Este es mi primer fanfic que publico acepto criticas y comentarios me gusto mucho este manga y trate de darle un enfoque de lo que creí que pasaría esta ambientada luego del capitulo 13 donde están en el hotel de la excursión YUZU
Yuzu ya no sabía qué hacer le dolía la indiferencia de Mei su frialdad hacia ella, no podía entender lo que había en su corazón ¿acaso ella había hecho algo malo? ¿Acaso había sido su culpa? Eran frases que le llegaban a su mente últimamente una y otra vez ella la amaba demasiado pero ella sabía que Mei jamás sentiría lo mismo por ella, razón por la cual la rechazo en ese momento, no es que no quisiera, la deseaba más que cualquier cosa en este mundo pero simplemente no podía, no, al ver esa expresión en su rostro, esa expresión carente de sentimiento ella sabía que si hubiera continuado, si la hubiera tomado y la hubiera hecho suya en ese momento las cosas solo se complicarían mas ya que para ella significaría todo pero para Mei probablemente significara nada, las palabras de Matsuri hacían eco en su cabeza en ese momento
"El amor no es como en los mangas debes pensar en los sentimientos de la otra persona"
Se encontraba en la terraza del elegante hotel sola observando el hermoso atardecer caer sumida en sus pensamientos «yo quisiera poder arreglar las cosas con ella que me hablara de nuevo. Pero ni siquiera yo entiendo que es lo que paso ¿Acaso herí sus sentimientos? ¿Es acaso posible?» Un suspiro salía de su boca mientras trataba de comprender que pudo causar ese distanciamiento de Mei « ¿acaso era posible que el no aceptar su ofrecimiento le haya dolido tanto?... »
-¿Yuzu estas bien? -
De repente sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar, al darse la vuelta vio a la pequeña Sara detrás de ella con una mirada de preocupación en su rostro
-eh si… no es nada solo… estaba pensando nada más-
-¿estás pensando en la chica que me contaste en el tren?- Dijo Sara acercándose a Yuzu y colocando una mano sobre su espalda
-ehhhh ¿cómo lo supiste?-
-Bueno por experiencia propia sé que cuando uno suspira de esa manera es porque estas pensando en la persona amada-
-jejeje no lo sabía- decía forzando una sonrisa que Sara noto
Ambas se quedaron calladas un rato observando el hermoso atardecer hasta que Sara decidió interrumpir el silencio
-y ¿ya se lo dijiste?-
-¿el qué?-
-¿ya le dijiste lo que sentías?-
-no pero… no es necesario se que ella jamás sentirá lo mismo por mi-decía con un semblante triste en su rostro
-¿cómo puedes estar tan segura de eso?-
-es….complicado- contesto bajando la mirada
-¿qué tiene de complicado?-
-…-
-oye no te preocupes se que nos conocemos de hace poco pero créeme yo no voy a juzgarte solo quiero escucharte y ayudarte si es posible-
-¿Por qué?-le respondió Yuzu levantando la mirada
-creo que el destino así lo quiso ¿no te parece?- decía esbozando una sonrisa
-gracias Sara, veras la razón por la que no le he dicho lo que siento y por la que se que ella jamás sentirá lo mismo por mi es porque… es mi hermana….bueno mi hermanastra-
-mmmm eso no tiene porque ser un impedimento ¿no te parece? además dijiste que es tu hermanastra por lo que no comparten un lazo de sangre y aunque así fuera ¿qué importa?-
-pero…-decía Yuzu con la mirada triste
-¿la amas?-
-más que a nada en el mundo, nunca me había sentido así por otra persona, cuando la veo lo único que quiero es protegerla y verla sonreír-
-eso es todo lo que debería importarte, ¡ya se! voy a ayudarte-
-¡ehhhhh! ¿Qu…qué estás diciendo Sara?-
-dije que voy a ayudarte, tú y tu hermana fueron muy amables conmigo y pienso que eres una maravillosa persona Yuzu, habla con ella-
-no puedo, a duras penas y me dirige la palabra no creo que quiera escucharme-
-pues entonces oblígala a escucharte, las cosas no se resolverán solas Yuzu dile lo que sientes y como te sientes, dile que te duele su indiferencia si te sientas a esperar que las cosas se resuelvan solas solo lo empeoraras-
-pero no sé cómo hacerlo-
De repente Sara se pone de puntitas debido a que es un poco más baja que Yuzu colocando una mano en su frente y la otra en su corazón
-no te guíes por lo que te diga la cabeza deja que sea tu corazón el que hable -
Esto hizo que las lágrimas en los ojos de Yuzu brotaran
-gracias Sara tienes razón hablare con ella inmediatamente-
-buena suerte-
Y dándole un abrazo a la pequeña Sara se dispuso a buscar a Mei para aclarar todo de una buena vez tardo un rato en encontrarla pero la encontró en la recepción del hotel hablando con Momokino Himeko espero un rato a que ambas chicas terminaran su conversación y luego con determinación y algo de miedo se dirigió a Mei y la detuvo por un brazo
-esp…espera por favor-
-¿Qué sucede?
-yo…necesito hablar contigo-
Suspirando Mei hablo
-Bien, que sea rápido tengo algunos asuntos que atender- decía con su habitual indiferencia
-si es posible me gustaría que sea en privado, no tardare mucho lo prometo-
-bien, sígueme a mi habitación, Himeko debe atender unos asuntos así que tendrás tu privacidad un rato-
Y así una calmada e indiferente Mei y una ansiosa y nerviosa Yuzu se dirigieron en silencio por los pasillos y el ascensor «ya logre citarla, cálmate Yuzu, recuerda lo que te dijo Sara habla con el corazón no con la cabeza, es momento de acabar con todo esto de una vez» al llegar a la habitación entro primero Mei y luego Yuzu quien cerró la puerta tras de sí, y se quedo allí recostada contra la puerta colocando una mano en su corazón y cerrando los ojos, Yuzu trataba de calmarse pero la verdad era que desde hacía un buen rato, para ser más exacto desde que tomo el brazo de Mei, su corazón no dejaba de latir con mucha fuerza así que simplemente respiraba hondo, al abrir los ojos pudo ver que Mei se había quitado la chaqueta del uniforme se había sentado en una de las camas de la habitación y se encontraba expectante observándola con una mirada que hizo a Yuzu estremecer, ella esperaba encontrarse cara a cara con una mirada gélida y fría, es mas ella deseaba enfrentarse a aquella mirada fría ya que así hubiera sido más fácil hablar, pero esa mirada llena de melancolía y tristeza la desarmaba por completo sentía ganas de correr a abrazarla y consolarla, de pronto como si la chica de cabello oscuro lo hubiera notado cambio su expresión a una fría y distante muy habitual en ella cosa que Yuzu agradeció
-¿y bien? te escucho, ¿porque no tomas asiento?- indicándole que se sentara a su lado
Yuzu obedeció aun sabiendo que estando así de cerca quizá le fuera más difícil hablar, se sentó a su lado y pudo notar como su rostro empezaba a sonrojarse por la cercanía «cálmate Yuzu» levanto su mirada al rostro de Mei aun sabiendo que su rostro estaba sonrojado pero tenía que decirlo de frente todo lo que sentía si no, no tendría sentido y tomando valor comenzó
-Mei yo… quería disculparme contigo yo…-
-si es por lo que paso en navidad olvídalo no importa- decía cerrando sus ojos
-¡ESO NO ES VERDAD! -
Yuzu de repente hablo fuerte provocando que Mei la mirara sorprendida
-No es verdad yo… herí tus sentimientos y es por eso… que ahora me odias por eso yo….ya no te importo-
Yuzu no podía más, las lágrimas que quería reprimir empezaron a brotar de sus ojos
Mei al observar a la chica llorar soltó un suspiro y la abrazo con la intención de consolarla
-yo no te odio Yuzu claro que me importas eres mi hermana después de todo -
-entonces ¿porqué?… ¿porqué me tratabas tan fríamente?-
Paso un pequeño tiempo de silencio hasta que finalmente la presidenta hablo
-por qué pensé que tú me odiabas a mí-
Yuzu al oír esto se quedo en blanco y comprendió un poco lo que sentía Mei, esto la lleno de gran alegría y pudo continuar, soltándose del abrazo de Mei la miro al rostro
-Yo jamás podría odiarte Mei porque yo…. te amo -
-Yu…zu -
-por favor déjame hablar- le decía colocándole un dedo sobre sus labios -te amo más que a cualquiera persona en el mundo, eres lo más importante para mí y lo único que deseo con todo el corazón es ver en tu rostro una sonrisa verdadera y por verla haría lo que sea Mei, se que tu nunca sentirás lo mismo por mi y no importa, porque sé que lo que verdaderamente te la devolverá es tener una familia y yo quiero ser parte de ella como se debe, por eso Mei- tomando su mano Mei escuchaba atenta con ojos llorosos la confesión de Yuzu- por ti renunciare a estos sentimientos para convertirme en una buena hermana para ti, se que algún día encontraras a alguien que aprecie esa sonrisa y te valore y yo quiero estar allí como buena hermana viendo que cuide bien de ti -con esas palabras las lagrimas en los ojos de Mei empezaban a brotar, Yuzu tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no llorar también, tomando su rostro con una mano deposito un cálido beso en su mejilla- y quiero que entiendas que yo te respeto mucho y si no acepté estar contigo no es porque no quisiera -abrazándola se acerco hasta su oído para susurrarle- yo no quería tu cuerpo Mei yo lo que quería era tu corazón-
-Yu…zu - decía Mei entre lagrimas simplemente no podía hablar
Yuzu sentía que las lagrimas se estaban acercando peligrosamente a sus ojos por lo que decidió que era mejor marcharse y separándose del abrazo con su mano seco las lagrimas de Mei
-No necesitas llorar, que mala hermana soy haciendo llorar a mi hermana pequeña, todo estará bien, ¿sí? -le acariciaba la cabeza mientras mostraba una alegre sonrisa que contenía su llanto lo que quería era salir corriendo y llorar en solitario -Yo lo siento me dijiste que tenias cosas que hacer y te estoy interrumpiendo yo creo que mejor me voy a mi habitación Harumin debe estar esperándome preocupada jejeje nos vemos mañana Mei que descanses-
Dicho esto salió rápidamente de la habitación sin darle si quiera oportunidad a Mei de reaccionar ella solo se alejo corriendo de la habitación sin mirar atrás buscando un lugar donde llorar y desahogar el dolor de lo que había hecho, tropezando al salir con una sorprendida Momokino.
Diganme si les gusto para seguirla
