Advertencias: Snarry, Fem/Harry, Dumbledore descuidado, Hermione y Ron celosos.

Tortura, situaciones sexuales más adelante.

Exención de responsabilidad: Solo soy dueña de los libros que compre.


Realmente tenía la peor suerte de la historia, fue nombrado el cuarto campeón, un logro que hubiese preferido no tener, realmente de buena gana, hubiera tomado cualquier poción de Neville cualquier día antes de ser un campeón.

Además nadie le creía que no había sido él quien puso su nombre en el cáliz, excepto de nuevo el noble y sencillo Neville, Ron se había puesto furioso, Hermione indignada, por una vez no había tenido la culpa más que ser quien es y llevar el nombre Harry unido al apellido Potter para quedar en problemas. Realmente estaba solo, morir en brazos de su madre hubiera sido lo mejor, al parecer nadie lo quería por quien era más que Neville, y eso es porque era demasiado noble para tener segundas intenciones eso lo sabía bien, el Whisky de fuego funciona tan bien como el Veritaserum.

Y para misterios sin resolución estaba en un momento del mes donde era más irascible, casi parecía una chica con síndrome pre menstrual. Sin saber que tal vez un viejo hechizo bloqueaba su mente de esos días femeninos, esos días era más arisco que el resto del tiempo, y daba rienda suelta a su adicción al chocolate.

Tomando su capa salió de la torre de Gryffindor, se dirigió al único lugar donde podría limpiar algo sin que los elfos sobre protectores del castillo se lo quitaran de las manos, y lo pusieran a comer tarta de melaza hasta el hastío.

Parando frente a su puerta, mordiendo su labio inferior con nerviosismo se decidió a entrar, no había nadie, al parecer su profesor aun estaba en la cena, mirando el desastre de los calderos sucios, hizo la otra cosa para lo que era bueno aparte de escapar de las garras de un psicópata cada año y atrapar una snitch.

Limpiar era para él lo que para la Señora Weasley era hornear, mantenía su cabeza fuera de problemas, hacer mecánicamente el trabajo, remojar, fregar, secar y pulir, también le daba un montón de tiempo para cavilar y entenderse a sí mismo, después de eso podía pensar claramente, como ahora que se dio cuenta que Ron era su amigo solo por una fama que le costó a su familia, hubiera dado todo los galeones de las bóvedas que heredaba a diario por ser una esperanza, un Salvador, uno que interesantemente era difamado cada vez que se les ocurría, él realmente hubiera dado todo lo que tenía en la vida, solo por un abrazo de su madre, no pedía que volvieran, nadie podría volver de la muerte, solo quería sentirse amado sin un pero, sentir que no era un variante en la vida de las personas que lo rodeaban, qué esperaban que lo salvarán, como desearía ser otra persona, como deseaba sentir que alguien si esperaba por él, solo quería una familia pero por como iba su vida al parecer jamás la tendría, tal vez eso sería lo mejor.

"Sr. Potter, puedo saber ¿Porque me castiga con su presencia?" Esa voz aterciopelada de desprecio me sacó de mis cavilaciones.

"Yo…. No lo sé señor, solo necesitaba algo que hacer, me retiro y disculpe la interferencia" A Veces pensaba que hablaba al igual que un elfo doméstico, quien sabía que todos esos años de experiencia de ser el mayordomo de los Dursley lo hubieran dejado tan bien adoctrinado en algunas situaciones, salió del salón de clases de un tirón, por lo menos Snape era sincero, el me detestaba y me lo hacía ver, no era falso, tal vez por eso se sentía cómodo en su presencia, y aunque lo despreciada jamás había sido sádico con el, claro puede que le dijera comentarios mordaces pero jamás había sido cruel, jamás lo había humillado; Aunque sus amigos sí lo eran, el no era el héroe del mundo, el solo quería saber si pasaba los exámenes a fin de año, y ahora tendría que arriesgar su vida mortalmente por deporte como si estar vivo no fuera suficiente reto, tenía que soportar que el mago más malo de todos según él mismo y público, jugará tiro al blanco con él, este año vives y este no lo sé, veamos que dice la varita.

Arrastrando los pies hacia la torre de Gryffindor se topó con Snape otra vez.

"No sólo asalta mi salón de clases sino que después se dedicó a pasear después del toque de queda" Realmente había estado mirando por la ventana tanto tiempo, se preguntó, para él no habían pasado más de diez minutos con razón tenía un brazo adormecido" Detención durante toda la semana, 7 en punto después de la cena, ahora a su torre Potter" Dijo dándose la vuelta con sus túnicas ondeantes tras él, para sorpresa de Harry no le quitó puntos, lo que era realmente un sorpresa, y ahora tenía una excusa para limpiar algo, con una sonrisa bailando en la comisura de su boca camino los 3000 escalones que aún le faltaban para llegar.

Era increíble como el único constante en mi vida era mi profesor de pociones, el grasiento murciélago de las mazmorras, aunque estas últimas semanas se sentía diferente ahora todas las tardes me escondo en sus habitaciones, es tranquilo puedo encontrar paz, todo el mundo me detesta por lo que porque debería sonreír a ellos si me detestan por la estúpida creencia de que puse mi nombre en un concurso en el cual no quería participar, pensando un poco es bastante extraño que Snape no diga nada porque me esconda en su salón de clases mientras deje limpios los calderos, he traído incluso mi tarea para no tener que irme antes de que sean las nueve, al contrario le comentó a Mcgonagall donde pasaba mis tardes para que no se preocupara, que estaba bien, que no tenía ninguna depresión solo el deseo extraño de mantener sus calderos limpios, ella estaba preocupada por lo visto con mi aislamiento.

Hermione se había disculpado, por fin había entendido que no fui yo, por lo menos deje de sentirme un poco miserable, siempre he pensado que mi primer amigo fue Ron pero, al parecer fue Hermione la verdadera, la que no era celosa de mi, incluso por su actitud a veces pienso que me tiene pena, lastima, es la única que entiende mi rechazo a las fiestas, a halloween especialmente, estaba absolutamente convencido que esta fecha estaba cargada de malas energías contra mi, la muerte me persigue como diría Trelawney.

Se acercaba la primera prueba, eran dragones, Hagrid lo había llevado a verlos, casi se desmaya, había corrido lejos de los dragones, sin darse cuenta que se sumergió más profundo en el bosque, dejando a Hagrid y su cita entre el fuego ardiente.

Llegó a un claro, y se derrumbó, realmente parecía una chica, que ganas de ser una, tal vez sería diferente, al final tenía el cuerpo delgado, pero que cosas pensaba, se acurrucó en medio del bosque, en un círculo celta, qué brillo levemente quitando las cerraduras de un hechizo antiguo, un hombre con una cesta de mimbre llena de flores nocturnas entró por casualidad cuando empezó a brillar el circuito de piedras, su brazo izquierdo hormigueo, pero no lo tomo en cuenta, su atención estaba en el muchacho con la cara anegada en lágrimas acurrucado en medio del bosque, haciendo flotar la cesta para que lo siguiera, tomo al adolescente entre sus brazos, era demasiado delgado para su edad con justa razón era bajito, y lo llevó profundidades de las mazmorras a el refugio del vampiro de Hogwarts, a sus habitaciones privadas.

Harry se apretó contra el calor del pecho fuerte que lo mantenía seguro, almizcle, menta y pimienta, tan masculino, tan fuerte, se sentía tan seguro, tan apreciado entre esos brazos.

Sintió cómo le quitaban los zapatos, sus pantalones y lo acostaban en una cómoda cama, se acurrucó en una bola, la cama olía a él, estaba tan cómodo, un cuerpo caliente se acostó a su espalda, y lo abrazó contra él " Está todo bien, todo será mejor en la mañana" su voz profunda, suave y ligeramente cariñosa, Harry se dejó llevar por el cuerpo caliente y la voz suave, y por primera vez en su vida desde que sus padres fueron asesinados se sentía querido, protegido.

Y desde que tenía uso de razón pudo dormir una noche entera sin despertar en la madrugada por alguna pesadilla aleatoria, sin usar la poción para dormir sin sueños.

Cuando despertó estaba aún en esos brazos lo mantenían caliente y seguro, su cara estaba en el hueco entre el cuello y su hombro, no quería salir y enfrentarse a su profesor de pociones, en algún momento había empezado a llamar al hombre que lo insultaba en clases Snape y el que lo recibía en un cómodo silencio en su salón de clases todas las noches Su profesor, con el que discutía cosas sin sentido hablaban de todo y nada aveces y otras lo miraba despectivamente y lo insultaba con humor por su letra ilegible, se conocían entre sí y podría ser el mismo en las profundidades de sus habitaciones, no había máscaras que poner, era solo el y un hombre sarcástico qué podía ser divertido a veces.

Aunque casi tuviera un infarto al verlo reírse a carcajadas cuando hablaban de sus amigos, se sumergió más profundamente en la calidez, inundando sus sentidos con el aroma masculino, realmente pensaba como una chica, aunque él fuera un hombre una persona de sexo masculino o eso veía cada día de su vida, pero realmente no se sentía como uno, por lo menos estaba muy claro que no le atraían las chicas, es como si fuera incapaz de sentirse atraído a alguien más que no fuera este hombre que lo mantenía contra su cuerpo, y el estaba feliz de que así fuera.

"Sabes que estará todo bien ¿verdad? " Escuchó contra su cabeza.

"Si, solo no me alejes ahora, no soy tan fuerte, simplemente me romperé si me sueltas ahora" Los brazos se apretaron contra su cuerpo alarmantemente delgado, si fuera mujer el sería de esas chicas a las que llaman petite.

Se quedaron así por horas o tal vez fueron solo minutos.

"Tengo que enfrentar dragones" Susurro bajito contra su cuello.

"Lo sé, como también se que saldrás victorioso" Respondió contra su cabeza, sabía que solo le permitieron su varita cuando se enfrente al dragón, y en hechizos no era realmente bueno, era excelente en magia de combate pero en hechizos era como si algo le impidiera concentrarse lo suficiente, también era un buen volador, uno rápido en su Saeta que realmente podía seguirle el ritmo, aun recordaba lo que Hermione le había dicho, ~"Es casi como si infundieras tu magia en la escoba llevándola más allá de sus límites"~ podría intentar volar, era bueno en eso, aparte evitar un dragón era mucho más fácil que encontrar una pelota de golf voladora.

"¿Sabes de algún hechizo que traiga a ti algo que tienes lejos?" Levantó la vista, sin sus lentes sus ojos eran demasiado grandes para su cara, viéndose algo perdido y absolutamente como un cachorro.

Suprimiendo un suspiro le contesto " Si pequeño, pero puede que te lo enseñe luego de poner algo de comida en tu estomago, ayer no comiste y realmente deberías poner algo de músculo en ti, no es saludable ser tan delgado" Acarició la espalda de piel suave y caliente contra sus dedos, el hombrecito en sus brazos se estremeció, estas últimas semanas había llegado a conocer al verdadero Potter, no era un mimado, por el contrario sufría de muchas deficiencias le recordaba a su propia niñez, al oírlo mascullar algo similar al no es porque quiera " Lo sé pequeño, solo marcó el punto de que debes comer" Suavemente le dio de comer.

Bueno hice lo que mi propio código interno de ética me dictó, Krumm le diría su director, y a Fleur, Madame Máxime, a el lo llevo Hagrid, buen hombre de un suave y esponjoso corazón, hubiese sido un excelente padre, así que atrape a Diggory y le conté, "Un gran y enojado dragón es la primera prueba" Diggory me miró asombrado y algo catatónico.

"Hum… - Se rasco la nuca - Gracias Potter" asentí antes de esconderme detrás de los calderos sucios de mi profesor de pociones, haría la tarea primero, si eso sonaba como un plan.

Severus casi tuvo un infarto a sus 26 años, no muchos sabían que por un error de Poppy, una mezcla de pociones le había rejuvenecido ¡diez años! Bueno realmente ese día si tuvo el infarto, solo que ver a su Harry salir de las garras de un dragón, por dios en qué estaba pensando Albus, de seguro la edad lo dejó completamente senil.

La gracia que tenía al volar, es como si fuera parte del aire, uno con la escoba, lo vio tomar el huevo dorado, con una sonrisa brillante lo miró directamente, Severus se esfumó del público.

Una hora después lo pilló en su sillón un poco desvencijado, tenía un brazo deshilachado, y la plata se veía gris, besó su frente y lo arropó con una manta, un elfo extraño le trajo chocolate caliente "¿No deberías estar celebrando?" preguntó sin levantar la vista del ensayo, uno de reales de Harry hace un tiempo se dio cuenta que hacía dos ensayos, uno que ponía realmente todo lo que sabía, y uno mediocre; Sacaba directamente de su mochila el bueno.

"Prefiero estar aquí" Dijo sin vacilar.


Estaba sentado en el puente pensando en si seguir ocultando lo que realmente se, bueno los Dursley no leían el boletín de todas formas, y las EE que recibía los confundía, así que era una estupidez seguir ocultando su mente heredada de su madre.

Una mano en su hombro casi lo manda directo al acantilado que se abría a sus pies colgantes el miedo era claro en sus ojos.

"Perdón por asustarte yo…. ¡Wouh! ¡Son realmente muy verdes! Ja! ¡Gane la apuesta! Perdón por eso y por asustarte, solo venía a darte una pista como tu me la diste a mi, baño de prefectos, báñate con tu huevo, la contraseña es hierbabuena" Sin otra palabra se alejó, verdad que a mediados de febrero tendría la segunda prueba, y no llevaba mucho averiguado acerca del huevo, agua+Huevo chillón, ¡criaturas acuáticas! Una dulce chica de cabello rubio un poco desordenado y sin zapatos a inicios de diciembre se sentó a su lado.

"Hola Harry, al parecer no hay nargles en ti, que suerte la tuya" Sus ojos eran de un azul muy pálido, a diferencia del color de Severus qué eran tan azules que se veían negros.

"Es pacífico sin ellos alrededor" Suspiró Harry " Ya sabes mi nombre, quién no, pero yo no tengo el placer " Sus pies eran pequeños, y sus uñas estaban pintadas, se veía muy bien.

"Luna Lovegood de Ravenclaw" Dijo con una sonrisa " Eres una persona muy dulce Harry Potter"

"Eso no lo sé Luna, pero si se que me gusta el chocolate, y conozco a un buen amigo que nos daría unas tazas en un lugar libre y anti nargles - Se levantó y ofreció su mano a la pequeña chica - ¿Quieres una taza? Prometo que estarán buenas " Luna sonrió antes de tomar su mano, Harry la levito sin varita y la llevó en su espalda cubriéndola con su capa de invierno. Sus pies helados lo preocupaban, no les gustaban los matones, y si una chica iba sin sus zapatos era porque alguien la acosaba, y conocía al bastardo residente, el podría hacer algo.

Caminando por el camino ya con una capa de nieve se dirigió a su santuario, bueno era el de su profesor pero no le importaba compartirlo con el.

La dejo en el sillón suave y esponjoso, era perfecto para tomar siestas, antes de llamar a Dobby, pidiendo un par de tazas de chocolate y unos calcetines, esos a rayas que había comprado en un impulso, eran muy femeninos, y una cosa era ser atraído por su mismo sexo y otra travestirse.

Con suavidad hizo entrar en calor los pies antes de poner los calcetines, extrañamente se adaptan muy bien a Luna, él era consciente de que la llaman Lunática, un apodo que no le agradaba.

Severus entró en su oficina sabiendo por la hora que Harry ya estaba ahí, el niño últimamente pasaba mucho tiempo ahí, era relajante tener su presencia cerca, era fresco, su sentido del humor se parecía mucho al de él, le gustaba el silencio no necesitaba llenar el tiempo con conversaciones vanas.

Había ido a Hogsmeade por chocolate, y plumas de azúcar, había visto a Harry masticar con la que escribía, un pésimo hábito, ni hablar de médicamente podría enfermarse, y su escondite para el chocolate el muy impertinente ¡lo había encontrado y asaltado!

Al entrar lo vio sentado cómodamente en su sillón orejero con una taza humeante de chocolate, en el sillón de las siestas como lo había bautizado Harry, estaba una niña con calcetines a rayas, bastante similares a los que usaba Harry solo que en colores femeninos, ¿De dónde los habría sacado? Una taza de chocolate a la mitad estaba en sus manos pálidas.

"Sr. Potter, ¿no saldría a Hogsmeade? " Dijo sedosamente.

"Fui, le traje el chocolate qué le encontré " Siempre tan noble. Pase una mano por su cabello desordenado inconscientemente, antes de volver a abastecer su escondite, tendría que ir por un poco más, el niño lo consumía como si fuera agua.

"Señorita Lovegood ¿Qué razón la trae a invadir mi oficina con el sr. Potter? " La niña se puso un poco más pálida antes de recomponerse.

"Harry me trajo señor" Dijo sumisa. Harry estaba agrandando sus paquetes, pergamino que le había birlado hace unos días para su tarea de Encantamientos, otra pluma y tinta, y al parecer el encargo de pluma fuente había llegado, un libro de runas, el chocolate que le había robado, dulces varios, varios libros más, y una cajita negra de terciopelo qué dejó donde acomodaba sus plumas de escritura.

"Y a usted Sr. Potter ¿Qué lo trae de nuevo aquí?" su Harry lo miró con sus grandes ojos de cachorro.

"Me siento seguro aquí, se que no me buscarían aquí, aparte estaba descalza profesor, no se hacer zapatos aun, y solo usted puede ayudarla" No le negaría nada, haría que lo sé ganará, pero estaba pidiendo que protegiera a otra persona, lo primero que pide y es que ayude a otra persona, con su gran corazón no esperaba otra cosa. Con un suspiro resignado se giró a la niña, estaba aún con la pesada capa de invierno de Harry, llevaba pantalones ligeros, demasiado para este clima, los calcetines estaba seguro ahora que eran de Harry, y una blusa con un sweater que estaba seguro era para las tardes de primavera apretó el puente de su nariz, sacando un pañuelo de su pantalón exigió el de Harry, quien a pesar de vestir mal, siempre llevaba uno o dos pañuelos, ¿Porque razón? Solo el sabia. Con los dos pañuelos, los transfiguro a un par de zapatillas de cordero con pom-pom incluido. Harry miraba las zapatillas y a él como si quisiera unas iguales, extraño deseo para un chico, pero hace unas semanas había notado como si un hechizo antiguo estuviera sobre Harry, conteniendo, su inteligencia, su poder, y una apariencia distinta, solo quedaba esperar y ver.

Metiendo su cabeza en el flu llamó a Filius, al parecer la niña estaba siendo intimidada, quien llegó a través en menos de un minuto al escuchar de la niña que estaba jugando con sus nuevos zapatos.

"Luna querida, qué le sucedió a tus zapatos, si mal no recuerdo los invocamos a ti hace menos de una semana" Filius habló con suavidad a la niña en su sillón, Harry estaba en silencio.

"Ellas los ensuciaron, y rompieron mis medias, escondieron mi ropa de invierno" Dijo en un susurro, miro la reacción de Harry, sus rasgos habían cambiado por un segundo pero ahí estaba la prueba de que estaba bajo un hechizo del que no conocía, sus cara era absolutamente ¡femenina!

Ira helada brillaba en sus ojos.

"Profesor Snape, ¿Mi apellido es influyente? Se que es antiguo, pero lo suficiente para proteger a alguien bajo la casa de Potter" Quedando realmente sorprendido, Harry Potter era la figura pública más influyente que existía, si decía que el chocolate no le gustaba, la gente dejaría de comerlo, su familia era una de las que había fundado Bretaña mágica, recibiendo el nombre de originaria y noble casa de Potter.

"Sr Potter, usted es tan influyente que si dijera que no le gusta el chocolate la gente dejaría de comerlo solo por agradarle, y si, protegiendo a alguien su apellido es suficiente para cortar cualquier abuso que esté recibiendo la niña en mi sofá, solo debe actuar como pensaría que lo haría un Lord cuando proclama tomar a alguien bajo su protección" dijo con calma, Filius y Lovegood aún estaban hablando.

Harry cavilaba sobre qué hacer, había leído que si proclamaba que si estaba bajo su protección podría hasta tomar la magia de quien dañara a Luna, si ella aceptaba claro, a cambio debería dejar que las ovejas pastaran en sus campos, pero como él no tenía ovejas. Tomando un respiración corrió a salvar a alguien más, como había dicho Severus era su complejo de héroe, levantándose del cómodo sillón que ocupaba su profesor para poner malas notas a sus ensayos.

"Luna - Dijo buscando sus ojos de azul soñador- tengo una oportunidad para que dejen de acosarte, no me gustan los abusadores, sea cual sea su envoltorio, si te tomo bajo la protección de la casa Potter, el acosarte sería suicida para quien lo intente, puedo tomar hasta la magia si pienso que la ofensa es muy grande, pero es solo tu decisión" Dijo con solemnidad y seriedad.

"Y-yo… ¿Por Qué querrías ayudarme? " Los ojos de luna exigían la verdad.

"Porque es lo correcto, porque si no te has dado cuenta soy una paria en la escuela, paso mis tardes limpiando calderos y es porque el profesor Snape aun no me echa, se como se siente ser acosado, y si alguien me hubiera dado la oportunidad de acabar con eso lo habría hecho sin pensar dos veces, aparte Luna, tu me viste, todos pasaron por ahí, incluso mis proclamados amigos, y nadie me vio, excepto tú" Terminó en un susurro. Con los ojos muy abiertos Luna asintió, aceptando su protección y amistad en el proceso.

Dando un paso al lado de Harry, Severus hablo.

"Repite conmigo Sr. Potter.

Yo último heredero de la casa Originaria y noble de Potter, legítimo Lord Potter, tomó bajo la protección a Luna Mary Lovegood, de la casa muy antigua de Lovegood, cualquier daño que venga en contra de ella será tomado como una ofensa hacia mi persona, por la magia de la casa Potter así sea.

Un sello de armas de marco en la capa que mágicamente se adecua a su delgada figura, marcando a niña como una protegida de la casa Potter.

Harry sintió como la magia dentro de él se removió, sintiéndose feliz, Harry supo que había hecho algo muy bueno, sus ojos brillaban, y su piel era más cremosa que de costumbre.

Severus notó los ligeros cambios en su Harry.

Cuando todos se fueron, fue a su habitación la almohada que había ocupado Harry aún olía a el niño, se sentó a los pies de la cama, decidiendose, nadie ya conocía el sello de armas de los Prince, por lo que Harry no estaría en problemas por llevarlo en su hombro derecho, la única diferencia es que se marcaría en su piel, no en sus ropas.

Sin darle un segundo pensamiento empezó a recitar.

"Yo, Severus Tobias Alexander Snape-Prince, hijo de la casta extinta de los Snape, heredero legítimo de la casta real de la muy antigua y real casa Prince, Legítimo Duque de Lightstrun, tomo como mi intención, y bajo mi protección al Heredero de la casa originaria y noble de Potter, cualquier contrato de matrimonio anterior será anulado, toda ofensa y daño al heredero será cobrado, por la magia familiar que así sea.

Era la primera vez que usaba la magia de la familia, esperaba que funcionará para proteger a su Harry.

Harry iba en el escalón 4782, cuando una presión a fuego se sintió en su hombro derecho, un gemido lastimero se escapó de su boca, miró hacia la torre, nadie lo extrañaría, y no era extraño que llegará tarde tal vez un mensaje a Neville, siempre hablaban antes de irse a la cama, sacando un trozo de pergamino que le había birlado a Severus garabateó una nota, qué útiles eran las plumas fuentes.

Un toque de su varita y la nota viajaba en forma de avioncito hacia Neville, devolvió sus pasos a las habitaciones de Severus si alguien sabía que sucedía era él.

Severus sintió a Harry detrás de la puerta de sus habitaciones, se veía pálido, mareado y muy débil y en dolor, como si algo había luchado por mantenerse en el niño.

Tomó al niño en brazos, las piernas de Harry envolvieron su cintura, aun se sorprendía de lo ligero de peso que era, cubriéndolos con su capa lo llevó a las habitaciones de Poppy, no confiaba en dejarlo en la enfermería, dando la clave de Poppy entró, después de su desastroso error a propósito, estaba seguro que lo había hecho a propósito, ella no se equivocaba jamás, había tenido una amistad con la bruja mayor.

"¡Poppy! ¿Estas?! ¡Poppy! " Severus había hecho nada como su carácter era normalmente, el había gritado.

"Sev'rus, qué haces a esta hora aquí" recién se fijó que pasaba de la media noche.

Descubrió su preciada carga a ella.

"Llegó a mis habitaciones en este estado Poppy"

La voz de Severus estaba plana, sin ninguna emoción real, cosa extraña en el, siempre tejía desprecio en su voz, estaba vez su ojos estaban cargados de preocupación si no lo conociera tan bien no se habría dado cuenta.

"Déjalo en el sofá Severus, y ve por el kit de pociones, y toma una Pepper-Up te ves pálido"

Severus al tomar a Harry en sus brazos también sintió el sello de los Potter en su hombro, así que sabía cómo se sentía, la única diferencia es que su cuerpo no estaba hasta el borde con pociones de lealtad y amor.

Poppy empezó a diagnosticar al niño en su sofá, un hechizo de diagnóstico empezó a escribir, y escribir, era la lista de heridas más larga que había visto en su carrera como sanadora, yendo al final de la lista, quedó conmocionada, un hechizo que había sido lanzado en el vientre materno para cambiar su sexo, su apariencia y contenerlo, se estaba disipando, aún faltaban meses para que se concretará, su cuerpo estaba purgando todas las pociones nocivas en su organismo, y eso traía un dolor agudo, tenía un herida en su hombro.

En niño en su sofá empezó a convulsionar, un espectro negro salía de su frente, al parecer era un lucha por quien se quedaba en su cuerpo, la marca en su hombro ardió incendiando sus ropas, Severus apareció hecho un bólido, antes de tomar la cara de Harry, entre sus manos, y pedirle que abriera los ojos, que no estaba solo, que no lo estaría nunca más. Harry gritó mientras Severus lo abrazó a su pecho, hablándole suavemente, calmando su respiración.

Poppy quedó sorprendida, capitán anti-relaciones, Lord el compromiso es una mierda, caballero anti-amor, estaba consolando a su estudiante más odiado, abrazándose al cuerpo delgado como un salvavidas.

Con respiraciones pesadas Harry se calmó antes de decir "Neville… nota… yo enfermeria…. " Poppy tomó el mando desde ahí, dando una poción purgante a su paciente habitual, el niño incluso tenía una cama en la enfermería.

Eliminadas las pociones en su cuerpo, se dedicó a curar la herida en su frente, al parecer la cicatriz ya lo estaría maldita, su hombro con un movimiento de varita estaba curado, un poción para el dolor y estaría bien por la mañana, aun así lo tendría una semana para curar el resto de sus heridas antiguas.

Levitando el cuerpo ya relajado de Harry lo llevó a una habitación anexa a la enfermería, Severus fue a la enfermería justo cuando Neville y Minerva entraba en la enfermería con rapidez, el alivio en la cara de Minerva era un claro indicativo de que si no estuviera aquí iría por él a las mazmorras.

"¿Dónde está? ¿Qué sucedió?" Minerva recorrió la enfermería con la mirada sin encontrarlo en su cama, la séptima contando desde la primera por lado derecho.

"Está en la habitación anexa, Sr. Lombotton le sugiero venir por la mañana, su amigo está bien" Neville suspiró con alivio, por lo menos su amigo estaba bien, el sabia que Harry era diferente, que su naturaleza era distinta, el estaba en armonía con la tierra, ella le contaba cosas a veces como también sabía que Harry y su temido profesor había algo más, una unión muy fuerte, o eso fue lo que había dicho la madre tierra.

Minerva vio a su estudiante favorito, inconsciente en la cama de la enfermería, tenía rastros de tortura en su cara, una palidez alarmante, y se veía más delgado si eso era posible.

"¿Qué sucedió Severus? ¿Quien le hizo esto?" Harry estaba despertando, miro a Severus a los pies de su cama, quien suspiro antes de hablar.

"No estoy seguro, vino con la Señorita Lovegood, la pillo descalza caminando en la nieve, la trajo a mi oficina por si podría hacer algo por ella, también me trajo el pergamino que le había prestado para la tarea estos últimos días, se fue a las diez acompañando a la Señorita Lovegood a su torre, una hora y media después lo pille casi inconsciente en mi oficina, lo traje donde Poppy, se veían símbolos de tortura y un glamour muy potente se desvaneció, al parecer el Sr. Potter era aún más delgado de lo que pensamos" Era una buena historia, Poppy no revelaría su desliz cariñoso hacia el niño en la cama de la habitación privada.

Minerva acarició la cabeza de Harry hasta que volvió a dormir.


Una semana llena de hechizos, pociones, Harry juro que su piel fue removida un buen par de veces, su cabello estaba tan limpio ¡que tenía energía estática! Se veía eléctrico, su piel ya no tenía ninguna cicatriz, ni antigua ni nueva, incluso el famoso rayo se había ido, su profesor le había traído chocolate, Neville y Luna igual, Merlín los bendiga, estaba en esos días extraños irascibles.

Los profesores personalmente había traído su tarea, y habían llegado a buscarla antes de hacer la segunda versión, incluso la profesora de runas había venido y le había dado tarea, puede que a Severus se haya escapado qué estudiaba independientemente runas desde primer año, la profesora lo había evaluado y estaba destinado a hacer los OWLs este año, en realidad podría hacer sus Éxtasis pero para hacerlos tenía que hacer OWLs primero, y en séptimo año tener su maestría en runas, un fichaje supremo tenía la profesora Babbling, un maestro en séptimo año, en sólo tres años tendría ya una profesión, no hay que decir además que estaba en el séptimo cielo. Muy felizmente olvidó que tenía que hacer un segundo pergamino con errores en su ensayo, bueno al final los Dursley ni miraban el boletín de notas antes de quemarlo, el único inconveniente era Hermione, era más inteligente que ella, pero lo ocultaba muy bien.

Severus le había traído un libro de criaturas acuáticas mágicas, y sus dialectos, invocando una fuente donde Madame Pomfrey había sumergido sus manos para eliminar unos extraños bloqueos en sus dedos, haciendo un poco más pequeñas sus manos, incluso se veía más delgado, sus calcetines rayados le quedaban bajo sus rodillas, Sev'rus se había caído de su silla cuando lo vio, riéndose a carcajadas lo pillo Madam Poppy, como le había pedido que la llame, ella había tenido que ayudarlo a ir a bañarse porque Severus no podía dejar de reírse, aun no encontraba qué era tan gracioso, estaba muy delgado, un petit, llevaba un pijama corto y sus medias a estas alturas rayadas, y una polera de sonriente, el mismo la había hecho, también a rayas, quizá eso causó la hilaridad de la situación.

Con la fuente en sus manos, la lleno de agua antes de sumergir el huevo qué le había rescatado Neville ¡Merlín lo bendiga! Junto con el resto de sus cosas, antes que Ron lo asaltara y su capa o mapa desaparecieran, o su ¡escondite de dulces!.

Fijándose que estaba completamente sumergido abrió el huevo, la voz estaba embotada, un suave Sonorus arreglo el problema de audición.

La voz sonaba fuerte y clara, lo más preciado para él, una imagen de su profesor apareció en su retina sabiendo que sería peligroso que algo así saliera a la luz, se quedó con Neville, era fiel, noble, y su amigo de verdad, no estaba con él por su fama, ni por su fortuna, merlín sabía que Neville tenía una bastante cuantiosa, no tanto como la de el, que siglos de buenos negocios y duendes despiadadamente ágiles con las inversiones habían dejado una fortuna que le harían falta cuatro vidas para siquiera hacer una mella en ella.

El era su amigo, solo porque le escuchaba cuando hablaba de herbología y él daba sus puntos de vista, aunque su punto culminante de amistad esa que los grabó a fuego como un Potter honorario, y un Lombottom honorífico fue cuando el uno al otro se envió un libro de consejos dos días antes de su cumpleaños, el de Neville era de poda, riego, y plantas muggles y como mantenerlas, junto con uno pequeño de flores, para que hiciera una cama de flores que agasajara a Madame Longbottom. Y el con un libro de cocina mágica. Que par estaban hechos, pero aún así, se querían como hermanos, tal vez el vínculo con su madrina la madre de Neville si hacía que se sintiera real, con una familia aunque fuera solo un hermano espiritual.

Le quitarían a su hermano, y lo esconderian en donde sólo sus voces se escuchan, ¡el lago negro! Y ahora ¿Cómo aprendería a respirar bajo el agua?.

Una visita de luna soluciono el problema el mismo día donde la dama dragón, había removido su piel otra vez, ¡lo juraba! Hablo sin pensar en voz alta.

"Branquialgas, el profesor Snape debería tener Harry" Su voz era más feliz, y estaba usando esas zapatillas de cordero con pompones, rayos ¡él también quería unas! Al parecer llevar el sello de armas de una familia influyente en una casa donde la inteligencia era la ley, había surtido efectos. Según lo que salió de la boca de la niña ya nadie la acosaba por miedo a represalias.


Empujó a Neville hacia la superficie, mientras llevaba a la pequeña niña en sus brazos y movía sus piernas con fuerza. Estaba cansado un grindylow había arañado su pierna derecha y torso. Madame Pomfrey volvería a remover su piel, probablemente lo dejara en la enfermería solo por precaución.

Estaba en primer lugar, madame Pomfrey no pudo raptarlo hacia su habitación en la enfermería, tenía un nuevo récord, Severus lo envolvió con una toalla esponjosa, esa misma tarde se encontró sentado con Luna bajo una manta disfrutando de chocolate caliente y la paz de las habitaciones del murciélago de las mazmorras.

Era el único alumno que podía comer en clases, madame Pomfrey estaba preocupada porque estuviera desnutrido, por lo que todos los profesores tenían bocadillos para el, bueno excepto Severus, él tenía una poción con sabor a miel según él para que subiera algo de peso.

La vida era buena, mientras olvidara que tenía una prueba mortal aun por completar, y que al terminar el año iría a Durskaban otra vez, que ganas de vivir en el sofá de Severus, sus notas habían mejorado notablemente desde que había olvidado estudiar con Hermione, la chica aun estaba indignada con el, Ron furioso porque no había aceptado su imitación a una disculpa real, en realidad el único que estuvo ahí desde el principio fue Neville, luego Severus, y la adorable Luna, una vez que confiaba en ti dejaba de lado los animales reales pero poco conocidos, él mismo había visto a un Nargle qué quería comerse las orejas de Neville.

El campo de Quidditch estaba con setos de más de cinco metros, la visita familiar nadie había venido verlo, más que Padfoot que se escabullo con Neville al lado hasta que llegó a las cocinas donde estaba Harry haciendo un buen trabajo en desvanecer un trozo muy generoso de Cheesecake de frambuesa, benditos fueran los elfos domésticos.

El perro algo pulgoso había lamido la mejilla del niño antes de convertirse otra vez en Sirius Black, asesino en masa, prófugo buscado.

"¡Cachorra! ¡Te extrañe tanto!" Dijo antes de aplastarlo en un abrazo de oso.

"Sabes que soy un chico ¿Verdad? Mi plomeria sigue siendo de varón" Dijo con las mejillas infladas, Sirius era el único que lo había visto hacer pataletas, y caras cada vez que lo trataba como una chica, en defensa de Sirius el se veía demasiado lindo para ser un niño, si no supiera su edad juraría que tenía doce, algo bastante insultante para un muchacho de catorce casi quince años." ¿Como pudiste entrar?" Pregunto después de un rato unos bocados más del maravilloso manjar.

"La magia del cáliz trae a la familia, al parecer las salas de Hogwarts evitan que entre Remus sin provocar una alarma en el ministerio, pero extrañamente un perro algo pulgiento no levanta alarmas, así que aquí estoy" Su querido padrino siempre ignorando las reglas, y su vida, no podría quererlo más, el día fue maravilloso, pudo pasear con Sirius, sentarse cerca del lago y tirar piedras, escuchar historias de sus padres simplemente un gran día, bueno hasta que Sirius se puso serio.

"Cachorro, hay algo importante que debes saber, pero no puedo decirlo por un juramento a tus padres, lo que si puedo decir, es que al parecer se desvanece, qué jamás dudes de mi amor por ti, que siempre estaré ahí para ti, lo juré hace quince años cuando naciste y prometí ser tu padrino para cuidarte y amarte pese a todo y todos nada va a cambiar eso ni siquiera si a quien amas es Snivellus. - Su seriedad me asustó, pero calmo la tormenta de emociones encontradas en mi interior - Cuando veas que hay un cambio en ti, llames a quien imprimió su marca en tu hombro y corras a Gringotts ahí, los duendes te explicarán absolutamente todo, prometelo por favor" Solo pude asentir viendo mi confusión por eso de llamar a quien marco mi hombro, claro tenía un sello de armas pero no sabia de que familia, era un rosa con espinas doradas, y una pantera enseñando los dientes, hermoso y parecía un tatuaje que siempre había estado ahí.

"Solo debes poner tu mano sobre tu hombro y pedir, nada mas" Acarició mi cabello, mientras miraba el agua, y me contaba como papá había atrapado a mi madre, al parecer había sido un verdadero desafío.


Cedric se había golpeado la cabeza al caer y estaba inconsciente, el estaba cansado, mareado y tenía que escapar aun, con la ayuda de los espectros qué salieron de la varita de Voldemort Harry escapó, no antes de arrastrar a la rata con él, tomando el traslador se desapareció del cementerio, juro que había escuchado un grito iracundo de Voldemort cuando se esfumó, lo más extraño es que ya no le dolía la frente por la presencia del bastardo.

Cayó de rodilla frente a todo el mundo con un inconsciente Cedric, y un hombre más rata qué ser humano con su varita firmemente en su garganta, Fudge no caía en su traje, un hombre que el juraba estaba muy muerto hace catorce años estaba a sus pies con una cara muy temerosa y un furioso Harry Potter apuntando a la garganta del hombre. Severus arrastró a la rata a la oficina del director mientras mantenía un ojo en Harry qué iba envuelto en su capa flotando frente a él con suavidad, un más paranoico Ojoloco tras sus pasos. "Harry invoca tu Patronus" En un movimiento de varita cornamenta aparecio en su gloria, sorprendiendo a Fudge otra vez, el macho miro a Severus en busca de ordenes.

"Ve por Amelia Bones, jefa del DMLE, qué traiga a dos aurores con ella" El macho golpeó con un casco el piso antes de salir a galope, rozando amorosamente a Harry. El Patronus de Harry era muy reconocible desde el año pasado y el hecho que había espantado a más de cien dementores con el.

Sentó a Harry en la silla de director mientras amarraba mágicamente al hombre-rata a la silla. Con un suave hechizo de pegado aplicado disimuladamente en la silla de Ojoloco Moddy. Saco el veritaserum qué siempre cargaba con el, mientras el director miraba a Harry preocupado antes de abrir el Flu para que ingresará Amelia Bones con sus dos aurores.

Fudge quería enterrar su cabeza en la tierra.

Amelia entro en la habitación y casi salta con su puño en alto, frente a ella estaba la caída del ministro Fudge.

"¿Es Veritaserum eso que tienes en tu mano Profesor Snape?"Su voz algo ronca por la carrera contra el tiempo que había hecho luego de escuchar la voz de Snape en el Patronus reconocido de Harry Potter, sabía que algo jugoso estaba pasando.

Con un asentimiento se lo entrego antes de ir a revisar a Harry quien al parecer tenía un herida en su brazo.

Tres gotitas fueron suficiente para darle la libertad a su padrino, revelar qué un homunculo con el espíritu de Tom Riddle, más conocido como Voldemort había regresado entre los muertos a aterrorizar a los vivos otra vez.

Segun lo que le contó Severus cuando despertó, Ojoloco Moddy era otro mortifago disfrazado con poción multijugos, en el profeta se daban a dar detalles escabrosos como qué Sirius tendría un juicio a mediados de julio, qué le habían quitado la orden de merlín a la rata, qué el ministro Fudge había sido destituido, qué su secretaria había sido arrestada por torturas a criaturas mágicas.

Que Madame Bones estaba en el cargo mientras las elecciones se efectuaban.

Qué varias leyes impulsadas por el ministro y su secretaria con la segregación de los hombres lobos y centauros habían sido declaradas obsoletas, devolviéndoles trabajos, negocios y territorios a los afectados y que un hechizo rápido de Severus había eliminado la herida de su antebrazo sin marca alguna.

Los últimos días del mes de junio antes de volver a Durskaban habían sido una locura, exámenes, los OwLs de Runas antiguas, terminó desfallecido en el sillón para siestas la última noche en el castillo.

Severus no estaba en ningún lugar dentro del castillo y eso lo tenía preocupado, se quedó dormido esperando que llegará, cosa que ocurrió en la madrugada, corriendo al ruido pillo a su hombre fuerte hecho una madeja sangrante en el piso.

Sin pensarlo dos veces empezó a trabajar en sus heridas era muy bueno en la sanación, era algo que se le daba naturalmente, cuando estuvo satisfecho lo llevo al baño donde con un movimiento de muñeca cambio la ducha simple, por una tina donde dejo el cuerpo débil en el agua caliente qué invoco para el.

"No te merezco" Fue un susurro suave.

"Es algo que yo decidire" Su voz no sono muy fuerte, solo lo suficiente para sus oídos.

La frente de Severus se unió a la de Harry antes de mirar en esos pozos de un verde imposible, los ojos de su fallecida amiga, de cual sentía una conexión qué si le hubieran pedido describirla hubiera dicho cuerdas de papel, pero la conexión qué sentía a Harry era un cable de alta tensión, como si la otra punta de su hijo rojo del destino estuviera en el meñique de Harry. Un beso casto fue suficiente para sacudir su cuerpo, sabiendo que estar con el niño era lo correcto.


Estaba en King Cross, su tío venía a hacia el tambaleandose juraba qué se parecía más una morza este año, arrastró su baúl mientras seguía a su tío al auto, se sentía extraño, un calor estaba bajo su piel, estaban a punto de llegar al 4 de Prived Drive, cuando sintió las salas de sangre, últimamente estaba más sensible a la magia, desde la maldición cruciatus se sentía menos en su piel.

Su tío estacionó un dolor profundo en su pecho lo dejo sin aliento se bajo del auto y un poco tambaleante entro en la casa antes de apretar su hombro derecho pidiendo por Severus venir a el, antes de perder el sentido.

Estaba en el gran salon, cuando una sensación algo angustiosa se hizo presente en el, se removió inquieto en su asiento, haciendo a Minerva levantar su ceja, algo extraño le sucedía a Severus.

Un dolor sordo en su hombro izquierdo le trajo la realización acerca de que algo le sucedía a Harry, decía ir con él.

"¿Dónde vive Harry?" Pregunto de la nada.

"Severus? " dijo al aire Minerva.

"¡¿Donde vive Minerva?! Esta en peligro, o en dolor" dijo lo último en un susurro estrangulado mientras se sujetaba el hombro.

"N°4 de Prived Drive, Surrey" Apenas termino la frase Severus estaba corriendo a la entrada del castillo para poder aparecerse en la casa de los familiares de Harry.

Una vez allí, miro la casa de dos pisos, se veía acomodada entonces porque su sobrino vestía prendas de segunda mano, entrando sin vacilación busco a Harry por la casa, estaba en el segundo piso, inconsciente, con su tía cacareando acerca del baúl qué estaba a los pies de la cama destartalada, dando un paso dentro asusto a la mierda fuera de Petunia Dursley, encogió el baúl antes de ir a Harry, quien abriendo sus ojos para el, susurro "Gringotts" en su oído, Severus Snape desparecio junto con Harry Potter del 4 de Prived Drive en un sonoro Pop, dejando atrás a una famosa marca oscura, y llevándose unas fuertes salas de sangre con él.


Bueno se que tengo otra historia pero simplemente no podía concentrarme en escribirla, he escuchado toda la discografía de Coldplay intentado hacer que la escena de tortura funcione.

Espero que les guste.