180º

Inuyasha y demás personajes pertenecen a Rumiko Takahashi

Cap. 1 la hija de mi jefe

Toda mi vida he estado en l momento exacto en el lugar exacto, planeando cada movimiento, manteniendo cada aspecto en su correcto orden, fue así como logré conseguir mi primer trabajo, tras haberme graduado en arquitectura, en una de las compañías más destacadas y de mayor prestigio y poder de Japón en el campo de la construcción. En menos de un año logre llegar a ser uno de los arquitectos de confianza de la compañía y en especial de su dueño y presidente Yuto Higurashi. Todo en mi vida marchaba a la perfección, el empleo perfecto, un apartamento perfecto y una novia perfecta, Kikyo, una joven hermosa con un muy, muy buen cuerpo, ella era modelo. Si en definitiva una vida envidiable; pero han escuchado la frase "lo bueno no dura para siempre" bueno es real y se cumple o al menos eso creí en su momento, bueno permítanme explicarles todo para que entiendan. Todo empezó con un día normal…

-Señor Taisho el señor Himura llamo quiere confirmar la cita de mañana a las 5pm para organizar las fechas en que se debe entregar cada etapa de la construcción; también vino hoy la señora Adachi y le dejó estos documentos para la compra de los terreno-decía Kaede, mi secretaria una señora ya cincuentona y amable, a la vez que me pasaba la carpeta, los recados y seguía mi paso hasta mi oficina- ah y también lo llamo la señorita Kikyo, pidió que por favor le devolviera la llamada.

-Bien gracias Kaede- me despedí al entrar a mi oficina y cerrar la puerta, en seguida me dirigí a mi escritorio, tenia q revisar algunos contratos. Tras varias horas y tazas de café termine de leer los contratos, tome algunos y me dirigí a la oficina del señor Higurashi. Y cuanto entre me lleve una gran sorpresa, un jovencita q se veía menor que yo y por mucho menor que mi jefe se encontraba sentada en sus piernas y abrazada a su cuello, llevaba unas botas cafés, un vestido rosa pálido que llegaba hasta unos cuatro dedos antes de la rodilla holgado, un cinturón de igual color que las botas y una chaqueta de jean encima, su piel era pálida, mejillas y labios rosados y una cabellera negra como la noche que cair libremente por su espalda y enmarcaba su fino rostro

-oh Inuyasha hola- saludo el señor Higurashi al notar mi presencia, se levanto del asiento junto con la joven, que se quedo parada al lado de la silla mientras mi jefe se acercaba a mí y completaba su saludo con un apretón de manos- ¿Cómo estas muchacho?

-eh muy bien señor, gracias y ¿usted?

-De maravilla ven te presento a mi hija- en ese momento me tranquilice por un instante alcance a creer que mi jefe era uno de esos viejos verdes primitivos que salían con niñitas que podrían ser sus hijas o incluso sus nietas. En ese momento la joven se acerco hacia no nosotros con una sonrisa en sus labio y me ofreció su mano a modo de saludo, la cual yo recibí.

-hola, mucho gusto Kagome Higurashi- fue en ese momento que pude apreciar el color de sus ojos, totalmente extraño, a simple vista parecían cafés, pero al verlos más de cerca se veían varios destellos verde oliva en ellos.

-Inuyasha Taisho, el gusto es mío- respondí cordialmente

-mi hija acaba de llegar de Francia- explico mi efe atrayendo la atención de los dos hacia el- estuvo estudiando allá el ultimo año-eso explicaba el porqué no la había visto antes-

-estudiando, ¿qué? Si se puede saber- le pregunte a la joven

-ingeniera ambiental, fue un intercambio que hizo la universidad- me contesto amablemente – bueno yo me tengo que ir tengo que lleva unos papeles a mi universidad, nos vemos más tarde papá- y lo despidió con un beso en la mejilla- hasta luego Inuyasha- y la misma acción que había tenido con su padre la tuvo con migo, beso una de mis mejillas con sus labio y salió

-siempre ha sido muy expresiva y cariñosa- me informo el señor Higurashi, quizá por mi cara de asombro por lo sucedido- bueno dime a que venias- me preguntó a la vez que se dirigía a su escritorio

Ya eran casi las ocho, me encontraba en un restaurante cenando con Kikyo, ahora que lo pensaba la hija del señor Higurashi tenían un gran parecido, ambas de piel blanca, cabellos oscuro y facciones finas, pero a diferencia de Kikyo, Kagome tenias algunos rizos en las puntas de sus cabellos y sus ojos tenían aquellos peculiares destellos verdes además que parecían estar tan llenos de vida y alegría, a diferencia de los de Kikyo, quien tenía una mirada calculadora y sensual y…

-Inuyasha… Inuyasha ¿me estas escuchando?- pregunto Kikyo interrumpiendo mis pensamientos

-no… lo siento amor ¿qué me decías?-

-que voy a estar por fuera un mes- me respondió

-un… ¿un mes?... ¿porqué?- inquirí

-ash de verdad no me estabas poniendo atención ¿no?- te dije que me contrataron como modelo de una marca de ropa china y quieren que vaya para tomar las fotos y a unas cuantas pasarelas

-oh… y ¿Cuándo te vas?

-pues creo que este fin de semana, a menos que pase algo extraordinario

Después de la cena nos dirigimos a mi apartamento donde pasamos la noche, no precisamente durmiendo, tenía que aprovechar, después de todo era jueves, en dos días mi novia se iría durante un mes.

Era sábado me dirigía hacia mi casa después de dejar a mi novia en el aeropuerto cuando una llamada entro a mi celular

-aló-contesté

-Inuyasha soy yo Yuto- antes de que revelara su identidad ya sabía quién era, reconocer su voz era muy sencillo

-buenos días señor ¿Qué pasa?

-necesito que me hagas un favor, alista los papeles de la concesión Rayco, enviare a uno de mis choferes a buscarlo

-eh de hecho los tengo conmigo en mi carro si quieres puedo llevártelos no estoy muy lejos ¿paso algo?- pregunte

-no tranquilo muchacho, es sólo que perdí mis copas y necesito revisar unos balances

-ah ok. No me demoro mucho, estoy a unos 25 minutos de tu casa… si… adiós- y colgué

Mi jefe vivía algo apartado de la ciudad, por los límites del bosque, en un pequeño condominio con no más de 10 casas bastante separadas entre ellas, cerca al lago Dan, era una cas bastante hermosa y la más grande de ellas, el mismo la había diseñado. Llegue 10 minutos antes de lo esperado, los sábados a las 9am no había mucho tráfico. Toque el timbre y el mismo señor Higurashi fue quien atendió la puerta, todos sus empleados descansaban el fin de semana.

-hola hijo, por favor pasa, espero no haberte arruinado algún plan

-no, tranquilo señor, solo iba a sentarme a ver televisión o adelantar trabajo- le respondí

-papá ¿has visto a buyo?- pregunto una voz suave y dulce,, la de la hija de mi jefe, que bajaba las escaleras lentamente, vestida solo con una camiseta blanca con letra negras estampadas larga con mangas que tapaba casi por completo la pantaloneta corta negra, la cual dejaba ver sus largas piernas, que llevaba debajo y una pantuflas igualmente negras- ah hola, saludo al verme

-buenos días señorita Higurashi- salude algo anonadado al verla

-dime Kagome- pidió acercándose un poco a mi con una sonrisa, esa misma que parecía jamás desaparecer de su boca

Bueno dejo hasta aqu porque tengo q ir a ver la novela jajaja