La vida continúa
"Comienzo"
Podría llamarse una historia, pero de pequeña me he a sujeto que aquella palabra se refiere a lo pasado, a lo que ya alguna vez ocurrió, algo ya lejano...Pero algo que no fue olvidado, pues si a si fuera yo no lo sabría o tal vez la persona que me lo relatado tampoco podría conocerlo, al igual que la persona que se lo conto a esta y a si sucesivamente como una fila interminable...
Esto no podrá será real. Muchos podrán llamarlo algo ficticio, fantasía, algo que jamás paso, ocurrencias, etc...Pues tienen razón, pero no toda la razón en verdad, como no hay verdad tan verdadera o una mentira tan mentirosa...
Puedo ser esto ¿algo que jamás ocurrió? Pues muchos dirán que no, pues yo diré que tal vez si ha pasado. Tal vez lo ha hecho por mi mente noche tras noche, como un fantasma que me atormenta como si fuera la culpable de sus desdichas. ¿Será una fantasía? o ¿tal vez partes de un sueño?; que podría haber soñado cada noche y recapitulado en unos instantes sin tan solo saberlo...
A donde llegara todo, realmente no lo sé, y no me lo pregunto concretamente si quisiera saberlo. Solo dejo guiarme por las inconsciencias de mis pensamientos. Como si alguien más hablara por mí. Como una especie de emisor de mis más profundos pensamientos, que escarba hasta lo más lejos y los desentraña sin permiso ya que yo me los he negado a sacar...
Pero si por un instante me preguntara a mi misma que sería todo esto, se podría decirse que es solo un mundo fantasioso que yo he fabricado para usted o tal vez para mí misma pero no me lo he negado a compartir...
La tarde chocaba en aquel exuberante reino, los últimos rayos de sol parecían en algún momento dar la bienvenida para luego precariamente dar un lento adiós con promesas de regreso, las nubes quienes fueron las ausentes al día incluso, no se tomarían la molestia de regresar hacia el anochecer para cubrir a las fulminantes estrellas que pronto darían su luz renombrando su llegada...
A lo alto de la ciudad contorneada de orgullo verde... Un castillo, una fortaleza, fastuosamente esplendida en sí. Sus alrededores una escalerilla podría decirse, moradas con grandes lujos, una tela representativa a su familia a su frente. Descendía uno para encontrarse con moradas meramente modestas, claro ejemplo de la escalera de la misma sociedad.
Al interior de los millares de cuartos que deberán existir, se hallaría voces moderadas en tonos para no salir de control, las cuales sus dueños eran de proclamarse por todo el territorio –incluso más allá- Aquello parecía de haberse aumentar a la fecha, era especial. A pesar de no haber caído en ella en tiempo propio. Al primer o último escalón podrías haber estado de pie, tus oídos no habían de serse sordo a los murmullos, grito quizás, habladurías de campesinos y nobles sobre lo que se esperaba a llegar.
Componiendo si uno más allá, seria a sonidos testigo lo que ocurría en la realidad...
Aquí daremos comienzo, no a una historia. Tal vez sería un viaje, una búsqueda hacia un destino que corre hacia nosotros, y nosotros a él consientes o no. Y quizás encontrándonos en el medio y chocando, será porque ¿siempre en el medio de todo es el problema?...
No es que lo anterior haya sido algo nulo, no en absoluto. Fue tal vez una idea, una exploración un pre-viaje, quizás una preparación para lo que nos avecina...
-¡No volveré con mis padres!.- Reclamo Toph , parándose de donde se situaba, con postura firme y decidida al igual que cada palabra que expulso de sus labios, con su manos situadas a cada lado de si, sus puños estaban cerrados pero no con fuerza, remarcada aquella postura de su elemento natal.
-Yo estoy de acuerdo contigo Toph –suspiro fugaz- pero no me parece que sea buena idea.- Procedió Katara maternalmente, aunque se podría distinguir en su voz un tono de reprensión hacia la más joven. La oji-azul en cualquier instante parecía que saldría de sí misma aquella cara que no muchos tuvieron la desgracia de conocer.
-¿Por qué no?.- Contradijo la dobladora, relajando su postura. Había percatado las vibraciones que expedía. Aun que en si no se necesitaría tener aquella habilidad para conocer el estado de la nativa de la tribu agua.
-Andar sola por ahí –dio un leve suspiro, intentando relajarse. Sabría que perdiendo el control nada lograría con la joven- Seria muy peligroso.- Respondió la maestra agua en su rol de protectora como era de esperarse.
-Escucha Katara: ¡Yo puedo cuidar de mi misma!.- Demando la joven de ojos verde olivo. Siguió relajando su postura, pero su voz no había cambiado en absoluto.
-Deberíamos dejar que Toph haga lo que quiera –bramo Sokka sentado, quien había permanecido en silencio- Ella es la más grande maestra tierra de todos los tiempos. Puede cuidarse por sí sola.- Aseguro sin sarcasmo.
-¡Oh! –Exclamo sorprendida la joven, no espera aquellas palabras de su amigo- ¿Notas? Sokka está de acuerdo conmigo.- Prosiguió con una leve sonrisa de satisfacción, que escondió volteándose, dando unos pasos dirigiéndose cerca del moreno.
-¡Y desde cuando le tomas importancia a lo que dice!.- Mencionó Katara elevando la voz.
-Desde que me da la razón.- Respondió con una leve carcajada. Sentía las vibraciones expedidas de su amiga, le enfatizaba demasiado molestarla.
-Está bien –Gruño- hablaremos cuando este Aang, él sabrá que decir, hacer, urgg .- Termino sin palabras concretas la joven, para luego salirse de la habitación.
El guerrero observo a su hermana parecía que despedía chispas por su ira, no pudo evitar reír estrepitosamente, su amiga se le unió y sus risas se podían haber escuchado desde la habitación más lejana del palacio. Luego de unos minutos, donde sentían que su estomago explotaría, se detuvieron casi en un acuerdo silencioso. Dieron algunos suspiros para tomar un control y volver a su estado normal.
-¡wow! Si que la molestaste.- Dijo Sokka, con una sonrisa.
-Es lo mío –acentuó orgullosa- ¿Y tú lo crees?.- Pregunto la bandida ciega
-Si eso es verdaderamente lo tuyo –Respondió con una leve risa el guerrero- No puedo imaginar cómo torturaras a Zuko esta noche, ¿Tienes algo planeado? Si necesitas ayu...-
-No, no hablaba de eso cabeza de carne –su amigo la observo con una expresión confusa- lo que dijiste a Katara, sobre lo que quiero hacer además.-
-¡Oh! Claro que lo creo! ¡Tú eres la más grande, poderosa, increíble maestra tierra que existe! ¿Cómo no serias capaz de cuidarte por ti misma? .- Acentuó dejando su tono cotidiano, esta vez hablo sincero. De hecho pensó que hasta sus palabras no alcanzaban para describir a su amiga, la consideraba la segunda persona más poderosa del mundo, por ende después de Aang, quien solo lo era por ser el avatar. Pero en un combate solo doblando tierra, juraría que Toph ganaría sin problemas algunos, lo mandaría a volar al monje en segundos.
-Tienes razón.- Hablo sin humildad, adjunto con una sonrisa de satisfacción. Su amigo jamás le había dicho tales palabras con aquella sinceridad.
-Incluso Zuko lo cree.- Acentuó.
-¿Z-Zuko?.- Pregunto sorprendida. Llegaron a su mente recuerdos del maestro fuego, se pregunto si sería diferente aunque no haya pasado demasiado tiempo en realidad, cuando ella lo conocía aquel joven tenía una lucha sobre todo con el mismo. Se centraba en su interior una guerra entre lo correcto y lo incorrecto, el bien o el mal.
-Si –Prosiguió, moviendo su cabeza a un lado, como intentando recordar- si mi memoria no me falla, una vez, no recuerdo exactamente cuando fue o donde, pero él me dijo que estaba sorprendido, que eras la más poderosa maestra tierra que había visto y que cuando oyó sobre lo que eras capaz no lo creyó posible, por supuesto luego cambio de opinión.- Explico.
-¡oh! Bueno –prosiguió cuando algo le resonó en su mente- ¿Por qué no le creyó posible?.- Le pregunto a su amigo. Pensó que su respuesta seria lo que muchas decían o pensaban de ella, de por el hecho de ser ciega era indefensa, frágil y débil. Su mandíbula se endureció al apretar sus dientes por coraje. Odiaba que la considerasen de aquella manera.
-Creo que –llevo su dedo a su barbilla- ¡oh si! El no lo creyó posible hasta cuando te vio en acción porque pensó, bueno exactamente el dijo "no podía creer que una chica tan bonita tenga tanto poder, me pareció imposible".-Imito la voz del doblador de fuego cuanto lo cito.
-¿Qué?.- Hablo sorprendida elevando la voz.
-Si yo también reaccione igual –vacilo por un segundo- pero bueno piénsalo él tiene razón en definitiva.- Dijo finalmente en un tono de burla, no porque no lo creyera, conocía que la bandida no le asentaba bien los cumplidos sobre su belleza.
Nunca hubiera pensado que aquel maestro fuego la considerara de aquella manera, "¿Bonita?" se repitió a sí misma. Quién diría que aquel joven la viera de aquella manera. Un ligero rubor se acentuó en sus mejillas.
-Sera mejor que cierres tu boca, si no quieres terminar bajo tres metros de tierra.- Proclamo la bandida en in intento fallido de parecer molesta.
El guerrero la observo levantando una ceja. Tal vez era la primera vez que había visto un rubor de esas características en sus mejillas...Sonrió en sus adentros inexplicablemente.
Antes de que pudiera dar respuesta alguna, unos suaves golpes se oyeron en la puerta. Se abrió lentamente y se dio a la vista dos jóvenes doncellas...
-Disculpe señorita BeiFong, pero ya es hora.- Hablo una de ellas inclinándose levemente.
-Odio todo esto –gruño- debo irme. ¡Oh! Casi lo olvidaba ¿y Suki?.- Pregunto la bandida ciega dando unos pasos, acercándose a la puerta. Disolviendo lo altercado hace unos instantes.
-Ella ya debería estar aquí. No vino con nosotros porque aun tenia asuntos pendientes con las guerreras Kyoshi, tal vez eso la tenga demorada ¡como sea! –se dirigió hacia la puerta-Aun a si te veremos en la cena, y buena suerte.- Dijo finalmente con una sonrisa.
-Ni me lo digas, como dije ¡odio todo esto!.- Menciono molesta.
-¡oh vamos Toph! -descanso su mano en el hombro de la joven- No están malo.- Intento darle animo a su amiga.
-Por supuesto, si te gusta sentir que te asfixias.- Reclamo sonando más molesta que antes, llevando sus manos a su cuello en clara demostración física. El guerrero rio. El humor de la bandida siempre era grato para él.
-Vamos se que podrás hacerlo –hablo positivamente el moreno- ¡tienes que hacerlo el rey tierra nos acompañara!. Suki me obligara a vestir no se qué traje y no comer tanto como yo quisiera.- Haciendo un puchero fingido termino, algo inútil era, ya que ella no podía verlo.
-Supongo que es una gran tortura para ti...- Hablo la maestra tierra en un tono indescifrable, rodando los ojos.
-Si de hecho lo es, pero para ti no lo es...Bueno al menos le darás una buena vista a los chicos de aquí.- Dijo burlándose, junto con una leve carcajada.
-¿Qué quieres decir?.- Pregunto.
-Solo decía que le darás una bonita vista a los chicos de aquí, te ves muy hermosa en un vestido. De hecho creo que a Zuko le gustaría ya que cree que eres muy bonita.- Explico para luego salir corriendo riendo como un niño en edad preescolar.
La bandida solo oyó los pasos de su amigo que se alejaban junto con una risa estrepitosa. Pensó en lo imbécil que eran las palabras de Sokka, como si ella fuera capaz de hacer tal cosa, y por que Zuko se interesaría en...Alejo aquellos pensamientos de su cabeza, tal vez ya estar de nuevo junto a Sokka comenzaba a afectarla. Asimismo que debía interesarle tan solo...
-Señorita BeiFong.- Replico una doncella, extrayéndola de sus pensamientos, junto con otras palabras que no llego a comprender.
-Vamos.- Mando simplemente la maestra tierra saliendo de la habitación en parte molesta. Le asentaba algo extraño que el maestro fuego pensara que ella era bonita, juraría que el solo la viera como una niña..."¿tal vez una bonita niña, quiso decir?" se pregunto a sí misma. Para luego recriminarse por tener aquellos pensamientos.
La nativa de la tribu agua salió de la habitación molesta con su amiga. Era evidente que la maestra tierra no había cambiado su temperamento en absoluto, "siempre tan terca" le dijo al aire. Aun no podía entender por qué la actitud de siempre querer cuidarse por sí sola y no aceptar ayuda. Rra cierto que haya lo tomaba como si alguien solo quisiera ayudarla por lastima o por que la considerase frágil o débil, pero ella no lo hacía por aquellas razones y la dobladora lo sabía a la perfección, era su amiga, se preocupa por ella.
Manteniendo una conversación entre ella y nadie, llego a la conclusión que tal vez el avatar la haría cambiar de opinión, por supuesto si no corría antes de intentarlo. Estaba segura que Toph se pondría molesta y el trato que tenia ella con la dobladora era distinto a la que conllevaba con el maestro aire, si él la provocaba terminaría en un templo aire de un golpe.
Llego hasta la entrada del palacio del rey tierra. Espero allí por su novio quien dijo que iría a recoger a la guerrera Kyoshi, pero había tardado más de lo debido, había dado a vuelo junto al bisonte al amanecer de ese día ya deberiá haber regresado. Creyó que estarían reunidos la mayoría del equipo para cuando Toph hubiera llegado...
Perdida en sus propios pensamientos, espero la llegada del avatar y la guerrera.
El guerrero de la tribu agua se dirigía hacia la entrada del palacio, a esperar por su novia. Su estomago dio un gran gruñido pensó que sería mejor esperarla con el estomago lleno.
Se dirigió hasta la cocina en silencio, observo a un cocinero dejar en un mostrador una bandeja con bocadillos que jamás había visto en su vida pero por su aspecto parecían ser realmente deliciosos. A puntillas los tomo y salió de allí como lo había hecho hace unos mementos con la maestra tierra, corriendo y riendo como un niño...
Camino nuevamente hasta la entrada mientras devoraba los bocadillos que había robado, sabían cómo se veían, increíblemente deliciosos. Su vestimenta de la tribu agua la cual portaba con orgullo, fue la prueba del crimen del moreno, las manchas que se asentaban en ella podrían verse a grandes rasgos. Se sintió en él un alivio, dio gracias que no llevaba el traje que su novia le había dicho que usara. Le había hecho prometer usarlo porque según la guerrera se asentaba muy bien en el, además de que combinaba a la perfección con el vestido que dijo que usaría. El nativo de la tribu agua accedió pero sus quejas no se habían hecho callar, aun mas fueron cuando su novia lo reprendió por la idea de el por querer devorar todo lo que hubiera a su alcance incluso más allá...
-Apresúrense no tenemos todo el día.- Ordeno Toph a las sirvientas al entrar a una habitación. Habrían de prepararla para la cena de esa misma noche. La maestra tierra se sentó en una silla que estaba frente a un espejo...
-La señorita Katara nos informo, a si que procederemos con el maquillaje y el vestido.- Dijo una sirvienta en un tono tembloroso, acercándose. Esperando como si un demonio fuera a emerger de las profundidades del mismo infierno, no tendría aquel demonio de aquellas características por supuesto, sus ojos eran consientes de que a su lado yacía algo aun más terrible... Nadie en el reino era sordo a los describes que se asentaban en aquella joven, que a pura apariencia parecía ser la pieza más delicada de un juego de te tal vez...
-¡Solo dense prisa!.- Ordeno la joven de ojos verde olivo perdiendo los estribos, tres simples palabras pudieron demostrarlo. Su rostro reflejaba facciones contrarias a las que solían asentarse, mandíbulas apretadas, cejas fruncidas, sus ojos que nadan podían ver, se llegaría a pensar que saldrían de su eje incluso...
Se podría decir que era capaz de ponerse frente a frente con la misma parca manteniendo la calma e incluso burlarse de la misma con aquellos comentarios que era su marca...Pero pese a estas circunstancias parecía salir fuera de sí. Como si fuera una enfurecida bestia enjaulada. Alzaron sus cejas las sirvientas, a través de ella se sembraba la sorpresa, confusión y alivio. Sorpresa ya que habrían esperado la resistencia de la joven, que se negara a todo lo que deberían suministrarle. Seria indomable como lo era en el campo de batalla. Confusión, no fueron oídos sordos hacia las habladurías que se decían. La maestra agua en un tono indescifrable había hecho entender sobre el temperamento de la dobladora. Y en definitiva alivio, una relajación interior a no tener que enfrentarse a aquella pequeña pero peligroso bestia. En este caso solo parecía ser como muchos la podrían describir "una niña rica y malcriada".
El viento golpeaba sus cuerpos, lo suficiente para hacerlos temblar ligeramente. Varios kilómetros se encontraban de la tierra misma, quien reflejaba escasamente la sombra de una bestia viajando por el cielo que su tono ya solía ser un celeste oscuro dominante, el sol parecía esconderse detrás del horizonte, a medida que el tiempo corría la bola de fuego parecía estar guardándose sus rayos de luz...
El joven monje yacía sentado en la cabeza de su fiel amigo. Sus ojos estaban cerrados, su mentón hacia arriba disfrutando el atardecer, y dominantemente en él una pequeña sonrisa tranquila al igual que en su interior, sintiendo una paz liberadora. Acompañado con una respiración constante y profunda...
Despertó de un sueño profundo, sin noción alguna de cuánto tiempo se había situado fuera de la realidad y se transbordada hacia el mundo de los sueños. Dio un extenso bostezo, para luego hacer fuerza con su brazo izquierdo y sentarse aun atareada sobre la espalda del bisonte... Miro hacia sus lados, observando los típicos paisajes del reino tierra con una pequeña sonrisa tranquila implantada en su rostro, dirigió sus ojos hacia su frente, donde yacía el monje inmóvil. Deseaba preguntarle cuanto faltaría para descender. Pero se negó a tan solo decir palabra alguna, no quería molestar a su calvo amigo...
Imito la acción del maestro aire, solo que ella se dejo caer a un costado de la montura, observando hacia abajo como la sombra del bisonte desapareció a medida que la noche despertaba. Se situó una reacción perpleja en su rostro, atreves de ella, extrañeza hacia lo que presenciaban sus ojos...
Nueva historia, algo improvisada ;)
Creo que será algo extenso este fic, al igual que los demás que actualizare pronto!
No sé a dónde irá en realidad, solo fue obra de escribir y escribir sin tener mucha conciencia la dirección. De hecho como dije no tengo la menor idea, solo sé que será extenso, y alguna que otra cosa, como ¿Qué ve Suki?...sin más adiós!
By: La Bandida Ciega The Blind Bandit
