Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! no me pertenece, es propiedad de Akira Amano.

Claim: Fran/Squalo (más "+" que "/").
Advertencias: La boquita santa de Squalo (?).

Notas: Ya deberían saberlo, no voy a dejar que en la entrada... bueno, da igual *big smile*. Traigo un poco más de estos dos que me encantan, y, man, adoro a Fran :).

GEKOKUJOU.


—¿Qué es esta mierda?

Frente a él Fran no cambia su expresión, pero si Squalo se llega a concentrar más en el rostro del menor, podría apreciar como ese leve puchero que tenía se acomoda en una fina mueca de enfado.

Pero no, el Capitán de los Varia está concentrado en observar el… el eso que el muchacho tiene en sus manos. Porque, de verdad, no tiene una palabra correcta para describir ese conjunto de prendas (que él supone que es eso).

—Me ofende, Capitán. Es su traje.

Squalo frunce más el ceño, hasta ahora se ha aguantado de gritar e intentar matar a ese niño, quien ahora lo confunde (más). Primero él llega a su habitación, cansado de lidiar con su Jefe, y sólo se encuentra a esa rana sentado en su cama como si fuera de él, esperándolo.

—¿De qué demonios hablas? —de verdad, está confundido.

—Todo superhéroe necesita un ayudante, usted es el mío. —y para mayor estupefacción del mayor, antes de siquiera poder responder a eso, el muchachito expande el conjunto de telas que sostiene, revelando un muy tradicional traje heroico, capa incluida, en colores vistosos.

Squalo siente un espasmo en su ojo derecho. Debió haber sabido que era una estupidez de ese estilo, jamás podría tomar en serio a ese niño.

—¡No seré tu mierda de ayudante! ¡Menos me pondré esa cosa!

Hasta ahí ha llegado el buen autocontrol del Varia mayor, quien se encuentra increíblemente molesto, pero Fran ni se inmuta. Está demasiado acostumbrado a esos arrebatos de enojo, tampoco se mueve cuando la espada de Squalo queda apuntando a centímetros de su cuello.

—Pero, Capitán, me encargué que fuera especial. No tiene la ropa interior por fuera.

—¡Pero qué…!

En ese momento Fran decide que es hora de usar su última carta, sabe al cien por cien que va a funcionar. Jamás falla.

—Por favor.

El siguiente alegato de Squalo muere en su garganta en ese mismo segundo, anonado por el muy expresivo gesto de cachorro abandonado que sostiene el menor tras decir esas dos palabras mágicas. El espasmo se vuelve más severo en su ojo, y baja su brazo con su espada, mortalmente serio.

Fran lo mira fijamente.

Él traga saliva.

La mirada en Fran se hace más brillante. Todo un acontecimiento.

Squalo gruñe antes de hablar.

—Dame ese montón de mierda.

Y como si se efectos especiales se tratase, todo ese expresivo rostro vuelve a la normal monotonía en el ilusionista, no tardando más en entregarle el vistoso atuendo a su Capitán. Está satisfecho consigo mismo, no tarda más tiempo en ganar espacio entre su nuevo ayudante y él, yéndose hacia la puerta del dormitorio.

—Yay, Capitán. Al fin me acepta como su héroe.

—Pedazo de…

—Aunque tendremos que trabajar en su cabello. Si sigue manteniéndolo largo tendré que hacer un traje nuevo más ajustado y provocador, como la Batichica.

De lo último que se observa en ese preciso momento, es a Fran sosteniendo su signo de la paz con los dedos antes de huir del ataque asesino de Squalo.

Por eso odia a los mocosos.


El que se pueda resistir a los pucheritos de Fran que lance la primera piedra 8D.

Gracias por leer, los comentarios son bienvenidos :).