Scorpius no recordaba la primera vez que escucho hablar de ÉL. No sabía su nombre, sus padres, sus abuelos y todos los mayores que él conocía lo llamaban así. ÉL.

Recordaba escuchar a su padre hablar de ÉL, recordaba escuchar como su padre lo insultaba, recordaba decir que todo era su culpa.

Ese día decidió que iba a ser auror, que iba a proteger a su familia de ÉL.


Años más tarde descubrió quien era ÉL.

Lo descubrió porque su padre tiro el periódico porque ÉL aparecía en la portada. Cuando lo recogió vio su enorme foto.

Ya no quería ser auror, ahora quería ser un Señor Oscuro. Ese jefecillo de aurores iba a enterarse de que con su familia no se jugaba.


A los 8 años lo vio por primera vez.

Su madre lo había acompañado al callejón Diagon a comprar unas cosas y, mientras Scorpius miraba unos libros, ÉL entro.

Era muy alto, y sí que daba la sensación de ser todo aquello que los periódicos y los libros decían.

Entonces vio al Mini-ÉL.

Scorpius vio su esperanza renacer, quizás no podría con ÉL, pero el Mini-ÉL era igual de bajito que Scorpius.

El Mini-ÉL comenzó a escoger libros de las estanterías y cuando se acerco a donde Scorpius estaba, decidió atacar a su enemigo.

Se tiro encima del Mini-ÉL y lo mordió. Después comenzó a tirar de su cabello. El Mini-ÉL también comenzó a tirar de su cabello y a arañarle y dándole patadas. Y en un momento el Mini-ÉL estaba encima suyo y era quien le estaba tirando de su cabello. Scorpius decidió contraatacar de forma malvada haciéndole cosquillas.

Pronto los separaron y entonces Scorpius noto que le dolía todo el cuerpo, y vio que tenía diferentes arañazos, y convino que sería conveniente estudiar algo de Medimagia.


La siguiente vez que los vio fue en cuanto subieron al expreso de Hogwarts. ÉL estaba arrodillado delante del Mini-ÉL y le decía algo.

Ese mismo día lo volvió a ver en cuanto subieron a las barcas. Quiso la diosa fortuna que ambos acabaran en la misma barca. Era evidente que el Mini-ÉL lo recordaba por la forma en que lo miraba, no le sacaba los ojos de encima. Scorpius le sonrió burlonamente. El otro se sobresalto y entonces entrecerró los ojos.

- Yo gane.

Ahora Scorpius fue quien lo miraba sin sacarle los ojos de encima y Mini-ÉL quien sonreía burlonamente. Scorpius no aguanto más y se abalanzo contra él y ambos cayeron al agua. A Scorpius no le gustaba demasiado nadar, tenían piernas para algo, y era para caminar, sin embargo, mientras estaba bajo el agua vio al mítico calamar gigante de agua dulce de Hogwarts.

Mini-ÉL lo agarro por la mano, y Scorpius recordó que necesitaba respirar y subió a la superficie.

El calamar gigante era magnifico y Scorpius decidió que necesitaba saber más cosas de él, que iba a ser el mayor especialista en Criaturas Mágicas del mundo. Y seguro que encontraba algún animal discreto que se pudiera tragar al Mini-ÉL sin dejar rastro.