Desperté con su rostro otra vez en mi mente… era inevitable. No sabía qué éramos, pero algo éramos. No era capaz de decir que era mi mejor amigo, pero tampoco tenía una relación con él. Se había vuelto el dueño de mi corazón… no entiendo cómo fue todavía, pero lo era.
Tenía a Edward en mi cabeza y no podía sacármelo… desde los 13 años.
Aunque me lleve casi 6 años, me había enamorado de él. Pero todo fue confuso…

Nos habíamos conocido a través de unas amigas mías, Rosalie y Alice, cuando él estaba en su último año de preparatoria y yo ni la había comenzado. Hablábamos de vez en cuando, como si fuéramos amigos, pero en un campamento de dos semanas, pasamos todas las comidas juntos y llegamos a ser unidos, durante 5 meses hablábamos por horas, que se pasaban volando y nunca era suficiente los ratos que podíamos vernos o hablar por computadora.

Hablábamos como si fuéramos pareja, pero no lo éramos, no podíamos serlo. Pero una tarde, se me rompió el corazón, estaba hablando con Jessica, que era muy amiga de él, y ese día sentí una tristeza que nada podía igualársele…

Flashback
_ Sabes, me dijo que estaba enamorado, le pregunté de quién pero no te lo puedo decir, se lo prometí… me dijo que el año pasado había estado completamente enamorado de ella, y que este año su amor se calmó… su nombre empieza con T, es lo único que puedo decirte – me contó Jessica.

No se me ocurría quién podía ser… y de repente, TANYA… sentí como mi corazón dejo de latir y yo estaba en s hock. ÉL estaba enamorado de Tanya… era amiga mía, no la odiaba, sin embargo, sentía celos. Ella estaba de novia, sabía que no lo veía a él se esa forma, pero mi corazón igual sufría… Odié ese 18 de Mayo…

En ese momento, decidí dejarlo ir, había un montón de personas que confiaban en él como para que yo tambi

én desahogue mis penas y mis alegrías en él (aunque él siempre era mi alegría).
En una fiesta yo lo ignoraba, y eso me taladraba el alma. Me dolía no ir y darle un abrazo ni estar cerca de él, pero pensaba que era lo correcto.

Esa noche hablamos a través de la computadora y me dijo que había estado preocupado por mi todo el día… le dolía que me haya alejado, y ahí fue cuando me di cuenta que me había enamorado y que no podría alejarme de él, le necesitaba.

Sus palabras había sido: "Bella, no te me vayas por favor…"
Fin del Flashback

Fui al baño a darme una ducha, necesitaba relajarme, despertar recuerdos no se me hacía fácil.
Sentí el agua caliente bajar por mi espalda y mis músculos se des tensionaron. Cuando salí de la ducho me enrolle en la toalla que había colocado en una silla que estaba al lado de la bañadera y fui al cuarto a vestirme. Me puse unos jeans que me quedaban algo holgados y una camiseta negra que también era algo holgada. No me gustaba ponerme cosas apretadas.

Agarré mi buzo y salí a caminar, siempre hacía eso para poder pensar con tranquilidad. No me había fijado como me quedaba, simplemente había agarrado mis zapatillas y salido de la casa.
En Forks, solía llover, pero no me importaba mojarme, es más, me agradaba sentir la lluvia chocar con mi piel.
Llevaba 20 minutos caminando, pensando si mudarme de una vez o no, y llegue a la conclusión de que amaba este lugar, no podía irme. De pronto, sonó mi celular y atendí, era Alice, la que además de ser mi amiga, era la hermana de Edward.

_ Alice – respondí con voz monótona.
_ Bella, ¿Cómo estás? – me pregunto con su común hiperactividad.
_ Bien, ¿y tú? – respondí sin ganas.
_ Bien, oye ¿Dónde estás? Estoy en tu casa, y hay alguien esperándote también, pasamos porqué la puerta estaba abierta y no queríamos seguir mojándonos – dijo Alice.
_ Está bien, ya voy para allá, estaba caminando – solté sin más.
_ Ok – y corté la comunicación entre nosotras.

Me di vuelta y caminé hacia mi casa. Mi vista estaba fija en el suelo, y mi mente en blanco. Simplemente caminaba.

Llegué a mi casa, entré y cerré la puerta detrás de mí. Voltee a ver a Alice y ella estaba esperándome ahí con una gran sonrisa en su rostro. Le sonreí vagamente y corrió a abrazarme. Le devolví el abrazo y luego fruncí el ceño. Ella había dicho que alguien más estaba esperándome también. Y cuando me di vuelta, allí estaba Edward, con una sonrisa que se asomaba por la comisura de sus labios.

Mi corazón se hinchó de alegría al verlo.

_ Hola Bella – me dijo él, con los ojos con los que él solía mirarme.

_ Edward – y tras decir esto un suspiro escapo de mis labios.

Las palabras no hacían falta, y basto para que vaya hasta él y él me estrechara entre sus brazos.

_ Hacía mucho tiempo que no te tenía en mis brazos – susurró en mi oído.

_ Lo sé, lo extrañaba – confesé. Con él me sentía tranquila, era simplemente Edward.

Cuando miré de reojo a Alice pude ver la ternura que se reflejaba en sus ojos al mirarnos de esa forma.

_ Entonces… ¿te quedarás por un tiempo o te irás? – pregunté tímidamente.

_ Me quedaré… me gusta estar aquí y no quiero separarme de mi Bella otra vez – admitió. Con él siempre era así desde que nos habíamos vuelto unidos, yo era su Bella y él era mi Edward.

Lo único que hice en ese momento fue abrazarlo de nuevo, esa paz que emanaba de él me reconfortaba y hacía que mi depresión de fuera… al menos por un rato.

Después de estar un rato todos juntos en la sala, hablando (sentada al lado de Edward, por supuesto) me levanté y les pregunté:

_ ¿Quieren cenar? Puedo cocinar algo.

_ No, por supuesto que no Bella… tus habilidades culinarias no me convencen – dijo Edward bromista.

Yo reí ante su comentario.

_ Mejoré, ahora se cocinar sin hacer ningún desastre ni quemarme – dije con orgullo fingido.

_ Ah, entonces así sí – y me regalo una sonrisa. Cuando estaba con él no pensaba en eso de que estaba enamorada de él y todo el rollo, simplemente éramos nosotros mismos, sin algo de por medio.

Alice me siguió hasta la cocina y miró todos mis movimientos. Saqué el pollo de la heladera y me dispuse a meterlo en la parrilla cuando unos fuertes brazos tomaron mi cintura y me dieron vuelta.

_ ¿Por qué te alejaste? – me preguntó Edward con tristeza en su vóz.

_ Si tan solo supieras… - le contesté en un susurro lo suficientemente alto como para que él lo escuchara.

_ Cuéntame – pidió.

_ Luego – respondí con mi mirada en el suelo.

Todavía recordaba la primera vez que había hablado con él sobre mis problemas familiares, él había terminado besándome… pero habíamos llegado al acuerdo de no hablar sobre aquello y que no se repitiera.

Mi situación familiar era complicada. Mis padres biológicos habían muerto y me habían llevado con una familia cualquiera. Las peleas eran constantes allí, con la mujer que vivía allí y sus dos hijas. Me habían separado de mi hermano, y cuando descubrí todo eso a mis 13 años, me dispuse a buscar a mi hermano, Jacob. Esa familia cuando logré estar con Jake se mudó, me dejo vivir tranquila.

Unos meses atrás Jake se había mudado con su novia, Leah, de la reserva Quileute, dejándome a mi sola después de convencerlo de que iba a estar bien.

Todo fue difícil, muchas veces me derrumbaba, y él estaba ahí para mí. Él era mi sol personal, él era mi fuerza, él era mi alegría…

De repente sentí una voz en mi oído, su voz, que decía:

"Siempre voy a estar a tu lado…"


Se que es medio raro, pero con el tiempo verán el porqué de este fic...

Espero continuarlo, pero solo lo haré si me animan a seguirlo, ya que si no es bueno ¿para qué seguirlo?

Espero que les guste, y dentro de poco actualizare Volviendo a Sentir, lamento tanta espera, pero los problemas me agobian! =S

Saludos! ^^

Aclaracion: Los personajes son de Stephanie Meyer, yo solo escribo un fic con ellos, nada más.