Hola, bienvenido a mi drabble. Estoy pensando hacer una serie, pero quiero que me digan que tal es mi redacción y que debería mejorar. Gracias! :D Dejen sus reviews porfa, se los agradeceré.

Un día, Nico iba caminando por la ciudad.

No se había presentado más en el Campamento Júpiter desde que Percy, Hazel y Frank llegaron de su cruzada. No iba a ir al Campamento Mestizo, ver el ambiente en el lugar no le parecía agradable. Nunca le gustó el Campamento lo demasiado como para quedarse allí.

Delante de él, pasó una niña de piel blanca, iba con un abrigo y una cinta blanca en la frente. Ella sonreía a sus padres, que iban detrás de ella viendo el ánimo de su hija.

¡Mamá! ¡Papá! –decía la niña con la cara pegada a un vidrio de una juguetería - ¡Quiero ese!

La niña señalaba un arco y flecha de juguete. Nico frunció el ceño ante eso, recordándole a Bianca.

Luego, la niña se percató de que Nico le veía, y se le quedó viendo a los ojos.

Son sus ojos. – pensó Nico al verlos, sintiendo una punzada en el corazón

La niña le dedicó una sonrisa dulce, como la que Bianca solía darle cuando estaban en problemas.

B-Bianca… - Dijo en un susurro con un hilo de voz, recordarla le dolía más que ir al Tártaro y regresar con vida.

Los padres vieron como Nico observaba a su hija, y procedieron a meterla en la juguetería con miedo de que Nico fuera alguien malo, o algo por el estilo.

El hijo de Hades no sabía si habían pasado horas desde que la niña entró a la juguetería, pero se quedó allí… de pie.

Entonces, esbozó una sonrisa melancólica.

Es su reencarnación. – se decía para el mismo – Ella está bien.

Sin embargo, dolía. Dolía recordarla, y pensar que la había perdido para siempre. Nico la extrañaba, la recordaba todos los días de su vida.

Él se dio media vuelta, sus ojos estaban vidriosos. Él no debía llorar, no podía. Era un Hijo de Hades.

Se deshizo en sombras. Apareció a los pocos segundos sentado en lo alto de una colina, donde Bianca y él soñaban con ir en aquellos días oscuros del internado.

Tenía un amuleto con la estatuilla de Hades de Mitomagia, la cual observó por un largo rato.