Pues mi compañera de Locuras Brenda-Sama (por aquí la conocen como Sikkandda) me ofreció amablemente con una 9mm escribir un fic en el cual explicara cómo y porque Byakuya perdió la razón en su actual Fic (ADVENIMIENTO DE EVENTOS DESAFORTUNADOS)
Aclaro que no poseo ninguno de los personajes de Bleach espero y disfruten de este fic dedicado A mis amiwas locochonas Krystelle, Ayame y Brenda Sama
Capitulo Uno: La captura
Hacia un dia despejado en el sereitei, un dia tranquilo y relajante para todos sus habitantes…
Para todos excepto para los del departamento de tecnologías…
-Vamos que esperan sontenganlo!!- Grito una voz irritada hacia un grupo de 12 personas que intentaban contener a una bestia enmascarada de al menos un metro de altura
–mama, mama ayudame - gemia la pequeña criatura, que había sido capturada por el doceavo escuadron en una de las expediciones al mundo de los vivos, quien con una inesperada onda de poder se libero de casi la mitad de sus captores mandando a varios a volar, y a un desafortunado shinigami lo tomo con sus grandes fauces de la pierna, arrancándosela en el momento. A otro, un poco mas afortunado simplemente la marco el rostro para siempre con una de sus imponentes garras.
Los ayudantes que salieron casi ilesos voltearon a ver a su capitán llenos de horror, Kurotsuchi Mayuri, aun mas irritado que antes se acerco a la pequeña criatura, la cual, al parecer era mucho mas fuerte de lo que su tamaño daba a conocer.
-Oh… eres mas fuerte de lo que pareces… en verdad no me equivoque al escogerte como sujeto de laboratorio
-Mama?- Dijo la pequeña criatura aun con el miembro del shinigami en la boca, cubierta casi en su totalidad en sangre
-Aquí no se encuentra tu madre- Dicho esto el capitán llibero su shikai y procedió a paralizar, uno por uno, los miembros de la criatura, haciendo caso omiso de los gritos desgarradores de dolor de su subordinado y del llanto de la ahora cautiva criatura –Que te quede claro que ahora no eres mas que un objeto de estudios- -Mamaaaaaaaaaa!!!!-
Y todo esto aconteció frente a los ojos curiosos de una shinigami pelirosa