Todos los personajes pertenecen a Riot Games.
Nass! bueno desde una conversacion con mi amigo Joseph94 en el que roce por error el tema del gore, no se me ha quitado de la cabeza el mencionar la palabra ASESINO.
Y no me refiero a esos muchachos que corren y trepan por las paredes (Amo ese juego). Sino me refiero a esos que dan miedo. Como esos que con solo una mirada o el tono de voz podrian matarte, tanto si les caes bien o piensan en el peor ser existente.
Sin duda el personaje que mas me da miedo en todo League of Legends es Jhin. Le temo mas que a los bichos del vacio, mas que a los ninjas, mas que a las guardianes estelares y mas que a esos mugrosos hongos. Ok, si me topo con él simplemente me orinaria de miedo y mi cuerpo temblaria mas que un esqueleto danzante ambulante.
Su inteligencia, su elegancia, su modo artistico me causa pavor, especialmente su voz. xD Pero ademas de eso tambien lo considero alguien demasiado arrogante, tanto que hablaria incluso de quien sera su proxima obra de arte... Eh aqui el misterio.
Me he roto la cabeza elaborando los rompecabezas del final, asi que si lo resuelven o al menos hacen el intento me sentire muy, muy satisfecho.
Gracias por leer!
Arte
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El constante zumbido de las luces sobre sus cabezas era lo único que se podía oír en el pequeño salón de interrogación; éste, rodeado de fusiles anti-blindaje manejados por nerviosos oficiales por fuera, albergaba únicamente a dos personas.
La heterocromía de sus orbes enfocados en ella devoraba sus labios y sus gestos admirando su simetría total, pero esta armonía era rota por el mechón del largo cabello violáceo oscuro que cubría la mitad de ese hermoso rostro. La dulzura crecía en su interior al notar como la detective intentaba esconder el titilante movimiento de los labios. Temblaba.
Caitlyn miro otra vez el cian de su ojo; tenia las palabras que diría en la garganta pero las posponía continuamente. Ella seguía en su mente y no dejaba de temblar por mas que intentara disimularlo.
- Tu… – soltó finalmente con una flema en su tráquea cegando lo que decía.
- Tu… – repitió – ¿Es lo que querías?
El fuerte tono que tenía en su mente nunca salió, pues, el sonar débil y resquebrajado de su voz reflejaba con claridad su estado de pánico e ira combinado de pesar.
Jhin esbozo una sonrisa y se inclinó cuatro centímetros adelante.
- Siempre es necesario finalizar la obra con broche de oro. El público siempre es muy exigente.
Los rosados labios de Caitlyn se tensaron, el aire entro en ella cargando su espalda y soltó el aire irregular entre sutiles espasmos intentando contener sus ganas de derrumbarse en llanto.
La lagrima que se deslizo por su mejilla no colaboro con ella ya que esa minúscula partícula de agua desmorono por completo todo el retrato invencible que le había tomado años realizar.
- ¿P-porque? – sollozo contrayendo las los ojos, apoyando una mano en su frente presionando su cabello - ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué haces todo esto?
El virtuoso estudio y disfruto de su expresión con todo detalle. Encantador se dijo así mismo.
Caitlyn no esperaba respuesta, los nublados pensamientos se atiborraban y no dejaban paso a interrogantes lógicas; solo podía mirarlo a él, lo miraba con odio, desprecio, miedo y con tantos sustantivos que permitiera su vocabulario.
- Sabes… cuando era un niño mi deseo fue ser policía – dijo observando su alrededor – estaba seducido de la idea de plantar justicia allá donde fuera. ¿Conoce un niño lo que es justo y lo que no? Lo primero que ve injusto son los golpes, de su padre, de su madre, de sus amigos. Luego desarrolla sus ideas en la naturaleza, cree que el ambiente es justo, hasta que su tio lo lleva a cazar. Tranquilamente el cervatillo se alimenta, la distracción se aprovecha para ser él quien alimenta. El niño cree que el cielo es justo, que la justicia la imparten los dioses, pero con el simple incendio de su villa, descubre que las divinidades no son justas.
Los musculos de su cara se relajaron, movio su cuello como si agitara una imaginaria melena y de un momento a otro el rostro lucia mas joven.
- El joven cae ahora con su tío y pierde la fe. El error fue un disparo errado destinado pacifico animal. El manantial de rojo sale de su abdomen y lo que ve no es para nada justo. Palpa el liquido tibio que se seca como una hoja sin agua. Su justicia no existe. Pero con este tacto logra divisar un sentimiento. Miedo. Ah, el miedo de morir sigue en él, porque es la primera vez que lo siente. Recuerda la primera vez que recibió un pastel de cumpleaños, recuerda la primera vez que ve un arcoíris, la primera vez que sintió el sabor de la sangre. El mundo se compone de primeras veces que la gente quiere convertir en rutina. Y cada primera vez, es belleza.
Jhin, se acercó a ella.
- Recuerdas la primera vez que la encontraste, rememoras la escena romántica en que dijo que te necesitaba; haces memoria de su primer beso e inmortalizas aquella primera vez en que hicieron el amor. Eso es belleza.
- Cállate…
- Y aquí estamos, persiguiendo por primera vez a alguien como yo, siguiendo las pistas como un niño intentando completar un rompecabezas continuando solo por su deseo de justicia. ¿Pero esto no te motivo verdad? Pudiste haberlo dejado antes, e incluso ahora. ¿Te persigue los deseos de justicia? ¿O solo los impulsos infantiles como a ella?
- Monstruo…
- Me dices monstruo. ¿Un monstruo es una persona que lucha por proteger algo injusto dices? ¿Has intentando mirarte a un espejo? Me lo dice una persona que intenta ejercer la ley en la ciudad más peligrosa del mundo, la urbe que separa las clases sociales en vanos intentos de mantener su poder sin importar lo que pisa. No, no, no… recuerda mirar a ese reino que asesina a sus magos con pretextos absurdos sobre destrucción, o ese imperio que mata sin piedad a su propia gente admirando la fuerza bruta. A la gente le gusta atrapar monstruos pues así parecen menos monstruosos a sí mismos, hombres que beben, engañan, roban, golpean a su esposa que matan a su hijo o le disparan una flecha al último cervatillo alado; les gusta pensar que es más monstruoso un asesino. Así se les quita un peso de encima. Los monstruos están en todas partes, solo que no quieren admitirlo.
Sonrió, generando esta vez un rostro adulto, las arrugas en la frente denotaban sabiduría.
- Y así les es más fácil vivir. Oh, pero entre tanto excremento siempre hay alguien que intenta que del asqueroso abono crezca una flor; un agricultor, uno que cuida que la belleza florezca. Un artista que desea ver un mundo más brillante. Pero cada pisada debe ser cuidadosa pues un paso en falso y termina de una mezcla hedionda que lo mancha. Yo, hice florecer a cada una de esas personas del fango en que se sumían, el espectáculo fue indescriptible y mi objetivo de que fueran recordados y reconocidos en el mundo se cumplió.
Una pieza hermosa de recuerdo, belleza indiscutible, impactante y sublime.
El mundo no recordará que fueron antes.
Ellos siempre los recordaran como la obra del gran Khada Jhin.
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Caitlyn preparaba el desayuno, el olor a verduras fritas inundaba el departamento en una mezcla de aromas café y té. Por supuesto que no bebería de las dos tazas, una de ellas era para otra persona.
"Emboscada" pensó cuando sintió como su cintura era rodeada de unos brazos y la alzaron dando giros aun con la cuchara manchada de aceite.
- Te dije que no me gusta esa cosa los lunes Cait – grito, luego empezó a devorar su cuello.
La sheriff no contuvo su risa al sentir esos labios, estallo en carcajadas por el constante cosquilleo que también recibía en sus costillas.
- Vi basta, se va a quemar mi ensalada.
- Que se quemen, no pienso comerlos. Te prefiero a ti.
La oficial giro con delicadeza su cuerpo y se aferró con las piernas a su amante voraz. Vi no dejaba de besarla mientras la sostenía de los glúteos y la posaba sobre la mesa del comedor. Sus caricias eran continuamente correspondidas, Caitlyn la aferraba más a si misma tomándola de la nuca profundizando y explorando su interior desordenando aún más el rebelde cabello rosa.
El olor a quemado cerca de ellas nunca les molesto, pero si se detuvieron cuando el timbre del tubo neumático sonó con fuerza.
- Tenemos que ir a trabajar – le susurro sonriente la sheriff chocando sus frentes – se nos hará tarde.
- Ocúpate de eso Cupcake. Te prepararé un desayuno de verdad.
Ambas se separaron; Caitlyn arreglo el desorden de su cabello y su bata de dormir caminando hacia el buzón mientras Vi sacaba sartenes y unos huevos.
El mensaje era claramente extraño por lo cual Cait se quedó en silencio.
- Dime que son cupones de descuento.
- No… es, es algo extraño, dice que es algo secreto.
- ¿Puedes comentarlo conmigo?
- Cada vez que te guardo un secreto, alguien en la oficina termina con un hueso roto.
- Ya… ya… olvida que pregunte.
Con calma se acercó a Vi, tratando de entender por qué el membretado tenia símbolos de la oficina y un sello jonio al final.
"Que el equilibrio siempre permanezca.
Con el permiso de la comisaria de Piltover:
Sus admirables servicios como guardia de la ciudad le tienen en alta estima. Y dados sus logros a lo largo de su carrera nos vemos en la necesidad de…"
La carta continuaba especificando un sinfín de sucesos y disculpas, plagadas también de alabanzas hacia ella de parte de un embajador y la comisaría. Como era de esperar le pedían que aceptara un caso difícil. No se negaría.
- Por tu risa de boba, parece que tienes algo grande.
- Cállate – le respondió con una risilla – me gustan los halagos. Y si, esto parece difícil.
- ¿Y qué dice? Que me tienes en duda hasta ahora.
- Habla sobre un criminal que se escapó en Jonia.
- ¿Y dónde rayos esta Jonia?
- Si me atendieras en tus clases particulares de geografía lo sabrías.
- Tshh, sabes que la maestra de esas clases me vuelve loca – dijo en tono seductor.
- Y la estudiante también, pero no de esa forma – contraataco – ¿Qué preparas?
- Unas deliciosas torti-
El timbre del tubo volvió a sonar.
- ¿Tenías que recibir algo más?
- No…
Con ritmo pausado y dudoso, Caitlyn se acercó al tubo entrante, abrió el paquete que desprendía un delicioso aroma a rosa y que dentro portaba una carta.
La confusión se apodero de ella por el extraño contenido en ese sobre, cuyo papel se sentía delicado y áspero al mismo tiempo. No tenía remitente, ni siquiera señales de su origen; solo contenía cuatro extrañas oraciones.
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ZIQKEQDE C LSNEW LMDS GSVXI
TIVHSQ QS XYZS QM XIQHVE
SWGYVMHEH I MQPMWIVMGSVHI
GOIPIQGME IQ OYD PIXEOMGE WIVE
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Nos vemos en el siguiente episodio. Y si esta muy dificil aca una pista:
A Jhin siempre le fascino el numero cuatro, tal y como a cesar.
