Una Modelo
Los personajes pertenecen a JK Rowling y la trama a , que me dio permiso de adaptar su historia, muchas gracias.
La cámara se disparó una, dos, tres veces, mientras el fotógrafo capturaba la misma posición que tenía desde hace dos minutos, eran imágenes exactamente iguales, pero el joven insistía en que no lo eran y se empeñaba en repetirlas más de lo necesario, sinceramente, ella estaba cansada, muy cansada.
El maquillista llegó de nuevo a retocar su brillo de labios y el polvo traslúcido que le daba el tono mate a su piel, reacomodaba su peinado y salía rápidamente del cuadro para que el obturador volviera a sonar.
Hace algunos años, cuando su madre y sus tías le insistían a la joven que podría fungir un buen papel como modelo, Hermione Granger desecho la idea rotundamente y alegó nunca poder llegar a desarrollar semejante papel, sin embargo ahora, cinco años desde aquel entonces, la joven miraba hacia la cámara de uno de los mejores fotógrafos de todo Nueva York y se preparaba para una nueva campaña publicitaria de Dior.
¿Quién se hubiera imaginado nunca que la sosa, aburrida y para nada bonita Hermione Granger era ahora una de las mejores cinco modelos de Estados Unidos? Reconocida, admirada y también envidiada supermodelo.
El joven hizo que cambiara su posición y comenzó con una nueva ronda de disparos a diestra y siniestra, la joven no dudaba que aquel hombre fuera una eminencia en su trabajo, pero, ¿debía ser tan insistente a la hora de fotografiar?, su excitación comenzaba a perturbar un poco a la muchacha, que a pesar de estar acostumbrada a todo lo que le rodeaba— iluminadores, asistentes, maquillistas, diseñadores, ejecutivos, el fotógrafo— comenzaba a sentirse realmente mareada.
—Creo que con eso será suficiente— intervino por fin, la voz de su salvadora, Fleur, hermosa, inteligente y eficiente como el infierno, además de la agente y mejor amiga de Hermione.
—Aún podemos hacer varias tomas más— terció el joven, molesto porque hubieran interrumpido su mente creativa.
—Es todo por hoy— sentenció la joven rubia con mirada amenazante. El muchacho, amedrentado por la decisión en los fríos ojos de Fleur, aceptó su derrota asintiendo sumisamente y retirándose con su cámara en mano.
—Es todo por hoy, muchachos— anunció al resto del equipo.
Un suspiro de alivio generalizado su pudo escuchar por todo el set, Hermione no había sido la única abrumada por la intensidad del joven.
—Te sacaré de aquí— le aseguró Fleur a Hermione mientras le tendía un bata de seda lila y se dirigía hacia el grupo de ejecutivos que esperaban por hablar con la modelo.
La muchacha, sin embargo, se dirigió hacia el camerino que le tenían asignado, se tomó media botella de agua y se permitió reposar sus pies unos minutos, después de más de cuatro horas subida en diferentes tipos de tacones, se lo debía.
Tres minutos más tarde Fleur entraba al camerino con una sonrisa satisfecha y triunfante, era la clara señal de que Hermione era libre de irse.
Cuando la joven estuvo lista con unos pantalones negros, camisa blanca y un abrigo negro, unos botines considerablemente más bajos que los pasados tacones y el cabello recogido en una coleta alta, salieron del set por la puerta trasera, evitando así a los paparazzis que esperaban por tomar una fotografía de la modelo.
—Estoy muerta— fueron las palabras de Hermione cuando estuvieron instaladas en la camioneta que las llevaría a la residencia que compartía con Fleur. Su chofer iba convenientemente ajeno a la conversación de las jóvenes con los audífonos puestos.
—Es normal, Seth es un genio en lo que hace, pero todos saben que es un dolor en el trasero— fue la contestación de su amiga, mientras ésta revisaba citas y pendientes para el resto de la semana, Hermione se sentía completamente exhausta y apenas era lunes. — ¿Revisamos la agenda?
Hermione ahogó un gemido de dolor, pero se alzó de hombros, aun cuando no quisiera, lo harían.
—Mañana tenemos una revisión de atuendo para el próximo desfile que será en dos meses, tenemos que coordinarnos con la revista que publicará un artículo sobre tu carrera el siguiente número, el miércoles, una conferencia de prensa para la campaña de Dior, cena con los inversionistas— Hermione dejó de escuchar en ese momento, siempre era lo mismo cuando se iniciaba una nueva campaña, realmente esta no tendría mucha diferencia con la pasada, o la ante pasada, o la anterior a esa.
—Y por último, el viernes viajaremos a Chicago— estas últimas palabras alertaron a la joven, se giró sorprendida hacia su amiga, quien la ignoraba por completo, con su mirada fija en el aparto en su mano.
— ¿Qué has dicho? — preguntó segura de que había escuchado mal.
—El viernes viajaremos a Chicago— repitió la rubia, como si fuera lo más normal del mundo, Hermione palideció y se sonrojó completamente de un segundo a otro.
— ¿¡Cómo que viajaremos a Chicago el viernes?! — Estalló la castaña, Fleur bufó.
—Es el cumpleaños de tu madre, Hermione, no has visto a tus padres desde hace cinco años y les has prometido que irías, no puedes seguir evitando a tus padres sólo para evadir a los fantasmas de tu pasado— la reprendió cariñosamente, tomando su mano y dándole un apretón de ánimos.
Hermione, a pesar de sus palabras, pensaba lo contrario; era cierto que extrañaba a sus padres, pero no estaba dispuesta a regresar a aquel infierno de ciudad en el que había pasado los peores años de su vida, eso ni hablar, que la llamaran cobarde, no le importaba, sus fantasmas debían quedarse donde pertenecían, al pasado.
Chicago pertenecía al pasado y ahí es donde se quedaría, no volvería.
—Le enviaré un bonito regalo— fue su respuesta, mientras alejaba la mano de su amiga y fijaba la vista en la ventana.
—Son tus padres, Hermione— insistió Fleur, Hermione se exasperó.
—Entonces haré que vengan aquí, pagaré todos los gastos de su viaje, pero no iré a Chicago y es mi última palabra— la joven rubia desistió de insistir, cuando quería, Hermione podía ser más que ella misma, y eso ya era mucho.
—Como quieras— respondió de manera cortante.
Pasaron el resto del viaje en un tenso silencio que Garrett notó al instante en que abrió la puerta trasera de la camioneta una vez llegaron a la residencia de las jóvenes.
—Ten listo el auto por favor, Garrett, saldré en un momento— le pidió Fleur, el hombre asintió confundido pero no se atrevió a preguntar nada más, a pesar del sincero cariño que sentía por aquellas dos muchachas, sabía cuál era su lugar y nunca se atrevería a intervenir en asuntos que no le incumbían, no a menos que se lo pidieran.
—Por supuesto, señorita Fleur— la muchacha le sonrió agradeciendo que no hiciera preguntas y se adentró en el lugar, dejando atrás a una Hermione cansada y molesta, la combinación fatal.
Minutos después, cuando Hermione apenas se cambiaba su ropa ceñida y costosa, por unos pantalones sueltos y una camisa gastada, escuchó la puerta cerrarse y las llantas de un auto chirriar, Fleur se había ido, dejando a Hermione con su dilema emocional.
Ahí, parada en medio de su enorme alcoba y con aquellas ropas, no encontraba muchas diferencias de la mujer que era ahora, y de la ordinaria niña que era antes. Exasperada por su reflejo, su cansancio y la riña con su mejor amiga, se dejó caer en las sabanas de algodón egipcio de su enorme cama y cerró sus ojos esperando que todo aquello se fuera, que todo el daño que le habían hecho desapareciera y pudiera ser feliz con su vida actual.
Unos ojos grises aparecieron en sus recuerdos y se sintió aún más frustrada consigo misma.
Cinco años, habían pasado más de cinco años desde la última vez que había llegado a ver esos ojos grises que la atormentaron por tres años completos y aun no podía dejar de sentir esa patada en el estómago.
Una serie de imágenes inconexas se fueron desarrollando en su mente y no pudo evitar que su corazón se sintiera herido y traicionado de nuevo, quiso gritar, quiso llorar, pero todo aquello ya lo había hecho una vez y se había prometido no volver a hacerlo, nunca más.
Ella era otra ahora, su melena castaña, casi siempre sujeta en un moño apretado en su nuca en el pasado, ahora estaba suelto y bien peinado casi todo el tiempo, su rostro pálido y ojeroso había sido remplazado por uno bello y bien maquillado, su ropa fofa y sin gusto había sido cambiada por un guardarropas nuevo y de diseñador, todo en ella había cambiado, excepto su interior, pero nadie tenía por qué saber aquello.
Antes de que pudiera seguir flagelándose con esos autodestructivos pensamientos, el sonido de su teléfono resonó en la habitación, había recibido dos mensajes nuevos, uno era de Fleur, y el otro… De su madre, abrió primero el de su amiga.
"Lo siento, no debí ser una bruja, ¿me disculpas? Xoxo" — Hermione sonrió ligeramente ante el dulce y directo mensaje, así eran las cosas con Fleur, y por eso era su mejor amiga. "Yo también fui una bruja, no hay nada que disculpar, xoxo", fue la sencilla respuesta, ahora se disponía abrir el segundo mensaje.
"Te extrañamos mucho, mi pequeñita, estamos ansiosos porque llegue el viernes y podamos verte, serás el mejor regalo de cumpleaños, te amamos, tus padres." — La joven suspiró con pesar y frustración, conocía a la perfección a Mónica, su madre, como para saber que no aceptaría de nuevo un "no" por respuesta, Fleur tenía razón, ya había dejado plantados a sus padres muchas veces, una más no se la perdonarían.
Hermione quiso poder gritar y patalear de nuevo, sólo una vez más, así que lo hizo. Cuando hubo terminado de golpear con manos y pies su suave colchón, tomó su teléfono y tecleó una rápida respuesta a su madre, después, volvió a mandarle un mensaje a Fleur.
"A Chicago, el viernes" — Hermione bufó y se dejó languidecer en la suave superficie, levantó su aparato cuando recibió la respuesta de su amiga— "Genial, ;)".
Hermione bufó, sintiéndose impotente, frustrada, molesta con su amiga y con su madre, pero sobretodo, asustada como el infierno, el viernes regresaría a Chicago, el lugar de sus pesadillas, y no quería hacerlo, Fleur quizá estuviera segura de que debía afrontar sus fantasmas del pasado, pero Hermione no estaba segura de querer hacerlo, o para el caso, poder hacerlo nunca.
AUTORA ORIGINAL:
Vengo, aterrizando, ¡llegué!, con una nueva historia, nuevas esperanzas y mucha emoción porque ustedes la acepten tan bien como mis pasadas historias, espero que les agrade de verdad, llevo cinco capítulos y vamos en aumento, no quiero que sea un fic muy largo, pero definitivamente llegaremos a los 20 capítulos. Reviews?
Love always, An.
Bueno, aquí un nuevo fic…
Es realmente bueno y estoy segura de que a todos les gustará!
Como en otros fics:
5 reviews = actualización INMEDIATA!
PERO, hay un nuevo 'juego' programado, si pasan a mi perfil, podrán encontrar el mismo mensaje que les mostraré ahora, espero que participen!
"He decidido acabar (más o menos) con mis pequeñas "vacaciones" de FanFiction y seguir con todo esto.
Tengo muchas adaptaciones por publicar, así que decidí dejar que ustedes elijan cual quieren leer.
Subiré el primer capítulo de muchos fics, y el que tenga más reviews será el que siga adaptando.
Pueden mandar su "voto" simplemente dejando un review en el correspondiente fic o mandándome un PM.
Con amor,
Old Brown Shoe :D"
