¡Salud, porque todos son unos malditos culpables!
Dissclaimer: Todo lo de LJDH pertenece a S. Collins, y siempre será de ella. La letra de Guilty All The Same pertenece a Linkin Park y la parte del rap, a Rakim. Recomiendo esta canción para darle sabor al fic.
Aviso: Este fic participa en el Reto "Canciones inspiradoras" del foro "Que la suerte esté siempre de vuestra parte".
Nota Importante: Me tome la libertad de hacer a Haymitch un fumador, yeah (Esto es fanfiction). Ah y también habla con su conciencia, si es que tiene (?).
Tiempo: Antes de la cosecha de los 74º Juegos del Hambre.
–¡Felices Juegos el Hambre y que la suerte este siempre de vuestra parte!
–¡Felices purgas de esperanza, y que la muerte este siempre, siempre tras su espalda!
Otro trago, tras otro y una calada al cigarro. Relleno el vaso con whiskey, lo dejo a un lado y bebo el resto de la botella. Qué sillón más cómodo.
Botella, cigarro. Botella, cigarro.
¿Por qué bebes?
Para olvidar.
¿Y sirve, ah?
No, no sirve. Todos los putos días de mi vida desde aquel maldito vasallaje tengo pesadillas que suelen tratar de cómo veo morir a niñatos inocentes. Como mato, me corrijo.
Eres un caso especial. ¿Para qué fumas?
Para matarme antes de que ellos lo hagan. Punto.
No le encuentro mucho sentido, pero estás ebrio y no importa mucho. También estás loco. Pero sobrevives en la ciudad de las máscaras.
Vivo porque ellos me necesitan. Necesitan que haya alguien que les dé esperanza a los niños que van a matarse todos los años. Pero como no estoy ni hay, los cabros mueren de los primeros. Y todo es mi culpa.
Yo podría tratar de ayudarlos, conseguir patrocinadores o elaborar planes. Pero no lo hago porque sé que van a morir tarde o temprano. Si pusiera un poco más de esfuerzo, quizá alguno se salve. Pero no lo hago y mueren por mi culpa.
No, estás equivocado. Es el sistema, querido. Ellos son los culpables y lo sabes.
No, no lo sé. Ellos no quieren que yo sepa. Ellos hacen lo que quieren conmigo y con toda la maltita gente de este estúpido lugar. Soy su puta marioneta.
Pero–
¡Cállate, maldita sea! Claro que lo sé ¡Todos ellos son culpables! Son demasiado crueles y desalmados, unos canallas a los cuales no les interesa el valor de la vida humana.
Quieren parecen unos angelitos, los hijos de puta. Quieren señalar a alguien y culparlo de todo: de los Juegos, de la injusticia, de las muertes "accidentales", de los rebeldes y no pueden. ¡No pueden!
Tratan de culparme a mi, pero no pueden, pues si es que yo hiciera algo, el resultado sería el mismo.
Tienes razón. Tengo razón.
"Todos ustedes son culpables,
demasiado enfermos para avergonzarse,
quieren señalar a alguien pero no hay nadie más a quien culpar"
Todos ustedes son culpables.
Quizá nos falta un poquito de espíritu de revolución.
"Muéstranos de nuevo
que nuestras manos están sucias,
que no estamos preparados,
que tú tienes lo que necesitamos"
Y un poquito de Brandy, más caladas al cigarro y otro poco de Whiskey.
"Muéstranos eso de nuevo,
porque no podemos ser salvos,
porque el fin está cerca,
ahora no hay otra opción.
Y, oh, ustedes sabrán...
¡No hay nadie más a quien culpar,
todos ustedes son culpables!"
¡Salud, porque todos son unos malditos culpables!
¡Salud!
