No podía creerlo, simplemente no podía... ¿Cómo es que estando en su propia casa no conectaba el Internet?
¡Se le agotaba la paciencia!
Intentó volver a cargar las páginas. Nada.
Desconectó y conectó el internet. Nada
-¡Itachi!- gritó irritado, sabiendo que su hermano lo escucharía. Ese imbécil siempre escuchaba todo, sin importar en qué lugar del mundo se encontrase.
-¡Tampoco tengo internet, ototo!
¡Maldición! Ni un poco de señal, nada. Nada. ¿Se me olvidó comentar que también se me acaba el tiempo?
Marcó un número de su celular y llamó.
Tres pitidos, cuatro pitidos, cinco pitidos, sei-
-¿Qué carajo quieres, joder?
Su amigo jadeaba mientras se escuchaban fuertes gemidos femeninos del otro lado de la línea.
-Mi Internet no conecta, voy a tu casa.
-Maldito teme...-más jadeos.- ¡estoy ocupado!... Eso nena, date la vuelta... Oh, te gastas un trasero...
-Tsk... sigo aquí.
-Lo sé, lo sé, eso me irrita ¿sabes?... Muy bien linda, abre el cajón y saca otro condón... Teme, ¿por qué te preocupas por eso? No necesitas internet, tienes las pornos que te descargu- Claro que no muñeca, no te preocupes, saca el sabor que quieras. ¿A qué iba? ¡Ah, sí! no necesitas el Internet para las pornos, tienes unas 20 que yo- Nena... lo haces tan bien, estás hecha para est-
Sasuke sabía que ese maldito tenía aguante y que podía pasar todo el resto de la tarde así, prefirió colgar por su salud mental. Allá el rubio teniendo sexo con una cualquiera mientras que él se encargaba de un informe muy importante que entregar a la mañana siguiente.
No pudo evitar sentir curiosidad por los vídeos que sabía que Naruto había descargado en su laptop para cuando se quedaba en su casa.
-Maldito enfermo
Abrió nuevamente el aparato y buscó entre los archivos.
Descargas, no.
Mis cosas, no.
Imágenes, no.
Vídeos, no.
¿Dónde estaban los puñeteros vídeos?
Y de un momento a otro, Sasuke se iluminó.
-Estúpido dobe.
Sasuke se fue a 'Documentos' y abrió una carpeta que decía: 'Tareas del teme' para luego ir a 'Narutito'.
Bingo.
Abrió el título que le pareció más original y estúpido. "Dos nenitas se toquetean el molusco".Obviamente el dobe reeditaba los nombres.
Conectó su laptop a la televisión que tenía en su cuarto, se recostó sin expectativa no sin antes poner el seguro a la puerta. El entrometido de Itachi puede entrar.
En el vídeo se veía como chiquillas demasiado jóvenes hablaban y reían mientras hacían una extraña mierda con una masa, entre tanto y tanto la pelirroja comenzó a ayudar a la castaña a amasar por detrás.
-Nee, Yuri-chan, lo haces muy bien.
-Kasaki-chan, lo hago bien gracias a ti.
La nombrada Kasaki rió en el cuello de Yuri y esta no aguantando más y la besó. De ahí la escena comenzó a volverse fogosa y caliente captando por fin la atención del pelinegro que hace unos instantes miraba aburrido todo. Sonrió con galantería mientras veía como se tocaban entre sí. No eran infiel al mirar estos videos, ¿o sí?
-¡Kasaki-chan! ¡Ahh! Tócame, tócame.
Sasuke se mantenía en una pose relajada, con sus manos detrás de su nuca y sus piernas cruzadas. Luego de unos minutos de toqueteo entre las chicas, el morocho comenzó a sentir como su compañero de batalla quería jugar un poco. Separó un poco las piernas.
-Mierda...
Pero no, Sasuke no se iba a masturbar, se negaba a eso. Él no llegaba tan bajo. Lo hacía cuando tenía 12-13 años y era un crío, pero ahora no, tenía otros recursos (más bien otras) que no utilizaba ya por su relación de más de un año con su adorada y sensual pelirrosa. No es como si la utilizara para tener sexo, claro que no. Había sido la única chica de la que se había interesado, gustado y al final, -aunque no lo admitía- enamorado.
Con urgencia; quitó el video, eliminó la asquerosa carpeta de su rubio amigo y marcó un número que se sabía de memoria.
Dos, tres, cuatro, cinco pitidos. ¿Qué les daba a todos hoy por tardarse en contestar?
-¿Sasuke-kun?
-Sakura.
-¿Qué tal?, creí que estabas haciendo el informe de biología...
-Estaba, se me fue el Internet.
-¿Otra vez? Debiste haberlo previsto. Idiotas, les dije que lo hagan antes.-escuchó su melódica y chillona risa -Por eso no pudiste quedar esta tarde conmigo.
Sasuke pudo jurar con su vida que la pelirosa hizo uno de esos pucheros que hacen que él haga lo que ella quisiera.
-Tsk, es Naruto, el muy idiota me lo dejo a mi... aparte, a pesar de que no pude estar esta tarde contigo, estuve todas las demás.
Sakura rió otra vez.- Puedes venir a mi casa si quieres, yo terminé mi informe hace unos días, te puedo ayudar.
Sasuke miró su -aún- abultada entrepierna. Claro que podía ayudarlo.
-Estaré allí en tres minutos.
-Trae tu lapt-
Sin más preámbulos, cortó la llamada antes de que la chica terminara la oración, cerró su laptop, sacó unos cuantos condones y las llaves de su carro.
-¿A dónde vas, Ototo-baka? –Escuchó del otro lado del pasillo al salir por la puerta.
-Donde Sakura. -respondió él, tosco.
-¡Que bien! Yo voy donde Haruhi.- explicó.- Y ambos necesitamos llegar rápido.
Sasuke alzó una ceja, interrogante, e Itachi apuntó divertido a ciertas partes de ambos. Miró hacia abajo y vio su abultada entrepierna junto a la -también abultada- entrepierna de su hermano.
El timbre sonó varias veces, la muchacha de orbes verdes, irritada, bajó las escaleras enfadada sabiendo quién se encontraba del otro lado. Su cabello caía con gracia sobre sus pechos cubiertos con un top deportivo que cubría estos y una parte de su abdomen, dejando su estómago libre.
Llegó a la puerta, y un poco dudosa si abrirle o no a su novio, preguntó:
-¿Quién es?
Escuchó divertida como Sasuke murmuraba irritado algunas cosas.
-Sabes quien soy, abre la maldita puerta.
-No sé quien eres.
Sonrió traviesa
-Tsk...
Y se aguantaba las ganas de reír. El muchacho, a sabiendas que su novia no le abriría si no contestaba, habló de mala gana.
-Soy Sasuke, Sakura. Abre.
-¡Oh, Sasuke-kun!-se puso una mano en la barbilla, pensativa.- ¿cómo sé que eres tú realmente?
Esta vez le tocó al chico sonreír travieso.
-Porque soy el único que sabe que tienes un lunar muy, muy cerca del clítoris.
Antes de siquiera terminar la última palabra, Sakura había abierto la puerta enojada por la osadía de su novio.
-¡Sasuke!
-¿Se te ha invertido el juego, amiga?
Sakura alzó una ceja enfadada.
-¿Ahora soy tu amiga? ¿Quién es la otra perra, eh?
-No te preocupes, Sakura, tú eres mi única perra.
La chica rio divertida.
-No trajiste la laptop, ¿verdad?-el chico negó con la cabeza divertido.- ¿Quieres ver mi lunar?
El chico sonrió de medio lado al ver la mirada pícara de su novia.- A eso venía.
Ella lo abrazó por la cintura mientras le dejaba la tarea a él de cerrar la puerta.
-¿No están tus padres, no?
Ella negó.
-Bien, porque esta vez… -dijo acercándose y aminorando el tono de su voz- no podrás controlar tus gemidos como la última.
Sin evitarlo, ella se sonrojó y Sasuke no pudo esperar más para besarla.
A la mierda el informe, a la mierda Naruto y a la mierda la masturbación.
