la frase mágica.- pero por ningún motivo debes leerl… ¡NOOO!-. Norte gritó con horror al escuchar como Jack leía el libro en voz alta.
- ¿Qué?-. Preguntó al sentir un golpe fuerte por parte de Conejo en su blanca cabeza.- ¿por qué me pegas?!-. le reclamó a Bunny, enojado.
- ¡Por qué eres un idiota!-. Le contestó enojado y preocupado.
- va, ¿y ahora que hice?-. Preguntó sin entender nada cruzando los brazos.
- ¿Cómo que, qué?-. Exclamó Norte, consternado.- ¡acabas de llamar a tu pareja!-. Lo señaló con brusquedad.
- no, no lo hice-. Se defendió negando con la cabeza.- solo leí el libro ¿Qué tiene de malo?-. Se encogió de hombros.
- todo, estúpido-. Le gritó Conejo.- si lo lees la llamas.
- ¡pero yo no…!-. se detuvo en seco.- Ouh, es verdad… upsi -. Sonrió nerviosamente y acomodó las manos tras su espalda dándose cuenta de lo que había hecho.
- ¿Upsi? ¿Acabas de hacer una gran estupidez y solo dices upsi?-. Norte también le gritó de forma cortante.
- pues si ¿Qué debería decir?-. Miró a todos lados buscando algún apoyo.
- ¿Ahora si me dejas golpearlo?-. Preguntó Bunny algo malicioso y enojado. Norte se cubrió los ojos con cansancio y suspiró.
- adelante-. Señaló al pobre chico del invierno. Alguien tenía que darle una lección por haber hecho la mayor tontería que pudo haber cometido en su eterna vida, y claro, nadie mejor que Conejo para ese tipo de trabajos.
Ooooo0ooooO
-Aaaah, Ahhh-. Jack se detuvo en un el tejado de una casa, jadeando. Volteó a ambos lados antes de esbozar una sonrisa cansada pero victoriosa.- bueno, creo que ahora si lo perdí-. Por fin había logrado escaparse del canguro de pascua. Por mucho que le doliera admitirlo, Conejo sí que tenía mucha fuerza, podría jurar que tenía cientos de moretones bajo la sudadera, a la buena que había conseguido distraerlo lo suficiente para congelarlo y escapar del taller; Bunny lo había perseguido un largo trecho pero parecía que ya se había ido, por suerte.
Se tocó el pecho y soltó un quejido, lo había golpeado muy fuerte y valla que se veía furioso. Chasqueó la lengua, irritado. ¿Qué más daba ese pequeño accidente? Aun cuando consiguiera a… bueno, a su pareja ideal, no le importaría, el amor no estaba en su vocabulario, ni en el de hoy, ni en el de ayer y posiblemente tampoco en el de mañana. No quería una novia, no la necesitaba, solo necesitaba amigos, niños que jugaran con él y, por supuesto, diversión. Hablando de eso, Jack recordó la razón por la cual ese día estaba ocupado. Sonrió. Ya tenía algo que hacer, para su buena suerte estaba en Burguess, lo que solo significa una cosa: jugar con Jamie, Sophie y los demás niños.
Ooooo0ooooO
-¿ya casi, Jamie? chica de cabello castaño y ojos verdes muy bonita que aparentaba unos 12 o 13 años interrogaba preocupada al chico que colgaba desde el techo de una casa.
- Sí, no te preocupes Kim, ya casi alcanzó tu pulsera-. Contesto el chico. Jamie había crecido mucho en esos años, con decirles que ya había cumplido los trece años de edad, había aumentado mucho su estatura y masa corporal, su cara aún seguía siendo infantil pero fuera de eso parecía todo un hombre y un hombre nada feo.- repíteme como fue que llegó hasta acá arriba.
- agg, fueron los tontos de Ross y Leo, me la arrebataron y comenzaron a lanzársela entre ellos, pero los muy tontos la aventaron hasta el techo del vecino y salieron corriendo-. Suspiró molesta.- siempre tan infantiles ¿no?-. Se encogió de hombros mirando a Jamie.
- sí, como ay gente que no madura jeje-. Soltó una risita nerviosa estirándose más. ¿Cómo reaccionaría Kim si supiera que él todavía creía en los guardianes? De ninguna manera pensaría en averiguarlo, prefería dejarlo a la imaginación. Es que ella ya actuaba como toda la adolescente que era, mientras que él seguía jugando con Jack Frost y los amigos de Sophie en el parque.- ¡oh! ¡La tengo! ¡La tengo!-. Gritó presa de la emoción al sentir el accesorio de la chica.
- ¡grandioso Jamie!-. Kim aplaudió encantada al escuchar las palabras.- ten cuidado al bajar del… ¡Jamie!-. Ahogó un grito del susto al ver como el peli-castaño caía de la azotea. Corrió hacía él con mucha preocupación, afortunadamente parecía que no se había hecho daño.- ¡Por dios, Bennet! ¿Estás bien? hincó en el suelo al lado de él y le tocó los hombros, como revisando que no tuviera nada roto.
- Sí, estoy bien… yo… ¡la tengo!-. Agitó la pulsera con alegría. Kim le sonrió muy feliz y agarró su accesorio.
- ¡guau! ¡Bennet, eres el mejor!-. Exclamó antes de atrapar a Jamie en un abrazo que rápidamente fue correspondido. Al separarse se acercaron mucho, parecía que en cualquier minuto se besarían, estaban muy cerca cuando…
- ¡Kimberly! ¡Kimy! ¡Es hora de cenar! ¡tus hermanos ya están aquí!-. La voz de una mujer los interrumpió. Ambos se separaron ruborizados.
- ¡ya voy mamá!-. Respondió la chica levantándose muy a su pesar al igual que el chico.- adiós Jamie-. Se despidió molesta por tener que irse.
- adiós Kimy-. Agitó la mano para despedirla, no podía negar que se había enojado por la interrupción. En eso ella volvió y deposito un beso en la mejilla del castaño.
- te veré mañana ¿de acuerdo? No faltes-. Eso fue lo último que le dijo Kimberly antes de salir corriendo a su casa, roja como un tomate.
-si…-. Fue lo único que alcanzó a articular. Se llevó una mano a la mejilla.- Aaaah-. Suspiró encantado y se recargó en el troco de un árbol con una actitud soñadora.
- Aaaah-. Una voz imitó su suspiró, solo que mucho más exagerado. Jamie levantó la vista y, justo arriba de él, sentado en una rama estaba su mejor y posiblemente más raro amigo: Jack Frost.
- ¡Jack!-. Gritó con sorpresa y algo de susto, no esperaba verlo y menos en ese lugar.
- hola Jamie ¿Qué te pasa? parece que viste un fantasma-. Lo dijo burlonamente. En su voz se podía notar claramente la ironía. Jamie bufó.
- pues casi casi-. Se río con nerviosismo ¿Qué tanto había logrado ver?.- oye… ¿Cuánto tiempo llevas sentado ahí?-. Se movía con vergüenza de un lado a otro, esperaba que apenas hubiera llegado, no le agradaría nada que hubiera visto todo eso.
- Ehhhh, no empezó a reír disimuladamente mientras se bajaba del árbol.- pero lo suficiente para ver a tu novia-. Le dio un codazo amistoso.
- ¿Quién? ¿Kim? Ella no es mi novia-. Protesto apartando a su amigo.
- ¿no?-. alzó una ceja, el niño negó con la cabeza.-Aaaah que suerte, se me hizo bonita-. Habló con malicia, le encantaba molestar a la gente.- quizá cuando crezca…-. Jamie lo jaló bruscamente del suéter, como amenazándolo.
- ni se te ocurra pensarlo-. Le advirtió, no era común en él hacer eso, pero esas palabras lo habían molestado mucho.
- wow jaja, calma Jamie, solo estaba jugando-. Lo apartó riéndose, su rabia se le hacía absurda.- y si lo que quieres es hacerme daño ni te esfuerces, alguien más ya se encargó-. Se sacudió su sudadera.
- lo siento Jack, pero de verdad me molestaste-. Retrocedió un poco, avergonzado por su reacción.
- no te preocupes, es lo usual-. Hizo un gesto desinteresado con la mano.- ¿y bien? Si no es tu novia ¿Quién es?-. Se sentó en una cerca de madera, mirando al chico acusadora y divertidamente.
- una amiga-. Respondió jugando con sus manos.
-aah con que una amiga…-. En su cara se dibujó una mueca picara.- ¡wow! Los amigos cada día se hacen más cariñosos ¿no crees?-. Comentó en tono insinuante.
- okey, me atrapaste-. Volteó al piso como si fuera la cosa más interesante del mundo.- si, ella me…
- te gusta-. Le completó riendo.- pero como vuela el tiempo, nunca pensé que el pequeño Jamie Bennet se enamoraría-. Volvió a reírse.
- no te burles-. Cruzó los brazos enojado.- y ya no soy pequeño, tengo 13 años-. Replicó desviando la mirada.
- Jamie, mientras sigas midiendo menos del 1.80 seguirás siendo pequeño para mí-. Suspiró bajando de la cerca, tocándole la cabeza al niño.
- ¿hasta entonces?-. Preguntó con cierto horror golpeándose la frente.
- encogió de hombros.- pero cambiando de tema-. Sonrió.- tú ve por el trineo y Sophie , yo por mientras creo la nevada-. Empezó a mover su cayado pero Jamie lo detuvo con una expresión avergonzada.- ¿Qué pasa Benet?
- emm yo… ¿te molestaría no hacer la nevada?-. Sonrió de medio lado, no podía negar que le apenaba pedirle eso, considerando que siempre lo presionaba para que cubriera todo con el manto blanco.
- ¡¿Qué?!-. Lo miró desconcertado.- ¿no quieres que nieve?... digería la noticia, el castaño adoraba la nieve y ahora de la nada no la quería, había gato encerrado en todo eso.- Tu… ¿Quién eres tú y que hiciste con Jamie?-. Le apuntó con el dedo acusadoramente.
- Jack, soy yo… es solo que… mañana es la posada de la escuela y… si nieva se va a cancelar, además le prometí a Kim que…-. Se frotaba las manos constantemente, avergonzado.
- Oh, con que esto se trata de tu chica-. Se apoyó en el cayado.
- sí… entonces ¿podrías…
- claro, no te preocupes-. Respondió intentando mostrar desinterés.
- gracias eres un buen amigo.
- ¡Jamie! ¡ya es tarde! ¡Es hora de cenar!-. la madre de Jamie llamaba desde el pórtico de su casa.
- ¡ya voy!-. Contestó el castaño.- Adiós-. Se despidió antes de ponerse en marcha.
- hasta luego… y salúdame a Sophie-. Le gritó antes de alejarse volando.
- ¡lo haré!-. Respondió antes de perder al albino de vista e irse a casa.
Jack se sentó en un árbol del parque, mirando a todas las personas con cierta nostalgia. Suspiró aburrido. Si, había algunos niños por ahí, pero no sentía muchas ganas de jugar con ellos, lo cual era muy raro, siempre quería estar con ellos pero ese día en especial parecía que todas sus ganas de divertirse se habían esfumado. Quizá si el paisaje fuera nevado tendría más razones para ir con los niños, jugar a las guerras de bolas de nieve o hacer resbalar a los adultos y a los adolescentes, pero no. No podía hacer eso, no podía hacer su trabajo, no sin arruinarle el día a Jamie. Bufó. Se sentía un poco desplazado estos días, sus primeros amigos crecían cada vez más; de poco en poco iban madurando, a tal grado que Pippa y Magdalena ya no lo podían ver ¿Por qué? ¿Por qué tenían que crecer? No era justo, no señor, de ninguna manera. Los otros lo seguían mirando y lo saludaban pero solo eso, ya no jugaban como antes; claro, con excepción de Jamie y Sophie que aún conservaban la alegría infantil ….bueno, al parecer Jamie la estaba perdiendo, últimamente se veía avergonzado cuando jugaba con su hermanita en el parque y volteaba para todos lados, como temiendo que alguien lo viera. Jack se sentía triste ahora que iba perdiendo de poco en poco a su mejor amigo y esto le molestaba, en un futuro no no tendría con quien hablar y jugar siempre que quisiera…; por lo menos tendría a Sophie cuando él creciera, pero no era lo mismo, no , no lo era, ni siquiera se acercaba si era sincero consigo mismo.
Alzó la vista, ya era de noche -oscurecía muy rápido debido a la estación- miró la Luna, aún siendo guardián se sentía solo, nada llenaba el vació, nada de lo que intentaba. De pronto, una parte oscura y retorcida de su cerebro empezó a pensar en lo ocurrido esa mañana. Una idea rara le cruzó por la cabeza ¿por qué no? ¿Qué podía perder si intentaba tener novia? Podría ser que fuera bueno, dado que todos parecían volverse locos por conseguir pareja, al parecer era lindo tener una novia. Sonrió inconscientemente. De cualquier forma el daño estaba hecho ¿Qué más daba? Podía intentarlo, además ¿Quién se le negaría? (N.A: yo no) Él no era presumido ni mucho menos pero sabía que le gustaba a muchas espíritus ¿Qué tan difíciles serían las humanas? No tenía nada de qué preocuparse, ni nada que perder y… ¡No! ¿en que estaba pensando?. Se sacudió la cabeza intentando deshacerse de todos esos pensamientos, no le cabía en la cabeza la sola idea del amor pero…
-Jack Frost-. La voz de alguien a quien no escuchaba desde hace 305 años llegó hasta sus oídos.
- ¡Luna!-. se paró de un salto.- ¡¿me hablaste?! ¡me hablaste a mi!-. Gritó con intensidad presa de la alegría y la sorpresa
-Tu pareja…cerca…búscala
- ¿Qué?-. Preguntó al aire pero no recibió respuesta.- ¡NO! ¡NO ME IGNORES! ¡OYE CONTESTAME! ¡MIM!.. ¡rayos! , solo el silencio. Maldita luna ¿Por qué nunca contestaba? ¿y por qué solo decía pocas palabras? Pudo molestarse en decir algo más. Sin embargo el mensaje era claro y debía obedecerlo. Debía encontrar a su pareja.
.
.
.
.
Bien este es mi primer capítulo, la verdad tenía la idea desde hace mucho y aproveche a primera chansita que pude para escribirlo, y aquí estáp. Bueno, me agradaría que me dijeran su opinión, igual no sirve de nada escribir algo que nadie va a leer ¿verdad? Espero y les guste. Bye, un beso psicológico a todos. Muaaa!.
PD: seguiré con mis otros proyectos pronto ¡adios!
