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.-°*¨PREFACIO¨*°-.

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Intente ir lo más rápido a mi coche, pero no podía correr, no quería corre mi torpeza me podía jugar una mala pasada y caería y sería el centro de atención de igual manera…camine entonces a un paso apresurado, con la cabeza a gachas, mi mochila colgada en mi hombro derecho y mi libro preferido "eso" de .

Me quedaban pasos para lograr mi objetivo mi auto, pero todo se vio arruinado cuando un par de clones se puso en la puerta del piloto, continúe caminando hasta mi encuentro con esas falsas.

-mírenla, hay va la vergüenza de Fork, la agrandada, la chica adulta amante de la biología y muy bien que las aprendió, pero al parecer no aguanto para experimentarla-dijo la susodicha de Jessica Stanley, la persona más chismosa del área.

Se paro enfrente mi, entre la puerta de piloto de mi Audi A6 y mi persona, iba junto a su clon Lauren.

Como detestaba a estas chicas, eran imposibles, no paraban de fastidiarme, a principio de año me fastidiaba por ser la chica nueva, luego me fastidia insinuándosele a Edward y ahora justo este miero día que Edward no pudo asistir a la preparatoria junto a Alice y Emmett, ya que estaban los tres con fiebre, y Rosalie estaba en clases al igual que su hermano Jasper,no me podian a lludar con estas tipas, todo era orrible.

-Por favor, hazme el favor de quitarte, no ando para enfrentamientos, tengo prisa.

-Lo siento, pero tu no nos dices que hacer-dijo Lauren simulando pena-espera unos momentos, no te aran mal si te mantienes relajada.

-que quereis?-dije a regañadiente.

-mmm...a Edward-dijo Jessica.

-olvidalo, estupida, saben porque no agarran sus sucios culos y sus tetas con silicona y se largan y me paran de fastidiar.

-bueno pero dile al bombonaso de Forks, Edward, que lo estamos esperando para ser sus proximas chicas, y desidle que no seremos amargadas y que nosotras nos cuidamos-dijo Jessica antes de marcharse con su clon hacia su auto que se encontraba al otro extremo del frente del estacionamiento.

Subí a mi auto,mi regalo de bienvenida como lo llamo Charlie "Belss, tu regalo de bienvenida", y comenzé la marcha a mi hogar.