¡Hola! Os dejo una pequeña idea. Aún no sé si serán un par de capítulos, o la extenderé algo más. En cualquier caso, espero que os guste ;).

Capitulo 1

Aquellas dos semanas habían sido realmente complicadas. Emily había viajado desde Londres hasta Virginia, para colaborar con la UAC, en la detención de un delincuente internacional. Apenas había tenido tiempo para estar con Morgan a solas, y en honor a la verdad, lo había estado evitando intencionadamente. Afortunadamente el caso los había mantenido a todos ocupados, y aunque Derek había tratado de hablar con ella en varias ocasiones, finalmente había aceptado esperar a que todo terminara.

Y ahora todo había terminado. Se encontraban en las oficinas de la UAC, a punto de dirigirse a casa de Morgan. Aquel día habían decidido celebrar la visita de Emily con una pequeña reunión y éste había ofrecido su casa. Emily sabía muy bien el motivo, esperaba poder quedarse a solas con ella una vez que todos se hubieran marchado.

- ¿Cómo te ha dado tiempo de prepararlo todo?- Le preguntó sorprendido Reid- Prácticamente acababan de volver de Nueva York.

- Amigo… Es a mí a quien tendrás que agradecérselo- Rió García, a su lado- Este hombre no sería nada sin mí…

- No lo pongo en duda...- Se burló Rossi, y se giró haciéndole un guiño a Emily. Ésta le devolvió una sonrisa de complicidad. No podía estar más de acuerdo.

Después de lo sucedido entre ellos, se alegraba de que Morgan tuviera el apoyo de García, aunque estaba segura de que él no le había revelado nada de lo ocurrido en Chicago.

- Entonces… ¿A qué esperamos?- Les instó animadamente Hotch. Incluso él se sentía emocionado con el regreso de Emily. La echaban mucho de menos en el equipo, y no habían podido llenar su vacío. Interiormente deseó que volviera con la que sin duda era su familia.

- Hola…

Se giraron al escuchar una voz a sus espaldas, y todos se miraron entre sí, preguntándose en silencio si alguno de ellos conocía aquel hombre. Era alto, de buen porte, y de rostro amable.

- William...- Se sorprendió Emily.- ¿Qué haces aquí?.- Preguntó con nerviosismo mientras se acercaba a él.

- Sabía que habías terminado con el caso y que te quedarías unos días… Pensé darte una sorpresa y conocer a tus amigos… Siempre hablas de ellos…

Cuando éste se inclinó sobre ella y la besó en los labios, aquello se volvió terriblemente incómodo, especialmente para Emily. No les había contado que estaba saliendo con alguien. Quería decírselo a Morgan primero, y no había tenido oportunidad.

- ¡Vaya!- Exclamó Rossi extendiéndole la mano- Esto sí que es una sorpresa. ¿Cómo es que no nos habías contado nada Emily?.

Ella esbozó una sonrisa nerviosa, y quiso morir cuando se encontró los ojos dolidos de Derek fijos en ella.

- ¿No les has hablado de mí?- Le preguntó con curiosidad William. Había asumido que lo había hecho. Después de todo, llevaban casi tres meses saliendo.

- Ya sabes que soy muy reservada… - Se excusó Emily, al tiempo que trataba de evitar la mirada de águila de Rossi y de J.J.. "Mierda", pensó.- En cualquier caso… Este es William…

Fue presentándolos uno a uno, hasta que llegó el turno de Morgan, quien con gesto serio, le tendió la mano.

- Te recuerdo… En casa de Emily, en Londres… Durante las Olimpiadas… Su vecino, ¿no?- Añadió mirando de reojo a Emily. No necesitaba ser perfiladora para darse cuenta de que desaprobaba su relación. "Mierda", volvió a repetirse a sí misma.

- Bueno… Ahora somos más que eso…Dentro de poco haremos tres meses juntos.- Le informó, y para horror de Emily la rodeó con su brazo estrechándola contra él.

- ¡Tres meses!- Exclamó sorprendida García- Debes ser un hombre increíble para que hayas conseguido atrapar a nuestra Emily tanto tiempo…

- Bueno… Eso lo debe decir ella… Aunque creo que el afortunado soy yo...- Añadió posando un beso en su frente, y con ello se ganó el reconocimiento de todos. Sólo Morgan parecía enfurruñado, a pesar de sus esfuerzos por mantenerse sereno.

- Ibamos a cenar en casa de Morgan… Vendrás con nosotros ¿no?- Le invitó Hotch.

- Así podrás contarnos secretos sucios de Emily...- Continuó Reid de forma traviesa, provocando que todos rieran.

Emily se quedó muda. ¿Realmente? ¿William, Morgan y ella en la misma habitación?. No podía imaginar nada más incómodo.

- ¡Claro! ¡Por supuesto! ¡Estaré encantado!.- Exclamó William con entusiasmo, y luego se dirigió hacia Emiy- ¿Te parece que antes pasemos por tu apartamento para dejar mis cosas?. Me gustaría cambiarme. O puedes dejarme la llave y me reuniré con vosotros después...

- No.. Te acompañaré… Allí tengo una copia de las llaves para que puedas entrar y salir estos días...- Le propuso ella.

Y así fue como casi una hora después, todos se encontraban reunidos en el salón de la última casa que Morgan estaba reformando, rodeados de comida y bebida en ingentes cantidades. García no había escatimado en nada.

De algún modo consiguió esquivar la actitud hosca de Derek, y las preguntas curiosas de sus amigos, hasta que por fin consiguió escabullirse del salón y dirigirse a la cocina, con la excusa de ir a buscar otra botella de vino. Y era eso precisamente lo que hacía cuando se vio sorprendida por Morgan justo cuando acababa de servirse una copa para recuperar las fuerzas.

Casi saltó cuando notó la mano de Derek en su cadera. Se volvió hacia él, como lo había hecho aquella noche cuando la había besado por primera vez, y de nuevo se enfrentó a sus ojos, ahora visiblemente dolidos.

- ¡Dios, Derek!- Exclamó con nerviosismo, al tiempo que se llevaba la mano al pecho- ¡Casi muero del susto!.

- Lo siento...- Se disculpó él apartándose un poco- Estabas tardando, y supuse que no habías encontrado el vino.

Ella suspiró, debatiéndose entre reclamarle por su comportamiento infantil durante la velada, o dejarlo pasar.

- Siempre sé dónde está el vino, Morgan. Soy como un sabueso para un buen bourbon. - Bromeó, optando por la segunda opción-Sólo probaba la mercancía.

Tomó la copa que había dejado sobre la barra de la cocina, y se la ofreció a Derek. Éste, la aceptó de buen grado. "No era la única que la necesitaba", pensó Emily. Y luego se sirvió otra para ella.

- Podías habérmelo dicho...- Le reprochó con suavidad. A Emily le sorprendió que no pareciera especialmente enfadado.

- Lo siento… Esperaba encontrar el momento adecuado…

Morgan contuvo una sonrisa amarga.

- Supongo que no lo encontraste en tres meses…

Emily bajó la cabeza, aceptando su responsabilidad. Morgan tenía razón. Debía haber sido sincera con él.

- ¿Te hace feliz?

La pregunta la pilló desprevenida. Había esperado algún tipo de demostración de celos, de hecho, no es que hubiera sido demasiado amable con William durante la velada, pero ahora sólo leía en sus ojos genuina preocupación.

- William es un buen hombre… Es detallista, responsable y tranquilo.

Frunció el ceño cuando se dio cuenta de que él abría los ojos con incredulidad.

- ¿Qué?- Le cuestionó.

- Parece que hablas de un contable...- Le señaló él tomando un sorbo de su copa.- Debe ser un tipo muy divertido...

Ella jadeó atónita.

- Es profesor… Da clases en una de los mejores colegios de Londres...- Le recalcó con orgullo.- Le encantan los niños… Y es muy cariñoso y dulce… Además colabora como voluntario los fines de semana en un comedor social.

- ¡Oh vaya!- Exclamó Morgan con fingido entusiasmo- Parece que has encontrado a Don Perfecto. ¿Ya te ha pedido que te cases con él?.

El tono deliberadamente irónico era evidente en su voz.

- ¿Y qué si lo hiciera?.- Le reprochó ella a la defensiva.

Morgan dejó la copa sobre la barra y dio un paso hacia ella.

- No le quieres.

Emily abrió la boca con incredulidad.

- ¡Claro que le quiero!

Morgan hizo un gesto silencioso de admisión.

- No le amas.

Sus ojos profundos y la seguridad en su voz comenzaban a ponerla más nerviosa de lo que habría admitido nunca. Dio un paso atrás incapaz de soportar su cercanía.

- William es un buen hombre. No tienes derecho a tomarla con él por una decisión que ha sido mía. No le he contado nada sobre nosotros.

Él asintió en señal de reconocimiento. No, no tenía ningún derecho, y sin embargo no había nada en él que le gustara.

- Lo siento por eso...- Se disculpó, y luego se detuvo un instante a contemplar su rostro antes de continuar- Pero eso no significa que crea que es el hombre adecuado para ti. Nunca serás feliz con él.

Emily dejó la copa sobre la barra, y entrecerró los ojos en un gesto de negación.

- ¡Vaya!… Creo que acabas de arruinar tu disculpa...- Le reprochó con ironía.

Derek alzó la mano hacia ella, acariciando su rostro.

- Emily...- Susurró.

Ella lo apartó sin brusquedad, pero con firmeza.

- Estoy con él… No es justo que le hagamos esto. No se lo merece… Por favor- Le rogó en voz baja.

Aquellas palabras, produjeron el efecto contrario al que Emily había pretendido. Derek supo leer entre líneas. No lo estaba rechazando porque ella no quisiera lo mismo que él, sino porque no quería hacerle daño a William. Aquello le dio valor para tomarla de las manos.

Emily ahogó un gemido al tiempo que bajaba la vista al suelo. Se sentía incapaz de dar un paso en cualquier dirección, mientras su corazón y su mente parecían librar su propia batalla. Notó que Derek volvía a cerrar la distancia entre ellos, y luego su aliento sobre su rostro.

- Estoy enamorado de ti… Sé que sientes lo mismo…No puedo soportar la idea de que recorra tu piel del modo en que yo lo he hecho... Que te acaricie como yo lo he hecho… Que te haga el amor...

Y aquello se volvió insoportable para ella.

- Derek… Por favor...- Volvió a suplicarle.- No me hagas esto…

A pesar de que lo único que deseaba en aquel momento, era besarla, no se atrevió a hacerlo. No podía ignorar el hecho de que se sintiera tan culpable por William. No quería causarle esa angustia. Así que, simplemente posó sus labios sobre su frente y se quedaron así, congelados el uno junto al otro, sintiéndose como dos miserables víctimas de sus propios errores.

Tal vez sólo transcurrieron unos segundos, tal vez, minutos. El tiempo pareció haberse detenido, hasta que la aguja comenzó a girar de nuevo cuando escucharon la voz de William a sus espaldas.

- Bueno… Supongo que esto explica por qué no le habías hablado a tus amigos de mí...

Emily y Derek se quedaron congelados al encontrarse su expresión dolida.

- Dios mío… - Susurró Emily, casi sin voz- William…

Adelantó un paso hacia él, pero éste se apartó de ella como si solo tacto le asqueara.

- No te atrevas a decirme que no es lo que parece….- Le advirtió con ira contenida.

Emily no tenía réplica para aquello. Era evidente que él se había hecho una idea más siniestra de lo que sucedía, pero de ningún modo podía negarle que lo que había visto no fuera suficiente como para justificar su reacción.

- Es culpa mía...- Intervino Morgan, en un intento de proteger a Emily- Ella no tiene nada que ver.

Pero en realidad aquello lo hizo aún peor a ojos de William.

- ¿No tiene nada que ver?- Repitió con sarcasmo- ¿No era mi novia la que estaba protagonizando esa tierna escena de amor que acabo de presenciar?- Le reclamó dirigiéndose directamente a él.

- Derek… Déjalo… - Continuó Emily interponiéndose entre ambos. Casi sin darse cuenta, se habían acercado el uno al otro hasta ponerse frente a frente. Lo último que necesitaba en aquel momento era que William y Derek se pelearan por ella como si fueran adolescentes- Esto es un asunto que tengo que resolver con él.

- ¡Oh, no!..- Exclamó William cada vez más enojado- Tranquila… Nosotros ya no tenemos ningún asunto que resolver… Ya me ha quedado muy claro que soy el que sobra.

Se giró y dándoles la espalda salió de la cocina de forma apresurada en dirección hacia el salón. Emily, corrió detrás de él, sin siquiera percatarse de que el resto del equipo se encontraba aún reunido allí, observando entre cuchicheos la extraña escena que acababa de ocurrir: William, visiblemente enfadado, Emily con el rostro desencajado, y un poco más atrás, Morgan los observaba con preocupación.

- William, por favor… - Le suplicó ella tomándolo del brazo- Vayamos a mi apartamento, y hablemos…

Pero él se zafó con brusquedad, apartándose aún más de ella.

- ¡¿De qué coño quieres hablar, Emily?!- Le gritó por fin dando rienda suelta a su enojo- ¡¿De cómo has estado jugando conmigo?! Pensé que eras la mujer más increíble que había conocido… Te he dado el tiempo que me pediste.. Y ahora me encuentro con ésto...No eres más que….-Añadió con desprecio.

Emily se quedó petrificada en su sitio. No había necesitado terminar la frase para reconocer el insulto. En el tiempo que llevaba saliendo con él, jamás le había levantado la voz. Aquella faceta era totalmente desconocida para ella. Por primera vez, se dio cuenta de que todos los observaban, atónitos y totalmente en silencio.

Fue tarde cuando se dio cuenta, de que Derek había pasado como una ráfaga junto a ella, hasta encararse con él.

- Oye amigo…Me da igual lo dolido que estés…- Le advirtió con tono amenazador, mientras le apuntaba con el dedo- No voy a permitir que le hables así.

Emily no podía creer lo que estaba presenciando, ni en sus peores sueños podría haberse imaginado que aquello iba a terminar de aquel modo, exponiendo su relación delante de todos y de la peor manera. Sin embargo, se sintió profundamente agradecida cuando vio cómo Rossi se acercaba hacia los dos machos alfas, tratando de separarlos.

- Ey… Chicos… No sé qué ha pasado… Pero será mejor que lo dejemos estar…- Y luego se dirigió hacia William- Tal vez es hora de que vuelvas a casa…

Él dio unos pasos hacia atrás, y se dirigió hacia Rossi.

- ¿No sabes qué ha pasado?…- Y luego se volvió al resto del equipo- ¿De verdad no lo sabéis?. ¿El mejor equipo de perfiladores no sabe cuándo dos de sus agentes se acuestan juntos?.- Les preguntó con ironía.

Derek tuvo que contenerse para no darle un puñetazo, en lugar de eso, cerró los puños concentrando la tensión en ellos. Delante de él, contempló el cambio de expresión de sus amigos, cada vez más estupefactos, incluso escuchó un jadeo de incredulidad, procedente de García. Ahora todos los miraban a él y a Emily alternativamente, esperando una explicación.

- Estás equivocado...- Le aseguró Emily acercándose hacia el que estaba segura era ya su ex novio- Jamás te he engañado, William… ¿Cómo crees que sería capaz de hacerte algo así?.

- ¡Claro que no sería capaz!- Intervino García, en ayuda de sus amigos. Y sinceramente creía que la acusación que acababa de escuchar era totalmente inverosímil -Está claro que hay un malentendido… Será mejor que habléis a solas…

- ¡¿Me lo niegas?!...- Insistió él, con la absoluta confianza de que su suposición era cierta. Había escuchado lo suficiente para atar todos los cabos.- ¡¿Me niegas que te has acostado con él?!- Le recriminó con dureza.

Y ante aquella pregunta, Emily no supo cómo esquivar la verdad. Se quedó en silencio, con la respiración contenida, sintiéndose observada por todos.

- ¿Emily?.

Escuchó la voz de Reid, con aquel mismo tono de incredulidad que tenían todos reflejados en sus rostros. ¿Cómo demonios había permitido exponerse de aquella manera?.

Cruzó sus ojos con Derek, y supo en aquel instante que si ella no hablaba lo haría él. Sólo le estaba dando la oportunidad de ser la primera en reconocer la verdad sobre ellos.

Respiró hondo antes de contestar.

- Lo único que niego es que te haya engañado...- Le respondió, plenamente consciente de la implicación de sus palabras.

Y a pesar de las suaves expresiones de sorpresa y los cuchicheos a su alrededor, sintió alivio al revelar por fin el secreto que Derek y ella habían estado ocultando durante tanto tiempo. Notó los ojos compasivos de Rossi, directamente sobre ella, y la mirada de reproche de Hotch, por haberles engañado intencionadamente.

- Pero lo hicisteis…Te acostaste con él... Y me lo ocultaste deliberadamente...- La acusó William con rencor. Aún tenía demasiado fresca la escena de la cocina.

Aquello fue suficiente para Derek. No tenía derecho a recriminarle algo que había ocurrido antes de que lo conociera. No entendía por qué el parecía darle tanta importancia a aquello. Tenía la sensación de que se le escapaba algo en toda aquella historia.

- Ya te ha dado las explicaciones que querías- Le advirtió, dando unos pasos hacia él- Si prefieres seguir asumiendo que hay algo más entre nosotros, es tu problema...Estás viendo cosas donde no las hay... Tal vez sea hora de que te marches.

Y por primera vez durante toda aquella discusión, William pareció resignarse.

- Tienes razón… Creo que es hora de que me vaya - Dijo William, conteniendo una sonrisa amarga.

Se volvió y se dirigió a la puerta, después de dar las buenas noches escuetamente al resto, que aún permanecían casi mudos por la impresión. En el último momento, se volvió hacia Emily.

- ¿Fue todo mentira?...

No esperó por su respuesta. Acto seguido se marchó de allí.