Holaaaa! mi de nuevo, xDD quiza algunos crean qe empiezo nuevas historias para dejar inconclusas las otras, pero no. Tengo planeado terminar todas mis historias ((a no ser qe tengan muy pocos reviews))

Tambien, este fic NO tiene NADA que ver con The Beauty and the Dragon de Ai Biam.

Ai-sama, yo respeto tu trabajo :D

es solo que recientemente estuve leyendo cuentos cortos de 'Princesas y Dragones' y esto es algo así como una amalgama de todas ellas, claro, revueltas con mis ideas. :D

espero les guste!


FT pertenese a Hiro Mashima.


Dragon Princess

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"Dicen que arraso con una aldea completa"

"Yo escuche que dezollo un rebaño de ovejas y vacas"

"Se dice que esta ciego, por eso solo ataca en el día"

"Cuentan los ancianos que se come a las personas cuando hay hambruna"

"Es un cruel asesino a sangre fria"

"¿Lo vieron al hacer todo eso?"

"No... "

"¿Entonces como puedes creerlo?"

"Por que lo dice todo el mundo"


—¡Princesa! —grito nerviosa una chica de corto cabello morado— ¡Entre al castillo! ¡No hay tiempo!

Una melena rubia se asomo de entre un montón de paja para mirar a la chica, vio frente a ella un enorme y lujoso castillo donde desde la gran puerta la sirvienta, de semblante inexpresivo, ahora la llamaba agitada. Echo un vistazo al cielo y pudo ver que en el, el sol casi llegaba a su punto máximo. Se estremeció y busco con más urgencia su 'cosa' perdida.

—¡Es que no encuentro a Plue! —respondió preocupada al no tener mucho tiempo y no encontrar dicho animal— ¡Plue! ¡Plue!

—¡Siempre hace lo mismo! ¡Déjalo ya! —dijo exasperada y nerviosa una pelirroja que se acerco a tratar de llevar dentro a la chica jalándola del brazo— ¡Si no vienes ya el Rey dijo que te dejaran fuera!

Puuun, Puun. —un extraño perro blanco apareció saltando a los brazos de la chica.

—¡Maldita sea! ¡Entra ya Lucy! —la pelirroja de armadura reluciente la jalaba con insistencia y ahora con desesperación— ¡Puede aparecer en cualquier momento!

La chica ahora satisfecha, abrazo protegiendo al 'perro' y corrió junto a ella con prisa para resguardarse dentro del castillo, todos los aldeanos estaban escondidos en un sótano dentro de sus respectivas viviendas.

A pocos pasos de llegar a la gran puerta, un violento aire las lanzo dentro del castillo con brusquedad, aprovechando el inesperado empujón, la pelirroja se reincorporo del suelo y tomó el mando.

—¡Cierrenla rápido! —ordeno con firmeza a los soldados a cargo de la puerta— ¡La princesa ya esta dentro!

La descomunal puerta de gruesa madera se cerro hacia arriba con la mayor prisa posible, la princesa aún estaba en el piso abrazando a su extraño pero blanco, la sirvienta estaba con ella, y la pelirroja protectoramente abrazo a ambas, los soldados se escondieron, no había ningún alma al intemperie.

Todos guardaban silencio temblando de miedo.

Un estruendoso temblor hizo tambalear las estructuras y a los pocos que estaban de pie los obligo a caer de rodillas.

Un gruñido desafiante hacia eco en los pasillos del castillo, como un animal que asecha a su presa, rodeándola lentamente; una sombra imponente tapo el sol frente a los pequeños tragaluces en lo alto del techo.

—¿P-Por que aterrizo? —susurro la rubia casi imperceptible, pero la sombra giro bruscamente, como si hubiera podido oírlo perfectamente, como si pudiera ver a través de aquella gruesa madera y fuertes barrotes.

La pelirroja tapo de golpe la boca de la chica impidiendo que esta dijera otra palabra. La inmensa sombra del animal ladeo la cabeza, casi podían jurar que la veía, pero eso era imposible. La pelirroja la abrazo tratando de ser sobre ella una especie de escudo.

El dragón lanzo un gruñido y con su cola arrastro intencionalmente los gruesos barrotes que protegían la puerta. Anduvo por la calle principal del pueblo, dejo sus gigantescas huellas en la tierra, asustó al ganado, luego un fuerte viendo golpeo todo y ese temblor otra vez.

Había retomado el vuelo.

La pelirroja se puso de pie y con dureza, obligo a todos a dejar el miedo y volver a su trabajo.

Pero la princesa no se movió del piso, y aún sostenía al animal que temblaba entre sus brazos.

El corazón de Lucy latía a mil por hora, era como si el dragón la hubiera visto, era como si ella lo hubiera visto.

Pero no, nadie nunca se había atrevido a ver a la bestia.


—¡Rey Jude! ¡¿Que esta pasando?! —el pueblo gritaba eufórico, en una gran sala, donde ministros y la gente pedían a gritos una respuesta.- ¡Salamander nunca había pisado el pueblo! ¿¡Por que lo hizo hoy!?

—¡Hasta arranco los barrotes de la puerta del castillo!

Todos pedían respuestas y nadie sabia responderlas.

El dragón de fuego que había llegado al reino hace cien años, vivía en el viejo castillo en lo más profundo y oscuro del bosque y desde entonces los atemorizaba, todos los días al punto máximo del sol de medio día, sobre volaba desafiante sobre el reino, pero esa vez anduvo por todo el pueblo.

Algunos campesinos decían que les había robado ganado, y exigían una compensación por aquello. Nadie había visto nada acerca de dicho robo, así que nadie podía desmentir aquello.

Quizá el dragón estaba molesto por que el ejercito del castillo trato de adentrarse en lo profundo del bosque para atacarlo. Pero ¿A quien le importa el dragón? Es una bestia sin sentimientos.

Hay que matarlo.

—¿Que proponen ustedes? -dijo diplomaticamente el Rey, sentado en su elegante trono mirando a la chusma— Digan lo que quieran, y se hará.

—¡La vieja Polyushka —gritó alguien al fondo— Dijo que el dragón necesitaba a una doncella para comer, y así no nos molestara unos años!

—¿Y quien sera la candidata?

—¡La hija del Rey! —aclamo el pueblo de unisono— ¡La hija del Rey!


Una semana paso desde entonces, nadie comento nada acerca de la respuesta del Rey.

Se acordó una ceremonia en la plaza principal.

—¿Una hora antes del punto máximo del sol? —preguntó con escepticismo una rubia que era peinada elegantemente por su sirvienta personal— ¿Que va a haber, Erza?

—No tengo idea —la pelirroja permanecía de brazos cruzados sentada en una orilla de la elegante cama de la princesa— A pesar que soy jefa del ejercito, nadie me dijo nada.

La criada de cabello morado le extendió un elegante vestido de encajes a la rubia.

—¿Tu sabes algo, Virgo? —le preguntó a esta.- Papá nunca me deja asistir a esas ceremonias.

—Yo no se nada Princesa —le respondió con su habitual cara inexpresiva— Solo se me ordeno vestirle elegante para la ceremonia.

Erza frunció el ceño. Algo no andaba bien. ¿Invitar a la Princesa a una reunión a la que le esta prohibido ir? ¿Mandar a la jefa del ejercito a escoltarla? ¿Una hora antes de la aparición del dragón?

La pelirroja apretó la mandíbula al ver a la chica emocionada por asistir. De verdad esperaba que se equivocara de aquello que estaba pensando.


—¡Papá! ¡¿Que significa todo esto?! —Lucy trataba, pero no podía moverse y el calor abrasador quemaba su cara—¡No estarás hablando en serio! ¡¿Cierto?!

—Esto es para el bien del pueblo. —respondió el hombre rubio con seriedad— Lo que todo monarca debe sacrificar.

—De... Déjenla... ugh... —Erza yacía en el suelo herida, a pesar de su fuerza, no pudo vencer a todo el ejercito, Virgo la sostenía con lagrimas en los ojos— Lu... cy...

—Erza... Virgo... —de sus ojos café, escurrían lagrimas— ¡Papá! ¡Te lo suplico!

En la plaza principal, sobre una tarima, amarrada a un poste no más alto que ella, estaba Lucy, tratando de liberarse, suplicando piedad.

Se darían de comida al dragón.

—Ya es hora —el Rey se dio la vuelta indiferente y miro con desprecio a las chicas— Sáquenlas de aquí.

Erza trato de ponerse de pie, pero de una patada en el estomago terminaron por sacarla a rastras, al igual que Virgo.

Lucy lloraba desconsolada trantandose de liberar de las fuertes ataduras, su cabello ya estaba despeinado y su hermoso vestido sucio.

Todos se habían escondido, pero ella aún podía sentir las miradas morbosas por las rendijas de puertas y ventanas.

¿Sacrificarse por el pueblo? ¡Ella ni siquiera iba a heredar el Reino! ¿Por que debería?

De repente, su cuerpo se tenso y un escalofrió recorrió su espina vertebral.

A lo lejos, se veía acercarse con rapidez aquel animal alado.

—¡Papá! ¡Por favor! —lloraba— ¡Suéltame!

—¡Sacrificate por el reino! —grito desde su escondite.

Su respiración se detuvo. Sus lagrimas cesaron. Cerro sus ojos con fuerza agachando la cabeza, esperando su final.

Un imponente animal de escamas marrón rojizo y larga cola se paro justo frente a ella de manera estruendosa, el pueblo miraba expectante.

El tremendo animal miró a la chica, ella temblaba y mantenía la cabeza baja, solo esperando ser comida. Por un solo momento, el dragón pareció confundido.

Observo a la chica detenidamente, parecía un perrito con nuevo dueño. Todos estaban sorprendidos, quizá.. ¿Habían juzgado mal al dragón?

Este se acerco con cuidado a ella y la olfateo, levanto violentamente su cabeza y gruño ferozmente a todos.

Abrió sus alas, separo sus patas, ergio la cabeza, y de un movimiento,

Engrullo a la chica con todo y poste.

Todos estaban boquiabiertos, Erza lloraba impotente, rogando que todos fuera un horrible sueño.

El dragón volvió a gruñir al pueblo y retomo su vuelo.

En la plaza solo quedo la base de un poste arrancado.


En lo más profundo del bosque, un gran dragón rojizo volaba. Al divisar el viejo castillo, lentamente bajo la intensidad de su vuelo hasta aterrizar en el techo de este, dio fuertes pisadas adentrándose en un gran y oscuro pasillo.

Eran las mazmorras.

Ese enorme lugar, lujubre, húmedo, vació, parecía estar hecho para que él transitara, ya que caminaba holgadamente por ahí.

Se acerco a una celda, muy pequeña para su gran tamaño, la examinó, no estaba tan sucia ni tan húmeda.

Afianzo sus cuatro patas tomando un poco de aire, y de un golpe rudo, escupió a la chica.

Esta cayó al fondo de la cela, algo grande para su tamaño, estaba mojada, despeinada y sorprendida. Tenia los ojos muy abiertos, mirando fijamente los oscuros ojos verdes del dragón que la veían intimidantemente.

Este cerro la puerta de la mazmorra con su cola, y desde la pequeña ventana con barrotes en la fuerte puerta, le gruño agresivamente.

Lucy mantenía el contacto visual, se tambaleo tratando de ponerse de pie y con paso lento se acerco a la puerta.

El dragón dio un paso atrás, pero volvió a gruñirle, sin embargo la chica no se inmutó y seguía mirando sus profundos ojos verdes. Este se volteo bruscamente y se alejo a grandes pasos perdiéndose en el fondo del oscuro pasillo.

Lucy estaba atónita, lo ultimó que vio de él fue su cola serpenteante. Se recargo en la pared para luego dejarse caer al suelo, Toco su pecho y sintió como su corazón latía violentamente como si quisiera salirse de ella.

—¿Porque... No me comió?


Waaaa! aqui kanako! que les parecio? les gusto? meresco un review? x3

Aun no se muy bien como se desarrollara la historia, pero teniendo Principio y Final, lo demás es pan comido! :D

*w*

Creo qe... hay ya no se que decir! xD

espero resibir muchos reviews suyos para que alimenten mi alma.. *O*

Kanako, fuera,

¡Paz!