Hola! soy nueva en esto de fanfiction, espero y me valla bien!:D

En primera, ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE. Es una adaptación de el libro de Amber Carew, yo solo lo adapto!.

Sasuke, Sakura y ningún personaje de Naruto me pertenece sino a Masashi Kishimoto.

SE BUSCA VIRGEN, no se necesita experiencia.

Sakura se concentro enfocándose en el número de teléfono en la parte inferior del anunció personal y jadeo. Cogió el teléfono, marco la secuencia de números y tamborileo los dedos sobre la mesa mientras escuchaba el zumbido electrónico de la línea. Cuando oyó la voz familiar al otro lado de la línea grito:

- Mama. ¿Cómo pudiste?

- ¿Cómo pude que, cariño? – Su voz en calma no engaño a Sakura ni por un minuto.

- Me estoy refiriendo al anuncio en el ciudadano. – Distraídamente, ella agarró un lapicero rojo de la colección de utensilios de escritura en el vaso de plástico azul de al lado del teléfono, y luego subrayo el anuncio.

- Oh, has visto eso, ¿lo hiciste? – El modo despreocupado de su mama la perturbaba. Había esperado que Sakura no lo viera.

- ¿Sabes cuántos locos te llamarán por un anuncio así?

- Si, cariño. Lo sé. Eres la primera.

Los dedos de Sakura se extendieron en lo plano sobre la mesa.

- ¡Madre!

¿Por qué ami? se pregunto ella. ¿Por qué he sido maldecida con una madre que se involucra en este tipo de locos sistemas?

- Así que, cariño, ¿estás llamando para aplicar? – La nota esperanzada de su voz, Sakura se puso en guardia.

- ¿Para qué exactamente? – pregunto ella con cautela.

- Para casarse con Sasuke Uchiha, por supuesto.

Oh, no. No Sasuke otra vez. Sasuke Uchiha. Su madre habría estado tras ella por los últimos dos años para que conociera al hijo de su empleador y Sakura había evitado exitosamente el evento hasta el momento. Ahora parecía que la meta de mama había evolucionado a matrimonio. Sakura reprimió un gemido.

- ¿Qué es lo que tiene que ver este aviso con casarse con el hijo de Uchiha?

- El Sr. Uchiha ha decidido que ha esperado mucho tiempo para que Sasuke se casara, así que ya sabes cómo te he dicho tomando en cuenta el tipo de persona que es el Sr. Uchiha, el ha decido buscar una esposa para su hijo. Me pidió que le ayudara. Todo el mundo siempre está hablando sobre el poder de los anuncios, así que pensé tratar con uno.

Sakura doblo la sección doblando el periódico a la mitad, luego la mitad otra vez, dejando el anuncio subrayado con rojo enfrente de ella. – ¿Esto no está yendo un poco más allá del llamado del deber? Después de todo, tú eres la jefa del personal de la empresa Uchiha, no de la vida personal de su familia. – Sakura oyó suspirar a su madre pesadamente.

- Sakura, el Sr. Uchiha ve conseguir una esposa para su hijo como un aspecto importante de continuidad del negocio.

Sakura soltó un bufido. – ¿El quiere herederos, quieres decir?

- Si. Es un hombre pasado de moda. El siente que esto es parte del negocio… y bien, Sakura, yo no podía decir no.

Sakura apretó la mandíbula. Tsunade su madre estaba muy dispuesta a estar intimidada. ¿Cuándo alguna vez aprenderá a rechazarlo?

- Si, podrías. Si el trato de despedirte, podrías demandarlo. El seria la burla de todos fuera de los tribunales cuando la gente se enterada de te despidió porque te negaste a ser una casamentera para su hijo. – Un suave suspiro de Tsunade susurro sobre la línea.

- Sakura, ya sabes que no me gusta crear problemas.

Sakura sabía esto muy bien. Cuando su padrastro había estado ocupado rasgando a Sakura en pedazos, haciéndola sentir como la tonta más incompetente de la tierra, Tsunade se había mantenido en silencio. Después, ella habría recogido los pedazos de la autoestima de Sakura y ayudo a ponerle un parche junto de nuevo, pero Sakura siempre había querido que entrara en escena y en realidad hablara por ella. ¿El padre de este joven Uchiha lo ha regañado? Se pregunto Sakura. Probablemente no. El era probablemente mimado y viviendo del gran efectivo de su papa. Probablemente obtiene cualquier cosa que busca. Busca una esposa, asi que su papa acaba de ordenarle a su ciervo poner un anuncio en el periódico y conseguir una. Su mirada se desvió a la primera línea del anuncio.

Se busca Virgen.

Eso sonaba cómo un anuncio de un sacrificio humano. Probablemente casarse con Uchiha Jr. sería tan divertido como ser arrojado a un volcán. De hecho, probablemente sería aburrido en extremo. Después de todo, ¿qué tipo de personalidad podría tener si el chico necesitaba de su padre para buscar una esposa para el? Ella había pensado que aunque su atractivo fuera minimo, debería haber sido capaz de encontrar a alguien dispuesto a casarse con el por todo su dinero. Por supuesto, eso es lo que ellos estarían alardeando con este anuncio, y probablemente funcionaria. La mayoría de las mujeres encuentran la riqueza un gran atractivo, aunque Sakura no. Sakura encontraba esto difícil creer que el hijo en realidad estaría de acuerdo con algo como esto.

¿El iba solo a dejar tranquilamente que su padre escogiera una esposa para el? ¿Y como un padre sugiere una idea como esta? Ella pudo imagina a Uchiha convocando a una reunión con su personal y calmadamente discutiendo los pasos a seguir para la cacería de una novia. Probablemente pidió un análisis estadístico para determinar el porcentaje de vírgenes disponibles en la población alrededor de Ottawa y un informe de mercado para decidir que podría atraer al grupo de edad apropiada. Sakura negó con la cabeza, reprimiendo una risita.

- Entonces, ¿cómo a estado todo? – le pregunto.

- Bueno, el Sr. Uchiha le a estado sugiriendo a Sasuke casarse desde hace un tiempo, pero Sasuke – como todos los chicos – parece estar resistiéndose. Creo que es seguro para molestar a su padre como cualquier otra cosa.

- Mama, estoy segura de que este chico no avanza en su vida solo para molestar a su padre.

- A veces me pregunto. De todos modos, Sasuke acaba de volver la semana pasada. Recuerdas que te dije que se fue a dirigir un proyecto en Japón. Y su padre trato de concretar cuando iba a encontrar una esposa. Bien, quizá Sasuke ha estado pensando acerca de las cosas, sabes, porque un amigo cercano suyo perdió un hermano recientemente y a veces eso te hace pensar a veces a donde a donde está yendo tu vida. De todos modos, para hacer el cuento largo corto.

- Demasiado tarde, mama. – Sakura sonrió, pero Tsunade continuo, totalmente ajena a su comentario burlón.

- Sasuke le dijo que no se ha casado todavía, porque está buscando a una mujer que este… digamos… guardándose para el matrimonio. – Tsunade ignoro el bufido de desaprobación de Sakura. ¿Guardándose a sí misma? Dios mío. Este tipo debe ser sacado de la Edad Media. Eso explica porque sigue disponible a los treinta y un años. También quiere a una mujer que este cerca de su misma edad.

Sakura trazo un dedo a lo largo del contorno del avión representado en su taza de café purpura. – Apuesto a que no hay muchas de esa descripción flotando alrededor.

- Precisamente ese es mi punto. Eso es porque tú serías tan perfecta.

Sakura apretó los ojos con fuerza. Tendría que haberlo visto venir.

- ¿Por qué crees que yo cumpliría con los requisitos?

- Oh, no seas tonta, cariño.

A Sakura le molestaba el hecho de que Tsunade pensara que la conocía muy bien. Pero ella calificaba en eso. Sakura valoraba su cercanía tanto como Tsunade lo hacía. Tsunade siempre había creído en ella, siempre la había hecho creer en sí misma. A diferencia de su padrastro.

- Creo que él sería perfecto para ti.

- Crees que su chequera seria perfecta para mí, querrás decir.

- Cariño, no hay nada de malo en casarse con un hombre rico.

- Lo hay si esa es la única razón para casarse con él. – Ella tomo un sorbo de café tibio.

- Hasta ahora no has encontrado una buena razón para casarte con nadie. O incluso citas para el caso, - se quejo ella -, pero creo que una vez que conozcas a Sasuke podrías no casarte con el por su dinero.

- Entonces dímelo.

- El es magnífico. – La voz de Tsunade se había deslizado en su tono persuasivo.

- Grandioso, entonces me casaría con el por su aspecto en su lugar. – Ella golpeo su taza sobre la mesa.

- Eso no es lo que quise decir.

- Mama, sabes lo que siento por los ricos.

La voz de Tsunade se suavizo. – Si, lo sé, cariño, pero tienes que recordar, tu padrastro era solo un hombre. No todos los hombres ricos son como Orochimaru – prosiguió Tsunade -, y yo personalmente puedo garantizar que Sasuke no lo es.

Oh, mama. Tú y yo no vemos el mundo de la misma manera. Todos los hombres ricos son egoístas y hambrientos de poder. Así es como llegan a ser ricos.

- No quiero hablar de esto.

Sakura podía percibir un sonido al otro lado de la línea, probablemente Tsunade jugando con una pluma, como tendía a hacer cuando hablaba por teléfono. – Sakura, si te limitaras a conocer a Sasuke…

- ¡No empieces con eso otra vez! Yo no quiero conocerlo y definitivamente no quiero casarme con él.

Sakura tomo un puntero rojo que estaba situado enfrente de ella, y ella se inclino sobre la mesa para dejarla caer de nuevo en la copa, accidentalmente golpeo su taza y derramaron unas gotas de su café en el periódico. Cogió algunos pañuelos faciales de la caja en la mesita y seco las gotas de liquido obscuro. – ¿Cómo sabes si tu no…?

- Deja de presionarme. ¿Por qué presionar a tu única hija con un extraño, de todos modos?

- Sasuke no es un extraño.

- El lo es para mí – chillo Sakura.

- Esta bien, Sakura. Cálmate. Mira, vamos a olvidar todas estas tonterías por el momento. No nos hemos visto desde hace mucho tiempo. ¿Por qué no vienes al centro de la ciudad y vamos a almorzar?

- No tengo tiempo, mama. Tengo una lección que empieza a la una. Podría ir esta noche, sin embargo.

- ¿Por qué no te vienes temprano para el almuerzo, entonces? – Su voz cambio de nuevo a ese tono razonable y persuasiva que ella hacia bien -. Si llegas aquí alrededor de las 11:30, nosotras podríamos terminar a tiempo.

¿Por qué Sakura tenía la sensación de que Tsunade estaba tramando algo?

- No lo sé. – Hecho un vistazo a su reloj. Diez y media.

- Estará muy apretado.

- Mira tengo que irme. Me esperan en una reunión en cinco minutos. Nos vemos a las once y media. ¿Por favor?

Habia pasado más de una semana desde que se habían juntado. Sakura había cancelado la cena el martes pasado porque había tenido que trabajar hasta tarde. Ella suspiro. – Esta bien, mama.

- Gracias, cariño. Y, Sakura… ponte algo bonito, ¿lo harías? No la chaqueta de cuero y pantalones vaqueros de costumbre. Me gustaría que te vieras presentable cuando vienes a mi oficina.

Sakura empezó a tener dudas.

- Y no demasiado llamativo. Tu traje negro con una blusa blanca bonita sería apropiado.

- Mama…

- Adiós, querida. Me tengo que ir.

Tsunade colgó antes de que Sakura pudiera terminar su protesta. ¿Cómo es posible que alguien que Sakura amaba tanto fuera tan molesta? Llamo al trabajo para comprobar su horario de la tarde, luego fue a ducharse y a vestirse – con su traje escarlata – con una blusa blanca bonita.

Sakura llego al edificio de la oficina de Tsunade un cuarto después de las once, se registro en la recepción en el vestíbulo y cogió el ascensor libre por primera vez. Se acaricio el cabello enrollado en la parte posterior de su cabeza y agarrado con un broche de oro, revisando mechones sueltos. Este peinado, su única otra concesión a la petición de su madre de vestir a manera conservadora, causó un peso tirando de la parte de atrás, dándole un dolor de cabeza. Tal vez debería bajarlo, pensó, al igual que las puestas del ascensor se agitaban abiertas. Demasiado tarde.

- Sakura. Ahí estas. Tsunade se quedo esperando en el octavo piso y subió a bordo. – Tengo que dejar unos papeles en la oficina ejecutiva antes de irnos. – Apretó el botón para el piso veintidós.

- ¿No puedes hacer eso cuando volvamos? – Sakura no quería llegar tarde. Las puertas se cerraron y el ascensor procedió a subir.

- Solo será un minuto, cariño.

Tsunade miro el atuendo de Sakura críticamente, pero no dijo nada. Fueron en silencio todo el camino hasta la cima. Sakura tiro del dobladillo de la chaqueta. Trato de hacer a un lado los sentimientos de inadecuación que acompañaron la idea de visitar la oficina de un hombre rico como Uchiha. No iba dejarse intimidar. Cuando salió del ascensor, Sakura miro a su alrededor, sintiéndose un poco abrumada a pesar de su determinación. Grandes palmeras en una maceta se interponía entre cada columna del ascensor y una lujosa alfombra verde salvia cubría el suelo. Una mujer rubia esbelta estaba sentada detrás de un escritorio de color crema en el menor tinte de rosa en la veta de la madera. Miro su llegada y le sonrió.

- Hola, Tsunade. ¿Cómo estás?

- Estoy bien, Hinata. Tengo algo para Sasuke.

Agito la carpeta de manila en la mano. - ¿Esta aquí? – Miro alrededor con expectación.

- No, el esta mudándose a su apartamento hoy. Ya lo conoces. No lo dejara en manos de la mudanza. Tiene que encargarse de eso el mismo.

El no confía en ellos, querrás decir, creía Sakura. Típica actitud de hombre rico. – Es una lastima que no se haya detenido diez minutos antes – continuo la mujer – Estaba aquí para recoger unos papeles que quiere revisar el fin de semana. – Ella tomo el sobre de Tsunade y miro la etiqueta. – ¿El necesita esto rápido? Podría enviar al mensajero.

Mientras Tsunade y la secretaria Hinata discutieron los detalles del envió de los documentos, Sakura se acerco a la sala de estar pasando el mostrador de recepción. Ventanas de piso a techo abarcaban un lado de la zona y dos sillones blancuzcos de cuero invitando a sentarse en una disposición cómoda alrededor de una mesa de café de cristal cuadrado, establecida para aprovechar la vista. Sakura se quedo mirando la ciudad puesta a sus pies, el lago Dow brillando bajo la luz del sol de la tarde. El destello blanco de una aeronave en las claras profundidades del cielo le llamo la atención.