Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer la historia pertenece a laliter21, esta es una adaptación.
Nueva en Fanfiction, así que espero que les guste.
APOSTANDO AL AMOR: INTRODUCCIÓN
Hay personas, como los padres, que marcan un destino en nosotros sin querer, a veces pagamos sus errores sin que ellos se den cuenta, a veces vivimos un carma creado por ellos y le echamos la culpa a Dios.
Tener buenos padres o malos padres es relativo según la perspectiva de cada quién. Pero hay hechos que ni el más descorazonado es capaz de hacer y cuando quien más te quiere es quien te engaña crees que no te queda nada.
Honrar a padre y madre por sobre todas las cosas, dice el mandamiento. Para estos jóvenes será dificil entenderlo, pero no se puede vivir con rencor, no se vive, existes pero no vives. No se puede vivir con dolor, se existe pero no se vive. No se puede vivir sin AMOR, se existe, pero no se VIVE.
Cuando no se vive, se siente un vacio que no todo el dinero del mundo, ni la pobreza más grande, llena. Y para muestra un botón.
Isabella Swan: Enamorada del Amor. Es una chica dulce, noble, inocente, sumisa a las ordenes de su padre. Le encanta que sus seres queridos estén complacidos en todo momento. Siempre quiso luchar por sus sueños, tener valor, llegar más allá. Pero veía su rededor y tocaba la realidad. Adora la fotografía y más aun la naturaleza. Su hobby? Las flores! en su casa, que es un poco pequeña en comparación con las grandes mansiones y haciendas de su zona, tiene un jardín cuidado por ella. Sus estudios los realizó incompletos, aún no termina el bachillerato ya que al morir su madre durante el parto, se tuvo que hacer cargo de los que aceres del hogar y de atender a su padre Charlie Swan. Tiene un amor secreto, pero eso es otra historia.
Edward Anthony Cullen Masen: Muchacho solitario. Dueño de prácticamente medio país, influyente social sin querer serlo. Su hobby? El trabajo, por obligación. Es un hombre serio, radical, testarudo, de carácter fuerte y decisiones determinantes. La confianza ha sido su enemiga de años, los seres en que más ha creído, le han dado una puñalada trapera, pero lo que aquí se hace, aquí se paga. Su infancia, nada fácil. Su adolescencia peor. Sus padres, ambos muertos. El día del sepelio no hubo muestra de dolor en su rostro. No conoce el amor, ni siquiera el que se siente por uno mismo, aunque eso no ha sido impedimento ser activador de hormonas femeninas que mueren por colarse entre sus sábanas. Jasper es su mejor y verdadero amigo, y sin querer lo guió a la mejor apuesta de su vida.
Ambos sueñan con tener una familia, Él con ella, Ella con otro.
Ambos sueñan por salir de cárcel en la que se encuentran. Él la liberó, pero la metió en otra cárcel. Ella lo liberó, pero él no quiere enfrentar la realidad.
Ninguno se atreve a ver que el amor llegó a sus vidas, y decidirán tomar el camino mas díficil que lleva a la felicidad.
La vida de ellos se convirtió en un juego de azar, y con cada decisión ellos estarán:
APOSTANDO AL AMOR
Capítulo I: "tomar la justicia con mis manos"
- Quiero mi premio!- esa temple al hablar era una de las cosas que mas le caracterizaba, sin embargo, la vehemencia del momento cerraba el paso al diálogo - y no me voy de aquí hasta que me lo des!- determinación, eso era lo que sobraba en el tono de su voz.
Era un muchacho que le sobraban las razones para ser lacerante, pero siempre y cuando se hicieran las cosas a su modo no habían mayores problemas. La confianza era algo que siempre le había jugado en su contra y esta vez no era la excepción.
-por favor! dame un poco más de tiempo!- y su voz se notaba falsamente desesperada: parecía tener más miedo del trío de gorilas disfrazados de humanos que tenía como guardaespaldas que del hecho que había perdido algo sagrado!
-un mes llevas diciéndome lo mismo! no voy a esperar ni UN minuto más!- él no hablaba por hablar, lo que decía lo cumplía y esperaba tener el mismo trato por parte de los demás, pero en este caso al parecer tenía que hacer valer la ley por sus propios medios.
-es que no entiendes!- -quien no esta entendiendo eres tu! esto no es un juego, así que o traés mi premio o destruyo esta casa para tomar la justicia con mis manos!-
Definitivamente era sincero en lo que decía, no había ni un mínimo de condolencia visible, él sentía que lo habían humillado lo suficientes veces a lo largo de su vida como para que eso ocurriese una vez más. No había escapatoria, y este ser sin escrúpulos, absorto de lo que estaba sucediendo, fue capaz de hacer algo peor que vender su alma al diablo sólo para salvar su pellejo.
-Por favor, no me menciones cuando te pida explicaciones- Fue la única mediocridad que pudo decir.
El nivel de cólera de él era tal que no le permitió entender más allá de lo que dijo, solamente hizo una seña a sus guardaespaldas para que supieran lo que tenían que hacer. Lo dejó sólo en la sala de esa casa relativamente pequeña en comparación de las grandes haciendas que la rodeaban.
El golpe de las puertas abiertas a la fuerza era lo que se escuchaba allí abajo, pero un grito fue el indicio inequívoco de que su propósito estaba prácticamente logrado, y con la indiferencia que le caracterizaba se dirigió a su auto, estacionado al frente del porton de ese hogar.
Se sentó en el lugar del conductor y encendio él carro para tenerlo listo en el momento en que se necesitara, y aún desde allí se oían los gritos pidiendo auxilio, el choque de algunos objetos contra el suelo o con las paredes, y alguna que otra vulgaridad expresada por sus hombres a quienes ordenó no hacerle daño o cada rasguño lo pagarían con sus vidas.
Cuando los vio en la puerta, ella estaba amordazada y encapuchada; sus guardaespaldas aún intentaban amarrar sus brazos y piernas, a leguas se notaba el vigor que tenía esa mujer, tanto externa como internamente: Pelear contra 3 hombres que eran 10 veces tu contextura era una batalla perdida, más sin embargo no se rendía.
Apretó con fuerza el volante para controlar el impulso de ordenar que se detuvieran y así liberarla del aparente sufrimiento que le estaba causando, pero para cuando volvió a ser un hombre lleno de frivolidad, sus guardaespaldas estaban dentro del auto: con ella.
Tomó rumbo a la casona que tenía dentro de una de las haciendas más grandes de ese pueblo, y al cabo de media hora con el auto a toda velocidad a pesar de la irregularidad de la carretera, ya estaban allí.
En el camino ella no dejó de moverse, de hacer sonidos incomprensibles con su garganta que suponían eran pidiendo auxilio, y de soltar sollozos que le llegaban a lo más profundo de su alma; pero no mostraría el más mínimo rastro de vulnerabilidad, nunca más.
La subieron entre 2 hombres a lo que sería su nueva habitación, justo al frente de la suya para tener absoluto control de ella. La dejaron en el suelo y ella como pudo se levantó e intentó salir por la claridad que la capucha le permitía ver, claridad que venía del pasillo y que se hacía más intensa en la oscuridad de su cuarto, pero él se lo impidió. Intentó controlarla pero ella estaba fuera de sí, y no era para menos sin embargo, su ahora dueño no tenía paciencia.
Prendió la luz y la lanzó en la cama, ésta era grande, llena de almohadones y con un dosel sostenido por cuarto mástiles, uno en cada esquina. Ella se intento levantar pero antes de que pudiese hacer algo amarró sus manos a uno de los mástiles, ya no tendría escapatoria.
-cuando te calmes, vuelvo! mientras te quedarás acá sola.- la amenazó y ella se quedó estática a creer conocer esa voz. Apagó la luz, cerró la puerta y allí estaba ella, amarrada en no sabe donde, sin ver absolutamente nada, escuchando solamente el silencio de la noche y completamente perturbada por lo que estaba sucediendo.
...
Continuará, espero que me digan que les parece.
