Algo raro que se me ocurrió, pero creo que me quedó muy cursi, lamento eso.
Kuroko no Basuke perteneces a Fujimaki-san.
Valentine's Day.
Midorima llevó la mano de Akashi hasta su boca, y sopló sobre los dedos helados. Seijuro siempre tenía las manos frías, aun en el día más caliente de verano, y soplar su aliento cálido sobre ella era una costumbre que Midorima había adoptado con el paso del tiempo.
Akashi sonrió suavemente, ir al teatro siempre le ponía de muy buen humor.
—Es un irónico, ¿no crees? Que presenten Romeo y Julieta el día de San Valentín —preguntó, mientras Shintaro cambiaba de mano.
—Y tu realmente disfrutas esas ironías, ¿No? Es tu favorita después de todo.
Seijuro rió al verse descubierto.
—Sí, realmente lo hago, pero te equivocas, Romeo y Julieta no es mi favorita, es Edipo Rey.
Shintaro ladeó la cabeza, y ambos comenzaron a caminar sin rumbo fijo, eran pasadas las ocho de la noche y el termómetro marcaba los cero grados.
Sin embargo, la perspectiva de una caminata juntos, sin preocupaciones de la universidad de por medio resultaba encantadora.
Akashi exhaló con fuerza, y su aliento formó un vaho visible.
Nunca habían sido una pareja dada al romance, a diferencia de sus amigos, como Kise y Aomine, quienes nunca se aparecían en todo el día, que dedicaban casi de seguro a actividades de índole sexual.
No, en realidad, sino fuera por pequeño gestos de parte de ambos, ni siquiera se notaria que son una pareja.
Sin embargo, Seijuro siente que en días como ese ambos son un poco mas blandos, Shintaro le besa con mas ternura de lo habitual, y él pone un mayor esmero en hacer la comida.
Que ridículo, piensa, y pensar que hace años consideraba estas celebraciones como algo estúpido...
Caminando en silencio terminan en un parque a dos calles del teatro, esta decorado igual que casi todos los establecimientos por los que pasaron, y hay un vendedor de rosas que aun trata de llevarse algo de dinero al bolsillo.
—¿Alguna vez... Has pensado que sería si no nos hubiéramos conocido? —preguntó de repente.
Midorima le mira fijamente.
—Creo que... Entonces tendría que buscarte.
Si definitivamente el día les vuelve blandos y románticos, que tontos que deben lucir.
Akashi se aproxima a Midorima.
—Se supone que ahora tienes que besarme.
—Cállate nanodayo.
Pero se inclina y junta sus labios suavemente, los de Seijuro son fríos y suaves, siente como se amoldan perfectamente a los suyos, como ya tantas otras veces.
Shintaro se agacha un poco para que Seijuro no tenga que ponerse de puntillas, y coloca sus manos enguantadas en las pálidas mejillas del pelirrojo.
Cuando se separan, Akashi tiene una sonrisa bailándole en los labios.
—Feliz día, Shintaro.
¿Review?
