Siempre a mi lado
Al fin había llegado. Ese día, el que la gran parte del mundo mágico y yo habíamos estado ansiando tanto. En el mundo siempre ha habido, hay y habrá cosas malas, pero ese día había una menos. Voldemort por fin había muerto, y lo más increíble aún era que yo no lo había hecho.
No pude evitar sonreir. Muchas veces había tenido miedo, mucho miedo, de mirar hacia adelante, y de mirar hacia atrás. Así que una vez más preferí mirar hacia mi izquierda, y hacia mi derecha. Y ahí estaban ellos, como siempre, después de tantos años, a mi lado.
Parece que fue ayer, cuando un niño pelirrojo, de nariz larga y pecosa se cruzo en mi camino. Mi primer amigo, y a día de hoy el mejor de todos. Sinceramente no se que hubiera sido de mí si no me hubiera encontrado con él en aquella estación de tren. O peor si no se hubiera sentado conmigo en el vagón de ese tren escarlata. Quizás hubiera hecho amigos, puede ser, pero tal vez solo por mi odiosa fama. Bueno tal vez si que hubiera hecho otros amigos, pero… ¿ qué me apoyaran tanto como lo había hecho Ron? ¿qué hubieran estado a mi lado siempre, contra viento y marea como él? Lo dudo bastante, simplemente porque no hay nadie como él.
Claro está que no hay nadie como él, pero tampoco hay nadie como ella. Aunque eso sí, el primer pensamiento que tuve sobre ella, se aleja bastante del que tengo actualmente. Esa niña de pelo enmarañado que se entrometía siempre en mi vida y en la de Ron por supuesto. ¿Quién iba a decir que sería tan fundamental que se entrometiera?. Siempre he pensado que si no hubiese sido por ella, todavía seguiría en el pasillo del tercer piso buscando la piedra filosofal, o peor habría muerto y Voldemort hubiera regresado y seguiría atemorizando en estos momentos al mundo mágico, bueno al mundo en general. Sin duda ha sido fundamental para mí, bueno para nosotros, la inteligencia , el temple y la cordura de Hermione, bueno básicamente, ella ha sido fundamental. O el humor de Ron y su lealtad firme mi pensamiento de que no sé que hubiera hecho sin ellos.
En un principio pensé, que nos había unido un trol de tres metros pero ¿sabes? Ya no pienso igual, no ha sido solo eso, han sido un cumulo de cosas, un trol sí, pero también la búsqueda de la piedra filosofal, la cámara secreta y su basilisco, el torneo de los tres magos y consigo la vuelta de Voldemort, la búsqueda de todos los horrocruxes, tantas cosas… en las que sé que cualquiera de los tres hubiera dado incluso su vida porque nada les pasase a los otros dos. Porque todo eso hacen una amistad forjada con un material irrompible, que ni la mayor magia de todas podría romper.
Desde que tengo once años he aprendido mucho sobre magia desde la simple levitación hasta el más oscuro de los sin duda la más increíble, la más importante, la más poderosa, más incluso que todas las reliquias juntas. Es la amistad o el amor. Y después de estos años y de todo lo que he vivido, sé que estando juntos a ellos soy la persona más poderosa y que a su lado puedo conseguir todo y más.
Así que en ese momento, sin poder evitarlo los estreche contra mis brazos, intentando transmitirles todos estos pensamientos, ya que no hay palabras suficientes para demostrar todo lo importantes que son para mi y todo lo que les tengo que agradecer por cada una de las cosas que habían hecho por el famoso Harry Potter. No obstante a la vez que en mi boca se construyó una enorme sonrisa no pude evitar decir:
-Gracias, gracias por todo.