Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y son utilizados por mí para crear esta historia.

Summary: Cuando encuentras a tu alma gemela es completamente inesperado y si no eres lo suficientemente maduro en ese momento es algo arriesgado,¿ qué harías para recuperar a tu otra mitad luego de arruinar hasta la última oportunidad?.

Inesperado

Un sonido muy conocido lo despertó e inmediatamente comenzó a moverse entre las sabanas buscando levantarse, sentía el cuerpo agarrotado aun y su brazo lo estaba matando, cuando comenzó a abrir los ojos, lo cual le estaba costando bastante, sintió un movimiento a su lado izquierdo y una voz suave hablarle.

-Iré yo, tú descansa. – la voz logro que se relajara pero esto no duro mucho ya que inmediatamente sintió una caricia suave de unos labios en su hombro que hicieron que se tensara y una sensación de rechazo lo invadiera, le dio la espalda a la voz y trato de volver a dormirse. Escucho un suspiro y luego pasos alejarse.

Se dio la vuelta buscando mayor comodidad pero no lo lograba, esos labios aun le quemaban el hombro, volteo por enésima vez abriendo los ojos al fin miro a su derecha hacia una luz verde intermitente que le mostraron la hora 4:36 eso significaba que solo tenía un par de horas más para dormir y luego de nuevo a trabajar.

El sonido que logro despertarlo había cesado y ahora lo único que se escuchaba era esa voz hablando suavemente, se concentró en escucharla y poco a poco volvió a relajarse pero justo cuando estaba a punto quedarse dormido esa voz se calló y automáticamente sintió otra vez su cuerpo tensarse, los pasos se acercaron lentamente y sintió la cama hundirse a su lado izquierdo.

Los únicos sonidos en la habitación era el de la lluvia golpeando con fuerza contra la ventana y de tres respiraciones; dos de ellas estaban ligeramente aceleradas y la otra que se escuchaba provenía de otra habitación pero se oía claramente a través del intercomunicador.

-¿Estas… estas despierto?- pregunto la voz suavemente.

Suspiró y contesto sin abrir los ojos.

-Si…

Apenas termino de hablar sintió una mano acariciar suavemente su pecho, su cuerpo reacciono contradictoriamente; mientras su piel ardía por la caricia y cierta parte de su cuerpo se comenzaba a tensar buscando la atención que necesitaba, una sensación de rechazo se extendía por su cuerpo. La mano se movió hacia abajo metiéndose entre las sabanas y llegando al borde de su bóxer, todo esto mientras sentía unos labios tímidos dejando besos suaves en su cuello y la otra mano se deslizo hacia la suya y entrelazo los dedos con los suyos.

-Edward te extraño… - la voz le hablo con un tono triste en el oído.

Sintió como su cerebro volvió a funcionar en ese momento. Tomo la mano que se estaba filtrando en su bóxer antes que fuera demasiado tarde, la alejo y puso distancia entre ambos cuerpos.

-Detente por favor no lo hagas más difícil de lo que ya es.

-¿Mas difícil? ¡Me siento morir! Odio esto Edward no me hablas, no me tocas, ni siquiera me miras a los ojos, ya no puedo más… te amo aun te amo y estoy segura que lo hare por siempre.-le acaricio suavemente la barbilla.- Pero esto no puede seguir así, piensa en Ethan ahora no lo nota pero cuando crezca y vea que sus padres no se aman como los demás…- esto último lo dijo en medio de un sollozo - Sufrirá y yo estoy segura que no quieres eso para nuestro hijo.

-¿Y que quieres que haga Isabella? Yo hice todo por recuperarte cuando me dejaste y tu jamás me diste ni el beneficio de la duda, me tiraste la puerta de tu casa miles de veces en la cara, me usaste cuando quisiste para luego pisotearme, luego de todo eso quieres que te crea cuando dices que me amas.-

Todo esto lo dijo levantándose de la cama de golpe alejándose de ella que trato abrazarlo, comenzó a caminar hacia el ropero tomando su maleta y aventando su ropa dentro. Al ver esto ella se levantó rápidamente y se abrazó a su espalda con toda su fuerza mientras lloraba.

-No te vayas, espera por favor, esta situación me sobrepasa, yo entiendo porque estamos donde estamos y sé que todo es mi culpa… pero aun así no puedo evitar extrañarte y desear volver a ser tuya…- lo último lo dijo un poco más tranquila dejando los sollozos atrás.

-Bien ¿eso es todo lo que quieres de mí no? – se dio la vuelta entre sus brazos rápidamente dejándola sorprendida- Cuando me dejaste me lo dijiste, soy un buen polvo, solo una polla con poco cerebro por eso nunca estudie y soy un simple mecánico.

-No eres solo una polla, eres el hombre que amo y el padre de mi hijo, yo estaba muy herida en ese momento por eso fue que dije cosas hirientes era porque quería lastimarte, yo estaba cegada. ..

-Bueno como puedes ver lo lograste.- le replico con un sonrisa amarga.

Edward trato de zafarse de sus brazos pero ella ajusto más el agarre. Lo miró fijamente a los ojos y se sintió satisfecha al ver que él dejaba de luchar y se quedaba pegado mirándola.

-Sé que lo logre y también sé que será difícil que vuelvas a verme algún día me veías antes, pero no parare de luchar por ti, por nosotros y por nuestro hijo. Porque sé que a pesar de todo vale la pena seguir haciéndolo, aunque no lo creas noto pequeñas cosas que cambian entre nosotros día a día; antes no soportabas ni siquiera desayunar conmigo te levantabas temprano a trabajar y no me dabas tiempo de hacer un desayuno para ti, antes no te preocupabas si yo salía del departamento sin decir nada, antes nunca llegabas a cenar, antes… antes no me mirabas cuando piensas que no me doy cuenta. Hay muchas cosas que para ti no son nada pero para mí lo son todo, la esperanza está ahí y me aferrare a ella. – su voz fue decidida.

Edward la miró en silencio, estaba impresionado por no haber notado las rutinas que no sabía que habían creado. En ese momento noto que su mente no le gritaba que se alejara como estaba acostumbrado, su piel no le quemaba con rechazo, él estaba cediendo poco a poco…

-No me había dado cuenta de esto… y la verdad nunca quise darte esperanza… no sé si algún día volveré a sentir lo mismo que antes, algo murió entre nosotros y tal vez es lo mejor dejarlo así…

-¡No! ¡Eso jamás! Tu eres el amor de mi vida, tuve que perderte para saber que eres y serás el único en mi vida, cuando te deje pensé que tu no me amabas como yo pero estaba tan equivocada, y ahora que te perdí que realmente jodí hasta mi última oportunidad es cuando realmente me siento morir al saber lo que podemos llegar a ser y ver que tú ya no estás dispuesto.

-Yo lo estuve por mucho tiempo, no puedes reclamarme nada, yo fui el que lucho contra fantasmas y el que perdió fui yo.- se zafo de sus brazos y se sentó en la cama.

Isabella se sentó a su lado y suspiro al mirarlo torturado.

-Sé que… sé que Tanya quiso acostarse contigo la otra noche y también sé que te negaste. –vio como la espalda de él se tensaba –Yo… te lo agradezco, sé que no soy nada tuyo aparte de la madre de tu hijo y sé que no lo hiciste por mi… tal vez no tuviste ganas, no lo sé pero aun así gracias, saber que estuviste dentro de otra… me hubiera matado – lo último lo dijo con voz quebrada.

Edward volteó a verla fijamente, ella sintió el poder de su mirada ahogarla, la expresión de su rostro era dura y su voz lo era más.

-Yo creo que seguirías con vida, tú tuviste a otro dentro de ti y no morí cuando lo supe.

Dicho esto se paró, tomo una sábana y su almohada dispuesto a dormir en el sillón de su sala.