Capítulo 1.- Viajando en el recuerdo
-No puedo creer que esté viajando a solas con Ash hacia su casa, es como un sueño- pensaba Serena sonriendo y sonrojándose cada vez más, mientras colocaba su mano derecha sobre su mejilla. –"Pero lo que me sigo sin poder creer es el resultado de la batalla por el campeonato de la Liga Kalos…"- seguía pensando mientras su memoria se abría paso hacia los momentos de ese épico combate final.
-¡Pero qué espectacular batalla estamos presenciando!- gritaba fascinado el comentarista de la final de la Liga Kalos.
Y es que Tobías y Ash estaban dando el mejor combate visto hasta el momento, por lo menos en la región de Kalos. El combate podría ser para cualquiera, uno contra uno. El Pokemon de Tobías era su poderoso Mega-Latios, mientras que Ash depositaba toda su confianza en su Greninja-Ash.
-Debo admitir que desde nuestra batalla en Sinnoh sabía que había algo especial en ti, muchacho. ¡Te felicito por llegar hasta esta instancia!; haz madurado mucho desde aquella ocasión- decía Tobías esbozando una gran sonrisa. -Pero ya es hora de conquistar ahora esta liga- Su semblante cambió drásticamente adoptando una forma seria y agresiva.
-He trabajado muy duro junto con mis Pokemon y mis amigos para poder llegar hasta esta instancia. Nunca había estado tan cerca de conseguirlo y no pienso perder. ¡No lo haré! - La mirada de Ash ardía de euforia, a pesar de que su apariencia física estaba devastada: tenía heridas en varias partes del cuerpo y se encontraba sumamente agotado; y es que su Greninja había recibido ya bastante daño en el transcurso de la batalla. -Llegó el momento de terminar con esto- gritó.
-Mega-Latios, Pulso Dragón-
-Greninja, Shuriken de Agua-
Ambos Pokemon lanzaron su ataque con toda su fuerza, tan poderoso que al momento de hacer contacto entre ellos produjeron una gran onda de choque y el campo se llenó de humo blanco, como si fuese una espesa neblina.
-Carga Dragón- ordenó Tobías con toda euforia.
-Tajo Umbrío- gritó por su parte Ash con la misma euforia que su oponente.
Dentro de la gran masa de humo se visualizó la silueta de ambos Pokemon yendo uno contra el otro, dejando ver un poderoso contacto y después de eso una intensa luz cegó a todas las personas presentes en el campo. Después de unos cuantos segundos la luz fue dejando de brillar y la gran masa de humo iba desapareciendo. Poco a poco las siluetas de ambos Pokemon en el campo comenzaron a apreciarse. Greninja se encontraba con ambos brazos extendidos viendo directo hacia Tobías, mientras Mega-Latios se mantenía levitando, con la mirada fija en Ash. El silencio inundó por completo el estadio; todos permanecían con la boca abierta pero con el semblante serio, el ambiente se sentía tenso, nadie podía decir con certeza qué era lo que había pasado. En eso el Greninja de Ash perdió su transformación y comenzó a caer lentamente. Tobías esbozo una sonrisa mientras Ash parecía también ir perdiendo el conocimiento. En ese instante su único pensamiento fue "Greninja, por favor". Pikachu alcanzó a sujetar a Ash antes de que éste golpeara el suelo en seco. De pronto escuchó la voz de un Tobías sorprendido diciendo -"Esto no puede estar pasando"- Ash levantó la mirada y pudo ver que Greninja había apoyado su lengua en el suelo para poder mantener la compostura, al igual que su brazo izquierdo. Gracias a la ayuda de Pikachu, Ash también pudo recomponer el equilibrio quedando apoyado con la pierna derecha. Tras un abrir y cerrar de ojos el Latios perdió la forma de la Mega evolución, emitiendo un terrible chillido y cayendo inconsciente al suelo. Tras escasos segundos, el réferi, que también había quedado anonadado por el desenlace del combate, pudo reaccionar:
-Latios no puede continuar, el ganador y nuevo campeón de la Liga Kalos es Ash Ketchum, de pueblo Paleta-
El estadio retumbó con el grito unísono de alegría y emoción de todos los espectadores. Tobías que había estado mostrando una expresión de sorpresa desde la caída de su Latios, sonrió mientras cerraba los ojos. Hizo regresar a su pokemon a su pokebola –Hiciste un excelente trabajo, amigo. Descansa por ahora- murmuró. Acto seguido camino hacia Greninja ayudándolo a incorporarse, dejando que apoyara su brazo derecho alrededor de sus hombros. Ambos caminaron en dirección a Ash, el cual parecía haber quedado en estado de shock.
-Yo… gané. Por fin… por fin pude ganar la Liga Pokemon. Todo el trabajo desde aquél primer día que salí de viaje por fin ha sido recompensado- murmuraban los pensamientos de Ash en su cabeza.
-Pika pi, pika, pikachu- agitaba las manos el pequeño ratón amarillo, muy preocupado por su entrenador, pero gracias a esto Ash logró reincorporarse al momento que estaba viviendo.
Tobías llegó hasta él junto con Greninja, el cual se arrodilló al lado de su entrenador y con su mano derecha le levantó la mirada, quedando ambos viéndose a los ojos por unos instantes. Al final fue Greninja quien asintió con la cabeza y le sonrió.
-Diste una excelente batalla, Ash. Eres el único entrenador en toda mi historia de batallas contra el que he perdido. Así como la batalla en la Liga Sinnoh, que fuiste el único capaz de pasar sobre Darkrai, ahora eres el primer entrenador en derrotarme-
Ash únicamente sonrío. El daño de batalla era tan intenso que apenas y tenía fuerzas para mantener su postura, la cual seguía siendo la misma que cuando estuvo a punto de perder el conocimiento. Tobías percatándose de esto, le ayudó a incorporarse, y de la misma manera en como había hecho con Greninja, sujetó a Ash y tomando la mano derecha del Campeón, la levantó. El ruido en el estadio volvió a encenderse con los aplausos y gritos de la gente. Un momento que definitivamente a cualquier persona le hubiera gustado ser parte de.
Pasaron cerca de 30 minutos, en lo que Ash descansaba y la enferma Joy realizaba un trabajo rápido pero práctico en la recuperación de los Pokemon del actual campeón y del sub-campeón. Durante este lapso los trabajadores de la Liga montaron todo lo necesario para celebrar la premiación al primero, segundo y tercer lugar.
La premiación se llevó a cabo al pie de las escaleras de la llamarada representativa de las Ligas. En primer lugar y hasta la cima del podio se encontraba Ash, acompañado por todos sus Pokemon en la parte trasera, a excepción de Pikachu, que se encontraba en su hombre izquierdo y de Greninja, que compartía el podio con él. En segundo lugar, Tobías; y en tercer lugar un entrenador llamado Parker, oponente del sub-campeón en semifinales.
Sonó el himno de la Liga Kalos y después el himno de la región de Kanto, esto en honor al actual y nuevo campeón.
Serena, Citrón y Yurika se encontraban eufóricos en la tribuna. Las lágrimas de alegría de Serena no paraban de brotar. Ella se había convertido en la Reina de Kalos y ahora, su amado, el chico por el cuál ella daría todo, estaba siendo coronado campeón.
-"Ambos hemos cumplido nuestros sueños"- pensaba.
Tras llevarse a cabo la ceremonia de premiación y de clausura, Ash fue en búsqueda de sus amigos. Los 4, y todos sus Pokemon se abrazaron con mucha dulzura y cariño.
-Ha sido un combate magnífico, Ash. Yo también me convertiré en una entrenadora tan poderosa como tú, al grado de poder derrotarte en una batalla- le decía Yurika con un brillo intenso en sus ojos.
-Estaré esperando ese día impacientemente- respondió Ash.
-Como era de esperarse de ti Ash, nunca rendirte hasta el final. Felicidades Campeón- dijo Citrón mientras se daban un fuerte apretón de manos.
-Gracias Citrón. El compartir todo este tiempo contigo fue de mucha ayuda. Tuve muchas buenas lecciones de tus experimentos, cuando la ciencia se abría paso hacia el mañana-
Todos rieron. Serena se encontraba tímida detrás de Citrón y de Yurika, sonrojada, entrelazando y jugando con los dedos de sus manos.
-Ash… quiero que sepas que… me siento muy orgullosa de ti. Muchas felicidades- dijo mientras su rostro se ponía completamente rojo.
Ash se acercó a ella lentamente, lo que provocó aún más el rojo intenso en la cara de Serena.
-No hubiera podido lograrlo sin ti. Siempre estuviste conmigo, apoyándome y dándome valor. Gracias, Serena- Dicho esto le dio un tierno beso en la mejilla. Serena echaba humo y parecía que iba a estallar.
Salieron del recinto y se encaminaron al hotel donde se hospedaban. Tomaron una ducha y se arreglaron para asistir al baile nocturno patrocinado por Dianita. La noche fue divertida, todos reían, bailaban y disfrutaban el momento. Serena tras sentirse un poco acalorada decidió salir al balcón a tomar un poco de aire fresco. La luna llena se reflejaba en sus hermosos ojos color azul. Sonreía y cuando todo parecía estar bien, un pensamiento irrumpió su felicidad: "y ahora ¿Qué es lo que va a pasar?". Esto la entristeció un poco. Seguramente Ash regresaría a su pueblo natal y sería la despedida para siempre. No quería aceptarlo. Había dejado ir a Ash una vez en aquél campamento organizado por el profesor Oak. No estaba dispuesta a perderlo de nuevo.
-Oh Serena, estás aquí- dijo una voz varonil.
Serena volteó con lágrimas en los ojos; era Ash quien le hablaba. Ash, al percatarse de sus lágrimas, se acercó rápidamente a ella.
-¿Qué te sucede? ¿Te encuentras bien?-
-Ash, ¿qué pasará ahora?- dijo sollozando.
-¿A qué te refieres?- preguntó Ash un tanto desconcertado.
-¿Qué será de nosotr… que será de ti ahora que has ganado la Liga? Seguramente volverás a Pueblo Paleta, y… y tú y yo nos despediremos para siempre- soltó la chica de cabello castaño en llanto. –No quiero despedirme de ti, ¡no quiero!- seguía diciendo sin dejar de llorar.
Ash, sonriendo de forma dulce, tomó del mentón a Serena, lo cual la sorprendió demasiado, parando un poco su llanto. –Es cierto que tengo pensado regresar a Kanto. Ahora que he conseguido ser campeón en Kalos, quiero regresar y consolidarme como el campeón de la región que me vio nacer-
El llanto de Serena comenzó a tomar fuerza nuevamente, pero se vio interrumpido por las siguientes palabras de Ash. –Pero eso no quiere decir que tengamos que separarnos para siempre. Serena, ¿Te gustaría venir conmigo a seguir cumpliendo mi sueño?- Serena levantó la cabeza nuevamente. No podía creer lo que escuchaba. El llanto cesó y miro fijamente a los ojos a Ash. –Mi sueño no estaría completo si tú no estás ahí para cumplirlo, Serena. Tú eres la parte más importante de él- dijo Ash sonriéndole tiernamente.
La chica de los bellos ojos azules se lanzó a los brazos del actual campeón, soltándose nuevamente en llanto, pero esta vez de alegría y sin dudarlo dijo –Sí, Ash. Sí quiero acompañarte-
-Vamos Serena, no llores. Dicen que a las mujeres que lloran se les hacen arrugas horribles y pronto se hacen viejas-
Esto provocó una risilla en la chica, que pronto soltó a reír a carcajadas. Ash la separó de su cuello y le dijo –Deja que mi sueño se haga realidad- Serena asintió con la cabeza. Ash secó de aquél hermoso par de ojos las lágrimas restantes, y tras cruzar sus miradas, el silencio invadió el momento. Ambos se miraban fijamente. Y sin pensarlo, actuando el cuerpo del chico por voluntad propia fue acercando lentamente sus labios hacia los de la chica, uniéndose por fin bajo la luz de la luna. Era un beso que demostraba un sentimiento tan sincero que los dos hermanos rubios, que veían a la actual pareja a través del cristal del salón, pudieron sentir la gran calidez del momento presenciado.
-Por fin se acabó la espera. Tardaron mucho para llegar a esto- comentó la pequeña niña a su hermano.
-¿Qué? Yurika, ¿tú ya sabías sobre esto?- comentó sorprendido el chico de lentes.
-Hermano, tú sí que eres muy lento- dijo extendiendo los brazos.
Ambos continuaron presenciado tan dulce y apasionado beso hasta que este dio fin.
-Ay, no puedo creer que me ponga tan roja de recordar tan precioso momento- dijo Serena en voz alta sin darse cuenta.
-¿Qué te pasa Serena? Te has puesto tan roja como la piel de Charmeleon-
-Mmm mm, no es nada- dijo la chica sonriendo.
-Oh mira, ya puede verse mi amado Kanto- dijo Ash pegando su rostro a la ventana del avión. Y volteando a ver a su acompañante, tomándola de la mano, le dijo –Bien Serena, es hora de cumplir el objetivo final. Cumplámoslo juntos-
Serena se quedó contemplando anonadada por un momento su mano siendo sujetada por la de Ash. Después de un instante, volteó a verlo y sonriendo le dijo –Vayamos juntos, Ash-
Esta historia continuará…
