Un Nuevo Mortal
Capítulo 1: Transformación
Django P.O.V.
Me refugiaba en una cueva porque el sol salía y quemaba. Luego me acorde del motivo del porque estaba triste, o más bien dicho motivos:
Primero: Mi padre se enojó conmigo por enviar a nana a la tierra de los muertos.
Segundo: No quería vivir con mi padre
Y tercero: Me comprometieron con una vieja amiga llamada Selena, pero yo no amaba a esa chica, amaba a la sensual diosa de cabellos azules amiga del Tigre: Frida, era por eso.
Para viajar al mundo humano aprendí un hechizo de la guitarra que me haría humano y viajaría al mundo mortal, ya que ella no amaría a una calavera como yo. Intente días, semanas y meses, eran movimientos difíciles pero hoy sería el día. Toque la sinfonía lo más fuerte que pude, y como era de esperarse, no se llegó a oír en otras ciudades. No pasó nada al principio pero de entre las nubes salió una estrella roja y vi que se dirigía hacia mí y era de esperar era un trueno muy grande y grite muy fuerte porque dolía un montón.
AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH-Grito
Jamás escuche que me lo advirtieran, pero el rayo había parado. Vi que estaba en un callejón de Ciudad Milagro, cerca de mí había un vagabundo borracho inconsciente, me vi en su botella y fue todo un éxito… Era guapísimo, ya no era más un esqueleto, parecía como esos modelos de las revistas. Mi cara era redonda, mi piel nueva era suave y carnosa, tenía los mismos ojos rojos pero con esclerótica y tenía cabello blanco. No me importaba si tenía canas de anciano, era guapísimo. Y tenía voz diferente para que concordara con mi nueva apariencia.
Luego de verme escuche como dos personas caminando y hablando así que decidí esconderme en la parte oscura de aquel callejón. Y como era de esperar las voces de esas dos personas no eran de nada más y de nada menos: que la del moreno y de la sexy peli azul.
-Creo que escuche algo aquí.
-Espérame, no tengo poderes.
Y ahí vi a la sexy diosa de cabellos azules, pero me molestaba que estuviera con El Tigre, el quien me extermino, vieron por todas partes, hasta que los ojos de Frida, que brillaban como un lago, vieron mis ojos rojos brillantes, porque en aquella parte del callejón brillaban. Pero luego escuche y vi que se dirigía hacia mí.
-¿Qué haces?
-Creo que vi algo aquí, estoy segura.
Y ahí se acercó ella a mí, estaba muy cerca, cara a cara, tuve que controlarme, pero la adrenalina lo empeora.
-¿Quién eres?
-Soy…
-¿Quién?
-D-D-D-D-D-D-D-Dj-j-j-j-j-a-a-a-a-a-a…
-¿Dja?
-Django
-¿Django? ¿Cómo? O mejor dicho, ¿Qué te paso? ¿Cómo es que estas en carne y hueso? ¿Y cómo es que eres tan…?
-¿Tan qué? Bueno solo quería saber cómo era ser mortal, pero… ¿Enserio crees que soy feo?
-No, no, no… Horrible no es la palabra de hecho te ves más… (Ruborizándose y babeando) Guapo.
-Hm… ya veo.
-¿Y dime a dónde vas?
-A Cd. Milagro.
-¿Con tu abuela?
-No, mi familia se enojó por enviar a nana al mundo de los muertos.
-Ya veo… ¿Y dónde te quedaras?
-En un hotel por ahí, si consigo dinero.
-¿Y si te quedas… conmigo?
-Tienes razón está oscureciendo.
Vi por detrás que Rivera no estaba ¿era una oportunidad de estar cerca de ella?
Bueno, lo que sabía es que ahora estaba a metros de mi sexy diosa de cabellos azules.
Fin Django P.O.V.
