(RIN POV).

El "Tic-toc" del reloj me hizo despertar en mi pleno quinto sueño. Pongo una mano frente mis ojos gracias a la luz que se filtra por la ventana que se ubica en mi habitación. Logro ver en mi mueble junto a mi cama la hora que marca el reloj...ocho cuarenta y nueve.

Desesperación. Rabia. Enojo.

Las únicas emociones que logro experimentar en este momento, ¿y cómo no?, si me encuentro; parada frente la puerta de la clase, con una media abajo y otra arriba el pelo desarreglado y suelto por doquier, la blusa completamente desaliñada y el corazón latiendo a un ritmo normal, solo que multiplicado por mil.

Oh, y sin contar que… todos me observan.

-B-buenos días...-me tomo mi tiempo para retomar el aire- profesor…- logre articular con un esfuerzo sobre humano debido a mi agitación cardiaca mientras me recargaba en la puerta.- lamento llegar tarde.- me disculpe finalmente.

-Vaya, usted- me miro acomodándose las feas gafas que le sentaban mal a su cara para luego devolver la mirada a un sitio en específico; el de él.- debería seguir el ejemplo de su hermano, señorita Rin. Tome asiento.- me lo escupió en la cara. Si no fuera porque es un profesor, le suelto una grosería aquí y ahora.

Luego de eso las clases siguieron como siempre; el profe con su papel de explicar la materia, y nosotros los alumnos, fingiendo entender media biblia de lo que nos dice. A pesar de que aún sigo enojada con él, decidí ignorar el hecho de que ni se molestó en despertarme esta mañana, tal vez tenía algo que hacer, o, que se yo, la verdad lo que ocurre en su vida personal me es completamente irrelevante. Lo que me enfureció y si me enojo fue que al pasar a su lado en dirección a mi asiento, me bufara y pusiera esa estúpida mueca de superioridad en su cara. Definitivamente se estaba burlando de mí.

A la hora de comer y los otros múltiples recesos del día la pase con mis amigas, algo completamente normal. El plan va así; él y yo nos ignoramos mutuamente en la escuela, fingimos tener un lazo fraternal en casa, seguimos ignorando que tenemos un gemelo, y eso es todo.

Las cosas son así. Yo no le agrado, él no me agrada. Fin.