Sinopsis:
Casey le propone matrimonio a Jane Rizzoli pero ninguno de los dos quiere dejar su trabajo aun que se quieren. Jane tiene que elegir entre mudarse a otro país, o de lo contrario quedarse. Su trabajo es una de las cosas más importantes en su vida y también sus seres queridos, como Maura... ¿Que elegirá Jane? ¿Cómo se tomará Maura la decisión de su mejor amiga? Perdón, de su amiga especial...
Personajes principales: Jane Rizzoli, Maura Isles.
Personajes recurrentes: el resto de personajes de la serie. (Los personajes no están bajo mi creación, cualquier parecido con la realidad será una coincidencia.)
Capítulo: 1
En casa de Jane...
-¡Eso es genial Jane! ¡Por fin uno de mis hijos se casará!
-¿¡Qué!? Wo, wo, wo. ¡Detente mamá! Solo es una proposición. Tengo que pensármelo. Tengo muchas dudas, lo sabes.
Maura apareció por la puerta de la calle, puerta que estaba abierta porque pocos segundos antes le habían abierto por el portero automático.
-¡Maura, nos vamos de boda!- Gritó Ángela abriendo los brazos y corriendo hasta la doctora.
-¿Qué?- preguntó desconcertada a la vez que le correspondía con un abrazo a Ángela.
-¡Mamá! ¿Quieres parar ya?- Decía desde el otro lado mientras negaba con la cabeza para indicarle a Maura que no era cierto.
Maura sonreía con una mezcla de desconcierto. Seguía sin entender nada. Después del abrazo, ambas fueron hasta Jane quien se encontraba en la cocina.
-¡Casey le pidió matrimonio y Jane aceptó!- dijo contenta y se puso a preparar café para las tres.
-¿¡Qué!?- Contestaron al mismo tiempo Jane y Maura.
-¡Mamá por favor!- Suspiró y miró a Maura. -Casey me ha propuesto matrimonio...- Sonrió y espero el abrazo de su amiga, pero nunca llegó.
-¿En serio?- Preguntó casi en voz baja mientras intentaba asimilarlo.
-Si- Afirmaba con una amplia sonrisa que desaparecía poco a poco al ver que Maura no mostraba sentimiento alguno.
-Oh...- Intentó disimular y no parecer grosera. -Eso...es, es genial...- exactamente tres segundos después rompió el silencio. -Debo irme.- Se marchó sin decir nada más.
-¡Maura!...- dijo Jane mientras se resignó a la ida de su amiga. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué esa reacción tan fría?
Pasó una hora y ambas estaban en el trabajo. Jane buscó a Maura en la morgue para hablar de trabajo. Desde la conversación de la boda no habían vuelto a hablar ya que no habían coincidido.
-Hola ¿tienes algo nuevo?- Se colocó frente a ella, en medio de ambas estaba un cadáver sobre la mesa.
-Por ahora no- Maura no la miró en ningún momento, su tono de voz fue serio. Se limitó únicamente a examinar las heridas del cadáver.
Jane se dio cuenta de que algo no iba bien.
-Ok...Probemos así ¿Qué te pasa?- Dijo mirando su cabeza ya que ella no le devolvía la mirada.
Pasaron varios segundos y levantó la mirada hasta encontrarse con la de Jane.
-Detective Rizzoli, ya te he dicho que no me pasa nada ¿entendido? Ahora si me permites, estoy trabajando, gracias.- volvió a bajar la cabeza.
Ellas solo se llamaban `detective Rizzoli´ o `doctora Isles´ cuando las cosas no iban bien entre ambas.
-El hombre al que quiero me pide matrimonio, y a mi mejor amiga ni si quiera le importa mi decisión... ¿Me vas a decir ya que es lo que pasa?
Maura escuchó sus palabras y guardó silencio. A continuación suspiró y se quitó los guantes tirándolos en la otra mesa para finalmente marcharse sin decir nada.
-¿Pero qué diablos...? ¡Maura! ¡Maura!- Se quedó boquiabierta viendo cómo se marchaba. Una vez más no entendía que estaba sucediendo.
Minutos más tarde...
-¿¡En serió Jane!?- Suspiró resignándose. -Necesito estar sola ¿puedes entenderlo?- dejó de mirarla revolviendo el té que tenía sobre la mesa.
-¿Sola? pues este no es el mejor sitio, estas en la cafetería y por si no te has dado cuenta, está llena de gente…- dijo en tono irónico.
-Pero esta gente no eres tú, así que por favor...- Observó cómo se sentaba frente a ella. -¿Que estás haciendo Jane?- preguntó mientras enarcó una ceja. -¿Puedes cambiarte de mesa por favor?- le pidió.
-No, no puedo, y tú tampoco- la agarró del brazo cuando ella intentó levantarse. -Maura, somos lo bastante adultas como para hablar claro si ocurre algo. ¿Qué está pasando? Dime por qué estas molesta.
-No está pasando nada, y no estoy molesta. ¿Contenta?- Preguntó con ironía
-No, porque me estas mintiendo. ¿Estas molesta por qué no fue a ti a la primera persona que le dije lo de la proposición? Entonces lo siento, pero ya sabes como es mi madre.
Maura seguía guardando silencio haciendo caso omiso a su amiga. Bebía el té mientras su mirada se perdía mirando a ningún sitio.
-Me han pedido matrimonio y aun no me has dicho nada- Sonrió irónicamente para preguntarle lo siguiente... -¿En serio quieres que te crea cuando dices que no estas molesta?
A Maura se le terminó la poca paciencia que le quedaba y reaccionó.
-Amas a Casey y como es lógico vas a aceptar su propuesta por qué le quieres. ¡Deseo que seas feliz en Afganistán!- Se levantó bastante enfada y se fue. Ahora mismo le bastaba cualquier lugar lejos de Jane.
¡Afganistán! era eso lo que le pasaba a Maura. Lógicamente se alegraba de que Jane fuese feliz junto al hombre al que quería, pero ella es su mejor amiga. Si aceptaba casarse significaba que posiblemente se iría a Afganistán para vivir con el que podría convertirse en su marido.
-Ey Jane, ¿qué te pasa? estas distante...- Dijo sacándola de sus pensamientos.
-¿Qué?- agitó la cabeza. -No, nada. ¿Necesitas algo Korsak?
-Sí, que te centres. Si tu cabeza no está en este homicidio, puedes tomarte un tiempo.
-Tienes razón, lo siento.- Se acomodó mejor a la silla y se centró en el trabajo.
En lo que restó de día, Rizzles hablaron por última vez en la cafetería. Maura estaba molesta y Jane respetaba el tiempo que su amiga necesitaba.
Llegó la noche y Jane fue al bar donde todos los días al terminar el trabajo se juntaban ella y Maura para tomar una copa. Solían llegar al bar sobre las 22:00 pero ya pasaban 35 minutos de la hora y Jane decidió marcharse al ver que Maura no llegaba.
-Owen, la cuenta por favor- Pidió con la mano en alto para llamar su atención.
-La cuenta se pide al terminar...
-¡Maura!- exclamó con sorpresa al ver que finalmente llegó sin ser llamada. -¿Lo de siempre?- Preguntó confusa.
