Supongo que alguna vez habrán oído esta frase: "La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa". No recuerdo quien la dijo, o la escribió; Pero quien lo haya hecho, tiene razón. Mi madre es la persona que se sienta a ver lo que pasa, siempre lo fue.

Acá estoy otra vez, en la misma situación en la que estaba cuando tenía solo 16 años y no sabía defenderme, solo era una niña asustada, la cual quería tener el apoyo de su padre, o el de su madre al menos. Pero hoy, ya pasaron 7 años desde que paso aquello, sé que es difícil y soy lo suficiente valiente para enfrentarme a los gritos de mi padre, ya no soy una niña, soy una mujer, la cual ya tiene su casa, su trabajo, su perro y su familia, no de sangre, sino de corazón, pero a esa si se la puede llamar familia.

Se le llama familia a esas personas que siempre están y van a estar con vos sobre todas las cosas. Y yo me enorgullezco de llamar familia a mis mejores amigas, o ya hermanas, Emily y Marie.

A Emily la conocí en la universidad, a la que mi padre me mandó obligatoriamente a ir luego de graduarme, la cual dejé un año después… a escondidas. Se suponía que de esa universidad iba a salir como abogada, pero no, no me veía siendo abogada, así que lo dejé, al igual que Emily. Nos escapamos, con ayuda de una profesor, Charlie, quien es ahora muy amigo de nosotras. Él le informó a mi padre que la cuota para pagar la universidad ya no se mandaban al establecimiento, lo cual es mentira, sino que la tenía que mandar al correo que tenía el pequeño pueblo, Easton, y él la retiraba. La verdad es que si retiraba el dinero, pero luego nos lo mandaba a Emily y a mí a Manhattan. En ese tiempo vivíamos en un hotel. Pero luego de recibir tres cuotas de mi padre, las cuales serían para la universidad y tres cuotas mas, de parte de los padres de Emily, nos compramos un departamento, no uno cualquiera, es un departamento muy grande. Tiene un living-comedor, una cocina inmensa, tres habitaciones con un baño cada una. En el momento que nos mudamos ahí, una habitación sobraba y sin pensarlo dos veces buscamos a alguien para que la ocupase, para también poder tener dinero nosotras y repartir los gastos con quien aceptase vivir allí. El mismo día que publicamos el aviso en el diario, de que teníamos una habitación de mas, nos llamó una chica, Marie, quien ahora es una de las personas más importantes en mi vida. Dijo que estaba desesperada, y que necesitaba mudarse con urgencia, que no tenía trabajo, pero que le demos la oportunidad de quedarse ahí hasta que pueda conseguir uno y pagarnos. A Emily costó convencerla de eso, ya que es una chica difícil. Yo también lo era, pero Marie de verdad sonaba desesperada, y me había convencido.

Al otro día, Marie se encontraba en la puerta del departamento con cuatro grandes valijas, muy grandes, y abrazándonos como si la hubiésemos salvado de que cayese un precipicio. En el momento pensé que estaba loca, pero luego nos contó porque su desesperación por mudarse. Sus padres la habían echado de su casa, cuando dijo eso, mi corazón se ablando al recordar como mi padre hizo lo mismo conmigo. Pero ella tenía una razón diferente, no fue por acostarse con el mejor amigo del novio y quedar embarazada. La echaron por ser lesbiana. Sus padres eran muy estrictos, muy religiosos y amaban más lo que pensara la gente de ellos al tener una hija que quisiera estar con otra mujer, que a su propia hija.

Y acá estoy yo, ahora, en Ohio, con mi padre gritándome sin parar, y mi madre a un costado mirando. ¿Saben qué? Mi madre volvió con mi padre a mis espaldas. ¿Y saben que es lo peor de todo? Está en la misma situación que hace 7 años. Mi madre no hace nada, es como si el tiempo no hubiese pasado, como si estuviese reviviendo la situación de mi embarazo. Pero esta vez sin el estúpido de Finn Hudson a mi lado. A mi lado izquierdo están Emily y Marie. Y a mi lado derecho nada más y nada menos que Santana López, si señores, la misma Santana López que estaba loca por Brittany, ahora dice estar loca por mí. Está tomando mi mano al mismo tiempo que mi padre la mira como si fuese un perro sarnoso. No sé qué ha pasado en estos últimos tres meses, pero Santana, mi mejor amiga, ahora es mi novia. Me la encontré en New York, caminando en Central Park con Kurt. ¡Kurt está todo hecho un hombre! No me malinterpreten por favor, lo digo porque, esta grande, no me acostumbro a ver a los chicos de McKinley después de tres años de la graduación. Bueno, desde que me encontré a Santana aquel día, me contó que termino con Brittany ya que ella en el año que había repetido en McKinley estuvo con muchos chicos, y chicas. O eso es lo que decía Jacob Ben Israel. Yo no le creo, pero Santana si lo hizo, y al instante que leyó la noticia de que Brittany se había acostado hasta con él, la hizo estallar, y llamó a Brittany y rompió con ella. Desde ese día no hablaron mas. Llevan dos años sin verse, y Santana intenta que yo ocupe su lugar, ella no sabe que yo lo sé, pero yo se que se aman, y que Santana nunca dejará de estar enamorada de Britt, pero no me importa. Santana me brinda apoyo, y si ella quiere llamarlo 'noviazgo', no tengo problema.

Ah, ¡esperen! Si hay un problema, pero no para mí, para mi padre. Mi padre no puede aceptar que yo sea lesbiana. Si, lo soy, en serio, me costó asumirlo, pero acá estoy, diciéndoselo en la cara a mi padre. En este momento estoy viviendo lo que vivió Marie, pero sin la parte de sentirme sin futuro, sin salida, ahogada. Yo me siento bien. En verdad extrañaba un poco los gritos de este hombre. Me recuerda mucho al pasado y como el controlaba mi vida como si yo fuese un títere. En este momento me estoy riendo en su cara. No estoy escuchando lo que dice, pero estoy riendo por lo que estoy pensando, ya saben, un títere, es gracioso.

- ¿Crees que es gracioso? ¡No tendrás futuro! Serás una maldita infeliz, sin trabajo, sin amigos, sin familia más que nada. ¿Sabes qué? Yo ya hice lo que tenía que hacer contigo, ahora es tu vida, no te recogeré de la basura cuando la sociedad te tire en ella. Ya tienes edad para hacerte cargo de las estúpidas decisiones que tomas. Si quieres ser lesbiana, ¡bien! Pero yo tampoco seré tu padre, esta no será tu casa, ella no será tu madre *Señala a Judy*, y no tendrás razón para volver a Ohio.

- Gracias por tu tiempo Russel.

Sí, créanlo, fue lo único que le dije, antes de salir por la puerta con una gran sonrisa. La única razón por la que había ido era para fastidiarlo. Yo sabía que no iba a estar de acuerdo en que yo sea lesbiana, pero también me quería quitar el peso de encima. No estaba acostumbrada a asumirlo con tanta seguridad. Y el hecho de decírselo a mi padre me da la fuerza suficiente para gritarlo al mundo sin que me importe una mierda.

También le conté que los últimos dos años de cuotas de la universidad fueron directos a mis bolsillos. Y que con ello me había comprado un departamento, me había pagado un curso de fotografía en el cual sigo estando, y la cámara profesional que amo con mi vida. Se lo confesé porque ahora tengo trabajo, y no necesito mas alimentarme de él. Trabajo en un bar y de vez en cuando me sale algún trabajo para fotografiar casamientos, paisajes, estrellas de teatro, y esas cosas. La gente queda fascinada con mis fotos, me encanta que les guste lo que hago, ya que espero algún día poder dejar el bar y dedicarme solo a la fotografía.

Estoy camino a casa, en el Chevrolet Blazer de Emily, no sé cómo este auto sigue funcionando, lo tiene desde hace quince años y anda como si estuviese recién salido de fábrica, si no contamos que tiene la mitad del auto rayando la carretera.

Yo tenía un auto, era hermoso, era perfecto, ese auto era una gran parte de mí, pero cuando tuve mi accidente no sobrevivió.

Llevamos una hora de viaje. No sé cuantas horas serán hasta Manhattan, no las conté cuando venia, estaba demasiado ocupada pensando en todo lo que le iba a decir a mi padre, no me quería olvidar ni de una palabra.

Hace media hora que no para de sonar mi celular, ninguna de las chicas se percata de eso ya que están dormidas, y duermen como si hubiesen tenido que estar despiertas siete días seguidos. Yo no quiero atender el celular. Ya saben, en una de esas viene un auto y me choca en el costado y termino en silla de ruedas otra vez. ¡Dios, no!

- Santana. Santana. ¡Santana! *grito* ¡Santana abrí los ojos de una maldita vez!

- Rubia, dejame dormir.

- Santana, por favor, atende mi celular, está sonando hace media hora.

- ¿Por qué no dejas que la gente duerma tranquila?

Por fin Santana atiene el celular, ya me tenía cansada la voz de John Mayer cantando una y otra vez Gravity. Amo esa canción, la amo tanto que la puse de tono de llamada, pero me cansó de tantas veces que sonó.

- Hola, más vale que sea importante porque acabas de interrumpir un sueño espectacular.

- Quinn?

- No, Santana, su novia, ¿quién habla?

- Charlie. ¿Me pasas con Quinn? Tengo un tema de trabajo que tengo que charlar con ella y que le va a interesar.

- No puede, está manejando, ¿me queres decir a mí y yo le digo el mensaje?

- Decile que me llamaron de una revista, no muy importante pero que por primera vez van a hacerle una entrevista a una estrella de Broadway que últimamente es muy conocida en los medios y…

- ¿Podemos hacer corta la información? Hablaba en serio cuando dije que acababas de interrumpir un sueño espectacular.

- Bueno, decile que se tiene que sacarle unas fotos a una tal Rachel Berry, que tiene que ir a…

- Por favor repetime el nombre fuerte y claro porque creo que escuché mal.

- Rachel Berry, la chica esta haciendo el papel de…

- ¡No, imposible! Esto es una bomba.

Santana me miró con los ojos abiertos como dos platos y con una sonrisa muy picara.

- ¿Qué?– Le dije, estaba muriendo de intriga.

- ¡Nos vamos a encontrar con el hobbit!- Dijo sin quitar la sonrisa de su cara y tapando el teléfono para que no se escuche

- ¿Quién?

Santana no me escuchó y se dirigió nuevamente a la conversación que estaba teniendo desde mi celular.

- Charlie, dijiste Rachel Berry, ¿verdad? ¿La petisa, cabezona, con una nariz al estilo pico de tucán? ¿Qué habla como si gritara?

- No sé, no le conozco la cara, la escuche nombrar muchas veces, pero no soy un fanático del teatro.

Escuché 'Charlie'. Bien, ya se con quien está hablando. Charlie, quien era profesor de la universidad, pero poco después de ayudarnos bastante en escapar de allí, se mudó a unas manzanas del departamento que tengo con las chicas. Pero, ¿Rachel Berry? ¡Con eso se refería Santana cuando dijo 'El Hobbit'! ¿Desde cuándo Charlie conoce a Rachel Berry? Ahora que lo pienso, ¿Quién no conoce a Berry? La gran actriz de Broadway, ganadora de un premio Tony por interpretar a Galinda en Wiked. Es muy conocida porque en un año nada más, un año, salto a la fama. "Una chica de 21 años, que está en NYADA, se arriesgó a Broadway, y saltó a la fama". Así decían todos los periódicos. ¿Cómo no saber quién era?

Me percato de que Santana me está hablando y rápidamente giro hacia ella como si estuviese escuchando desde hace rato, e intento centrarme en lo que está hablando.

-… ¿Podes creer? ¡Yo no! Tenes que trabar para la chica a la que le tiraste slushie en la cara en la secundaria.- Dice mirando algún punto de la carretera.

- ¿Qué?- Digo totalmente perdida.

- Tenes que hacerle unas fotos a Manos-De-Hombre para una revista.

- ¿En serio?- Digo, mientras proceso la información.- Eso no quiere decir que vaya a trabajar para ella, San. Mejor dicho, tengo que trabajar para la revista.

- No importa- Dice, restándole interés- ¿Me vas a llevar verdad? Me lo debes, me dijiste que la próxima me llevabas y… ¡justo esta es la próxima!- Dijo sonriendo- Justo cuando tengo que ir, le tenes que sacar fotos a Rachel, di en el blanco. La extraño un poco a la enana.

- ¡Aw!- La miro con ternura- ¿Viste que debajo de toda esa chica ruda hay un corazón blando?

Me fulmina con la mirada. – Cállate. ¡Anotá!- Dijo cambiando de tema.

- Santana, ¿cómo carajo queres que anote si estoy manejando?

- Bebé, se que dependes de mi en esta vida que te ha tocado, pero no puedo solucionarte todos los problemas en la vida, a veces tenes que hacerlo vos misma.- Dijo sonriendo.

- ¡Que buen humor tenemos! ¡La idea de encontrarte con Rachel te puso de buen humor!

- No.- Se puso seria- Hace nota mental, o lo que sea, no es mi problema. Mañana, tenemos que estar a las tres de la tarde en la puerta de Nyada.

- ¡Anotado!

Sigo mi trayecto. Creo que estoy cerca de Manhattan, el viaje paso muy rápido. Mañana a las tres en Nyada, me repito una y otra vez para no olvidarme. Voy a ver a Rachel después de tres años. Esto se desvía de mi rutina. Aunque cueste admitirlo, yo también la extraño.