NOTA: Just fluff. Sírvase en pequeñas dosis.

Descargo de responsabilidad: Nakamura sensei es la dueña y señora de Skip Beat. A mí solo me deja 'jugar' con sus personajes.


RÓBAME UN BESO

En algún momento del futuro…

(Pero no muy lejano…)

Kyoko mira la noche pasar a través del cristal. Ren la observa con el rabillo del ojo, su perfil débilmente iluminado por las luces de la ciudad. Es la tercera vez que suspira. La tercera. No una ni dos. Tres… Y le mata no saber qué es lo que provoca esos suspiros anhelantes. Porque son anhelantes, oh sí, pero de anhelo y frustración entremezclados. Y eso es algo que reconoce muy bien porque él mismo siente su pecho llenarse así cada vez que se tiene que morder la lengua para no revelar sus sentimientos.

"Ah, ¿qué estará pensando Kyoko?", se pregunta él mientras la carretera se abre ante ellos.

Si él supiera…

¿Pero qué es lo que les pasa? ¿Por qué a mí?

¿Que acaso llevo un letrero en la frente que diga 'Róbame un beso'?

Tres veces me han robado un beso. ¡Tres!

Los hombres están mal. Humanos o hadas, da igual… Definitivamente están locos… Sí, tiene que ser eso… Les divierte jugar con la virtud de una doncella pura como yo. Encuentran divertido robarle un beso a una chica tan poca cosa como yo.

Y mi pobre corazón, ¿dónde queda?

Justo a mi lado. Ahí está. Conduciendo como si tal cosa. Sin darse cuenta de esta tonta que se muere por él…

¿Por qué no podría él robarme un beso? Eh, ¿por qué no?

Total, si es un playboy…

Ah, Tsuruga-san, ojalá me robaras un beso…

Cuarto suspiro. ¡Cuarto!

"¡Ya está, decidido!". Las manos de Ren se aprietan en torno al volante mientras toma la resolución de no dejarla bajar del coche hasta enterarse bien de qué demonios es lo que le preocupa tanto a Kyoko.

"De aquí no se va hasta que me lo diga. ¡No señor!".

Cuando el desdichado enamorado sepa lo que está pasando por la cabeza de su amada, lo más seguro es que su cerebro esté a punto del cortocircuito.

Pero eso sí… Kyoko verá satisfecho su deseo.

Una y mil veces..., digo, besos...