Vida... hasta su muerte.
Nací un 1º de Abril de 1978, en el Hospital San Mungo de Enfermedades y Heridas Mágicas... ¡Qué nombre para un hospital! Porque claro, ¿en qué categoría cabe el nacimiento de un niño, en enfermedades o heridas? ¡Merlín, que hay que ponerle ese nombre a un hospital!
La primera vez que respiré, claro, fue un primero de abril, y fue un alivio para todos los que estaban en la sala, incluidos sanadores. Respiré, y lloré. Lloré mucho.
La primera vez que respiré, mi primer inhalo de aire, fue 10 minutos después que del pequeño Fred, mi gemelo.
La primera vez que me sentí a gusto, fue en brazos de mi madre, siendo observado por mis hermanos mayores. Obviamente yo no lo recuerdo, pero no hace falta memoria para este tipo de detalles.
La primera vez que me sentí a gusto, fue con mi hermano a mi lado.
La primera vez que dije una palabra, fue un domingo lluvioso en La Madriguera. Charlie intentaba ganarle a Bill en el ajedrez, y Percy leía un cuento infantil, enfurruñado quién sabe por qué en un rincón. Mientras nuestros padres sesteaban, Fred y yo estábamos en un corralito en la sala. Sentí en "osh" a mi lado, y lo único que respondí fue "ed". Se supone que nos llamábamos, como siempre contaba Bill, a pesar que nunca le creímos.
La primera vez que (supuestamente) dije una palabra, Fred dijo la suya.
La primera vez que di un paso, fue cuando mamá, concentrada en un concierto de radio de Las Brujas de Macbeth, no escuchaba que teníamos hambre, y decido, me levanté para ir a tirarle de su capa. A los dos pasos me caí, y me encontré con Fred tirado en el piso, a mi lado.
La primera vez que di un paso, Fred lo dio conmigo.
La primera vez que hice magia, fue cuando vi a mi dragón de peluche elevarse hasta un metro por encima de mi, a los 2 años, y al ver a Fred mirándolo fijamente entre risas, hice elevar a su conejo, haciendo que quedara a la misma altura que mi muñeco.
La primera vez que hice magia, fue gracias a una travesura de Fred, que por supuesto devolví.
La primera vez que me llegó una carta, era de Hogwarts. En ella decía que había sido aceptado, y que el 1º de Septiembre partiría el tren desde Londres hacia el colegio. Miré a mi lado, y Fred me estaba mirando. Sonreímos.
La primera vez que me llegó una carta, a Fred le llegó la misma.
La primera vez que pisé Hogwarts, fue luego de que un calamar gigante nos rescatara del agua a mi hermano y a mi, ya que creímos que sería divertido llegar el primer día de colegio con una gran hazaña que contar, de la misma forma que queríamos despedirnos el último día.
La primera vez que pisé Hogwarts, fue luego de haber sido rescatado por un calamar gigante, y habiendo ganado un castigo por dos meses, junto a Fred.
La primera vez que entré al despacho del director, fue luego de que Filch nos descubriera sacando un inodoro de un baño del tercer piso, ya cuando nos disponíamos a enviárselo a nuestros hermanos Ron y Ginny, como recuerdo del colegio.
La primera vez que entré al despacho del director, fue gracias a un inodoro, idea de Fred y mía.
La primera vez que me enamoré de una chica, fue de Alicia, una chica Gryffindor de mi curso. Ella no me hacía caso, tenía 13 años y un archivo de metro y medio en el despacho de Filch.
La primera vez que me enamoré de una chica, Fred se enamoró de su mejor amiga.
La primera vez que tuve una cita, fue con Alicia Spinnet. Al mismo tiempo, Fred tenía la suya con Angelina Johnson, y salimos los cuatro juntos, con 14 años, a tomar algo a Las Tres Escobas. Allí, nos encontramos a Oliver Wood y Katie Bell, también en una cita.
La primera vez que tuve una cita, terminó convertida en una reunión del equipo de Quidditch.
La primera vez que fui a un baile, invité a Alicia, y Fred a Angelina, a los 16 años. Esa fue la primera vez que le di un beso a una chica, a Alicia, entre los matorrales. Al mirar a mi derecha, estaba Fred ocupado con la boca de Angelina.
La primera vez que fui a un baile, Fred y yo dimos nuestro primer beso.
La primera vez que tuve sexo, fue con Alicia. A los 17 años, aprovechando mis últimos días en Hogwarts, la cité a escondidas de mi hermano, y terminamos revolcándonos en el pasadizo detrás de la Bruja Tuerta. Curiosamente, como me confesó días más tarde, Fred también me había engañado para irse con Angelina aquella misma noche.
La primera vez que tuve sexo, fue la primera vez que di gracias a Merlín de no tener a Fred al lado, y también la primera vez que me sentí como George, y no como Feorge... a pesar de no saber que mi hermano estaba con Angelina dos pisos más arriba.
La primera vez que me puse de novio, fue con Alicia. Fred y yo vivíamos en el Callejón Diagon, en la casa que había sobre nuestra tienda, y un día me la encontré. Ella vivía cerca de allí, en un barrio del Londres muggle, con Angelina.
La primera vez que me puse de novio, Fred también se ennovió.
La primera vez que sufrí por amor, fue por Alicia. A los 3 meses de haber comenzado a salir seriamente con ella, me dijo que se iba a vivir a Irlanda, ya que la habían aceptado en un equipo de Quidditch del lugar, junto con Angelina.
La primera vez que sufrí por amor, Fred sufrió conmigo.
La primera vez que estuve a punto de morir, fue cuando un mortífago me atacó, y perdí mi oreja. Estábamos volando en escoba a miles de metros del suelo, y Lupin trataba de maniobrar entre todos los rayos de luz que nos disparaban. Yo iba perdiendo el efecto de la poción multijugos, y mi cabello se tornaba pelirrojo. Quizá fue por eso que me apuntaron. Mi oreja había desaparecido, y llegué a La Madriguera habiendo perdido mucha sangre. Estaba muriendo, y mi hermano no estaba conmigo.
La primera vez que estuve a punto de morir, Fred no estuvo a mi lado.
La primera vez que, haciendo algo importante, mi gemelo y yo nos separamos por iniciativa nuestra, fue en la batalla de Hogwarts, y hasta el día de hoy me arrepiento profundamente. Estuvimos juntos durante 20 años, en las buenas y en las malas, pero tal como él no estuvo cuando yo casi muero, yo no estuve para él en su peor momento.
La primera vez que Fred y yo nos separamos, volví con su cadáver en brazos.
