La broma infinita
Primer capitulo
Shikamaru Nara se volvió a amarrar la colita, porque las últimas 4 veces le había quedado muy parada. Necesitaba algo más casual.
En realidad no encontraba ninguna razón lógica para justificar su extraño afán por lucir bien ese día.
O eso era, al menos, lo que trataba de pensar. Sabía a la perfección cuanto se estaba engañando a si mismo.
Era 22 de diciembre, y en la aldea de Konoha se llevaría a cabo un ostentoso almuerzo con los ninjas de la aldea oculta de la Arena., para celebrar algún asunto problemático.
Shikaku Nara abrió la puerta y se rió de su hijo, que se había pasado las ultimas 3 horas arreglándose para el almuerzo.
-Shikamaru, seré curioso… ¿Por qué estas tomándote la molestia de arreglarte para este almuerzo?
Shikamaru no respondió porque no tenía ningún tipo de respuesta preparada. Simplemente se encogió de hombros, se desabrocho el último botón de su polo y salió.
Caminó por delante de sus padres mientras escuchaba aterrado sus risitas y comentarios. Ellos creían que él no los escuchaba.
-Debe ser por esa Ino Yamanaka, siempre supe que había algo entre ellos.
-No, tonto. Debe ser por la hija de los Hyuuga. ¿No sería fantástico tener nietecitos con Byakugan?
-No. Que problemático. Eso del souke y el bouke…
Shikamaru caminó lo más rápido que podía sin parecer sospechoso. Casi estaba llegando al lugar del almuerzo cuando vio a Ino.
"Espero que no me haya visto" pensó Shikamaru, "si Ino decide caminar conmigo, mis padres se pondrán muy problemáticos."
-¡Hola Shikamaru!- chilló Ino unos segundos después de que este hubiera acabado de pensar.- ¡Sentémonos juntos durante el almuerzo!
Los señores Nara estallaron en carcajadas y se pusieron a canturrear.
-Eh… En realidad yo ya tengo con quien sentarme.
-¿Sí?
-Si.- respondió Shikamaru y empezó a alejarse discretamente.
-¿Con quien?
-…Mis padres.
Ino sonrió y entro al banquete sola. Inmediatamente corrió hacia donde estaba Sasuke y empezó a chillar.
Shikamaru meneó la cabeza pensando que la vida era una lata.
Los señores Nara se sentaron con los señores Yamanaka y los señores Akimichi, de modo que no quedó sitio para Shikamaru. El estaba mirando a su alrededor muy sorprendido, porque de un momento a otro todo el salón se había llenado de ninjas hambrientos. Quedaban tres sitios. Shikamaru se dirigió al que le apetecía más, entre Tenten y Chouji. Pero no había dado 4 pasos cuando Kiba se sentó ahí. Shikamaru se volvió a su segunda opción: entre Gai sensei y Asuma sensei. Mas cuando parpadeó, Kakashi sensei se había materializado en ese lugar.
La única opción que tenía, si quería comer, era ir a sentarse con los de la arena. Nunca le había sucedido nada tan problemático. El único lugar que quedaba era entre Temari y un ninja de la arena que no conocía.
"Bueno," pensó Shikamaru avanzando lentamente "Al menos voy a comer".
Se sentó en la silla y saludó a Temari con un cordial "Hola", y al otro ninja de la arena también. Pero antes de devolverle el saludo, Temari le señaló un punto atrás de el. Shikamaru volvió la cabeza y vio con horror a Gaara mirándolo con los brazos cruzados… amenazadoramente.
-¿E-Este es tu sitio?
Gaara asintió y Shikamaru quitó su trasero de la superficie de la silla, y se retiró humildemente.
Esperó afuera durante dos horas, siendo, por desgracia, no el único que se había quedado sin silla. Shino Aburame y Shikamaru mantuvieron una amena conversación de 3 palabras, dos de las cuales fueron citadas por el segundo.
Pasaron dos horas, o tres. Por suerte las nubes tenían formas particularmente agradables ese día. Los ninjas empezaron a salir y se congregaron en el patio.
Mientras la fiesta se desarrollaba, los aldeanos se servían sake y bailaban juntos. Shikamaru vio todo eso muy aburrido y caminó al bosque como si fuera un tipo muy siniestro. Luego de tropezarse un par de veces, vislumbró a una persona vomitando apoyada en un árbol.
-¿Temari?
La chica dijo algo demasiado incomprensible y continuó vomitando.
-¿Estás bien?- le preguntó Shikamaru.
-La comida… tenía guisantes. Soy alérgica…- farfulló ella.
-¿Cuánto sake tomaste?- la cortó él.
-Bueno…- se rió- casi nada…
Temari se tambaleó y se sujetó de Shikamaru, y casualmente lo tiró al piso. Cabe mencionar que "el piso" es el mismo lugar en el cual habían caído los desperdicios estomacales de Temari.
Shikamaru se quedó inmóvil durante unos segundos, ordenando sus pensamientos. Si, ahora estaba embarrado. No, no había sido adrede (aparentemente).
Temari se dedicó a reírse de él mientras se iba recostando, hasta que se quedó dormida y olorosa contra el árbol.
Shikamaru, que la había estado escuchando reírse sentado, se levantó, sacudió lo que pudo y se puso en marcha de vuelta a casa. Estaba saliendo del bosque cuando, como si obedeciera una orden, giró sobre sus talones y volvió donde Temari.
Ella seguía echada al pie del árbol. Shikamaru pensó durante un momento en llamar a Kankurou o a Gaara… pero le dio pavor, así que decidió arrastrar a Temari hasta la entrada del bosque. Empezó a jalarla pero las manos de Temari estaban resbalosas. Luego se puso detrás de ella y trató de rodarla como si fuera un barril. De todos modos el no tenía ningún tipo de obligación para con ella. ¿O sí la tenía?
La conciencia lo acosó y Shikamaru cargó a Temari hasta la entrada del bosque, donde la dejó apoyada contra un árbol, y se marchó caminando.
Shikaku Nara, el padre de Shikamaru, estaba regando plantas en el invernadero cuando vio como la silueta de su hijo iba y venia por el camino de la casa, mirando a todos lados, como si comprobara que no había testigos.
Shikamaru rodó un bulto sigilosamente hasta la puerta y entró, volteando la cabeza varias veces para comprobar que nadie lo había visto.
Shikaku entró a la casa y siguió la senda apestosa que había dejado Shikamaru.
"No creí que mi propio hijo tomara sake hasta vomitar…"pensó. Luego vio cómo su hijo rodaba un cadáver hacia su cuarto. "¡OH POR DIOS¡MI HIJO ES UN ASESINO!"
Miró por una rendija y vio a Shikamaru traerle agua al cadáver. Era una mujer rubia, con la bandana de la aldea oculta de la Arena. La mujer se incorporó, tomó unos sorbos de agua, soltó una risotada, sujetó la cabeza de Shikamaru y le besó la punta de la nariz.
Shikaku trajo a su mujer y ambos se sentaron a espiar a su hijo con la chica de la arena borracha.
-Temari… tienes que tomar agua y dormirte.
-Shikamaru. Tu verdadero nombre es Tutsi-Tutsi¿Sabías?
-Por favor duérmete.
Temari se rió estridentemente y se puso de pie tambaleándose. Caminó hacia una mesita pero no había llegado cuando empezó a dar pasos en círculos hasta caer al piso de nuevo.
-¡AY! Me rompí- exclamó, y volvió a reírse.
-¿Sabes? Si no te callas, dormirás en la calle.
-No te atreverías.- dijo ella repentinamente seria.
-¿Eso crees?
Temari besó a Shikamaru (los padres de este se emocionaron).
Él había cerrado los ojos, y cuando Temari se separó de él, los abrió algo confundido.
-¿Ves? No te atreves.- Ya no parecía muy bebida. Entornó los ojos, e iba a seguir hablando cuando vio que la cara de Shikamaru estaba alarmantemente cerca de la suya. Sus manos estaban en la posición de pensar (aunque ella esperaba algo más apasionado, no le importó), y todo su cuerpo estaba inclinado hacia delante.
-Ya, ya, suficiente.-lo cortó ella.- ¿Por qué hiciste eso?
Shikamaru no respondió de inmediato. Pero cuando lo hizo, dijo:
-…No sé.
-¿¡COMO QUE NO SABES?!- masculló ella de manera bastante audible.
-Si sé.
-Dime por qué. Acaso…-lo miró con malicia antes de decir lo siguiente:-¿Habrías hecho lo mismo si yo fuera Hinata Hyuuga?
Shikamaru elevó los ojos al cielo raso y negó con la cabeza.
-¿Qué tal Ino Yamanaka?
Sintió que se ponía un poco rosado porque esas preguntas eran muy complicadas para responder. Por lo tanto negó nuevamente con la cabeza. Ya podía ver a dónde quería llegar Temari.
-¿Y Sakura Haruno?
-No… ¿A qué quieres llegar con estas preguntas tan problemáticas?
-A nada…- dijo Temari, y le lanzó una significativa mirada a su interlocutor.
Shikamaru guardó silencio, expectante, y pasados unos segundos, dijo: Bueno, entonces voy a dormir.
-Eres un marica.
-¿¡Qué?!
Shikamaru debatió mentalmente consigo mismo y luego de un silencio largo e incomodo, se dispuso a decir algo, pero se acobardó y se movió en dirección a la puerta.
-Marica- repitió Temari.
Shikamaru se detuvo, suspiró y dijo:
-Tú eres especial.
Ella sonrió durante un instante y luego volvió a mirar a Shikamaru, atenta.
"¿Acaso no está satisfecha¡Eso era lo que quería!" pensó la señora Nara.
Temari puso las manos sobre las rodillas y frunció los labios. Shikamaru puso una almohada sobre el futón.
-¿¡Y¿¡Qué sigue!?
-Eh… ¿Nos besamos de nuevo?
-¡NO¡A VER¡PIENSA¿Qué sigue?
Shikamaru alzó los ojos nuevamente y suspiró.
-Ah… ya… Quieres que seamos novios¿No?
Temari le tiró una pantufla.
-¿No es eso?
-Sí, Tutsi.
Shikamaru la miró preocupado.
-¿Tutsi? Sí.
-¡Ah! Bueno, buenas noches. Te quiero.- se despidió Shikamaru
-Ya chau.
La mañana estaba estupenda, y el sol clareaba. Los pajaritos cantaban y Shikamaru parloteaba mientras preparaba alegremente su desayuno. Le gustaba desayunar cuando aun no se había hecho la colita.
-Buenos días, señora Nara- saludó Temari cuando entró a la cocina.
-Hola Temari.
-¡Tutsi-Tutsi!- exclamó ella sorprendida- te confundí con tu madre.
-No me llames así.- dijo él y se amarró la colita. Por alguna razón, nunca le salía bien a la primera, por lo que tenía que seguir intentando unas cuantas veces hasta que le quedaba perfecta. Maldijo su suerte porque no le salía de una sola vez, sino que siempre tenía que volverla a hacer un par de vergonzosas veces más.
-Tutsi¿que vas a hacer hoy?- preguntó Temari.
Shikamaru experimentó un extrañó ataque al ojo porque al parecer su organismo también rechazaba que lo llamaran "Tutsi-Tutsi".
-N…Nada.-murmuró al final de su ataque al ojo.
-Oh… ¿Y por qué no anunciamos nuestro romance?
-Sabes… va a ser problemático. ¿Por qué no esperamos a que sea el día propicio y lo consultamos con los astros?
-Marica
