Tachibana Shito acababa de salir del que por ahora era su trabajo de medio tiempo, en una biblioteca cercana a la escuela. Shiba sonrió. Sabia por que Shito había buscado plaza en la pequeña biblioteca, y es que si había algo que le gustara a Shito, era leer y estar a solas…lo cual conseguía fácilmente en esa biblioteca…

Shiba le siguió con la mirada. En verdad Shito era hermoso. Enfermizamente hermoso: sus rostro era bellísimo: el cabello oscuro y brillante, esos hipnotizantes ojos rojizos, la pequeña nariz, resaltando gracias a los mechones atravesados sobre su rostro,labios gruesos y de textura visiblemente suave. Y que decir de su cuerpo, esa silueta alta y esbelta, pero con lineas suaves y agradables a la vista. Se podía imaginar a si mismo besando esos labios, recorriendo con su lengua esa elegante columna que era su cuello, mordiendo sus hombros y pezones, pasar sus dientes por esas tersas muñecas y los delgados antebrazos. Luego, llenar de su saliva el pequeño y sensual ombligo y luego, luego…haría que disfrutara de sus boca y sus atenciones sobre su hombría. Si eso haría, ya que sabia que Shito lo detestaba, pero oh si, ahora que tenia el poder, lo perseguiría como si fuera una presa, lo acorralaría en cierto punto y luego la haría suyo de todas las maneras posibles. Pelearia con el hasta dejarlo sin fuerzas, luego lo besaría salvajemente hasta que sus labios se inflamaran, lo desnudaría con prisa, arañado su piel de porcelana y dejando evidencia de que aquel inconcebiblemente hermoso zombie le había pertenecido…

Y luego, como ya se había prometido, le haría disfrutar del mejor sexo oral que hubiera tenido en toda su existencia, y finalmente, desnudo, agitado y sonrojado, lo violaría de la manera mas intima, se internaría con lentitud dentro de su bello cuerpo, le sacaría gritos de dolor, y posteriormente, gemidos de placer…lo acabaría completamente con sus embestidas, con sus besos, sus caricias hasta dejarlo inconsciente y luego…luego su malévolo final…

Para concluir su macabra obra, lo iría a dejar en la habitación de Chika, así como terminara, desnudo, herido y violado…oh si…y se deleitaría con la expresión torturada de Chika…por que el mas que nadie sabia que entre Chika y el mismo, había una fiera y secreta batalla por el…el pelinegro, Shito, Tachibana Shito.