Dos relatos de DracoxHarry que le hice a mi prima xD. Me gusto como quedaron. No tiene nada que ver este con el otro, eh D:

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El chico rubio andaba a través de los jardines llenos de nieve pues era invierno. Le gustaba aquella estación por el frío exclusivamente. Su bufanda verde y blanca, de los colores de Slytherin, ondeaba al viento. Llevaba las manos metidas en los bolsillos del abrigo. Cada vez que exhalaba aire, salía como humo de su boca. Sonrió. Iba hacía el lago para contemplarlo como cada día. Le gustaba admirar el lago medio congelado y el calamar gigante intentando escapar de esa prisión de hielo. ¿O acaso le gustaba porque lo veía sufrir? El joven empezó a reír para él. Llegó allí en cuestión de minutos y para su sorpresa allí se encontraba ese de Gryffindor, Harry Potter. Maldito asqueroso. Se acercó a él para burlarse como siempre hacía, ya era casi como una costumbre.

- ¿Qué pasa, Potter?

- Ah, eres tú... - El chico se colocó sus gafas y se levantó dispuesto a irse.

El chico rubio agarró el hombro del joven y lo obligó a sentarse. Él se sentó a su lado, y apoyó una mano en su rodilla.

- ¿Por qué huyes de mí?

- ... Porque no te soporto, ¿quizás?

El rubio clavó su mirado en sus ojos azules y luego la fijó en la cicatriz con forma de rayo. No sabía porque la gente tenía tanta admiración a una simple cicatriz y encima en forma de rayo. Ah, sí, que se lo había hecho quien-vosotros-sabeis. Sonrió, y agarró la barbilla del chico Potter.

- ¿Te crees guay por tener esa cicatriz? – preguntó, sonriendo.

- No, al revés, desearía no tenerla… todo el mundo me toma como una especia de héroe y no lo soy, para nada.

Malfoy se quedó sorprendido por la respuesta. No supiera que él pensara eso. Creía que era el típico chulo que iba fardando por tener esa cicatriz, pero no era así. Sintió como se le revolvía el estómago. ¿O era otra cosa? No lo sabía, pues a él nunca le había gustado alguien. Especialmente, chico. ¿Entonces que era esto tan extraño que estaba sintiendo por Potter? Eran como mariposillas metidas en el estómago. Sus labios empezaron a temblar y un cierto rubor apareció en sus mejillas. Desvió la mirada para otro lado para que no le viera sonrojado. Tenía una dignidad que defender. El chico de Gryffindor empezó a reír y tomó la mano del chico de Slytherin.

- ¿Te ha sorprendido la respuesta, verdad? Claro, pensabas que era el típico chulo que me aprovecho de las situaciones, ¿cierto?

El chico rubio asintió pero sin apenas mover la cabeza. La giró, pero esta vez, para mirarle a los ojos. Ahora, ese azul, le hacía navegar y perderse entre ellos ojos en su imaginación. Sonrió. Estaba loco, ¡tenía que estarlo! ¿Enamorado de Potter? Pero que ordinariez. Encima de un chico... pero, ¿y si estaba enamorado? ¿Era algo malo? Tampoco lo veía algo tan tremendo. Se llevó las manos a la cabeza y cerró los ojos para relajarse y ordenar estos pensamientos en su cabeza. El chico de Gryffindor suspiró, e hizo ademán de levantarse pero para su sorpresa el chico rubio le sujetó de la muñeca. Lo atrajo hacía él y lo estrechó entre sus brazos.

- Potter, tengo que decirte algo...aunque me va a costar.

El chico tenía revuelto su pelo castaño, ya de por sí siempre lo estaba pero más aún en esta ocasión. Se colocó las gafas y miró como pudo a los ojos de Malfoy. Estaba medio tumbado en las rodillas del chico rubio. Éste le ayudó a incorporarse, y se quedó sentado en sus piernas. Era una situación algo embarazosa para los dos pero parecía darles igual. El chico rubio acarició la mejilla de Potter y acercó sus labios a los suyos susurrando unas últimas palabras: Te quiero.