Prólogo.

Escapar del destino es inevitable, es una cadena o posiblemente un fino hilo que te ata sin importarle nada, absolutamente nada.

Si somos sinceros, es más fuerte que cualquier otro lazo.

Par de idiotas los que pensarán que es tan simple como cortarlo con una tijera.

Pero, el proceso que los lleva a entenderlo es lo divertido o emocionante.