PRIMER CAPÍTULO
Londres. Año 1940. 25 de Diciembre.
Érase una vez un niño. Un niño muy pobre, no tenía padres, era huérfano. Se llamaba Joshep. Su vida era muy desdichada. Apenas podía comer y beber agua potable… y no hablemos de 'su hogar', era sedimentario nunca vivía en el mismo sitio… cambiaba de calle cada semana. Donde instalaba su cabaña de cartón húmedo. Para desayunar se tenía que conformar con alguna cáscara de plátano, para la comida pan negro que encontraba tirado en los contenedores, de cena con alguna que otra fruta que podía comprar con la miseria de limosna que recogía en el día.
Su vida no era, desde luego, feliz, ni tampoco era la vida adecuada para un niño. Tenía apenas unos 10 años y toda su vida había vivido sólo con su mascota: su perro. Un perro callejero, como él, desgreñado por fuera pero con un dulce y gran corazón en su interior como el de Joshep.
No iba al colegio… todo lo que había aprendido se lo había enseñado la vida misma… puede que fue un ignorante, pero era la mejor persona, más generosa y humilde que pudieras encontrar en Londres. Los demás niños lo despreciaban y se burlaban de él. Algunos mayores lo pegaban. Una noche del 25 de Diciembre, Joshep escogió un lugar especial para celebrar la Navidad con su perro Vosgo.
Hace días había encontrado un callejón donde había un restaurante. Allí había un delicioso montón de desperdicios de la comida… con eso tenían que conformarse en su cena de Navidad.
- Vosgo…- dijo Joshep cogiendo una pierna de pollo que estaba como nueva - ¡Toma esto! ¡Es para ti! – se lo ofreció con una amplia sonrisa.
Vosgo saltó de alegría mientras movía su rabo en señal de felicidad. Entre risas, Joshep le dio la mejor comida que podía encontrar a su perro en vez de comérsela él mismo; esto demostraba su generosidad.
Joshep se conformó con una exquisita lata de conserva. En la lejanía se escuchaba sólo el silencio y muy a lo lejos, los villancicos, el buen ambiente, el sonido de risas de familiares.
- Feliz Navidad, Vosgo – deseó Joshep abrazando a su perro, su mejor amigo. Vosgo con un lametazo en su cara, le devolvió 'el abrazo' Joshep amontonó en un rincón algunos trozos de cartón para formar un lecho donde dormirían.
- Hace frío hoy – dijo Joshep mirando la nieve, acurrucado junto con Vosgo se acomodó en la 'cama', Joshep arropó a Vosgo y a él. Antes de dormir, rezaba su propia oración - Gracias Dios por todo lo que nos has dado hoy, te pedimos que mañana sea un buen día para nosostros y también para el resto del mundo. Amén. - y cerrando los ojos dijo – Buenas Noches –
De repente unos pasos le hicieron despertarse… Joshep abrió los ojos y con cautela levantó la cabeza – Oh, no – se lamentó al ver al mendigo que todas las noches le perseguía para robarle la poca limosna que tenía…
Sigilosamente, se levantó y despertó a su perro. Y con valor le dijo al mendigo - ¿Qué quieres? – el mendigo con voz ronca respondió – Quiero comida – y se acercó peligrosamente a ellos con un gran cuchillo en la mano.
Joshep asustado hechó a correr junto con Vosgo… mientras detrás lo seguía el mendigo. - ¡Corre, Vosgo! ¡Corre! – gritaba Joshep. De repente, se paró en seco al ver algo que llamó su atención… era una puerta… pero no una cualquiera, sino que de ella salía una luz cálida y resplandeciente. Joshep por una extraña razón se vio llamado por la puerta, presentía que tenía que entrar en ella… Hizo caso a sy corazón -¡Vosgo, ven! ¡Sígueme! – y cuando llegó atravesaron juntos la puerta…
Continuará...
Próximo capítulo: Joshep y Vosgo entran a Narnia a través de la misteriosa puerta.
Enseñanza: Agradece todos los días por lo que tienes... pues siempre existirán situaciones peores que las tuyas.
P.D.: Yo todos los días agradezco a Dios, por lo que me ha dado. Sé que podrían ocurrirme cosas peores, por eso agradezco el momento, por muy triste o malo que sea. Me alienta a valorar mi vida : )
(Por cierto, este es mi primer Fan Fic Narniano ^^)
