Hey! Aquí estoy yo con mi primer Fanfiction de más de dos caps. Aquí les traigo el primero, espero les guste!

Advertencia: Spoilers de TOS, episodio Amok Time.

Disclaimer: Star Trek no me pertenece, es creación de Gene Roddenberry y adaptado por J. J. Abrams. Hago esto por diversión :).


Misión: Salvar Tu Vida.

Spirk! (Futuro McSpirk)

Todos sabemos como ocurrió el primer Pon-Farr de Spock en el universo no alterado, pero ¿Como habrá sido en este universo? T'Pring no sobrevive a la destrucción de Vulcano y Nyota rompió con él. Así que solo queda una respuesta lógica ¿No?

Dejarse morir.

Todo sucedía con agonizante lentitud, el puente de mando estaba mas tranquilo que de costumbre y el joven vulcano empezaba a desesperarse.

Llevaba 2.5 días con aquel extraño estado anímico, que interrumpía su férrea concentración. Toma un largo respiro y cierra sus ojos por dos segundos, antes de volver a abrirlos y continuar con el escaneo de la zona.

- ¿Alguna novedad, señor Spock? - La cansada voz del capitán resuena entre el silencio de aquellas paredes.

- Negativo. - fue la simple respuesta que pudo dar. Jamás lo admitiría, pero en casos como esos, echaba de menos encontrarse explorando un planeta y siendo perseguidos por alguna criatura salvaje.

Un bufido de aburrimiento por parte del rubio y todo se volvió a sumir en el silencio. Spock estaba seguro que gritaría de frustración si algo no sucedía...

Lastimosamente, sucedió.

La mano derecha con la que sostenía un Padd empezó a tiritar levemente, haciendo al vulcano fruncir el seño y levantarla con suavidad para observarla con detenimiento, sin que sus compañeros siquiera lo notasen.

Oh, no.

Si bien no gritó de frustración, no le faltó casi nada para gritar de terror. Sintió que la sangre era drenada de su cuerpo y la sorpresa, además del shock, lo invadieron.

Esto no puede ser. No aún. No aún.

Era lo único que su lógica mente podía procesar en el momento. Sin embargo, todo tenía un terrible sentido.

El descontrol emocional. El día anterior le había gritado al doctor McCoy por entrometerse en sus asuntos, e incluso, en contra de toda lógica, lo "mandó al demonio" preocupando al capitán, quien se encontraba presente.

Además de su creciente falta de apetito. Llevaba aproximadamente 36.8 horas sin ingerir absolutamente nada.

La falta de concentración, que le llevó a revisar mas de dos veces sus análisis en la sección científica.

El temblor inesperado e incontrolable.

Y una molestia desagradable e incomoda en la zona baja...

Sacudió la cabeza tratando de despejarse, acto que fue captado por el rubio, quien se acercó al vulcano.

- Hey Spock - le habla casi en susurro - ¿Estas bien?

- Me encuentro en condiciones óptimas, capitán - dijo también en voz baja, pero sin demostrar nada más que frialdad típica de él.

Jim sabía que algo le sucedía. Tenía un sexto sentido en cuanto a Spock se refiere y había algo que le molestaba. Sin embargo, no lo dio a notar y le puso levemente la mano en el hombro, fijándose en la tensión que se apoderó de su cuerpo. La retiró con rapidez y volvió a su silla. Su mente vagaba con preocupación sobre el medio-vulcano. Llevaba varios días comportándose de manera extraña y no lograba sacarle nada. Siempre salía con la misma respuesta.

"Me encuentro en óptimas condiciones, capitán"

- Óptimas condiciones mi trasero - pensó con molestia Jim.

Sin embargo, si algo de gravedad le sucede a Spock, lo lógico sería avisarle al capitán. ¿Cierto? O eso era lo que quería él creer.

Finalizado el turno, todos esperaron a sus reemplazos para poder irse a sus respectivas habitaciones.

Jim miraba de soslayo a Spock y no fue hasta que éste elevó una ceja que se dio cuenta que quizá no estaba siendo muy discreto. Apartando la vista con las mejillas ligeramente sonrosadas al ser atrapado en el acto, fue que recibió a su reemplazo y poder salir del puente. Se dirigió a su habitación con la mente aún en el vulcano, debía hacer algo al respecto. Lo mas lógico sería mandarlo con Bones. Pero después de su comportamiento con él en dias pasados, no quisiera arriesgar a su amigo con la ira de un vulcano, quien podría estamparlo contra la pared de un solo golpe. Definitivamente no.

Tal vez solo debía hacerlo hablar... Y James Tiberius Kirk sabia exactamente como lograr su acometido.

Con una amplia sonrisa al crear su plan, se dirige a la cama, sacándose las botas para estar mas cómodo y la camisa, porque vaya calor infernal que hacía en aquella habitación.

No tuvo que esperar mucho hasta que escuchó el deslizar de la puerta y unos firmes pasos en dirección al dormitorio.

El joven vulcano se encontraba pensando qué es lo que haría a continuación. Por supuesto el sabía que le ocurría, pero no podía decírselo a James por varias razones, para comenzar, es un tema en extremo delicado para los vulcanos, ni siquiera lo comentan entre ellos como para decírselo a otra especie; además, muy en su interior, sabía que le daría un extremo y humano ataque de vergüenza e incomodidad si se llegase a sacar a conversación.

También esta el hecho de que Jim querría ayudar.

Y no hay nada en el mundo que haría que Spock le dijera que no al rubio... A excepción de esto.

El pelinegro no quería correr riesgos con Jim, sabía de sobremanera que en esta época, los vulcanos perdían el control sobre si mismos, pudiendo herir a su pareja. Lo había visto en contadas ocasiones con su madre y su padre, cuando era niño. Su madre terminaba exhausta por días, portando varios moretones que no se molestaba en ocultar. Alguna vez le preguntó por qué los dejaba a la vista y ella únicamente le respondió con una sonrisa, un guiño y un suave "Porque son pruebas de amor que me dejó tu padre. No debo avergonzarme de nada". Eso le pareció ilógico, pues tenía solo 7 años y vulcano o no, era tan solo un niño. Pero no le gustó ver a su madre en aquel estado.

No. Spock jamás se perdonaría si llegase a lastimar a James. Antes muerto que eso.

Y técnicamente, eso es lo que estaba por suceder.- Pensó con toda la amargura humana que liberaba únicamente en el interior de su mente.

Entró en el dormitorio y abrió sus ojos de sorpresa al encontrar a un Jim Kirk sin camisa enrollado en sus sábanas dormido. Se acercó con lentitud a contemplar la vista. Su respiración era suave y su piel bronceada estaba ligeramente brillante por el sudor, producto de una habitación con temperatura ambientada para un vulcano.

Se sentó en un rincón de la cama y con suavidad, pasó una mano por sus dorados cabellos.

Dos preciosas gemas azules brillaron ante el roce y miraron al vulcano. Una suave sonrisa adornó sus labios. Se sentó en la cama y acercó su rostro al ajeno, que lo miraba como si estuviera observando la piedra preciosa mas exquisita en la galaxia.

Labios se juntaron y el suave y armonioso beso los envolvió, eliminando todo pensamiento coherente.

La necesidad crecía...

Pero no. De golpe, Spock se separa como si se hubiera quemado. Pues la diferencia con la realidad no era mucha.

El rubio lo miró preocupado, eso no le gustaba nada. Su plan para hacerle hablar incluía algo más que un beso. Pero no contaba con que Spock se rehusara, jamás se rehusaba.

- Spock - habló por fin James - Dime de una vez que está pasando.

Los oscuros ojos desviaron la mirada al suelo, mientras un leve color esmeralda tiñe sus orejas.

- Nada, Jim. - dice en voz baja.

- Si, sucede algo y me vas a decir que es. - se acerca por detrás y lo abraza desde la espalda, o al menos lo intenta. Spock se levanta con fluidez, huyendo del tacto del rubio.

- No puedo - dice el vulcano con la voz un poco entrecortada.

- ¿No puedes o no quieres? - dijo Jim ya enfadado. - Spock, estoy muy preocupado por ti y tu sabes que es lo que te pasa pero no quieres decírmelo. No sé que hacer para ayudar porque no sé que tienes. Vamos, sabes que puedes decirme lo que sea.

James soltó todo aquello que tenía contenido y habló con tal emoción que hizo agitar el corazón del vulcano. Podía confiar en Jim, Spock lo sabia; pero no podía confiar en sí mismo en esta época. Sin embargo, debía decírselo. A la mierda todo eso de no comentarle.- pensó la parte mas humana del mestizo . Los ojos azules lo miraban con amor tan intenso que le hacía hervir de deseo.

Debía contenerse un poco más. Tomó una larga respiración y cerró los ojos. Acción que preocupó aún mas a Jim. Hasta que los abrió y aquella mirada oscura se topó con la zafiro.

- Se llama Pon-Farr - dijo Spock en voz tan baja que apenas era perceptible.

El rubio frunció el entrecejo levemente.

- ¿Pon-Farr? - preguntó Jim, quien notó el tono verdoso que apareció en la punta de sus orejas al escucharle decirlo.

- Si... - Spock titubeó un poco - Es un tema relacionado con... Biología.

- ¿Biología? - James estaba seguro que sus preguntas eran las más estúpidas en aquella situación - ¿Qué clase de Biología?

- Biología Vulcana - Respondió el pelinegro bajando la vista para ocultar su ya muy verdoso rostro. El rubio nota la incomodidad de su pareja y entonces logra comprender.

- Te refieres a la biología... Reproductiva - No era una pregunta, sino una afirmación. Su voz apenas era audible. Spock se removió incómodo, confirmándole todo.

- No entiendo - dice suavemente - ¿Por qué no me habías dicho? Sabes de sobremanera que te puedo ayudar con eso.

Se volvió a acercar al vulcano, que tenía sus pálidas mejillas teñidas de esmeralda, al igual que la punta de sus orejas. James están seguro que no había nada mas adorable en el universo que Spock... Tímido.

- No te dije porque es algo complicado - responde, aceptando el suave toque de una de las manos del rubio por sobre su mejilla.

Jim da una sonrisa ladina.

- Oh, vamos - le da un pequeño beso en los labios - Ya lo hemos hecho antes. ¿Por qué esta vez sería diferente?

Spock entrelaza sus manos con las del rubio.

- Porque en esta época, perdemos el control total sobre nosotros - dice suavemente. - La lógica se esfuma y nos volvemos seres volátiles.

Jim se sorprende ante tal revelación.

- Por eso no te dije, Jim - continua - Sabía que querrías ayudar. Pero yo no te lo permitiría.

- Espera - confundido, James lo mira a los ojos - ¿Cómo que no me lo permitirías?

- Mi comportamiento se volverá agresivo y podría herirte de gravedad - explica - No me lo perdonaría.

Conmovido, Jim besa nuevamente a Spock.

- A veces pienso que tu crees que soy de cristal - le susurra a los labios.

- Hablo en serio, Jim - Dice el mestizo, cuyo esfuerzo de controlarse ya ha pasado los limites vulcanos.

Con un bufido, el rubio se separa de su pareja.

- De acuerdo, pero dime ¿Qué pasará si no haces nada al respecto?

Spock temía que le hiciera aquella pregunta y pensaba haberse librado de decirle.

- Los Vulcanos no mienten. - dijo una voz en su cabeza con ironía. Pues él ya le había mentido varias veces a Jim diciéndole que se encontraba bien. Un comportamiento demasiado humano.

La tardanza en la respuesta del pelinegro preocupó más a James.

- ¿Spock? - se atrevió a preguntar, sacándolo de sus pensamientos para mirarle nuevamente a los ojos.

- Jim... - Se quedó sin palabras, pero la mirada desolada en sus oscuros ojos le confirmaron al rubio sus peores temores.

- No - dice firme y erguido - No permitiré que te pase nada malo. Vamos a hacerlo.

La determinación grabada en su rostro, hace que Spock suelte un pequeño y casi imperceptible suspiro, tanto de alivio como de irritación. Su pareja cuando hablaba en ese tono es porque no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. Aveces se preguntaba quien de los dos era el más terco.

- ¿Estás seguro de esto? - Pregunta, Spock no quiere obligarle a nada y a pesar de lo mucho que lo anhelara su cuerpo, no se tiraría sobre Jim en ese momento ni en ningún otro sin su consentimiento.

- Definitivamente. No cederé - dice firme, para luego suavizar su mirada y volver a colgarse de su cuello. - Te amo mucho, Spock. No quiero que te pase nada malo. Estoy aquí para ayudarte en lo que pueda.

Esta vez, fue un impulso del vulcano quien acercó su rostro para besarlo de nuevo, pero esta vez con más pasión. Sentía como su cuerpo se calentaba levemente, no solo por la excitación. Su temperatura corporal se elevaba de a poco. No le quedaba mucho para entrar en Plak-Tow

Se separó con la respiración levemente agitada y mucha dificultad. Su cuerpo llamaba a atender y ser atendido, pero no podía. No aun. A pesar de que le quedaba 3 días de vida como máximo, aún había que hacer una cosa.

- Jim, antes debes saber algo - habló un poco entrecortado - Para que todo salga bien... Debemos ir a Nuevo Vulcano.

- ¿Nuevo Vulcano? - volviendo a las preguntas estúpidas. - ¿Por qué?

Spock se removió ligeramente incómodo.

- Durante... El sexo - el tono verdoso reapareció - nosotros realizamos una fusión mental.

- Eso ya lo se - volvió a sonreír de lado - ya lo has hecho conmigo.

- Pero esta es más profunda - explica - tanto así... Que quedarán rastros de mi en tu mente y tuyos en la mía.

Me refiero - dice, ante la mirada confundida del rubio - a que se creará una especie de lazo entre nuestras mentes. Quedarán conectadas.

Jim abrió los ojos como platos y abrió la boca, pero nada salió.

Después de tomar un profundo respiro, habla.

- ¿Me estas diciendo que podrás entrar a mi mente sin necesidad de tocarme?

- Y tu a la mía. En términos generales, si. Asi es.

Y ahí estaba la mirada que asustó a Spock. Miedo. Había miedo en los ojos de Jim.

- Pero... ¿Podrás entrar cuando quieras y ver lo que quieras? O ¿Solo escucharas mis pensamientos?

James definitivamente estaba nervioso. No es que no quisiera, pero él tenía un pasado que le aterraba que la gente conociera.

- Jim, puedes bloquear tu mente - dice Spock con toda la calma posible pese a la situación - y yo no entraré a ella sin tu consentimiento.

Eso pareció calmarlo y la mirada de determinación se instauró de nuevo.

- Está bien - dice - pero ¿Por que necesariamente debemos ir a Vulcano?

- Porque allí se realiza una especie de ritual, donde prepararán tu mente para recibir a la mía.

- ¿Y no harán eso con la tuya?

- Mi mente fue preparada para recibir a otra cuando tenía 7 años - dice - Pero aquella que fue mi pareja elegida, pereció junto con mi planeta.

Un fugaz rastro de tristeza impregnó los ojos oscuros, pero tan rápido como llegó, se fue.

Sin embargo, James no lo dejó pasar y, aun colgado a él, colocó su cabeza sobre uno de sus hombros en un cálido abrazo.

- De acuerdo - Jim eleva su cabeza para verlo a los ojos y le da un casto beso, antes de separarse, muerde levemente el labio de Spock y lo mira con una enorme sonrisa - Iremos a Nuevo Vulcano.

Fin Parte 1.


Plak-Tow : La fiebre de la sangre, proceso del pon-farr en el que la sangre vulcana se eleva de temperatura mas allá de la normal. La lógica y el control total se pierde de a poco en esta fase.

Bien, este es el primer Cap. (Duh) espero les haya gustado ^-^ este fic contendrá de tres a cinco capítulos, depende de cuantas ideas me lleguen. Y como dije, es un Spirk, futuro McSpirk, según como se vaya desarrollando la historia.

Les prometo que la terminare, pero advierto que soy lenta para historias largas, ya que soy desorganizada para escribir xD por eso solo subo drabbles y One-Shots.

En fin, mucha cháchara. ¿Merece, este primer y sensual cap, algún review? 7u7